Acabo de leer en alguna parte que
un fulano ministro dijo que un MEDICO y un BARRENDERO debían ganar lo mismo,
casi me da un ataque e iba a cobrar sin tener culpa alguna mi computadora, es
una portátil cualquiera que tengo hace dos años, la cuido casi tanto como a mi
cámara pues pensar en comprar otra es un asunto tan complicado como salir con
una modelo internacional teniendo sueldo de profesor, así que otra vez se ha
salvado el aparato de cobrar por culpas ajenas, debo confesar que entre mis
sueños está el de poder botar la computadora por el balcón sin que me dé
remordimiento alguno.
En fin, el ministro acaba de
aclarar un misterio, el de los sueldos gubernamentales. Como he dicho en
reiteradas ocasiones no tengo nada en contra de los obreros, la verdad tengo
por costumbre tratar a todo el mundo con la misma cortesía más no con la misma
deferencia, no creo eso de ser amigo de muchos, con los que tengo me sobra
aunque también debo admitir que siempre tengo espacio para nuevos amigos, la única
condición es que sean inteligentes. Lo de los obreros me indigna pues para
pasar una escoba o hacer cualquier trabajo manual no hace falta estudiar mucho,
es más quizás con solamente el tercer grado que te enseñe a leer y a escribir
algunas cosas basta, lo otro son florituras de la inteligencia, en cambio para
ser médico, ingeniero, arquitecto, físico, químico, matemático, filósofo y
hasta profesor de cualquier nivel con pretensiones de seriedad, toca estudiar
bastante, hacer acopio de fuerzas más allá de lo normal y aguantarse muchas
lunas sin fiesta para lograr su cometido, la cosa empeora cuando el mentado
decide seguir el curso natural de la inteligencia, sigue estudiando, se pos
gradúa, se doctora y algunos hasta se pos doctoran, eso si sumamos todos los
años desde el kínder es algo así como 25 años estudiando y preparándote, para
barrer basta un cursillo de unas horas bajo la vigilancia materna, la esposa,
la novia, el padre o en el último de los casos del jefe.
Ser obrero necesita cero
preparación, además si no lo haces bien como mucho te sale reprimenda, el
medico que no hace bien su trabajo, mata gente y en el “mejor” de los casos
deja secuelas espantosas. Imagínense el caos si un contador o un administrador
hacen mal su trabajo (a menos que trabaje para el gobierno, en cuyo caso es una
obligación hacerlo mal), un profesor ciertamente tampoco matará a nadie pero si
el conocimiento real no se hace con el debido cuidado tendremos generaciones de
imbéciles que no sirven más que para ser empleados estatales, así
sucesivamente, las profesiones serias tienen impacto serio, los obreros pues su
impacto no va más allá del horario de trabajo y la reunión a la puerta de la licorería,
el patio de bolas o el traspatio de alguna casa de algún amigote, mucha música a
volumen inaudible y una pasión desmedida por demostrar cada fin de semana que
tienen un aparato de sonido más grande y ruidoso que el de su vecino más
cercano.
No siempre fui profesor, en
verdad he trabajado de todo lo que he podido en esta vida, muy temprano, cuando
era estudiante de bachillerato trabajaba como obrero en un depósito de
pinturas, cargando cajas y haciendo cuanta cosa me pidieran hacer, en horario
especial para poder asistir por las tardes al liceo, fui camillero en un
hospital, también trabajé como obrero para una fábrica de pilas donde mi
trabajo consistía en descargar conteiner de mercancía a los depósitos, he hecho
de buhonero y lo último fue de mesero en un restaurante en otro país, es decir
que puedo saber con exactitud que es el trabajo.
Como la gentuza comunistoide esa
que maneja el país no hace nada sin medir las consecuencias, creo realmente que
lo que están haciendo es equilibrar el país hacia abajo, mucho idiota feliz de
su ignorancia ha de estar celebrando la “ocurrencia” del ministro, pero su
ignorancia no les permite ver que el daño se lo hacen también a los suyos,
mucho estudiante ha de leer eso y decepcionarse enseguida, sobre todo si el
estado se abroga por motivos absolutamente egoístas dar los cupos
universitarios sin contar con los méritos académicos, aunque en ese punto tengo
la impresión que el ministerio correspondiente ha de estar salvando su
responsabilidad en la caterva de bachilleres cuyas capacidades están por debajo
de cualquier exigencia por culpa de una ley de educación básica que promueve la
vagancia.
Los médicos por lo menos tienen
el consuelo de la consulta privada, en el caso de otras profesiones el sector
privado es más feroz en la miseria de sus pagos, a excepción de los científicos
que tienen la suerte de ser bastante inteligentes como para que las grandes
empresas los contraten. Soy de los que piensa que ser obrero es algo que todos deberíamos
hacer alguna vez en la vida, pero sin dejar de lado las miras a superarse desde
todo punto de vista, si el mundo fuese así, les aseguro que este país fuese
otra cosa.
Lástima estar rodeados de gente
cuyas miras van a lo inmediato, que no piensan en el futuro y se escudan en su
pobreza para ni siquiera dignarse a hacer el esfuerzo de estudiar para, cuando
tengan más de 40 (como yo) el esfuerzo del trabajo sea más mental que físico y
con ello además tener más beneficios que tristezas, por esa razón muchos estudiamos,
quienes no lo han hecho pues se solazan en supurar su envidia, ojalá alguna
mañana escuche o lea algún ministro o diputado exigiendo que los ellos ganen lo
mismo que los obreros, claro eso si los indignaría, al igual que las sanciones
aquellas.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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