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miércoles, junio 12, 2013

Motivos para emigrar, más allá de las depresiones



Una vez escribí un post sobre la emigración, en este caso lo haré en primera persona, y expondré mis razones para irme del país, dejar a medias las luchas políticas cuando menos la de reuniones y proyectos para colaborar al avance cuando el cambio esté listo, mi partida no tiene nada que ver con el natural ,miedo circundante por las razones que todos conocemos, sobre todo las oficiales que por lo general terminan siendo nocivas al pueblo, tampoco porque tengo meses sin probar mantequilla o margarina, por aquello de que el café es un misterio para encontrarlo y el azúcar pues otro más, además de las otras cosas de comer que han desaparecido del mercado.

La verdad me voy porque ya estoy harto de estar harto cada quincena que no alcanza, los empleos que no aparecen, esto de tener prestigio tanto académico como artístico no parece sorprender a nadie, más bien te espantan las pocas fuentes de empleo pues te consideran sobre calificado o engreído por tus opiniones, harto además de que al salir a la calle nunca sabes si vuelves pues alguien se moleste ya que al atracarme solo encontraran muestras de pobreza disfrazada de bohemia, porque en mis sitios de labor natural, escuelas, liceos o universidades tienen sueldos de miseria, me voy porque me niego que después de tanto esfuerzo para estudiar, para hacer otras cosas , cursar un posgrado con uñas y dientes pues la plata nunca alcanza para los libros y algunas comodidades, harto además de no poder cumplir a cabalidad mis obligaciones económicas que como padre tengo y en caso de cumplirlas muchas veces me quedo sin comer, nada del otro jueves pero si uno se ha preocupado por prepararse no es justo que a mi edad todavía tenga días de neveras vacías y miserias rendidas para por lo menos tener una comida al día sin que mi hija pase por lo mismo.

Aburrido porque eso de tener casa, perro, gato e hijos, para mi es solo un sueño (así como para muchos) , en otro orden de ideas tampoco ya me agrada este asunto de recurrir a los “amigos” para solicitar empleo y ellos se hagan los paisas, que muchas veces eso dependerá de tu filiación política expresa y la mía por más que la esconda se me ve por encima.

Me voy directo a la incertidumbre que debo confesar a mis lectores, me ha agravado mi crisis de depresión crónica y de paso hizo que descubriera que mi hija sufre del mismo mal de ser sensible en exceso y anda enfermita pues ya sabe próxima la partida de papá, lo que hace mucho más complicada la cosa esta del exilio.

Sé que no soy el primero, ni el último, también me han contado todos que son muy difíciles los primeros meses por aquello de la nostalgia, y les creo pues todavía no he salido y ya me está matando, menos mal que existen algunas pastillas mágicas que ayudan y el alcohol que anestesia la tristeza por un rato, sin embargo el salto al vacío es cosa seria.

Este artículo, atípico y seguramente poco popular lo escribo pues he recibido por distintas vías , no amenazas, quizás recriminaciones por salir del país, unos dicen que para prestar mis talentos en otros países que no me han visto crecer, otros pues por sentir que abandono la lucha política y los menos por considerar que acá la vaina está muy bien, solo que lo que hago no es de fácil mercadeo, todas pueden ser ciertas, pero cuando consulto con mi cuenta bancaria, mi recibo de pago de mis horitas en la universidad, las cuentas que se acumulan y de paso tener que pasar por la vergüenza de pedir un auxilio a mi viejo para el fin de mes, son incentivos suficientes para pensar e irme del país.

Por lo menos allá me recibirán mi familia muy cercana, mis hermanas y mi madre, , pero sin mi hija, mi viejo, mis amigos, esos que les digo panas pero que en el fondo pienso en ellos como hermanos, mi montaña del Henry pittier, que me recibe todas las mañanas, mi novia que se parece tanto a lo que quiero que solo le falta vivir conmigo para ser casi perfecta, eso sin hablar de mi gato que se ha convertido en un compañero muy bueno.

Los recuerdos que se quedan acá y todas las cosas maravillosas de mi país, que sin embargo con los bolsillos vacíos, ese otro estrés de las cuentas no te dejan disfrutar. Me voy para intentar que ese bolsillo deje de estar vacío, donde tenga cuando menos una esperanza de hacer cosas que me gustan y que por supuesto me paguen por ellas.

Al final creo que todos los que emigran lo hacen por la misma razón, calma y futuro, a pesar de saberse estigmatizados de por vida pues te conviertes de alguna manera en extranjero en todas partes, hasta en tu tierra, quizás sea por eso que muchos se devuelven entre la nostalgia y la tristeza de estar en un sitio muy bonito si, con mucho orden, trabajos y algunas cosas que acá son solo soñadas, pero sin embargo la tierra y las querencias son cosas importantes.

Pasará el tiempo y veremos cómo me adapto, si me logro llevar a mi hija y formar una familia sin el incordio del estrés económico más el adicional del hampa y la política que cada día se parecen más. A lo mejor me devuelvo en unos meses para seguir pasando trabajo pero no creo que se deba pasar la oportunidad de hacer otras cosas para lograr cierto éxito en la vida y explorar aquello de que nadie es profeta en su tierra.
Esto lo escribo hoy, evitando mi tradicional sarcasmo político pues algunos de mis seguidores expresaron su pesar por mi próxima partida, por eso me creo en la obligación de exponer mis motivos, quien quita que desde otras fronteras pueda ser un poco más útil al fin este de sacar a los piratas que tomaron mi país con armas y milicias, que han creado un caos al que no se le ve salida.

No me despido de mi tierra, acá quedan mis amores, mi familia, mis amigos más queridos aparte de los que ya moran en otras tierras, hasta mis ilusiones pero al parecer no queda más que intentar imitar a Buda con aquello de que “ cuando ya los has intentado todo lo último que queda necesariamente ha de ser lo correcto” y muy de corazón espero que sea cierto.
Jose Ramón Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback
@jbdiwan



5 comentarios:

Axel dijo...

Nostalgia siempre, ganas de volver siempre. Volver a la tristeza de no poder salir adelante en tu propio país jamás. Me fui y a pesar de tantas cosas que he pasado (y estoy pasando) desde que estoy fuera ha sido la decisión más acertada. Cada unas de tus razones fueron mis razones, te digo que no me arrepiento. Esperando que el sol vuelva a brillar en nuestra querida tierra y nuestros amores sobrevivan a tanta desidia y abandono.

Un abrazo y suerte!

Pbertoglia dijo...

José a estas alturas del viaje en la vida eres ya un gran amigo virtual ,un pana .Es en estas ocasiones donde logras trasparentar el alma donde el coraje de revelar emociones y sentimientos humanizan al personaje sintiéndonos un poco iguales al coincidir vivencias y motivaciones. Soy también academico y ocurre tal como lo expresas :bajas rentas que no se condicen con altas mensualidades a los estudiantes.
Pero lo más fuerte es el quiebre de dejar atrás tus raíces,lo que también he vivido y parte cercana de tu familia ,súper fuerte y todos ellos capaces de alterar el ánimo,motivos cada uno per se de depresiones más allá de emigrar.Con toda mi energía te deseo lo mejor y me ánimo a decirte q me entristece tu situación y la de los hermanos venezolanos motivo de mi compromiso y lucha por una Venezuela grande libre y nuestra que cobije a todos sus hijos en sus necesidades y sueños. Un abrazo y de seguro nuestros caminos se cruzarán,estas en mi constelación.

Opiniones desde esta esquina dijo...

Muy agradecido por sus comentarios amigos, Axel, el pana de tantas vivencias adolescentes y algunas de adulto, y Patricio, nuevo amigo virtual, no sabia que tantos se solidarizaran con mi sentir, desde acá un abrazo

Unknown dijo...

Te deseo mucha suerte mi hermano, compartimos una madre:Josefina. Espero sigas publicando tus "opiniones" aunque pronto sea desde otro país. Nunca se deja de querer a tu patria , ni de extrañarla. Pero haces bien en buscar mejorar tu situación. Se que lo lograras. Cuenta conmigo.

Unknown dijo...

Amigo, todos los que un día decidimos dejar esa gran tierra llamada Venezuela lo hicimos con una gran nostalgia y con unas ganas inmensas de que pudiese ocurrir algo que cambiara esa realidad en la que vivíamos y así no tener que irnos, pero la realidad es otra, es triste, es dura y difícil de comprender. El exilio no es fácil, es duro al principio y mas cuando dejas tanto, se de corazón que te va a ir bien, eres una persona llena de mucha nobleza y con muchas cosas para ofrecer, sabes ser buen amigo y transcender en el tiempo con ellos y eso ya te da mucho para ganar, así que adelante, y de corazón te deseo lo mejor de lo mejor, se que lo vas a lograr