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viernes, junio 21, 2013

Avergonzar al país como política de estado



Ahora y desde hace unos años Venezuela es de todos, pero la verdad es que esa frase que se usó como eslogan del gobierno, no está completa, realmente ahora Venezuela es de todos, pero de todos los extranjeros que se sumen a la golilla gubernamental que intenta, billete de por medio, aparentar que es un estado “Democrático” y electo con todas las de la ley.

El reconocimiento internacional en estos tiempos es un asunto serio, ya no son los años en que ese reconocimiento era accesorio pues los estados totalitarios o no, se sumaban a alguno de los polos en pugna (en la época de la guerra fría) y hasta allí la cosa, se armaban guerras en terceros países cuando el fondo eran dos potencias disputándose territorio y en otro caso, el Cubano por ejemplo, simplemente se ponían bajo la egida del todo poderoso estado soviético y le llenaban el país de tanques, misiles y productos rusos, además les aseguraban una precaria pero apenas justa asignación de recursos que le permitían a esos regímenes mantenerse en el poder mediante cualquiera de las triquiñuelas típicas de esos gobiernos de izquierda radical, a quienes por cierto la historia los pateo durísimo hasta que casi desaparecieron, los que no o han hecho someten a su gente a unas condiciones de vida terroríficas.
Ahora claro no existe la Unión Soviética, el comunismo se recuerda como una fea epidemia que azotó muchos países pero que ya se siente superada, es más hasta los Chinos que se asumieron de alguna manera herederos de esa corrient6e política son tanto o más capitalistas que los Gringos, pero estos señores Venezolanos, ensorbecidos y empapados en petrodólares aun sueñan con ser jerarcas comunistoides , sabiéndoles a mierda la mala cosa que pasa su gente y de paso la economía.

Fíjense, el “presidente” se va de gira al vaticano. Imagino que alguien en su comitiva le suministra alguna medicación para que la cursilería no le dé pena, pues leí por ahí que hasta se fue para el fulano monte sacro a “retomar” el juramento aquel , que casi estoy seguro fue un invento de algún escritor romántico para apalancar la fama de Bolívar en su tiempo, en el ínterin repartió contratos y estableció alianzas con países europeos, repartiendo y gozando un imperio con los impuestos que todos pagamos, mientras, en las calles de mi país la escasez y la angustia campean sin medida.

Lo peor señores es que esos contratos y esas alianzas no son para ejecutar obras imposibles, no sé. La cura contra el Sida, un financiamiento arrechísimo para el proyecto del Doctor Jacinto Convit para su cura contra el cáncer, no, pues la vaina es para fabricar carreteras, hacer edificios y otras cosas que fácil las pueden hacer los mismos Venezolanos, imagino que como cada ladrón juzga por su condición, en virtud de que el cerebro de un chofer de bus que no pasó por las aulas de una universidad seria, no cree que haya nadie con capacidad para hacer cosas realmente serias en mi país y por esa razón está haciéndonos pasar vergüenza en el mundo.

Imagínense que opinión tienen de nosotros como país en el exterior, cuando toca contratar Bielorusos para hacer edificios que no son nada del otro jueves y de paso al final son muy mal hechos, que les cambien caraotas por petróleo, que tienen que ir al Argentina a pedir ayuda en materia agrícola cunado acá toda la vida hemos producido, perdón, el verbo va en pasado, habíamos ´pues con su brutalidad perenne, os tipos expropiaron las tierras más fértiles dizque para producir y ahora las cosechas de hacen en los barcos que traen del exterior cosas de comer y lo demás pues se paga a precio de oro en las calles. Seguro ya en muchas naciones nos ven realmente como una república bananera manejada por unos gorilas pendientes de quedarse con el poder y a quienes le importan más sus ganancias que lo que pasa en las calles.

Desde esta líneas les digo a mis lectores, que en Venezuela hay gente muy capaz, buenas universidades, mejores alumnos y de paso si le dan oportunidad, somos gente que echaríamos a andar el país buscando una salida no petrolera pues eso embrutece, un país que asume que sus ingresos dependen de algo que está bajo la tierra y no se ocupa de estimular el intelecto se muere y ahí aparecen personajes funestos como los que ahora gobiernan, no se dejen engañar que el gobierno está lleno de Bachilleres que se juran doctores y de licenciados que se graduaron a duras penas, pero las calles están llenas de gente que si vale la pena y que si hay estudiado, a esos los tienen condenados al ostracismo y a buscarse la vida de cualquier manera.

Cuando la política se quite el disfraz de ideología que tiene y se ponga seria pues seremos un país realmente con futuro, no digamos ese mojón mental que nos dicen en las cadenas, eso de ser potencias es una entelequia, sin embargo con que las cosas evolucionen y FUNCIONEN todos los servicios, incluyendo claro el avance de la economía, Venezuela estará montada realmente en el camino del progreso. Cuando todos los profesionales retornen a su tierra, Maiquetia deje de ser una puerta de salida de emergencia, las universidades espacios de aprendizaje respetados y apoyados por el estado, la productividad esté primero, las medidas económicas los beneficien a todos y por supuesto, los empleados del estado dejen de ser intocables por la ley, seremos un país de verdad, no esta ópera bufa en que se transformó mi patria ni esta burla continuada a la que nos obliga el simio mayor y sus corifeos.
José Ramón Briceño ,2013
@jbdiwancomeback






1 comentario:

pbertoglia dijo...

José nos entrega una visión desde el ciudadano real sobre a evolución del país que resulta tan real como triste.
Como permitimos llegar a esto?
Pbertoglia