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lunes, diciembre 27, 2021

Viajando en un Bus

Hace unos años viajaba desde Bucaramanga hasta Cúcuta en un bus como todos, al menos todos los de allá, esos que tienen Wifi y hasta conector USB para cargar el teléfono, como todos los que vuelven derrotados del exilio, la vuelta es de un sabor amargo complicado de entender, sabes que regresas a la boca del lobo pero eso es mejor a languidecer en cualquier calle sin que a nadie le interese lo más mínimo tu suerte. Una hora antes de la partida me ubiqué en la sala VIP de la línea de autobuses, si,  tienen enchufes para cargar el móvil o el pc, WiFi y café gratis, en comparación con los espacios de horror de los terminales venezolanos aquel terminal de pueblo parece el andén del concorde  en vez del muy tropical y tercermundista terminal de autobuses de un pueblo Colombiano, ojo, sitios así  hay en casi toda Latinoamérica, menos en Venezuela.

Varias horas más tarde y no sin cierta decepción porque el autobús no hizo la parada respectiva para comida y café, comer en las carreteras de Latinoamérica siempre es un placer pero viajaba de madrugada, me quedé dormido, en algún momento antes de lo que después supe era el amanecer (iba en coma onírico) escuché un chirrido de frenos, gritos, hierros que pasaban debajo de la unidad, más gritos y al fin , cuando se detuvo fui uno de los primeros en salir de la unidad, luego de tanto susto tocaba huir hacia donde pudiese , al bajar del escalón entendí que nunca hubo metal pasando bajo el autobús, había una motocicleta incrustada en el radiador, tres metros más allá yacía el piloto sangrando por una pequeña herida en la sien cuyo rastro no paró hasta alcanzar la cuneta, mirando al hombre agonizar sin poder hacer nada entendí que todos los ruidos acallados por los gritos de los otros pasajeros tapaban el accidente, lo que en un primer momento pensé era un descarrilamiento por cualquiera de los mil voladeros que  hay en aquella vía, en realidad era un motorizado quien perdido en medio de una madrugada que se estrellaba de frente contra un autobús cuya velocidad no sabría precisar pero en todo caso era la suficiente como para que perdiese el casco en el choque, donde también se le fue la vida.

Mientras miraba al hombre temblar como si fuese víctima de un ataque de epilepsia, vi con pasmo que no eran más que los estertores de la muerte, imagino era el filo de la madrugada, todos los pasajeros que solo tenían equipaje de mano se perdieron en la oscuridad de la carretera, media hora después la ruta estaba llena de taxis y moto taxis levantando pasajeros hacia la (aparentemente) cercana Cúcuta, todos huían como apestados, iban escapando de la posibilidad de terminar siendo testigos para la policía, imagino que eran como yo, ilegales en ruta de vuelta y por ningún caso les agradaba tener que vérselas con autoridad alguna. No me pude escapar, mi equipaje estaba guardado en el maletero del autobús por tanto tocaba quedarse esperando que la providencia resolviese el impasse, con resignación pensaba que de igual manera el autobús desde San Antonio hasta Maracay no saldría hasta la siete de la noche así que en todo caso sería una experiencia más.

En ese momento me invade la angustia, si en Venezuela pasa algo similar la línea de autobuses nos dejaría botados donde fuese sin que a nadie le importase en lo más mínimo, dos meses atrás ya lo había sufrido en alguna parte entre Barinas y San Cristóbal, según el chofer se había caído un puente a veinte kilómetros adelante por lo que hasta ahí nos llevaba, sin pena ni drama nos dieron el equipaje y se fueron, nos dejaron botados frente a una alcabala del ejercito sin más disculpa que ofrecer volver hasta Barinas para replantear el itinerario, eso sí, no iban a devolver el dinero ni habría disculpa, para hacer el cuento corto todos los pasajeros de la unidad donde viajaba más otros dos autobuses que venían atrás solo nos dedicamos a caminar por la carretera , en algún momento aparecería la salvación, así fue pero cinco kilómetros (dios salve el tacómetro del iphone5) más tarde donde al menos tuve que correr el ultimo hasta un autobús pirata que recogía pasajeros escondido tras un matorral, veinte minutos y una cantidad de dinero que ya no recuerdo me dejaron botado en otro pueblo, también en medio de la nada, donde luego de esperar que apareciera otro bus y viendo que mis compañeros de infortunio habían desaparecido tocó hablar con un mototaxista quien muy amablemente me llevó hasta unos kilómetros más abajo donde habrían otros a la espera de clientes, cosa que sucedió pues en cada estación había un piquete de guardias nacionales impidiendo el paso a la zona, los motorizados en medio del cordón de seguridad transportaban pasajeros hasta la próxima  posta, debo acotar que cargaba conmigo un equipaje voluminoso que incluía una maleta mediana que pesaba no menos de veinte kilos y el morral con mi laptop.

No tengo idea de por dónde iba, la única opción era seguir la corriente agradeciendo tener efectivo, el problema era que al llegar a la frontera no tendría nada, eso lo resolvía luego. Volviendo al cuento, una vez que hube hecho malabares en un autobús y  dos mototaxis que no se habían enterado de normas de seguridad, llegué al sitio donde se había caído el puente, no sé cuántos habíamos esperando pero éramos muchos y casi con ánimo festivo ante la aventura esperábamos en la ribera del rio hasta que los guardias abrieran paso, es implicaba esperar la voladura de un amontonamiento de piedras que impedía el tráfico a pie, en ese punto llevaba casi 24 horas de viaje, salí de Maracay a las ocho de la noche del día anterior, eran las tres de la tarde y aún estaba perdido en alguna parte del estado Táchira, sin haber comido, duchado, el teléfono sin batería, solo restaba seguir delante de cualquier modo.

Como es normal hablé con mucha gente, todos repetían más o menos la misma historia, unos  iban de compras, otros huían y los menos volvían a sus casas luego de visitar la familia, los más experimentados recomendaban calma que eso era cosa común por aquellos lares, otros por el contrario hacían gestos de desespero que nadie atendía, en medio de aquel caos los vendedores de chucherías y los portadores que por 10 dólares llevaban tus maletas hacían su agosto. Dos horas de plantón y quien sabe cuántas teorías conversadas a la orilla de la carretera suena una sirena que con una alarma terrorífica anunciaba la próxima voladura que sucedió sin pena ni gloria, un par de explosiones nada espectaculares liberaron un alud de piedras que bajaron rodando por el rio, diez minutos después los guardias dieron autorización para el paso, cuarenta minutos caminando entre barro y monte, las cinco de la tarde, seguía perdido, al llegar al final de aquel agreste camino vi que había una autopista donde pululaban camioneteros, camioneros, motoy taxis (todo piratas) en espera de la gente que venía huyendo por aquella carretera perdida, resulta que estábamos cerca de San Cristóbal pero no tenía idea ni tampoco es que importaba mucho, la tarea era llegar hasta Cúcuta antes que cerraran las agencias de encomiendas, quitándome de encima taxistas y otros de su misma especie terminé en un autobús lleno de gente que salía directo desde aquel punto hasta San Antonio (la frontera) , una hora después al fin estaba cerca del puente internacional, allí fue otro lio.

Llegué al terminal de Cúcuta donde en una oficina de encomiendas esperaban los fondos para ir hasta mi destino final (Bucaramanga), por la carrera dejé olvidado en un autobús el morral con la computadora, así terminé durmiendo en pleno terminal de Cúcuta, sin dinero, computadora ni comida, visto en frio todo fue culpa de aquel autobusero desgraciado que me dejó botado en medio de la nada doce horas atrás, frente a una alcabala sin que ningún funcionario abogase por nosotros los desamparados, el fulano solo se fue.

Mientras estaba sentado a un lado del camino, a la espera de que llegase la policía a levantar al infeliz motorizado que había muerto en el accidente pensaba que en Venezuela nadie nos recogería, en Colombia no podía estar seguro de nada. Cuando llegan los policías, ya había amanecido, dos motorizados que vieron el muerto, detuvieron al chofer con las pruebas de rigor, se dirigieron al muerto para buscar un numero de contacto, una vez localizado uno de los agentes procedió a hacer la llamada mientras el otro le decía que comunicase a quien fuese que atendiera el aparato que su familiar estaba muerto en medio de la vía, el hombre mira con desdén a su compañero y hace la llamada con los educados eufemismos del caso, seguimos esperando pues los agentes nunca nos vieron , solo el chofer anunció que estaríamos detenidos hasta que llegasen los de la morgue luego nos vendría a buscar una unidad para trasladarnos, en ese instante el susto pasó, alguien nos llevaría y luego de tanto rodar , perder un autobús tampoco sería gran drama, luego venía cruzar Venezuela entera, eso forma parte de otra aventura extrema.

José Ramón Briceño

27/12/2021

 

 

Al día siguiente mientras (por fin) viajaba a Cúcuta 

 

viernes, diciembre 24, 2021

Cuentos de la dislocada realidad ; Cuento de Navidad

 Magnético

Martes trece de cualquier mes entre el 2016 y  el segundo año de la peste, el tiempo es un asunto irrelevante, aunque las canas que tenía el día que encontró la respuesta  reclamaban con gravedad los cuarenta y cinco que portaba, a pesar de las pruebas se pretendía joven, el espejo le mostraba que era un calvo más de mediana edad soñando con pajaritos preñados, princesas Leias con bikinis metálicos , franelitas de Vader y hasta un falso sable laser escondido bajo la cama, leyendo por igual  Sagan y a Osho, buscando (y encontrando) posibles similitudes entre lo asegurado por gentes como el venerable Buda con artículos ligeros sobre física cuántica publicados en cualquier portal, viviendo en un mundo donde encontrar la posibilidad de negar a dios sin negarlo realmente, había intuido que quizás hasta la falta de pruebas contundentes  puede ser considerada una especie de confirmación ya que si bien no está demostrada su existencia tampoco existen pruebas definitivas de lo contrario, no vaya a ser que al final el asunto fuese tal cual lo pintaban en el catecismo o que la señora del 4B (muy amiga de su madre) tenga razón y Cristo se aparece cualquier día de estos reclamando los derechos de autor por el nuevo testamento, comenzando así el apocalipsis. Luego de tanto leer para buscar una respuesta  terminó por aceptar que creía firmemente en eso de que la realidad podía ser dislocada a conveniencia pero lamentablemente  nadie sabía exactamente como hablar del asunto sin parecer loco.

Por supuesto , con todo y su fama de bicho raro, Miguel había aprendido a disimular para poder encajar dentro de los estrechos límites de su pequeño mundo , seguía empeñado en hacer su búsqueda espiritual sin hacer mucho ruido, sacando el cuerpo a toda discusión teosófica, había decidido (en pos de mantener el equilibrio emocional) que  si en principio, el cristianismo es un bulo, cualquier discusión al respecto pierde total lógica a menos que lo hagan en sentido literario, tal cual se hace con la teología griega o latina, esa que le dicen tan Olímpicamente “mitología” sin caer en cuenta que todo el andamiaje religioso actual bien puede catalogarse igual que a los Griegos, según él, estar de acuerdo en estar en desacuerdo es ya un primer acuerdo por lo que no hay necesidad de violencia , es culpa del Venerable Buda, esa necia inquietud de todos por hacerse ver que tienen razón , es algo irrazonable, pruebas de sobra hay de quienes han tenido la razón por mucho tiempo, hasta premiados con un Nobel, lo que certifica la veracidad de su descubrimiento y diez años más tarde viene otro y señala el error, por lo que aquella verdad certificada pasa a ser un mal chiste del pasado, como si por ser del pasado tengan la venía de poder  estar perdonados por bestias, Gengis Kan, quien asoló toda Europa no puede ser venerado por asesino, pero esas son cosas sin importancia, lo importante es el acá y el ahora, eso exasperaba a sus amigos pero todo se diluía en lo que entendían que Miguel solamente se divertía incordiando por aburrimiento.

Entre las muchas cosas que le hacían la vida pequeña eran los dramas de pobres, esa necesaria obligación de trabajar para no tener que pedir limosna, así que se ocupaba de sus problemas financieros haciendo malabarismos imposibles para medio mantenerse a flote, en eso se cruzaron muchas lecturas, todas en función de que Miguel encontrase la clave para lograr todo eso que según la física cuántica se puede hacer , porque por muchos años le ha pedido cosas al doble cuántico y ese al parecer le va tan bien que no da señales de vida (o tan mal que no puede ni voltear) , hace los rituales del solsticio, tanto fue su empeño, que un día de San Juan se quedó a dormir en la platabanda del edificio y a la mañana siguiente la conserje llamó a la policía porque un gordo raro estaba durmiendo desnudo en el techo, fue un problema mayúsculo hacer entender a la señora que no era ningún sádico, que él solo buscaba la iluminación,  tocaba estar expuesto a los elementos en el momento justo en que el planeta cambiaba su posición estelar, esa noche recibió el influjo (magnético) de la pacha mama, en virtud de ello tocaba estar en contacto pleno con el universo que aquella ocasión mágica le había regalado con una súper luna, en ese instante la situación se puso álgida cuando los agentes de la ley intervinieron parra esposarlo e inmovilizarlo  antes que su delirio causara un accidente, el asunto no pasó a mayores, su madre apareció en el momento justo e  intervino explicando a los agentes que su hijo sufría arrebatos por estrés postraumático, eso de ser tan pobre aun con sueldo lo tenía devastado, aquella semana no había tomado la medicación porque se pusieron muy caras, pero ya unos hermanos en USA habían mandado el dinero y precisamente venia llegando de la farmacia cuando leyó el escándalo dentro del grupo de WhatsApp, donde la conserje escribió describiendo la situación ante la junta de condominio que por culpa de la pandemia ahora en perenne sesión vía internet, paró un momento a dejar las medicinas en casa y subió las escaleras hasta la azotea,  explicó que también eso incluía una explicación por su tardanza , que no volvería a ocurrir.

 A regañadientes Miguel se disculpó con todos y muy avergonzado bajó por las escaleras, desnudo, refunfuñando contra la gentuza inculta que le asusta un cuerpo desnudo pero se ríe cuando ve a sus nietecitas de ocho meneando las nalgas con el regetón , pero desnudo como nació tuvo que hacer la procesión de vuelta hasta su apartamento, solo pudo tapar con las manos su entre pierna mientras el resto de los vecinos, que habían salido a ver cuál era el escándalo, vieron al tipo raro del segundo C, desnudo, despeinado y vociferante bajar los doce pisos hasta su casa.

Por supuesto, luego del incidente la cosa no mejoraba  en casa, su madre no lo podía dejar en paz, fueron meses de eternas peleas, y puertas afuera, risas furtivas por los pasillos, niños que lo insultaban, señoras que preferían salir del ascensor antes que compartir el espacio vital, esto junto a toda clase de desaires divertían a todos menos a él. De alguna manera lo supieron en su trabajo, algún vecino  había montado el video del incidente del día de San Juan en las redes sociales y se había vuelto viral, por lo que el tiempo que pasaba donde trabajaba, desde el instante en que ocupaba  su puesto de vigilante, hasta que caminaba por la estación del metro era espantoso, solo acababa donde no hubiese posibilidad de tropezarse con nadie que lo reconociera y soltara una risa, un silbido, una rechifla o le gritase “!Ese Magnético¡” , frase que lo dejaba al borde del llanto ante la impotencia de no poder darle un par de tortazos a tanto “gracioso” , pero tocaba trabajar, eso de ser TSU, no equivale a ser profesional, los licenciados siempre llevan las de ganar , a los cuarenta y cinco la vida perece en un eterno aguantar.

Una mañana salió al trabajo, estaba deprimido, se sentía gris, sin color, ya no le importaba nada, ni siquiera quería ver The Matrix ; Neo lo deprimía, sentía vivir en un inmenso panal pleno de inmundicia donde todos parecían ser felices en su ignorancia, menos él, puteaba a su papá por no dejarlo estudiar física, por hacerle creer que un TSU del siglo XXI es lo mismo que a mediados del siglo XX, levantó la vista al cielo y lo que vio lo impresionó, un cielo azul brillante, prístino, pleno de nubes que parecían algodón y un sol que sin quemar ya aplacaba la fría mañana, volteó hacia el Ávila y el cerro,gradado en inmensa cantidad de matices de verde, coronado por un cielo igual de hermoso, Cabré se había quedado corto , entonces pensó , si el cielo es así de hermoso y yo nunca lo había visto , en realidad no he observado la mayor parte del panorama, bajo este cielo necesariamente ha de estar la respuesta al castigo, la vida es sueño dijo Calderón de la Barca, que sin saber el tamaño de su blasfemia parafraseó a Buda sin querer, por suerte la iglesia de su tiempo tampoco era muy culta en cosas que escapaban a la biblia así que pasó sin problemas a la historia.

Al llegar al puesto de trabajo lo primero que hizo fue identificar a su principal enemigo, resultó ser la ansiedad, Google le proporcionó la cura, pastillas mágicas, medio miligramo antes de salir al trabajo y otra dosis igual al llegar a casa, desde ese momento nada importó mucho así que dedicó sus horas a la contemplación, la investigación para encontrar la certidumbre en su profunda convicción que el mundo debía de importarle poco, así que luego de meses sin atender de ninguna forma los malos chistes sobre su incidente, la gente poco a poco dejó de molestarlo, una mañana sintió que el mundo lo quería un poco, si no lo molestaba eso era ya un avance. Miguel se despertaba cuan autómata, levantarse, hacer café con su respectivo cigarrillo,  ir al baño, vestirse, comer e irse al trabajo, metro, autobús de ida y vuelta, ocho estaciones en cada sentido, es decir, tres horas diarias empleadas a fondo en viajar de la manera menos amable posible, pero gracias a las pastillas casi no lo sentía.

Cierta tarde, un viernes cualquiera, mientras se detenía en medio de la acera, cayó en cuenta que la vida se le estaba yendo al caño sin oponer resistencia y ni dándose cuenta pues, las pastillas llevaban las de ganar, fue un pensamiento veloz que cruzó su mente en fracción de milésima de segundo y se perdió en el vacío de la nada catatónica típica de los ansiolíticos.

Todo fue normal hasta llegar a su casa, ya la madre no lo molestaba, solo cruzaban palabra ocasionalmente, lo estrictamente necesario, un cese al fuego constante, jamás una tregua, otra vez lo asaltó el mismo pensamiento, mientras preparaba la cena, gugleó casi como autómata sobre alternativas naturales al ansiolítico , así se informó sobe infusiones, vaporizaciones, flores de Bach , un largo proceso de investigación hasta decantarse por el cannabis, como ya podemos adivinar , el hombre se hizo adicto, siempre aterrorizado por la omnipotente presencia de la ley y soñando vivir en un país de los tantos donde es legal, luego de un largo periplo para administrarse la dosis diaria sin prejuicio extremo para su economía , bajo control. Una vez ganada la calma con el cannabis se dinamizaron las neuronas, volvió la búsqueda, esta vez metódica, constante, en todas las fuentes posibles, contrastando y hasta escribiendo sobre ello, la yerba reactivó su sentido crítico, el de la inteligencia, igual estaba jodido pero ya no iba a ir tranquilo al matadero, pelearía con uñas y dientes, así hizo.

Tres años más tarde cayó en cuenta que la depresión no era un estado de ánimo, es una patología de larga data que a veces incluye otras manifestaciones del retorcimiento psíquico cotidiano, los antidepresivos no eran una opción, son exageradamente costosos además tienen el mismo efecto que los ansiolíticos, crean dependencia y al final no curan nada, buscando se tropieza con estudios sobre las ventajas de los hongos alucinógenos para curar ciertas psicopatías en pocas sesiones con viajes intensos o muy lentos con la administración de micro dosis, el remedio a los males estaba creciendo salvaje entre los cagajones de vaca, antes consideró la ayahuasca pero por costoso además de sospechoso quedó descontado el viaje asistido por un chamán, según había preguntado por los resultados llego a la conclusión de que intentar algo donde puedes terminar bañado en tus propias excrecencias no es nada atractivo, los hongos por otra parte prometían más, se decantó por ese nuevo campo de atención, consultó con algunos médicos y nadie supo dar una respuesta científica al fenómeno de la cura con alucinógenos , sin embargo hay un par de conferencias de sendos psiquiatras de sitios tan rigurosamente exigentes como el Colegio Real de Psiquiatría donde imaginó no entra ningún egresado de la UBV , la depresión quedaría anulada por siempre jamás, era un riesgo que debía encarar.

Encontró la manera de poder ir a recolectar hongos al campo, mientras, leyó todo lo que tuvo a su alcance, en un momento dado perdía la noción de la realidad cuando iba en pos de sus sueños de lo que sucederá cuando al fin descubra su yo interno, alineó sus chakras, practicó Yoga, hizo meditación trascendental , se fumó tres porros diarios por diez meses, adelgazó, anduvo en una nube de marihuana que lo aislaba del mundo sin que este se diera cuenta, aprendió el arte del disimulo, jamás fue mejor vigilante, llegando a ser más educado que sus jefes quienes lo felicitaban por su vocabulario florido, en el fondo solo se avenía a las costumbres más básicas de la cortesía con un nivel de mínimo contacto social , los jefes eran felices con un empleado cuya estampa lo hacía parecer del lote que por miedo aguantaría todo tipo de abusos tal como sucede normalmente en cualquier empresa, un baluarte para la corporación por su devoción al deber, casi todos a su alrededor terminaban  confundiendo el desdén con respeto, descubrió que podía aprovechar ese tiempo muerto en la caseta de vigilancia para cosas de provecho como leer e investigar .

El 10 de Junio del 2021 (en previsión de consumirlos el día del solsticio en la playa más cercana) salió a recolectar hongos entre bostas de caballo, según google y su identificador todas las recolectadas son alucinógenas de grado bajo, perfectas para el principiante, a falta de deshidratador bueno es el horno a muy baja potencia por tiempo limitado pero que debía procesar para poder consumir  y la técnica del horno pintaba bien, en varias repeticiones quedarían similares al catálogo que vio en línea, dos semanas más tarde tenia veinte gramos perfectamente secos, escogió cinco gramos para encurtirlos en medio litro de miel , el 23 muy temprano en la mañana hizo maletas y se dirigió hasta Choroní, donde llego cuatro horas y veinte dólares más tarde, levantó campamento a la orilla del mar, al anochecer y cuando la luna estaba en el cenit, comió los hongos bañados en almíbar, eran amargos pero con miel todo sabe mejor, luego del ultimo bocado, desapareció la playa, el ruido del mar cambió de tono y pasó a ser un lejano rumor, se vio flotando en el espacio mientras luces multicolores bailaban por todas partes, luego, cuan  caleidoscopio todo se dividió y explotó en millones de estrellas, Miguel miró en derredor, estaba en un campo donde el sol era apenas un ligero calor que reconfortaba en vez de quemar, brisa ligera con aroma a petricor lo rodeaba , miles de flores entre el prado y como música de fondo el mar, corrió hasta la playa de su infancia, había mucha gente feliz, asunto extraño en medio de la pandemia, como no había grandes olas los niños podían estar sin flotador, al fondo del paisaje se veían saltar delfines, por los lados de catica , un poco más allá, como viniendo desde Juan Andrés, una manada de Orcas se paseaba en la entrada de la caleta, en la arena estaban unas grandes mesas con  inmensas fuentes llenas de comida y bebida que anunciaban  una fiesta, al llegar caminando con la cautela de quien tiene un sueño que no quiere malograr hasta la primera mesa lo recibe un Maître, quien carpeta en mano y con un gesto de solicita alegría  revisa una larga lista para terminar dándole la bienvenida con una gran sonrisa asegurar que lo estaba esperando, la deferencia lo hizo sentirse muy contento, allí estaban los abuelos, las mascotas queridas y hasta música celestial se oía como ruido de fondo mientras todos lo saludaban, por primera vez en su vida fue plenamente feliz.

El sepelio fue el sábado veintiséis de junio de 2021,  gracias por no mandar flores.

José Ramón Briceño



25/06/2021

 

 

 

lunes, diciembre 20, 2021

La pasantía secreta

 La segunda vuelta

Esteban abre los ojos, mira hacia arriba y lo recibe la imagen de un cielo raso que alguna vez fue blanco, mientras, está intentando adivinar que sucede , se percata de la peste a ácido fenico que lo rodea, un halo casi físico que se levanta por toda la habitación, mira con atención a su alrededor obteniendo de inmediato la certeza de que una habitación tan fea solo puede ser en dos situaciones ; la primera es un hotel barato donde desfogar alguna pasión sexual debidamente, a veces la locura se plantea en situaciones complicadas, el estado de dolor indefinido en casi toda su anatomía desdecían alguna situación feliz, con horror descubre que está en un hospital, sacando como conclusión lógica que estuvo muerto, su recuerdo más inmediato era de una felicidad profunda, un sitio inmenso donde todos sus habitantes leían , tenían conversas  intensas  todos los días , Joseph Campbell había matado cualquier pretensión de cine de marketing, el clima templado todo el año, lluvias recurrentes sin que torrenteras cayesen del techo constantemente, aunque sabía en su interior que todo era una falsedad absoluta también había decidido que lo que viniese seria excelente.

Se sintió desnudo, claro, estaba en una habitación de hospital, imposible que tan desolador panorama formase parte de alguna historia sexual por muy desaforada que pudiese llegar a ser (tenía una larga lista de atracones sexuales bajo el influjo de cualquier exceso etílico) según su experiencia, la borrachera hubiese salido en retirada junto con la libido al ver esta cama tan estrecha y llena de barrotes, el mobiliario apenas funcional, el cielo raso horrendo , el silencio sepulcral porque en los hoteles siempre hay ruidos, así estos parezcan de asesinatos en ejecución en vez de los resuellos de amor que uno imagina, sabía con certeza que estaba muerto, por eso mientras se recuperaba de la impresión, revisa el perímetro de su habitación para  buscar la ropa que debía estar utilizando,  al abrir la mesa de noche descubre que ahí estaba el celular , una suerte tener un Iphone viejo pero funcional que no enamora a nadie, reinició la función de dictado y comenzó a declarar sus recuerdos de la muerte ante la grabadora del aparato.

Daba por descontado ser un buen tipo, trabajaba  como parte del equipo de abogados defensores de ASOCACHO, asociación que presta asesoría sicológica y jurídica a las víctimas de adulterio, alegaban que defendían los derechos de los hombres heterosexuales ante la insoportable realidad de descubrir un día que a su esposa retozaba con otros en los hoteles de paso, pagadas con su tarjeta de crédito y en algunos casos hasta mantenían a los afortunados jóvenes con quienes jugueteaba su esposa, ante la brecha jurídica que pre supone probar efectivamente que se ha cometido un adulterio y su demostración efectiva ante la ley venezolana, dada la incapacidad de demostrar la posibilidad de que fuesen infieles, solo comprobable ante la presencia de un embarazo, pero aun en esa tesitura, las malvadas damas declaran haber sido embarazados invitro que por mala suerte se descubrió, ellas (las demandadas), bajo la figura del amor había decidido darle a cualquier precio la alegría de un hijo a su esposo, quien estaba desolado por la ausencia de herederos, en mala hora el destino la cruzó con ese hombre que la obligaba a tener encuentros furtivos, en principio los hoteles de paso por ser lugares discretos, que la gente  supiese de su traspiés al ocultar a su esposo su recurso de amor al embarazarse en secreto solo para darle felicidad a su hogar, quien sabe cuántas harpías lograrían escapar de su maldad con subterfugios de DesperateHousewives  tal cual el sitcom culebristico gringo de los noventas.

Los primeros años fueron interesantes, el problema se puso álgido cuando hicieron tan bien su trabajo que las feministas pudieron al fin superar las leyes construidas por infinidad de adúlteros que construyeron las legislaciones a la medida de sus propios pecados, allí la asociación cambió su estilo, pasó a ser una empresa de pura buena onda a convertirse en un monstruo corporativo haciendo gala de una mala leche que generaba enconadas luchas entre “Las Hijas de Afrodita”  el clan proporcional en el ámbito feminista cuyas abogadas eran temidas hasta por los mismos jueces, como ambos bandos desacollaban inteligencia terminaba siendo una lucha a dentelladas que dejó a su paso un largo camino de espinas entre los contrayentes que tenían algo que perder.

Los pobres no hacen juicios ni tienen divorcios peleados, solo son tres cositas, si acaso el carro y a casa pero no existen bienes escondidos, malas gestiones, contratos prematrimoniales  ni pensiones jugosas, si acaso la miseria eterna de los que ganan el sueldo mínimo , a quienes por cierto le cae al dedo que lo demanden por incumplimiento paternal, el estado decide una porción de su mísero sueldo, tan insustancial que más pierden las pobres señoras demandando ante un juez que haciendo su campaña de guerrillas que por lo general desarrolla padres agotados con más de un empleo para cumplir con todos los acreedores, cuando la ley interviene resulta un alivio al determinar una tasa especifica de pago, lo demás (que de todas maneras existirá) será considerado un extra muy agradecido, quien termina siendo ganador siempre es el papá responsable, en el caso de los apenas pendientes terminará siendo la señal para gastarse la diferencia en fiestas.

Como son los millonarios los únicos con el musculo para mover a un abogado a dedicarse en cuerpo y alma a su causa, las peleas subieron cotas alarmantes. Entre las cosas extrañas que le han sucedido fue el caso de la mañana aquella en la que se despertó en una casa desconocida, una habitación con ventanas panorámicas hacia una vista de ensueño, una montaña fresca con aire marino efectivamente el mar se vía al pie de la montaña por donde bajaba un funicular como transporte hasta la orilla de aquel mar que se veía tropical dada la cantidad de personas que estaba bañándose allí sin mayor preocupación por el clima, no eran surfistas, solo gente disfrutando, a la izquierda de la ventana panorámica un gran espejo de cuerpo entero mostraba su reflejo, según este iba vestido con pantalones caqui , guayabera de lino, sombrero panamá, sandalias deportivas de la marca Acadia , estaba al menos veinte años más joven por lo que el sombrero no ocultaba calva alguna y en su luenga barba no existía un solo cabello blanco sobre el hirsuto tejido de una barba azabache, de su hombro colgaba una Nikon F-4 analógica con una óptica de 24mm , por alguna razón supo que tenía cargada con película Ilford HP5 Iso 400 que será forzada a ISo 1600 según su exigencia tonal para ese tipo de película en especial , supo casi  de modo instintivo que en el piso de abajo (¿tenía un laboratorio?) había un par de sobres de papel Oriental esperando a ser iluminados por sus próximos portafolios , el mejor recuerdo de aquella mañana era el sobresalto que sintió al saberse de alguna manera dueño y señor de aquella parcela celestial , hasta ese momento parecía que su vida anterior (la de abogado) era un mal sueño y esta la verdadera.

Con toda naturalidad revisó su hogar, mientras bajaba las escaleras veía una sala pulcramente organizada cuya principal decoración era una estantería repleta de libros que iba de pared a pared cuan biblioteca, a su lado una pantalla gigante donde se veía el logo de Netflix rebotando por la superficie de plasma, justo al otro lado de la estancia una gran cocina con isla central, bodega de vinos y licores varios, todos los electrodomésticos posibles incluyendo una cafetera express italiana, mientras caminaba veía a su alrededor asintiendo en el camino que todo estaba correcto , aunque sabía que nada de eso existía en su vida un sentimiento de propiedad lo embargaba, como un niño revisando que nadie ha revisado su habitación, mientras en su fuero interno el subconsciente se revelaba ante la posibilidad de que tanta belleza fuese cierta, el ente sobrenatural que resguarda el cerebro de la locura gritaba airado sin que el consiente se dignase a hacerle caso, de todas maneras tenía mucho entrenamiento en aquello del sueño lucido, en todo caso disfrutaría la sensación de felicidad que le aguardaba, todo eso era lo que más deseaba en su vida y por múltiples motivos jamás había podido tenerlo, por su trabajo vivía de hotel en hotel, nunca tenía nada y lo que él llama casa era apenas un apartamento pequeño en pleno centro de Caracas, ni de lejos para pobres pero que sin amoblar casi lo parecía.

Se asoma al frente de la casa para encontrarse con un césped cortado por un profesional donde crecían dos árboles de mango , al salir había un porche donde cuatro sillas de mimbre que invitaban a tomar asiento para disfrutar de la sombra fresca de los árboles, al fondo una reja baja que con la puerta abierta daba a una calle flanqueada por grandes árboles tal como debió haber sido la avenida Las Delicias en tiempos del General, más de un siglo atrás , volvió a entrar en casa, sin revisar mucho, como si supiera exactamente dónde encontrar todo, abrió un recipiente hermético del que sacó unos granos de café, junto a la cafetera había un molinillo eléctrico donde depositó los granos e hizo una molienda fina que auguraba la colada perfecta de café, puso en funcionamiento la máquina donde preparó una taza del más aromático café que se había tomado en vida , luego de terminar con la taza cayó  en cuenta que no había fumado desde levantarse, cosa extraña tomando en cuenta que es lo primero que hace luego de cepillarse los dientes desde que tuvo 18 años, con estos cincuenta ya sumaban 32 años continuados de tazas de café acompañadas de un pitillo de tabaco rubio, a excepción de sus largas temporadas ajustado de dinero era un placer constante, sin embargo no sentía necesidad de tabaco, esa necesidad imperiosa que le cambiaba el humor hasta hacerlo un peligro para cualquiera ante tales ataques de ansiedad nicotínica que fácil podía transformarse en manía psicopática, eso junto al café fueron los únicos vicios que lo dominaron durante su vida entera, esa mañana no sentía necesidad de un cigarro, de hecho descubrió que no recordaba a que sabía el humo, en cambio podía saborear el asado negro que preparaba su mamá, las hallacas y quesillos de la abuela, todo lo que cocinaban sus tías, el café aguado que compartía con su padre, el aroma de la Cienaga las mañanas que amanecía de campamento con su padre, la risa de su hija aunque para  ser sinceros era la sensación de absoluta felicidad cuando escuchaba reír de felicidad a su hija, hasta los tragos  compartidos en toda su vida con más gente de la que podría recordar, pero el cigarrillo se le escapaba.

En esa vida no era millonario, era profesor titular de la cátedra de fotografía analógica de una universidad, tenía dos perros llamados Neo y Triniti, un laboratorio, dos bibliotecas personales con muchos libros leídos y algunos en cola para hacerlo, sibarita voluntario de cuanta exquisitez le pasaba por la imaginación, novia doctora tan intensa como el mismo, razón por la cual procuraban no vivir juntos demasiado tiempo, sin menoscabo para nuestra libido ni nuestras muestras de libertinaje liberador puertas afuera, vivíamos como adolescentes en celo, leíamos, discutíamos y hasta estábamos inmersos en proyectos ambiciosos de amable catadura ,iba de parranda, visitaba el mar, hacia muchas fotos y pasaba la mayor parte de mi tiempo libre entre la biblioteca y el laboratorio, felicidad sin límites, había escuchado en el trabajo que se iban a abrir nuevas plazas de profesorado pero que para ello debíamos hacer una pasantía en otro sitio, por supuesto me apunté, justo al momento de abrir los ojos en aquel hospital le había sido aprobado el turno en un masterclass de efecto inmediato, en ese instante , mientras grababa su ensoñación entendió la rabia de Lázaro al ser resucitado por Jesús, él también había sido acreedor de una pasantía exprés para lograr puntos extras importantes para el ascenso espiritual (y laboral) en aquello que él pensaba su mundo era el cielo.

Según contaban los partes médicos, Esteban estuvo en terapia intensiva por tres semanas, sufriendo un coma producido por el rebote de una bala calibre .38 disparada por accidente en la estación de policía al otro lado de la calle, una bala fría lo impactó en la sien derecha, aunque no hay culpables convictos debido a la declaración de disparo accidental, la agente Yuleisi Carolina Pacheco Arias es demandada por uno de sus clientes, quien demostró que su hijo, Jordán tercero no había heredado sus rasgos de niño africano del tatarabuelo Gregorio si no que era hijo del compadre Antonio, las muestras de ADN debidamente tratadas como objetos forenses ha demostrado la relación genética entre el ciudadano y el infante, solicitaron la anulación del  contrato matrimonial expulsando a la señora y el retoño, condenando de paso al ciudadano Antonio a proteger a los ciudadanos en cuestión debido a la obligación moral que como padre del infante tiene, aprovecharon la ocasión para demandar a los ciudadanos Antonio y la agente Yuleisi a costear sus gastos legales en vista de que nada de esto hubiese pasado sin su mal actuar , el juez , basado en las leyes referidas al maltrato de genero declaró a lugar la demanda y emitió un veredicto de inmediata ejecución, siendo escoltada la nueva familia que acababa de ser unificada y liberando al cliente de todo gasto extra, como la ley es para todos, fue invocado el nuevo código de leyes impulsadas por el movimiento feminista, la justicia igualitaria fue desleal con el género que la impulsó, justicia poética que no le gustó nada a la agente Yuleisi, a quien la estética del discurso no le va más allá que un sonoro “Te dije que te detente ciudadano” con el arma desenfundada, que por accidente se disparó en el pie, con tan mala suerte que la placa de acero de sus botas de asalto hicieron rebotar el proyectil que casi le costó la vida a Esteban, en el instante justo en el que este fumaba un cigarrillo con su café a las ocho de la mañana del primer sábado del mes pasado.

Un crimen tan increíble como copiosamente documentado por prensa y tribunales solo puede ser causado por una mano celestial, según el psiquiatra que contrató el bufete para atender las posibles secuelas del accidente, Esteban sufrió una leve (era una bala fría) hemorragia cerebral cuya solución consistió en inducir un coma profundo hasta que su cerebro se desinflamase lo suficiente como para comenzar la medicación, el sueño tan real pudo ser posible gracias a la gran cantidad de barbitúricos suministrados vía endovenosa mientras estuvo en la total inconsciencia, ciñéndose a la normas médicas que no creen en lo que no pueden pesar, comprobar y documentar, el paciente Esteban Noguera de cincuenta y un años, de profesión abogado especialista en demostrar adulterios, de constitución física acorde con su excelente estado de salud física , posee rasgos que hacen presumir que sufre del síndrome del sobreviviente tan común entre personas que han superado un trauma de casi muerte, recomendó al menos dos años de reposo por ser víctima de un accidente laboral por lo que ha de recibir por ese lapso una remuneración idéntica a la devengada mientras ejercía recomendando terapia..

Durante el tiempo de reposo fundó una academia de fotografía analógica por lo que adquirió de segunda mano una Nikon F4 , entre varios amigos consiguieron equipos de laboratorio y gracias a las criptomonedas pudo importar papel , químicos y películas para dedicarse solo a la fotografía, era la única academia similar en el país por lo que rápidamente se convirtió en distribuidor de equipos para fotografía analógica en todo el territorio nacional, organizó cursos itinerantes durante varias semanas al año, pronto comenzó una fundación para donar equipo y materiales de fotografía a los aspirantes a fotógrafos, logrando una vida movida pero sin estrés , abandonó el derecho, nunca más pisó un tribunal, se mudó con una feminista acérrima cuyo cariño pudo más que las diferencias, aunque en secreto sueña con volver a morir ya sabe que superó el examen con mención honorífica, la realidad es una convención, por tanto está convencido de que su realidad es la que vale, solo está de paso.

José Ramón Briceño

12/12/2021


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miércoles, diciembre 15, 2021

La botella endemoniada

 

José es un nombre absurdamente común en Latinoamérica, esta  es la historia de uno que vivió con la desoladora sensación que se perdió de algo , según cuenta, cierta vez tuvo un accidente grave, saliendo de la ducha  tropezó un cable que no estaba debidamente protegido, fue electrocutado de modo inmediato, cuando despertó en la clínica el mundo era otro, a pesar de saber su nombre y apellido no reconocía esta vida, al pie de la cama estaba su hija quien hasta el instante del accidente vivía en otro país con su madre, acá no solo estaba risueña al pie de la cama, hablaba por teléfono con alguien de la universidad según el contexto que José pudo medio entender entre la conversa, la niña de sus ojos hablaba con alguien sobre una clase online para aprobar una tal materia, la joven voltea en medio de la conferencia telefónica para ver su padre despierta por lo que inmediatamente apaga el teléfono y luego de un largo regaño por el descuido paterno, le dice que esta noche se quedaría en el hospital para no tenga que volver  solo a casa, ella no podría cuidarlo porque le tocaban  clases vía zoom.

Con los ojos claros y sin vista (cuenta José) hizo lo que cualquier mortal del siglo XXI hace luego de desconectarse, pidió el teléfono que resultó ser el mismo IPhone pero del año a pesar de que  en su memoria tenía un iPhone 6 usado que una tía canadiense le había dado de regalo, redes sociales mediante supo algo sobre su vida, se googleó y descubrió su CV en Linkedin, habían sido 16 años productivos, director de una cátedra de Literatura cannabica en la universidad más prestigiosa del país, colaboraba con distintas instituciones, seguía siendo un fotógrafo talentoso y además, escribía narrativa, siendo un personaje clave en la aprobación de una ley que permitía el libre consumo de cannabis en todas su presentaciones, lo que resultó en el primer tratado interamericano sobre el consumo de drogas blandas que incluía el uso medicinal de algunos hongos alucinógenos como tratamiento para distintas formas de depresión, lo que le valió el premio Príncipe de Asturias en el año 2016 por su aporte a la liberación intelectual latinoamericana. En ese instante tuvo un DejaVu, se vio a si mismo publicando un relato donde el personaje principal se electrocutaba en el instante mismo en que en otra parte del país, un ex compañero de Universidad (un tipo de apellido andino  Dixson Tovar) , lo sorprendente del cuento era que precisamente este personaje aparecía visitando al protagonista que por asunto de arquitectura ficcional, se había tomado a sí mismo como modelo porque es más sencillo, en la historia original,Dixson se aparecía en la puerta de la casa del ahora dado de alta para relatar una fabulosa historia sobre un deseo cumplido a un genio, ambos hombres intercambian información que terminan por procesar que un campo cuántico, causado por el flujo eléctrico del accidente aisló a José del deseo, aunque no lo expulsó tampoco le permite recordar lo que tuvo que haber hecho durante los quince años transcurridos entre el momento del deseo, que se suponía en años de la universidad hasta aquel preciso instante, la conclusión de los personajes fue que hubo un cambio dimensional, el José de esta dimensión ha sido intercambiado por el de la anterior, así se equilibran las cargas cósmicas, quien sabe cuál karma ha de pagar el que vivía tan feliz para irse a pelear con el espantoso socialismo del siglo XXI de aquella otra donde había crecido.

Según su historia, él se había inspirado en un cuento de Robert Louis Stevenson, el mismo de botellas mágicas habitadas por demonios que cumplían deseos bajo la maldición de perder  el alma si no podía venderla por la mitad del precio con que la había adquirido, era una pieza antigua y al protagonista de la epopeya le cuesta dios y su ayuda encontrar una moneda de menor valor que la usada para comprarla originalmente, la vendió a un fulano al que no le importaba ir al infierno y así se liberó de la felicidad de ver cumplidos todos sus deseos a cambio de su alma inmortal , aclaraba que lo sorprendente era que por una manía de viejo tenía en su casa una lata llena de viejas monedas venezolanas cuyo valor actual equivale a un millón de veces menos que un marco alemán de la (pre) segunda guerra mundial por lo que contempló la posibilidad de fusilar el marco ficcional de la historia pero en Venezuela, ante la impresión de estar viviendo su propia ficción, José se desmayó.

Horas más tarde es despertado por una voz cantarina que le da los buenos días, es su novia, igual a la de la dimensión anterior, solo que más radiante, acá no hay la mitad de las dificultades por lo que es una colega profesora que dirige un sistema de estudios superiores en algo llamado “Sismología histórica” la noche del accidente había estado dictando una conferencia on-line y no se enteró de nada hasta esta mañana cuando mi hija le escribió, todo normal, traía un cargamento de dulces y hablaba de cualquier cosa mientras José la veía maravillado pero mudo ante la sensación de creerse un intruso en aquella vida.

Siguiendo con la historia, en esta dimensión también tenía un blog pero este estaba siendo seguido por miles de personas, no pudo resistirse a la tentación y allí publicó el cuento reconstruido, solo le agregó que en la otra dimensión, antes del accidente se estaba vistiendo para asistir a una reunión con un editor interesado en el tema, resulta que se había vuelto TrendicTopic en Twitter, una comunidad de escritores de ciencia ficción había transformado el cuento en noticia al volverlo tendencia, un editor local, ávido de su tajada en el mercado editorial concertó una cita asomando un adelanto jugoso por concepto de ventas, resulta que el tal editor también tiene su par en esta nueva dimensión y se hizo la cita que podríamos pensar que fue la pospuesta por el accidente, sin embargo aquel no podría saberlo porqué sucedió en otra dimensión pero igual José disfrutaba la situación pues había decidido dejarse llevar, esto de tener una nueva oportunidad no es algo de todos los días, si era un sueño o una realidad eso sería material de una discusión muy diferente , luego de un café y tres cigarrillos, editor y escritor cerraron un trato que incluía una gira de medios como estrategia de marketing.

En la primera entrevista hizo como declaración que en realidad era un cuento reciclado cuya inspiración le vino desde el sueño de otra vida, esta frase despertó el morbo de otros medios menos escrupulosos y explotaron la veta paranormal delenunciado, en una lectura simple ubicaron los pasajes con los que construyeron un discurso desaforado, pero que en realidad era lo que José aseguraba haber pasado, una inconsistencia cuántica lo  había salvado de la revolución, instantáneamente se había hecho famoso por reconstruir hechos imposibles que todos los lectores agradecían, en muy poco tiempo y sin la obligación del trabajo se había construido en un escritor de culto, narrador majestuoso de largos textos plenos de fantasías con espías dobles al servicio de su Majestad muertos en Choroní a los noventa años, golpes de estado, ministros y generales narcotraficantes, presidentes corruptos y hasta la probabilidad de un estado totalitario en Venezuela, lo que para José era solo un ejercicio de historia para otros resultaba un ejercicio muy al estilo de los narradores del siglo XIX, aunque vivía en el mismo espacio geográfico, la Venezuela de esta dimensión era de lejos algo muy distinto a lo que conocía.

Cierta noche tocaron a su puerta, era una visita largamente esperada, era Dixsonquien se apareció vestido con un traje que anunciaban la factura de un sastre italiano debido a su elegancia, llevaba una botella de whisky escocés en la mano izquierda  mientras extendía la derecha en señal de saludo, ambos hombres se midieron desde el fondo de su sorpresa, el primero por verse descubierto y el segundo por haberlo escrito aun antes que sucediera, eldesconcierto les impidió hablar pero la cortesía pudo más que el estupor, José invitó a su amigo a pasar, aquella noche estaba solo , gustaba de mantenerse soltero para disfrutar un poco de calma, si bien amaba a la novia también quería tener tiempo a solas para poder lidiar con sus demonios , invitó al recién llegado a sentarse mientras buscaba en la cocina unos vasos con hielo para el licor, ninguno dijo nada hasta estar cómodo y haber tomado al menos un trago largo, la conversa sería una epopeya porque la discusión solo sería creíble para ellos dos, aun así, estando al frente de la evidencia de que en serio saltaron de dimensión, todo seguía igual por fuera de su entendimiento.

La historia de Dixson

El relato de Dixson en realidad no contiene mayor sorpresa para José quien ya lo había imaginado mucho antes , los detalles dieron marco formal a la situación, en los años que siguieron a su abandono universitario (ambos habían sido compañeros en los semestres iniciales de la carrera de Literatura) el bachiller Tovar se muda a la frontera norte del país, se había hecho fiscal de tránsito para huir de la  pobreza , cinco años de universidad se hacían demasiado largos para poder huir de casa así que tomó el camino expedito para poder conseguir sobre sueldo a cambio de no molestar a los conductores de autobús, ellos pagaban y él se hacia la vista gorda, así fue su vida desde que se graduó y en los próximos quince años fueron un eterno sobresalto al aprender las normas para poder seguir buscando recursos como mantener a una esposa cada día más exigente, quien por asuntos inimaginables lo creía general y no el sargento que comandaba un puesto de vigilancia de tránsito en una carretera perdida a las márgenes del Orinoco.

 Seis meses atrás, a principios de la debacle del 2018,  había tenido una pelea fuerte con su esposa porque ante la ausencia de combustible y la súbita desaparición del transporte público , el ahora comandante del puesto de transito numero cuarenta y cuatro ya no puede reunir doscientos dólares para el mercado semanal, una cifra que fácil multiplicaba por un par de ceros al sueldo de sargento que devengaba durante un año, todo eso lo podía hacerhasta la crisis del combustible pero ahora era un milagro si pasaba un camión por el comando.

Aquella noche, luego de aguantar tres horas de gritos por no poder comer carne en el almuerzo,  se fue hasta el puerto a beber para olvidar la pena por el futuro, desde muchacho, allá en Mérida soñaba con ser un gran empresario con toda clase de lujos que incluían una casa en la capital pero no en cualquier parte, él quería una en el Hatillo desde donde tendría una terraza para admirar la ciudad que se rinde a sus pies, quería un trabajo menos estresante, algo que le ayudase a sentirse mejor cada mañana y no seguir en esta sucesión de quincenas que antes de acabar ya cuentas cuanto falta para la próxima, de hablar con conductores descuidados que prefieren pagar una extorsión antes que estar al día en sus documentos, en tener un trabajo solo para delinquir puesto que el sueldo no alcanzaba ni para una puta caja de cigarros.

Cuando el hombre va por el décimo trago del peor ron imaginable, una cosa que venía en una bolsa igual que la salsa de tomate barata que venden por ahí, pero era algo que podía pedir de cortesía al portugués de la licorería a quien le sacó la última licencia de conducir, este fue quien se acercó hasta el sargento en medio de la noche para proponer un negocio, aunque Dixson lo tomó a juego, el lusitano dijo que el asunto era en serio, sacó una botella pequeña, un frasco de vidrio opaco que descansaba dentro de una ornamentada caja de plata, solo el metal debía costar una millonada pero aseguró que se la vendería por cinco bolívares, el sargento Tovar sacó un billete de cinco mil pero el hombre repitió que cinco bolívares, necesitaba que fuese la moneda de metal que dejo de producirse en los años ochenta, Dixson se rió como solo pueden hacerlo los muy  borrachos y le dijo  que mañana harían el trato, que en casa su esposa tenía una ahuyama cubierta con viejas monedas  para atraer la buena suerte , robaría una para hacer el negocio, el portugués se despidió, no sin antes enfatizar que si bien el demonio de la botella concedía todos los deseos , debía venderla botella por la mitad del valor por el que la había comprado so pena de terminar acompañando al demonio por toda la eternidad, se dieron la mano y todo continuó igual, Dixson no se movió de la silla hasta que la bolsa que contenía una cosa cuya etiqueta decía “bebida espirituosa a base de ron” quedó exánime en la papelera, en ese momento fue tambaleando hasta su casa sin olvidar aun el extraño negocio propuesto por Joao.

La mañana siguiente fue igual de desoladora  que todas, sobre todo teniendo en cuenta que salió dormir en el sofá y aguantar la retahíla de su mujer quejándose de lo mucho que trabajaba en casa mientras el holgazaneaba bebiendo en los bares del puerto, sumado a la resaca debe haber sido un amanecer horrendo, aunque no tenía guardia el hombre se duchó y uniformó para irse a la oficina, todo era escapar de la señora por unas horas, pero antes debía pasar por la licorería de Joao a ver si le daba dos cervezas (también de cortesía) para sacarse ese ratón que le reventaba la cabeza, luego se iría a alguna playa a la orilla del rio a dormir la resaca sin lio domestico ni subalternos pidiendo tramites que podían esperar hasta mañana, así podían esgrimir costos más altos.

Antes de salir y como un detalle que presumió humorístico efectivamente robó la moneda del altar de su señora para abordar la patrulla asignada hasta la licorería donde Joao lo recibió con los brazos abiertos, se saludaron efusivamente, mientras destapaban la primera cerveza, Dixson arrojo la moneda al mostrador, Joao la tomó y enseguida le dio la botella endemoniada, el fiscalla guardó en la guantera de la patrulla como si fuese una curiosidad, mientras el feliz lusitano cantaba fados e invitaba tres rondas más para todos los presentes porque esa misma noche se devolvía a Portugal.

Dixson tomó tres cervezas (no las dos programadas) y se llevó seis más en una cava cortesía de Joao, se despidieron con la certeza de no volverse a ver. Camino al rio iba pensando en que haría con la botella, pero eso no tenía sentido, en la maleta de la patrulla había un chinchorro y en el asiento de atrás seis tercios helados que pensaba tomarse mientras dormitaba la resaca a la sombra de los mangos escuchando el rumor del rio correr cerca, una cura perfecta para elmalestar, como pensaba que la vida no podría ser más terrible decidió quedarse aquella noche en el sofá de la alcabala, a los subalternos se les pueden dar órdenes, a la esposa ni de casualidad.

Escogió un paraje solitario que colindaba con la casa de unos buenos amigos,estos al verlo llegar sabían que el hombre necesitaba el consuelo del rio, Dixson tocó la corneta desde el frente a la casa y los dueños del lugar se asomaron por una ventana dando su bendición para que el funcionario pasara al fondo, allí había un  sitio perfecto donde colgar el chinchorro sin posibilidad de ser molestado a menos que hubiese una real emergencia, en la alcabala le escribirían al celular si algo requería su presencia , pero estaba claro que si acaso pasarían un par de camiones pero esos eran de un general a quien no debían molestar con minucias, esa tarde todo ocurriría allí mismo.

Tres horas y seis cervezas más tarde , Dixson poco más que achispado va hasta la patrulla y saca la botella que le compró a Joao,por un momento pensó en sus viejas clases de cuando estudiaba en la universidad, recordaba aquella profesora de análisis literario quien aseguraba que los sueños debían armarse con estructura, no dejar los detalles al universo, tomó la botella endemoniada en la mano derecha y los restos de la última cerveza en la izquierda, con ambas manos extendidas hacia el cielo, detalló con minuciosos pormenores el deseo más profundo de su alma, luego se desmayó.

 Los amigos de la finca donde tuvo el accidente lo trasladaron hasta la clínica más cercana en el helicóptero personal de la empresa familiar hasta el centro de salud más prestigioso de la capital, donde le diagnosticaron un colapso nervioso debido al estrés del trabajo, casi saltó de la cama cuando una enfermera que parecía salida del Miss Venezuela  lo trató se Su Excelencia , al igual que José y tal cual animal del siglo XXI, pidió su móvil para poder entender un poco, la enfermera salió y enseguida apareció una secretaria  con varios celulares,  entregándole  un aparato de última tecnología con encriptación de huella dactilar desde donde pudo revisar su bibliografía, el asunto era en serio, la botella le había cumplido su deseo, en aquel instante estaba en el periodo de acomodo para su retiro, con cincuenta años y cinco mil millones de euros en Suiza la vida sería un jamón.

Tres días más tarde lo dieron de alta, toda una operación de seguridad que culminó con el traslado en helicóptero hasta la casa de la capital donde recogería sus documentos para salir de inmediato a la Isla de Santorini donde su esposa lo estaría esperando en compañía de sus hijos y nietos, todos viven en el extranjero , aunque residen en Finlandia, saben que a su padre el frio lo deprime, por eso las vacaciones familiares son siempre en alguna isla griega porque del caribe no quieren saber nada , sobre todo ahora que tienen pasaportes de la comunidad europea ni tan siquiera quieren tratar a los parientes de su país , los ven muy campurusos para su nivel intelectual, aunque la verdad no es su culpa, ellos se fueron muy jóvenes al exterior mientras él cursaba sus estudios de doctorado y cuando hubo la peste decidieron nunca más volver a Venezuela por lo que se apuró todo el proceso de liquidación de los negocios familiares para afrontar el destino que les quedaba sin más angustia que perseguir el verano por el globo hasta que la vejez los obligase a descansar.

Este verano, mientras estaba sentado haciendo nada en una tumbona frente al mar cuando por mera curiosidad leyó algunas noticias curiosassobre venezolanos en su Tablet, ahí se tropezó con la historia de José, de un salto se levantó de la silla y le pidió a su esposa hacer maletas enseguida, pero solo para él, explicó que había surgido un imprevisto por lo que debía salir enseguida de viaje, salió disparado, mientras rodaba en taxi hacia el aeropuerto más cercano desde donde alquilar  un avión hasta Venezuela, llamó al jefe de seguridad de la empresa, aunque  ya no era su subalterno sabía que podía contar para trabajos especiales, hizo dos encomiendas, la primera era que organizase todo para su llegada, eso significaba seguridad, hotel, carro blindado y la localización del escritor José Briceño, junto con toda la información viable para contactarlo a la brevedad posible, nada de avisar ni hacer presión, solo tenerlo precisado, vigilado para hacer una visita apenas toque tierra, muy importante no importunarlo, tenemos que recordar que ahora es un personaje famoso, además de que debe sufrir alguna paranoia en vista de lo que escribe.

Así  terminé esta noche tocando tu puerta mi pana José, eres el único testigo  de un evento cósmico, has tenido la suerte de verte involucrado en un sueño que no te pertenecía, seguramente es cuestión de la mecánica celeste que por necedad te trajo hasta mi dimensión particular. Antes de que sigamos déjame contarte que apenas pude contraté un equipo de físicos del laboratorio del acelerador de partículas que aseguran poseer pruebas de que hay otros planos dimensionales, que según los postulados de la cuántica (teóricamente) se pueden saltar entre dimensiones por lo que hay un número bastante alto de probabilidades que seamos la causa del sufrimiento de nuestros dobles (cuánticos) que han sido intercambiados al infierno venezolano de donde procedemos.

Dixson mi pana (dice José) yo te recordaba buena gente pero campechano y hasta un poco ignorante, por eso abandonaste la universidad ante la imposibilidad de aprobar las materias de la especialidad, sobre todo por tu dificultad con la lectura. Coño mi pana, contesta Dixson, abandonar la universidad fue muy duro y nunca me recuperé, por eso en el deseo pedí ser un reconocido académico y en ahora resulta que soy pos doctor en literatura pre panhispánica, dueño de un par de prestigiosas universidades privadas, jefe de cátedra en una de ellas, embajador de la buena voluntad de la ONU e inventor del primer blockchain académico de bajo costo, por lo que a perpetuidad  recibo una comisión por cada alumno que se inscribe en alguna de las mil doscientas universidades que funcionan con nuestra plataforma, resulta que en esta vida soy un genio, tengo una esposa hermosa, dos hijos que parecen modelos y que además poseen títulos y carreras exitosas, todo lo que quise pero hasta ahora no había a quien contárselo, hasta que leí aquella publicación, tus libros no los he podido leer pero en la Wikipedia hay un resumen bastante preciso de tu obra, ambos sabemos que escribes historia, aquella tan alocada como real pero que en este mundo parece ser una ficción imposible.

Dixson tomó un largo trago y se levantó, luego de todo aclarado, los detalles sobraban, estaba ahora en paz con su destino había comprobado no estar loco y se decantaría por dilapidar la fortuna solo para celebrar su suerte, al despedirse le pasó una tarjeta a José, dándole además un teléfono cifrado para que lo llamara cuando quisiera, si algún día la economía no cooperaba podía sentirse libre de pedir ayuda, con cuatro millones de euros podría vivir tranquilo, solo le pedía un favor que le hiciera promoción a su botella para venderla al peor postor, este debía ser una persona humilde cuyo desespero lo llevaría por otros derroteros, evitar por todos los medios alguien con demasiada imaginación no fuesen a terminar en otra dimensión, alguien que solo quisiera comida en abundancia sería suficiente. José abrazó al amigo y se comprometió a ubicar al personaje perfecto, eso además significaba una continuación de la novela que lo hizo famoso.

Un año después de aquella conversación, José aprovechó la belleza y calma del país para comprar una casa rodante, el plan era atravesar toda la costa para terminar en Brasil donde ya verían que hacer con el transporte, la expedición fue planificada para dos meses, la niña estaría de cabeza en mitad del semestre universitario por lo que sería solo una asunto entre su novia y él, ambos compraron una dotación suficiente de vino y cannabis como para dormir felices todo el viaje sin problema alguno más que cargarlas baterías solares del vehículo, llenaron las despensas con todo lo que les provocó y salieron a la carretera,   guiados por el GPS de Google,  viajaron desde el cabo San Román hasta el delta del Orinoco donde tuvieron que terminar abruptamente su viaje.

Una semana atrás José se había detenido en un kiosco de Cumaná para comprar encurtidos frescos, allí habló con unos dicharacheros pescadores que aseguraban saber que en alguna parte había una botella igual a la del personaje de sus libros, eran dos hombres que vendían “tripa de perla” encurtidas con ají dulce y pulpo fresco , ese año habían estrenado en Netflix una película inspirada en la novela que hizo famoso a José , había sido un éxito abrumador, tanto que aquellos pescadores la habían visto en Netflix, el menor había comprado una cuenta pirateada y cuando el internet funcionaba la familia en pleno veía películas.

El autor les confesó que si bien él no había sido el que pidió  el deseo, tal como el personaje de su novela, si conocía a quien lo hizo y que por asuntos inexplicables este estaba vendiendo la botella endemoniada por cinco reales de los años ochenta, el mayor de los pescadores preguntó, ¿cinco reales de los años ochenta? ¿las monedas que valían la mitad de un Bolívar?, el escritor dijo que efectivamente eso costaba pero que si en realidad la querían debían conseguir hoy mismo el dinero para hacer el negocio, los hombres del mar se miraron y sin pensarlo ambos hablaron de un frasco grande de monedas que tenía Paito en su cuarto, un abuelo que atesora monedas desde su infancia, él les había enseñado eso pero no valen nada así que no le habían puesto atención, como las almas inocentes que eran el par de orientales, se citaron más tarde para mostrar las monedas a fin de que José llamase a Dixson, sin embargo les avisó que una vez cumplido el deseo debían venderla a otros por la mitad de su valor, si no pasarían el resto de la eternidad acompañando al demonio de la botella (el que cumplía los deseos) .

Horas más tarde los pescadores, que resultaron ser padre e hijo, se presentaron en la puerta del hotel, el escritor salió a conversar, los hombres mostraron las monedas e intercambiaron números telefónicos, al volver a su habitación se escondió en el baño para hacer la llamada que su amigo Dixson tenía tiempo esperando, se hablaron brevemente solo el necesario para entregar la información, este se comprometió a encargarse de ahí en adelante, iría en persona una semana más tarde para hacer la entrega por lo que José dejo de pensar en el asunto, hizo el amor con su novia y durmió el sueño de los justos, aún quedaba ir hasta el delta para luego tomar carretera hasta el Brasil.

La noche en que llegaron al delta no encontraron hotel por lo que se decidieron a estacionar su casa rodante en cualquier parte, como estaban cansados decidieron abrir una botella de vino y preparar un porro inmenso que los relajase los suficiente, luego de tres copas y algo de yerba, todo acompañado  por sendos emparedados de Jamón Serrano con queso Munstery aderezados con mostaza Dijon, se pusieron a ver  una maratón de cine de ciencia ficción en Netflix, debido a la influencia del vino y el cannabis, ambos estaban muertos de risa comentando las incongruencias del guion de una película donde una bandada de marcianos invadía la tierra y sólo se salvaban quienes usaban gorros hechos con papel aluminio, la risa de la pareja fue acallada por unas explosiones , ambos asustados pero conscientes que eran los efectos del sonido Surround del equipo digital satelital igualmente se asomaron en la ventana , solo para ver como una escuadra de platillos voladores era atacado por un destructor inglés en pleno Rio Orinoco, José supo que los pescadores habían pedido su primer deseo, ellos también veían Netflix.

José Briceño

23/06/2021

 

 


 

 

 

 

 

 

martes, diciembre 07, 2021

Cuentos de la dislocada realidad; El camarada Lenin

 

La muerte del camarada Lenin

Carlos Rafael Pacheco Garcia, alias el camarada Lenin , murió de tristeza y rabia ayer por la tarde, nació en los años sesenta, estudió en la UCV, fue activista político, puso su grano en las conspiraciones desde los ochentas hasta hace nos años, fue amigo de varios de los que hoy son ministros , tuvo su cuota de cárcel y golpes por parte de las policías políticas y militares de la época, en fin, se creía el cuento de la revolución.

 El sábado pasado, al filo de la medianoche, la pensión de doña Catalina se despertó gracias a una detonación en el cuarto del señor Lenin, como le decían todos. Cuentan sus vecinos que este señor a pesar de solo tener cincuenta años parecía de sesenta. canas, barba larga y rala, arrugas en los ojos, andar cansado pero de una mirada viva y un pronto enojo sorprendían a sus compañeros de pensión, la verdad nadie supo nunca mucho de él excepto que mostraba una gran cultura general y una pobreza difícil de pensar en alguien con tal educación, en estos tiempos de Google no es muy complicado seguirle la pista a alguien a menos claro que jamás haya salido del campo y nunca tan siquiera hubiese estudiado más allá del bachillerato, pero como el ocio dominical es cosa seria e investigar por Internet es gratis, me dispuse a hacerlo y a osar reconstruir los últimos días de ese abuelo sin nietos que se despidió con un tiro en la sien aquel sábado por la noche .

 Este personaje entró a la universidad a los 24 años, comenzó a estudiar derecho, se interesaba por el asunto de la justicia como algo instintivo, en el liceo ya tenía problemas de conducta, ante la primera provocación hacia huelgas, organizaba marchas y de paso hacia sus primeros pasos dentro de la estructura del partido comunista, una vez que se graduó anduvo haciendo proselitismo político en su pueblo , hasta que el jefe de la policía local (su padrino de bautismo), lo obligó a dejar el cuento de la política so pena de unos peinillazos apoyados por su padre, en aquel momento los compañeros de partido consiguieron cupo, beca y alojamiento al "camarada" Lenin en la capital, allí comenzó su ascenso en la escala política, fue un estudiante típico de sus tiempos, tardó quince años en graduarse de una carrera de cinco, se cambió de facultad varias veces para engañar al reglamento de permanencia, y al final volvió a estudiar derecho, hasta que sus jefes le ordenaron graduarse por fin. Una vez logrado el fulano título de Abogado de la República fue a Cuba donde según dejó constancia de un supuesto posgrado. Lo que en realidad hizo fue un curso intensivo de guerra de guerrillas y formación política, al volver se unió a las brigadas comunitarias, desde donde organizó una red de ayuda popular, rechazó todas las posibilidades de ascenso dentro de estatus político pues asumía que solo allí, en el barrio podía hacer algo.

 Poco antes de terminar la década de los ochenta lo invitaron a Mérida, allí, en la ULA se reunió con varios estudiantes a beber miche y fumar para intentar cambiar el mundo, en esa reunión conoce a un tal Adán quien inmediatamente lo reclutó para algo que estaba fraguando junto que un hermano militar y donde, según él,  habían muchos militares y civiles confabulados.  Su primera tarea de "guerra" le llegó pronto, a principios de año se sabía que el gobierno tenía que subir el precio de la gasolina, mientras (en secreto) el presidente y sus ministros buscaban una solución que no levantase mucho la ira de los pobladores, los comunistas ya tenían una red organizada de hombres cuyo trabajo era agitar al pueblo y organizar disturbios a fin de probar su teoría, todo el esquema original lo habían traído desde la Habana, ya el camarada Lenin conocía esa teoría pues en el curso superior que realizó en Cuba estudiaron un plan sospechosamente similar aunque lo mostraban como un ensayo teórico, esta similitud denunció una formación basada en un proyecto largamente acariciado, por tanto no fue una sorpresa que le encargasen tal tarea.

 La noche anterior a la acción, estaban todos en sus puestos, atentos ante la primera señal de protestas para hacer su trabajo, es madrugada salieron de su escondite hasta una ciudad satélite de la capital,  donde todo comenzó, cuando la gente se desplazaba para su trabajo se encontró con un aumento que les permitía ir pero no volver de sus empleos, Lenin, viendo la oportunidad comenzó a insultar al chofer y a “obligar” a una señora a agredir al dueño de la unidad de transporte colectivo y al este defenderse, otro “camarada” grita que el chofer está golpeando a la dama, lo que causó el inicio del motín, los demás pasajeros vitorearon la acción y luego de desalojar la unidad, partirle los vidrios a pedradas decidieron  voltear el bus, comenzó la fiesta de la revolución, pensaba Lenin, en otras ciudades sucedió lo mismo con algunas variantes pero al final el caos que buscaban lo lograron, salió el ejercito, hubo batallas campales, los militares y policías tan proclives a la sangre se aprovecharon y se llevaron a unos cuantos por delante, unos por gusto y otros por necesidad, aunque tengo la impresión de que todos fueron por gusto, fueron dos días negros de la historia reciente, lo cumbre es que cuando se vieron perdidos nadie dio la cara y se construyó la gran mentira de que el fulano Caracazo fue un asunto espontaneo, claro que hubo rabia pero también hubo direccionalidad, creo que en ese tiempo Lenin tuvo sus primeras dudas, esperaba seguramente una larga guerra que los llevase al poder popular desde donde usar los millardos petroleros para lograr la verdadera libertad de un pueblo, al final todo volvió a la normalidad, sin embargo ya en la mente de muchos se establecía un plan definido, los eventos de caracazo dejaron al descubierto muchas fallas del sistema que los camaradas de Mérida no habían dejado de notar y que pensaban aprovechar con un movimiento armado muy secreto que ya hasta nombre tenia.

Los próximos cuatro años fueron de un intenso trabajo subversivo, reclutando estudiantes, haciendo conciabulos en universidades, campos, selvas y hasta playas, donde bajo la cubierta de una reunión de amigos con licor y parrilladas se fraguaban los planes del próximo golpe de estado , hasta que llego el día, la mañana anterior a ña nueva acción salió a dar sus clases en la escuela local donde trabajaba como maestro de historia y de paso inoculaba el virus comunista a sus alumnos más avanzados, nunca llegó al trabajo, en la parada del bus lo pasó buscando una camioneta negra, en el camino le avisaron que la mañana siguiente era la cosa, le dieron sus ordenes, comenzaba el trabajo, le tocó coordinar una guerrilla urbana que supuestamente bajaría de los cerros de la capital a ayudar a la tropa sublevada para tomar las instalaciones militares de la ciudad capital, se reunió en una casa y allí esperaron las ordenes que nunca llegaron, a la cinco de la tarde vieron, no sin estupor, que un tal Teniente coronel Hugo Chavez solicitaba la rendición de todos los sublevados, todos se fueron en estampida , aquella tarde se enterraron armas, quemaron papeles y huyeron como bien pudieron, Lenin se puso a salvo en Colombia, desde ese país obtenía informes de cómo evolucionaba la cosa, para las elecciones del 99 vuelve a ayudar a sus camaradas en la reconstrucción del país, ganaron las elecciones.

Comenzó una etapa de gran trabajo en todos los frentes, al principio todo iba bien hasta que en el año 2003 ya una buena parte de la nación se puso en huelga general, se paralizó la industria petrolera, no hubo negociación posible y el país se lesionó por primera vez de manera bastante seria, comenzaron los odios y el presidente despidió a todos los empleados de la empresa estatal que no estuviesen políticamente con el gobierno, comienza la primera de muchas purgas, Lenin aunque no estaba muy de acuerdo con la cosa pues los años le habían enseñado que en la diversidad es que estaba el progreso y que las ideas políticas no estaban muy cónsonas con la realidad se quedó callado por un asunto de disciplina revolucionaria , la misma que había practicado durante toda su vida.

Sus ideas ya habían llegado a oídos de los jefes quienes por cierto veían a ese camarada como un potencial peligro pues tenía acceso directo con las altas esferas del poder y no se contenía al momento de regañar a cualquiera o ponerlo en su sitio, todo con órdenes expresas de Miraflores de no molestarlo, sin embargo lo hicieron, lo mandaron a lo profundo de la selva, lo suficientemente aislado como para que no incomodase, allí estuvo por diez años hasta que la tuberculosis lo trajo de vuelta a la capital, estuvo un año hospitalizado con todas las comodidades posibles, visita dominical del presidente, libros al mayor y por fin tiempo para descansar.

Al salir se encontró con otro país, donde la gente hacia colas para comprar harina, carne, papel higiénico y hasta medicinas. Cuando revisó su cuenta bancaria tenía todo el sueldo del año allí guardado, se fue a la pensión de doña Catalina, alquiló una habitación y decide volver a su labor, se va a Miraflores pero se encuentra con gente que no conocía y por tanto no hace nada, al salir se encuentra con un viejo camarada que le invita un café y le cuenta que la cosa está jodida pues ya los ideales se fueron a la mierda, que a los otros camaradas incómodos los fueron eliminando y camuflaron todo como del hampa común y los que sobreviven ahora son ricos que viven en el este y tienen avión propio, que todos están siendo vigilados y que por favor no cometiese tonterías pues la revolución no existe.

Lenin aun sin poder creer lo que le cuentan comienza a halar los hilos de la rebelión que aún quedan enteros, y todos le cuentan lo mismo, en su barrio ya todo es odio declarado, antes quienes le hablaban ya dejan de hacerlo, se entera que la policía es quien maneja el negocio de las drogas y comparten ganancias con más de un ministro, la ley dejó de existir.

 

Tres semanas antes de su fallecimiento, un viernes en la noche le hicieron un atentado, estaba en la bodega del señor Cristóbal y unos tipos en moto lanzaron una ráfaga de metralla hiriendo de paso a una niña que compraba un dulce, Lenin, quien por costumbre siempre estaba armado desde tiempos del Caracazo, devolvió el fuego y mató a uno de los hampones , la policía llegó a las horas y otro antiguo camarada también abogado lo sacó del apuro, no sin antes advertirle que se mudase pues el muerto era primo de un hermano del socio de un ministro que tenía nexos con el narco y las Farc, que él le daba unos dólares para que recomenzase en otro país , que se dedicara a escribir que algo quedaría, sin embargo Lenin entró en depresión, se compró dos litros de Ron del caro, tres cajas de cigarros y se encerró en el cuarto, quemó todos sus diarios, sus libros, sus cosas y al finalizar el segundo litro de licor escribió una nota para los pocos amigos que aun tenia, cargó su arma y salió de este mundo sin pedir permiso ni hacer pactos, tal como vivió, solo que en un último ejercicio de conciencia descubrió que estuvo equivocado y se condolió por haber instaurado al go peor a lo que siempre había odiado.

José Ramón Briceño, 2013

@jbdwancomeback