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viernes, noviembre 11, 2022

Efecto Mandela

 


Rara vez salgo de casa, la verdad no veo la necesidad de andar haciendo nada por la ciudad cuando (al parecer) todo puede ser monitoreado desde mi pc (tabla o móvil) además, andar por la calle siempre exige un gasto económico que no siempre estoy en condiciones así que para pasar trabajo en la calle prefiero quedarme en casa, sin embargo de vez en cuando toca y como no tengo carro ni me agrada andar en Metro siempre sale autobús, la verdad en Caracas todos sabemos que el metro dejo de ser una solución para transformarse en parte del problema , cuando viajar en autobús urbano se hace menos incomodo que hacerlo en metro es que la cosa es complicada.

 


Cierta vez andaba en autobús y escucho a dos jóvenes hablando, iban sentados en un puesto de atrás, nunca los vi, solo de espaldas cuando bajaron en su parada, el asunto es que llevaban una discusión sobre la posibilidad de que vivamos en una suerte de matrix (tal como en la película) y todo lo que nos rodea , incluyéndonos no es más que la representación digital de un mundo fabricado por computadora , por supuesto puse atención a todo lo que hablaban y horas más tarde me dedique a buscar información en internet, ambos muchachos decían que sin importar cuanto discutieran, precisamente la imposibilidad de encontrar pruebas sólidas a favor o en contra es precisamente lo que las hace factibles como tesis a discutir, su conversación levantó suspicacias entre los demás pasajeros quienes fieles a la costumbre venezolana esperaron que los muchachos pidieran la parada para conversar sobre lo escuchado, por supuesto todos los argumentos los tildaban como locos, se escuchaban expresiones como “lo que hacen las drogas” “¿Qué se habrán fumado esta mañana?” “carajitos locos” “generación estúpida” y así hasta que bajé tres cuadras más adelante, eso fue hace un año, hoy aun ando preguntándome cosas.

Andando en esa búsqueda me tropiezo con algunos videos en Youtube que afirman la especie de que en el año 2012 los científicos del CERN forzaron algunas leyes de la física y sin querer nos lanzaron a otra dimensión donde todo parece haber enloquecido, dando razón al oráculo Maya que pronosticaba que en ese año se acabaría el mundo, de ser cierto que el CERN en su búsqueda de a energía primordial nos lanzara como planeta a otra dimensión explicaría mucha de la locura que vivimos.

Hay mañanas en las que peleo para salir de la cama, no es complicado, solamente que el mundo se ha vuelto patas arriba y si lo ponemos en perspectiva todo ha sido precisamente desde el 2012, aunque exista una progresión lógica en la cadena de sucesos que trajeron al planeta hasta este preciso instante, no deja de hacerse más raro, eso sin ponernos muy exquisitos a buscar razones geopolíticas que han envuelto a casi la totalidad del mundo en una crisis que parece no tener fin. El caso venezolano es bastante particular, todo el tiempo hay una crisis moviéndose desde alguna parte, hay profusas pruebas documentales del uso de la propaganda disfrazándola como “protesta social”, si nos ponemos a revisar las caricaturas de todos los periódicos nacionales desde la instauración de la republica hasta nuestros días nos encontraremos con millones de caricaturas quejándose de cuan mal se vive por culpa de la política, hasta en la época saudí, cuando mi papá siendo apenas un obrero calificado tenía lancha equipada, carro de agencia, apartamento propio, todo en modelo económico pero totalmente honroso, los conjuntos residenciales de interés social tampoco eran la cueva de los jefes de Ali Babá con su doscientos matones, ni tener un bote de catorce pies con motor fuera de borda, equipo de buceo profesional, cañas de pescar, cavas de aluminio y un carro comprado de agencia fuesen cosas de clase media , lo que significa que tampoco la cosa era tan complicada como hoy día; cuando un profesor universitario debe reunir al menos seis sueldos para comprar una bicicleta de agencia , eso sí, nada de marca famosa ni equipamiento de seguridad, una bicicleta proletaria, lo que nos indica un periodo bastante amargo para ser profesor. Todo apunta a que la economía sin ser todo lo regalada que pensamos tampoco era el tercer círculo (infernal) que es hoy día, en aquellos años la inconformidad era disparada por los medios de comunicación, quienes con culpa o  sin ella alimentaban el espíritu de la queja,  nosotros, siendo producto de la campaña de aplastamiento social que ha existido desde siempre, asumimos que vivir mal es la norma, bajo esa óptica el descalabramiento del planeta no es nada extraño, pero cuando revisamos las noticias de otras partes del mundo descubrimos que no la pasan mejor.

Toda la vida he sido fanático de las noticias curiosas, por algún tiempo fui adicto a páginas donde precisamente se publican noticias interesantes que van desde las “novedades” de la física cuántica hasta las bondades terapéuticas de los Cactus sagrados de Centroamérica , desde los años noventa, cuando Google era una novedad ya me había dado cuenta que tenemos la costumbre de dar por sentado el conocimiento sobre algún concepto, sin jamás haber buscado el significado real del mismo, así que con mucha sorpresa descubrí que la mitad de lo que veía en televisión en realidad lo interpretaba desde mi marco de referencia , eso significaba que no tenía mucho que ver con la intención comunicativa gracias a que el marco referencial manejado por la producción respondía a otra realidad que no tiene que ver con la nuestra para un niño que crece en la Venezuela del siglo XX es un descubrimiento descomunal. Recientemente descubrí que existen las Piedras Vivas de Rumania, unas rocas que crecen y se multiplican como si fuesen vegetales, para colmo también han descubierto estructuras similares en Venezuela, hay más pero antes de hablar de cosas más evidentes, quisiera saber cuántos amigos de mi edad y similar condición intelectual escucharon, vieron, estudiaron o comentaron sobre las piedras que crecen como vegetales, seguramente habrán cientos de googleos para descubrir que efectivamente habían sido descubiertas en los años treinta del siglo XIX por un periodista de National Geographic Society que casualmente pasaba por allí, pero jamás en mi vida había leído algo similar, así mismo hay noticias todavía más espeluznantes.

No existe modo de poder asegurar que saltamos de ámbito dimensional, sin embargo, el emponzoñamiento de la realidad, empeñada en ponerse más horrenda cada mañana, un mundo posapocaliptico muy distinto al de Mad Max pero casi al mismo nivel de crueldad, solo que sin Mel Gibson matando a los malos, todo lo contrario, ha nacido un super villano que está empeñado en recuperar un imperio desaparecido hace cien años, si bien fue sustituido por otro no menos nefasto, también ese se acabó hace cuarenta años, en vez de hacer cosas más amigables los tipos deciden invadir a un país más pequeño y hacer declaraciones que parecen sacadas de cualquier capítulo de las historias de Marvel,  solo falta que Jhon WIck sea candidato por el partido republicano. Por otra parte estamos en un mundo gobernado por inteligencias artificiales, los once mil despidos de Facebook/Meta así lo confirman, hay suficiente dinero en el mundo para hacer miles de millones a fuerza de   inteligencias artificiales que terminarán decidiendo por nosotros , ¿en que parte de ese apocalipsis estábamos entretenidos muriendo de miedo por morir de gripe? .

El problema de fondo es saber si estoy psicótico por el natural estrés postraumático  de ser sobreviviente o en realidad la realidad está en el efecto Mandela y el CERN son los causantes de la locura planetaria, las inteligencias artificiales tomaron el poder, eso explicaría mucho, desde el fenómeno SmartMatic hasta las ideologías de género.

José Ramón Briceño Diwan

Caracas 11/11/2022


 

 

 

jueves, octubre 14, 2021

Presunción de Buena Fe

 

Y el que gruña mucho termina preso por  necio...

Tengo la fortuna de conocer  a algunos abogados brillantes, además, por motivos absolutamente sociales, jamás he estado en situación de necesitarlos o al menos no por motivos judiciales, como corresponde a mi costumbre no ha faltado el respectivo interrogatorio sobre distintos tópicos, el primero es usualmente en cuanto a lo que se conoce  como “Presunción de buena fe” , eso significa que todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, imagino que en países no caribeños la cuestión de la relación entre la ley y los ciudadanos es mucho menos agresiva que por estos lares, acá no veo escenario posible en el que  un  policía me pregunte algo y no me asuste, en fin, acá al menos todos parecemos culpables hasta que se nos declare inocentes, en consecuencia somos tratados, prefiero tener a los abogados de amigos antes que ser su cliente en traces tan severos como los judiciales .

Como cualquier ciudadano preocupado me pregunto muchas veces las posibles razones para que el país esté en eterno sobresalto, vale, quizás en un principio uno achaque muy necesariamente su culpa absoluta por no pertenecerá la clase privilegiada y te dices que por flojo, que debiste haber sido militar, policía, ingeniero, abogado, contador, periodista o community manager en vez de profesor de cualquier  cosa. Luego ves a tu alrededor y te das cuenta que no vas solo en el autobús, además, hay una fila inmensa que va agarrada a las defensas traseras del vehículo dando bandazos en la pelea  por subirse aunque sea hasta el pasillo de tu asiento, hay quien la pasa peor, la mirada de la culpa se amplía porque eso significa que no eres el único al que le va mal, entonces las razones pudieran estar en otro lado, hago retrospectiva para caer en cuenta que todo está sucediendo cuan guion de televisión y como si eso no fuese suficiente llega la pandemia, se inventa la vacuna, y todavía no sabes que será peor.

No sé si en realidad fue la peste la que ha causado este destrozo mayúsculo o simplemente ha sido la puñalada trapera global a la ilusión de avance que  veníamos teniendo  en ese preciso instante, cuando la vida parecía irse acomodando vino la pandemia y ¡Zas! Acabó con todo para quedar en un desamparo aún más grande. Líneas arriba hablaba de la presunción de buena fe, en realidad  quiero creer que los altos funcionarios de toda clasificación posible son absolutamente cualificados para su cargo, que todos saben en realidad lo que están haciendo, tienes excelentes asesores, hacen relaciones con ciudadanos de bien, se actualizan diariamente en la actualidad, son eminentes profesionales especializados en cada una de las áreas dónde hacen su trabajo, como acto de buena fe debo pensar que todos los funcionarios son competentes y que jamás dicen una mentira, cuando crecía me enseñaron que  apuntar con el dedo es de mala educación pero como provoca.

Como buen profesional de mi área (docente) lo primero que pienso es que soy esquizofrénico, cuando has dado tantas clases en todos los niveles educativos con alumnos de distinto tipo, donde muchos son fulanos geniales que bordean la locura, siempre toca evaluar la situación con cualquier persona así que no es raro que de vez en cuando uno se mire al espejo , como sabemos la realidad va disociada con mi apreciación de ella,  quien sufre de alucinaciones terminará por verlo como su realidad, aunque vea cerdos volando se puede establecer alguna tesis que acerque ese fenómeno a algo posible, como la física cuántica por ejemplo, sería fácil alegar que la escena de los cerdos voladores no es más que la yuxtaposición de dos dimensiones coexistentes, que según los fanáticos es factible al menos en teoría. Por fuerzas mayores (entrevistas de empleo exitosas por cierto) he sido interrogado por más de un profesional de la salud mental y nunca me han encontrado más que la locura promedio , al parecer nadie está absolutamente cuerdo ni loco, todos tenemos algo de cada cosa para poder sobrevivir a la vida misma, la estadística juega a nuestro favor , cualquier canadiense promedio enloquecería totalmente en Venezuela, no entendería la mitad de la realidad que lo rodea porque en su tierra la realidad responde a otras cosas, allá hay ciudades donde nadie cierra las puertas y los robos son anomalías no reglas, el transporte público funciona, la economía tiene una saludable inflación por debajo del 10% anual, las universidades  son accesibles a sus ciudadanos, la marihuana es legal, el  Metro es menos aterrador que el de Caracas sin que estén en otra dimensión. Podría regodearme en las diferencias entre las distintas realidades que he vivido alrededor de Latinoamérica, no precisamente mejores todas, pero al menos son menos terribles que las que nos asolan.

La realidad niega toda posibilidad de presunción de buena fe, en el peor de los casos todo está calculado para beneficiar  a quien sabe quién, donde solo unos ganan mucho mientras que muchos ganan poco. Cierta vez escuché a dos pasajeros en una unidad de transporte colectivo, conversaban sobre sus respectivos empleos , de cuanto ganaban y de cómo se las arreglaban para sobrevivir, había uno que decía haber abandonado su antiguo trabajo por  algo menos físico, trabajaba un turno de doce horas cada veinticuatro por las noches y en el día vendía chupetas en las calles así redondeaba los  cien dólares mensuales , el otro también hablaba de una mejoría laboral porque ahora ganaba cincuenta dólares mensuales en turnos diarios de doce horas en una frutería  , estaba entre el asombro y la tristeza, asombro por encontrar un superviviente mejor dotado que yo (al menos a él no le daba pavor ser vigilante de noche y buhonero de día) seguramente vendía cigarros a sus compañeros de faena con su pago móvil con lo que le salía casi gratis la jornada laboral triplicando sus ingresos, en unos años, si la cosa mejora ese hombre del autobús seguramente será diputado en la asamblea nacional   con camioneta blindada y demás.

Este último pensamiento seguramente nace de la posible afección mental que padezco, no hay lógica alguna para que los señores del aparato estatal , político y económico del país no vean la solución que se les presenta, que todas las decisiones siempre tengan un matiz de maldad complicado de explicar, que nadie pueda entender como lo que en otras partes funciona, en Venezuela no pasa de un sueño, al  parecer somos un país de zombis y el que gruñe mucho termina preso por  necio, no hay escenario de lógica posible donde coexistan tantas anomalías juntas sin que a nadie se le alborote un pelo, no existe precedente  alguno sobre países que  puedan haber sufrido tan perenne híper inflación por años sin que a nadie se le hubiese pasado por la cabeza resolverla y cada medida que se toma empeora la situación , llegado incluso al extremo de tener una moneda inexistente como referente, que el dólar sea valorado a diario por el banco central es una suerte de  aceptación tácita de una moneda extranjera como efectivo circulante, eso sucede solamente en los territorios en guerra donde la ley no existe, en los aeropuertos, las zonas francas y algunas turísticas , de resto no hay un solo país que acepte depósitos en moneda extranjera sin tener permiso del banco que las expide, tanto peor, los pobres norteamericanos deben estar halándose los pelos sabiendo que su unidad monetaria se está  devaluando y es utilizada al menos por cinco millones de personas hasta para comprar  en la bodega.

Esto me alarma porque puede ser que al final todo este cálculo político ha sido un plan estratégico para vencer al imperio en su propio juego, volver al  país en una ruta de uso para el efectivo circulante en Latinoamérica y el caribe debe ser una forma brutal de intoxicar el mercado forzando al imperio a imprimir billetes inorgánicos con lo que eventualmente se desmoronará, no puede existir buena fe si no hay una historia de inteligencia por  medio, aunque debo admitir que es un plan macabro, la sola presunción de que esto pueda ser cierto necesitaría con suma urgencia aunque sea terapia psicológica  nivel supra conspiranoico , por lo pronto pensaré seriamente en una consulta a ver si peco de exceso de buena fe o sufro de un brote psicótico , recordemos que los únicos que saben que no están locos son precisamente los  locos, todos los demás estamos bajo sospecha constante.

José Ramón Briceño Diwan

12/10/2021




 

 

domingo, septiembre 19, 2021

La venganza inútil

 La costumbre de ser insignificantes moscardones del enjambre global ha sido el descubrimiento del siglo XXI, hoy día hay multitudes que se avocan a las redes sociales para intentar escapar del sino de la anonimia normal de los billones de mortales que medramos sobre la tercera roca después del sol, de hecho es hasta fácil , solo hace falta constancia para que en algún momento tengas al menos dos mil seguidores en tus redes sociales para creerte una suerte de influencer junior, por razones geográficas soy usuario intermitente de los servicios de comunicación digital, así que debo pasar completamente por debajo de la mesa de la opinión pública nacional, aun así descubro que hasta en Linkedin tengo muchos más seguidores de los que merezco, si a mí, usuario poco frecuente de las redes sociales, me ha permitido hasta a colarme en el lote de los intelectuales en algún momento, cualquiera con un poco de ingenio y constancia se eleva hasta comenzar aganarse la vida solo con dejarse ver que cuando opinan movilizan multitudes, no importa que solo modele desnuda o que opine sobre como el patriarcado quiere tener subyugado al matriarcado impidiéndole consumar su reinado dentro de lo políticamente correcto.

Veo a todas horas, en todas partes a alguien con la cara incrustada en el móvil, todo el universo informativo está decolado por algoritmos de preferencia con los que las redes adornan sus espacios publicitarios, las noticias también son filtradas  por el historial de búsquedas, no tienen censura explicita pero igual pueden forzar a un usuario a ser invisible, he visto lo que sucede con mis blogs, las veces que he estado fuera del país basta que haga tuits de varios artículos para  que pueda haber hasta llegado  a dos mil visitas por día , mientras que cuando lo hago por una conexión nacional  si acaso llega al centenar a la semana, un extrañísimo caso de censura no expresada porque lo que no se conoce no se extraña, internet te permite  llegar a una página censurada solamente cuando haces una búsqueda dedicada utilizando un VPN , pero ni por casualidad te muestra todo en la página principal, algo verdaderamente atroz si me lo permiten.

Por otra parte , muchos apuntan sus iniciativas comerciales a través de canales gratuitos a fin de ahorrar en publicidad pero solo es efectivamente accesible cuando le agregas una cantidad de detalles específicos,  así como etiquetas valiosas (hashtags) y todo redactado según una espantosa forma literaria que llaman “Lenguaje CEO” para poder pelear un poco contra la naturaleza comercial de solo resaltar lo que se cobra, publicidad paga será siempre más visible que la gratuita, si pagas una buena campaña y tienes con que soportarla por moderado tiempo cualquiera puede ganar millones (o aparentarlo), no es nada fácil enfrentarse al monstruo censurador de google y sus cofrades (Redes Sociales) , aun así en esa competencia de ribetes tecno novelerosse ha creado la necesidad de estar comunicado 24/7  lo que a su vez genera toda una cadena de nuevas necesidades asociadas al estar conectado, todo lo que se desea ver, oír o leer está al alcance de un clic en aparatos que caben en la palma de la mano, hay una leyenda urbana que cuenta sobre como en otros países dizque tienen posibilidad de hacer video llamadas en el metro, eso dicen porque soy usuario del metro y a decir verdad son tres horas de mi vida en las que estoy en el limbo de los desconectados, viendo como la gente, disimuladamente estiran la cara para ver que hago viendo una Tablet, he visto muchas expresiones de desconcierto al descubrir que solo leo libros electrónicos , no hay redes sociales molestando en el panorama.

Eso de estar de forma remota conectado a muchos también otorga una falsa sensación de privacidad, digamos que eres un cero a  la izquierda (como su servidor)  cuya opinión valga tanto como la mía sobre la personalidad del Papa, es que ni para prospecto de terrorista, con escuetos fondos en el banco y dos tarjetas de crédito que no pagan una caja de cigarros piratas, por tanto me doy el lujo de despotricar lo que sea y sobre quien sea desde todas las plataformas que la censura me ponga a mano, si bien mi opinión no despierta pasión alguna a las fuerzas del orden y la censura por lo que en teoría debería ser parte del teórico ruido blanco que producen los billones de sandeces por segundo que saltan por el invisible hilo del internet, tanto así que en cierta ocasión en la que buscaba unos textos de Henrique Javier Poncela en el buscador, el buscador me mostró una noticia sobre el avance sobre las computadoras cuánticas de Google , imagino que en lenguaje de la diplomacia entre usuario y explorador quiere decirte loco sin mucha delicadeza, desde aquella tarde la noticia me ha ido dando vueltas por la cabeza, tanto como para tener la cámara de mi pc bloqueada con un adhesivo.

Una de las cosas malas de la computación es lo obsoletos que se vuelven los equipos luego de cierto tiempo, lo que permite que en algún momento los servidores se hicieron inmensos, un eterno gasto en procesamiento de datos que exige un montón de recursos financieros para sostenerse en el tiempo, con la computación cuántica eso va a acabar porque habrá suficiente potencia de datos para multiplicar hasta por veinte dígitos la cantidad de calculos que el supercomputador más grande del mundo haría en este preciso instante, la IA (inteligencia artificial) que ya hoy me cuesta ver como algo contrario a una amenaza , cuando sea cuántica estaré aterrado porque la digitalización de la vida será el dogal de grueso calibre que nos pondrá el  planeta. No habrá privacidad ni en el dormitorio, incluso temo que en algún momento de la historia del próximo futuro los teléfonos traigan incluida una App que mida el voltaje de las ondas neuronales para conocer de primera mano su comportamiento y hacer la denuncia al organismo pertinente, imaginemos por un segundo que están perdidos en Alberta (Canadá) , altamente cabreados porque el banco te cobró quince por ciento extra en gastos de transacción internacional, el teléfono escanea tu cerebro y le avisa a la policía que en la calle tal , cruce con el puesto cual , hay un ciudadano venezolano altamente cabreado, según la ficha de su email y los perfiles en las redes mide metro noventa, pesa ciento treinta kilos, practica bolas criollas, nació en Maracaibo, de donde se fue a los quince años a Petare en los años setentas y con mucho esfuerzo se hizo ingeniero pero jamás aprendió francés , está recién divorciado, la señora se fue con el (su) primo Luis, según Iphone su presión sanguínea está alta y sus ondas cerebrales están a tres minutos de hacerlo un maniático homicida, salen SWAT a buscar a tal espanto de persona, mientras van en camino miran con sorpresa como ese personaje no tiene antecedentes penales , alguien con tal nivel de violencia en sus pensamiento no ha de estar cuerdos.

Google ha causado un incidente internacional cuando ofrece información privilegiada  al departamento de policía sobre un comportamiento típico del país de residencia del usuario pero presentándolo solo como una alarmante anomalía en el espectro local, ningún canadiense podrá jamás imaginar el infierno de cosas que suceden en Maracaibo, la bronca de cualquier zuliano luego de un apagón de ocho horas al día, una cola por gasolina y si a ese ser lo mudan a Caracas tanto peor solo hablando de los sobresaltos en el metro sin  aire acondicionado en un país tropical, según me han contado fuentes fidedignas, es tal la educación de los canadienses que sus rabietas rara vez llegan a los puños ni siquiera  de niños, el nivel de violencia es tan bajo que la policía resuelve todos los crímenes de modo rutinario, no hay modo en que un ser de esos pueda entender que la bronca alterada de cualquier venezolano forma parte de su cotidianidad , lo que bien pudo ser simplemente una ayuda para hacer al pobre hombre perdido en aquel frio sub polar hasta el hotel, terminó siendo una rosario de imprecaciones y (casi) un sincope por impotencia  lingüística del ingeniero al verse rodeado por fulanos armados solo por mentar madre en un sitio público.

Chistes aparte, eso (imagino) fácil puede ser realidad antes del 2024 , si hay computadoras cuánticas en funcionamiento desde el 2019, imagino que con la dinamización de los servicios on line promovidos por las cuarentenas deben existir inteligencias artificiales que han de supervigilar el mundo, incluso obligan a pensar a la gente que enviar una carta es demasiado impersonal cuando la confidencialidad del sello intacto, sin la altamente factible lectura previa del documento por mentes digitales que usan esa información para perfilarte como cliente potencial para lo que sea, la carta es quizás una costumbre que deberíamos revitalizar en este siglo XXI, la posibilidad de entregar en mano información importante que nadie más deba saber, entregarle eso a un mensaje de texto por cualquier red social o celular disponible debería ser calificado como criminal, eso nos ha obligado a ser expurgados digitalmente, tus datos son de la empresa prestadora del servicio que regula tu acceso a lo que tengas ahí solo para dar la sensación de  privacidad  y como mucho solo a ojos poco atentos que subiendo en la escala de habilidad digital se aprende a ser hacker hasta con tutoriales de YouTube.

No estoy muy seguro de que el correo ordinario aun exista, debo investigar y si en realidad hay forma de enviar cartas al antigua usanza comenzaré a escribir a mis afectos por el mundo, tendré bastante trabajo ejercitando la mano para contar lo que en realidad valga la pena contar, teniendo por primera vez la seguridad de que al menos no le  estoy poniendo  la cosa fácil a gran hermano, una pequeña e inútil venganza para no dejar la ocasión en quebrantar al sistema, incordiar al sistema hasta agotarlo no es tarea de fuerza si no de maña.

José  Briceño

17/09/2021



jueves, abril 15, 2021

Radio Covid interdimensional

 

Hace rato pasamos de largo el día trescientos sesenta y cinco de cuarentena, sin tener aún idea de cuánto falta para que la estela de destrucción termine con nuestro planeta, si bien hace un quizás pensé que el coronavirus era la puñalada trapera que acabase con el exceso de humanos que reptamos por este mundo, una solución maltusiana destinada a equilibrar las cargas, esto de siete mil millones y sumando no lo aguanta ningún ecosistema, digamos que la naturaleza ha tomado cartas en el asunto, encontrándose de frente con el instinto de supervivencia de la especie que a fuerza de tecnología hace el intento de salvar a la mayor cantidad de humanos posible, por supuesto ante tamaño océano revuelto hay quienes hacen fiesta.

Ahora no estoy tan seguro que el Coronavirus haga alguna diferencia en el equilibrio mundial y como si fuese descrito por un guion hecho a la medida de un marihuanero deprimido, cualquier cuarentón pobre a quien lo ha dejado la mujer, cualquiera de esos muchos que caen en el agujero de la depresión y que a media noche traman venganzas apocalípticas para terminar de una vez con su sufrimiento llevándose en el camino a la pérfida (recién) ex mujer (o novio uno nunca sabe) refugiándose en el sopor de una suma inconmensurable de yerba ingerida 24/7 por todas las vías posibles, es que necesariamente tiene que ser un fulano (o fulana para que no me acusen de sexista) que odie profundamente a la raza humana para diseñar tal destrucción, viendo el panorama de forma amplia entiendo porque nadie le ha parado el trote a tanto facineroso que anda haciendo de las suyas por el mundo, desde asesinos hasta gobiernos abiertamente narcotraficantes hacen y deshacen sin que al parecer a ningún país afectado le haya dado por organizar la respectiva escabechina, Venezuela, en el panorama mundial es apenas una molesta erupción ante los cataclismicos sucesos que se fraguan en el mundo.

Recién me enteré que van a vaciar los tanques de agua contaminada con la que enfrían el incendio nuclear subterráneo de Japón, el que quedó cuando un temblor fracturó las bases de la planta de energía termonuclear de Fukushima, si bien el grado de contaminación actual se considera moderadamente bajo, con ese vaciado los mares del mundo comenzaran a agonizar pues toca sumarle las millones de cloacas que en forma de rio desembocan en el mar arrastrando toneladas de detritus de esos siete billones de gentes ensuciando hasta por necesidad biológica , la gran mayoría ni se preocupa por reducir la contaminación de sus aguas servidas.

Presenciar impotente como matan al mar causa el deseo (también imposible) de pensar que un meteorito debería  acabar de nuevo con toda la especie a ver si los próximos tratan más bonito al planeta, lo que no se hizo en trescientos mil años lo hemos logrado como especie en apenas unas cuantas décadas, lo peor es pensar que las mayorías del mundo urbano, esos para quienes el mar existe solo  en vacaciones lamentaran no bañarse pero igual seguro habrán piscinas , sin mares con vida se extinguirá la vida de muchos más que por este supergripe por la que todos andamos aterrados.

Si fuese una película al menos queda el sentimiento de que a tres minutos del apocalipsis un héroe salva la humanidad, pero es que ni Sandokan existe , este siglo XXI necesita a los héroes de Marvel con los del otro estudio, juntos y montados en una larga adicción que les permita estar despiertos los próximos quince años hasta exterminar el mal definitivamente, así se necesite eliminar a casi toda la especie por puro buenos , aunque parezca un silogismo, igual sería un apocalipsis pero al menos el planeta tendría futuro, ahora se ve difícil. El asunto al parecer no tiene que ver con la mortandad, quizás la anomalía biológica que determinó que los próximos seres vivos fuesen tan diferentes a los dinosaurios, si bien sabemos que hay animales que aún mantienen rasgos de sus antecesores gigantes, tampoco es que los mamíferos hubiesen sido la norma biológica en tiempos de los dinosaurios, algo pasó en el camino de la química planetaria que se reinventó la vida luego que la naturaleza hiciera al menos cinco eventos de extinción global sin que aparecieran mamíferos inteligentes , como los humanos.

Es más, hay científicos que datan el planeta con poco más de un billón de años de antigüedad pero los humanos apenas (y exagerando) tenemos doscientos mil años caminando por la tierra acabando con todo a su paso. Pensar que los aparentemente locos que anunciaban el fin de los tiempos bien podían ser el equivalente al bufón de Shakespeare, seres aparentemente disociados que sin embargo dicen la verdad entre bromas que la esconden a los oídos asordinados por su necedad y todo lo demás simplemente el necesario ambiente para que la producción ganase veracidad, un mal reality show en el que nadie paga pero todos cobran, una pelea de perros constante por cualquier necedad , tanto así que descuidamos lo importante y como buena serie de ficción el público al otro lado de la pantalla pasa toda la temporada esperando el desenlace que se adivina desde el primer episodio , desde Caín y Abel la cosa prometía violencia, sexo, envidias y muerte desde el capítulo uno, Guerra de Tronos parecería Plaza Sésamo a cualquier astro vidente (teórico espectador interdimensional), cuando la cosa aburrió por normalita aparecieron los alienígenas , se fundaron pirámides con indígenas que cándidamente destripaban semejantes por  adorar un dios imaginario y eso que estos fueron los últimos pues la historia está llena de barbaros asesinos, guerras, intrigas, más sexo, drogas y Rock and Roll para mantener enganchado a los espectadores.

Dentro de los límites de la imaginación no hay límites, por ejemplo, el tiempo no es solo una medida arbitraria que nos mantiene en perpetuo decaimiento, es también una atribución propia de fuerzas cósmicas que no puedo entender, sin embargo los físicos aseguran que es algo relativo a la física cuántica , tan misteriosa como reveladora, en base a eso sabemos que existen otros planos dimensionales donde tiempo y espacio bien pidieran significar cosas distintas a como la percibimos, digamos que hablamos de una civilización antigua, quienes luego de veinte mil millones de años de impulsar el intelecto descubren una forma de entretenimiento barato y confiable, aparecimos nosotros en el panorama y quizás hasta seamos parte de una cadena tipo Univisión que se ve desde México hasta en la china pero en su equivalente del nivel interdimensional, lo que saca de proporciones a la transmisión, estos seres además han aprendido a entender el tiempo de modo tal que su cerebro pueda acceder a guardar datos a velocidades imposibles para la lógica humana (la actual al menos) por lo que bien pueden tener los episodios de cada temporada en bloques de mil años que en su dimensión resultan ser los sesenta minutos de cualquier capítulo en Netflix .

Todo esto desde la lógica de la física teórica contemporánea que ha determinado esta posibilidad como una especulación altamente cercana a la posible realidad. En este caso ya deja de importar mucho el asunto de temer a la muerte, eso lo determinará un guionista , este de esta temporada parece especialmente sádico por la saña indiscriminada de su inventiva, tanto que la lógica dislocada por la realidad responde a unos cánones solo identificables como el manual de posibilidades alocadas que se les ocurren a los escritores ahítos de tabaco, café y cannabis , en este caso solo resta rogar haber sido construido por los guionistas como los extras necesarios en cualquier trama de acción, al menos no de los que los malvados matan a mansalva mientras el héroe los persigue, esta realidad parece una mezcla de Indiana Jones reescrito a cuatro manos Luis Buñuel/Stephen King  y dirigido por Tarantino.

Seamos sinceros, la tierra es un planeta donde suceden tantas atrocidades que fácil podría ser un real TV de alto costo. Aunque la lógica niega todo este razonamiento, no puedo evitar ver con estupor como  cada momento aparece una noticia más retorcida, si no me creen dense una vuelta de estudio por algún paquete de entretenimiento Premium , mientras en History Channel hay todo un ejército de científicos que explican detalladamente como el planeta va a morir en algún momento, le sigue un canal de turismo, un par donde dedican las 24 horas a contar como hay formas retorcidas de matar por mal gusto, cien canales de caricaturas, trescientos de telenovelas a cual más truculenta que su competencia, tantas películas donde la abrumadora mayoría son malas, tres o cuatro canales de música popular , todos supurando tanta vulgaridad como banalidad a pesar de que podamos pensar que es solo entretenimiento, solo unos pocos toman en cuenta la cultura, todo esto es un espejo fiel de las cosas que apasionan a los humanos, descubriendo facetas poco amables para con la especie por cierto.

Todo esto supera con creces cualquier ficción, sin importar otras consideraciones hay realidades que dejan pálidas a series televisivas tipo Juego de Tronos, con todo y dragones, estoy seguro que si revisamos con detenimiento las noticias de los últimos dos años podemos hacernos una idea bastante cercana a cuanto se ha dislocado la realidad, lo mejor es que al final tampoco es que importe mucho la cosa, igual no hay escapatoria solo debemos entregarnos a la trama, quien quite ganemos relevancia dentro de la trama y los guionistas interdimensionales sean más amables con nosotros, mientras tanto unamos energías para ver si (física cuántica mediante) podemos pasar las barreras tiempo/espacio de la cadena inter dimensional para empujar a algún ejecutivo a poner reparo al guionista deprimido que se empeña en sacarnos del juego de la forma más cruel posible, así lograr que algún alma caritativa lo llene de Prozac, un nuevo renacimiento no le caería mal a la especie.

José Ramón Briceño

14/04/2021

Post Data; La doctora Casiopea Montiel (un alias, naturalmente no vamos a manchar la imagen impoluta de las ciencias exactas), Antropólogo  UCV y con un doctorado a cuestas además de una dilatada carrera científica, asegura con pavor el eslogan de un famoso canal de cable “Pasa en la vida, pasa en TNT”, la doctora Montiel explica que la realidad está tan trastornada que todo parece salido de una película de acción como las que transmite aquel canal, cuando un científico dice tal cosa, mal veo mi cordura.