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jueves, octubre 14, 2021

Presunción de Buena Fe

 

Y el que gruña mucho termina preso por  necio...

Tengo la fortuna de conocer  a algunos abogados brillantes, además, por motivos absolutamente sociales, jamás he estado en situación de necesitarlos o al menos no por motivos judiciales, como corresponde a mi costumbre no ha faltado el respectivo interrogatorio sobre distintos tópicos, el primero es usualmente en cuanto a lo que se conoce  como “Presunción de buena fe” , eso significa que todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, imagino que en países no caribeños la cuestión de la relación entre la ley y los ciudadanos es mucho menos agresiva que por estos lares, acá no veo escenario posible en el que  un  policía me pregunte algo y no me asuste, en fin, acá al menos todos parecemos culpables hasta que se nos declare inocentes, en consecuencia somos tratados, prefiero tener a los abogados de amigos antes que ser su cliente en traces tan severos como los judiciales .

Como cualquier ciudadano preocupado me pregunto muchas veces las posibles razones para que el país esté en eterno sobresalto, vale, quizás en un principio uno achaque muy necesariamente su culpa absoluta por no pertenecerá la clase privilegiada y te dices que por flojo, que debiste haber sido militar, policía, ingeniero, abogado, contador, periodista o community manager en vez de profesor de cualquier  cosa. Luego ves a tu alrededor y te das cuenta que no vas solo en el autobús, además, hay una fila inmensa que va agarrada a las defensas traseras del vehículo dando bandazos en la pelea  por subirse aunque sea hasta el pasillo de tu asiento, hay quien la pasa peor, la mirada de la culpa se amplía porque eso significa que no eres el único al que le va mal, entonces las razones pudieran estar en otro lado, hago retrospectiva para caer en cuenta que todo está sucediendo cuan guion de televisión y como si eso no fuese suficiente llega la pandemia, se inventa la vacuna, y todavía no sabes que será peor.

No sé si en realidad fue la peste la que ha causado este destrozo mayúsculo o simplemente ha sido la puñalada trapera global a la ilusión de avance que  veníamos teniendo  en ese preciso instante, cuando la vida parecía irse acomodando vino la pandemia y ¡Zas! Acabó con todo para quedar en un desamparo aún más grande. Líneas arriba hablaba de la presunción de buena fe, en realidad  quiero creer que los altos funcionarios de toda clasificación posible son absolutamente cualificados para su cargo, que todos saben en realidad lo que están haciendo, tienes excelentes asesores, hacen relaciones con ciudadanos de bien, se actualizan diariamente en la actualidad, son eminentes profesionales especializados en cada una de las áreas dónde hacen su trabajo, como acto de buena fe debo pensar que todos los funcionarios son competentes y que jamás dicen una mentira, cuando crecía me enseñaron que  apuntar con el dedo es de mala educación pero como provoca.

Como buen profesional de mi área (docente) lo primero que pienso es que soy esquizofrénico, cuando has dado tantas clases en todos los niveles educativos con alumnos de distinto tipo, donde muchos son fulanos geniales que bordean la locura, siempre toca evaluar la situación con cualquier persona así que no es raro que de vez en cuando uno se mire al espejo , como sabemos la realidad va disociada con mi apreciación de ella,  quien sufre de alucinaciones terminará por verlo como su realidad, aunque vea cerdos volando se puede establecer alguna tesis que acerque ese fenómeno a algo posible, como la física cuántica por ejemplo, sería fácil alegar que la escena de los cerdos voladores no es más que la yuxtaposición de dos dimensiones coexistentes, que según los fanáticos es factible al menos en teoría. Por fuerzas mayores (entrevistas de empleo exitosas por cierto) he sido interrogado por más de un profesional de la salud mental y nunca me han encontrado más que la locura promedio , al parecer nadie está absolutamente cuerdo ni loco, todos tenemos algo de cada cosa para poder sobrevivir a la vida misma, la estadística juega a nuestro favor , cualquier canadiense promedio enloquecería totalmente en Venezuela, no entendería la mitad de la realidad que lo rodea porque en su tierra la realidad responde a otras cosas, allá hay ciudades donde nadie cierra las puertas y los robos son anomalías no reglas, el transporte público funciona, la economía tiene una saludable inflación por debajo del 10% anual, las universidades  son accesibles a sus ciudadanos, la marihuana es legal, el  Metro es menos aterrador que el de Caracas sin que estén en otra dimensión. Podría regodearme en las diferencias entre las distintas realidades que he vivido alrededor de Latinoamérica, no precisamente mejores todas, pero al menos son menos terribles que las que nos asolan.

La realidad niega toda posibilidad de presunción de buena fe, en el peor de los casos todo está calculado para beneficiar  a quien sabe quién, donde solo unos ganan mucho mientras que muchos ganan poco. Cierta vez escuché a dos pasajeros en una unidad de transporte colectivo, conversaban sobre sus respectivos empleos , de cuanto ganaban y de cómo se las arreglaban para sobrevivir, había uno que decía haber abandonado su antiguo trabajo por  algo menos físico, trabajaba un turno de doce horas cada veinticuatro por las noches y en el día vendía chupetas en las calles así redondeaba los  cien dólares mensuales , el otro también hablaba de una mejoría laboral porque ahora ganaba cincuenta dólares mensuales en turnos diarios de doce horas en una frutería  , estaba entre el asombro y la tristeza, asombro por encontrar un superviviente mejor dotado que yo (al menos a él no le daba pavor ser vigilante de noche y buhonero de día) seguramente vendía cigarros a sus compañeros de faena con su pago móvil con lo que le salía casi gratis la jornada laboral triplicando sus ingresos, en unos años, si la cosa mejora ese hombre del autobús seguramente será diputado en la asamblea nacional   con camioneta blindada y demás.

Este último pensamiento seguramente nace de la posible afección mental que padezco, no hay lógica alguna para que los señores del aparato estatal , político y económico del país no vean la solución que se les presenta, que todas las decisiones siempre tengan un matiz de maldad complicado de explicar, que nadie pueda entender como lo que en otras partes funciona, en Venezuela no pasa de un sueño, al  parecer somos un país de zombis y el que gruñe mucho termina preso por  necio, no hay escenario de lógica posible donde coexistan tantas anomalías juntas sin que a nadie se le alborote un pelo, no existe precedente  alguno sobre países que  puedan haber sufrido tan perenne híper inflación por años sin que a nadie se le hubiese pasado por la cabeza resolverla y cada medida que se toma empeora la situación , llegado incluso al extremo de tener una moneda inexistente como referente, que el dólar sea valorado a diario por el banco central es una suerte de  aceptación tácita de una moneda extranjera como efectivo circulante, eso sucede solamente en los territorios en guerra donde la ley no existe, en los aeropuertos, las zonas francas y algunas turísticas , de resto no hay un solo país que acepte depósitos en moneda extranjera sin tener permiso del banco que las expide, tanto peor, los pobres norteamericanos deben estar halándose los pelos sabiendo que su unidad monetaria se está  devaluando y es utilizada al menos por cinco millones de personas hasta para comprar  en la bodega.

Esto me alarma porque puede ser que al final todo este cálculo político ha sido un plan estratégico para vencer al imperio en su propio juego, volver al  país en una ruta de uso para el efectivo circulante en Latinoamérica y el caribe debe ser una forma brutal de intoxicar el mercado forzando al imperio a imprimir billetes inorgánicos con lo que eventualmente se desmoronará, no puede existir buena fe si no hay una historia de inteligencia por  medio, aunque debo admitir que es un plan macabro, la sola presunción de que esto pueda ser cierto necesitaría con suma urgencia aunque sea terapia psicológica  nivel supra conspiranoico , por lo pronto pensaré seriamente en una consulta a ver si peco de exceso de buena fe o sufro de un brote psicótico , recordemos que los únicos que saben que no están locos son precisamente los  locos, todos los demás estamos bajo sospecha constante.

José Ramón Briceño Diwan

12/10/2021




 

 

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