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martes, junio 28, 2022

El blues del esclavo (una historia de Arepa Weed)

 Cierta mañana, como casi todos los días, Raúl se ha quedado dormido en el metro, al llegar a la estación, lo despertó el grito de una mujer quien con a gritos avisaba que un señor se había muerto sentado en el tren, por supuesto, el barullo subió de nivel cuando los otros pasajeros caían en cuenta del muerto en el asiento, al abrir los ojos vio que estaba caído de medio lado en el mismo asiento que tenía ocupado las tres horas desde Las Adjuntas hasta Zona Rental, al subir la mirada se encontró de frente a varias señoras con la cara crispada, resulta que el muerto era él. Como pudo se puso en pie y salió dando traspiés por las escaleras mientras la modorra lo abandonaba, tenía que salir corriendo de ese sitio antes que hicieran preguntas, había quedado casi en coma por el cansancio acumulado, no había escapatoria, debía cumplir la rutina para no perder el empleo, era un esclavo formal. 


 

Mientras iba saliendo de la escalera y al borde de las lágrimas por el insulto que resultaba descubrirse esclavo con cargo oficial, comenzó a planificar su venganza en contra del sistema que lo hizo cautivo, como aún quedaban treinta minutos de caminata hasta su lugar de trabajo comenzó a hacer un esquema general (a modo de imaginario plan ) de cuáles eran sus herramientas , no tenía seguidores aunque mil doscientos en twiter parecieran un capital en realidad no es muchísimo lo que puede hacer y su condición de esclavo lo hace fácil presa de la ley, los fondos son nulos, para muestra un botón va caminando tres kilómetros en cuesta porque no tiene para  el pasaje en autobús, así que deberá utilizar lo que tiene a mano, se comienza a imaginar un Macgiver del siglo XXI comprando laboratorios de virus e inoculando todo el sistema nacional de correos con adjuntos nocivos que frieran la administración pública, pero sería descubierto muy pronto y al final a nadie sorprendería que se cayeran los sistemas informáticos, esos son precarios de naturaleza, no sería terrorismo, ataques químicos con cloro y desinfectante pero además que las doñas venezolanas tienen resistencia natural al gas cloro por limpiar los baños con esa mezcla mortal sin salir heridas , la logística era muy complicada para poder cometer  el crimen y salir impune , de nada servía caer preso en el olvido sin poder demostrar que todos somos esclavos, había que tener otra opción, llegó a su trabajo sin encontrar la solución, entró a su oficina y se dedicó a la labor del día, se levantó sus diez minutos cada dos horas, utilizó veinte minutos para el almuerzo, siempre antes que los compañeros para que estos no viesen su pobreza, comer caraotas con topocho frito es para nada algo elegante, esperó a la hora del café porque en casa no tenía y repitió la rutina de los cigarros hasta que llegó la hora de salida, otra vez la caminata de vuelta, esta vez en bajada lo que agradecía su cuerpo, solo que la caminata no planificada de la mañana había afectado su sistema digestivo, uno de los beneficios de pasar tanto tiempo en el metro era el dominio de la mente sobre el cuerpo, solamente las ganas de orinar fallaban, dada su condición de hombre solo debía buscar una calle abandonada , pero para lo otro el baño limpio y propio era indispensable, aguantaría.


 

Veinte minutos más tarde estaba en la estación Parque Central, ahí tomaría la línea dos, iría de pie hasta la última estación y cuando se bajasen los pasajeros tomaría asiento hasta dos horas más tarde cuando tocaba cambiar de tren en las adjuntas, la mala suerte indicó que no había aire acondicionado en la unidad, todo el tren estaba a reventar, con calor y ahogo, mientras todo eso pasaba Raúl se revolvía en su puesto intentando retrasar lo inevitable, entre Carapita y Las adjuntas no pudo aguantar más y soltó un largo y silencioso gas que causó estragos entre los pasajeros, fue terrible, hubo vómitos, desmayos y muchas mentadas de madre los cuatro minutos que el tren duró en entrar a la estación, los que pudieron salieron corriendo y el resto se decantó en intentar dejar de vomitar, Raúl había encontrado su arma secreta, se sentía un Espartaco tropical y secreto, ni siquiera la CIA lo descubriría, solo no tenía que contar a nadie su secreto y podría destruir todo lo que odiaba, ya se veía dando golpes en el Seniat, Onidex, Metro de Caracas y hasta Miraflores entraba en su desvarío , encontró un arma de protesta perfecta , indetectable e inindentificable, quizás con un poco de entrenamiento podría ser más efectivo, juntarse con otros para potenciar el efecto estaba fuera de las posibilidades, siempre cabía la posibilidad de un  delator entre los fieles, cuando el éxito llamase a su puerta estaría preparado.


 

En vista de lo efectivo del golpe, se hizo más afecto a las redes sociales, aprovechaba las horas de viaje para investigar sobre las teorías de lo que llamaron un ataque químico, por supuesto los culpables fueron encontrados enseguida, según fuentes policiales dos “graciosos” vendedores de orégano molido habían lanzado bombas fétidas en un vagón del metro de Caracas, ambos maleantes estaban a las órdenes del ministerio público, una mentira urdida por los organismos de seguridad para aparentar que son eficaces, no sin cierta tristeza por saber inocentes a los detenidos, Raúl seguía eufórico por su descubrimiento, comenzó a leer tratados sobre física cuántica, comenzó a meditar y conoció el cannabis, eso último fue amor a primera vista, ya los viajes en metro no resultaron ser agotadores y ser esclavo algo temporal, toda la sabiduría que le permitió absorber la calma cannabica de sus días fue ayudándolo a buscar posibles soluciones para que sus ataques fuesen más certeros, no era suficiente dejar salir sus olorosos gases al salir de cada tren, había logrado la habilidad de salir mientras las puertas se cierran, en el trayecto dejaba fluir todo el gas toxico, así el dejaba su estela mortal y se iba por otro camino para evitar ser relacionado, el cannabis le había otorgado facultades casi paranormales de paranoia anti policial, que le permitían evadir los sobre saltos de la sobre poblada cifra de guardias inútiles en la estación del metro en Plaza Venezuela.

Todo  el 2018 fue un continuo comer para acertar golpes terroristas gaseando a los ciudadanos, el problema era precisamente este, el asunto de gasear a los funcionarios no le tenía gran problema , aunque la administración pública sea un eterno caso de culpables anónimos , si se le pregunta a todos los empleados por la razón de que su dependencia o ministerio sea un sitio tan caótico, invariablemente culpará a un tercero, bien sea superior o subalterno pero el empleado jamás tendrá culpa alguna del sufrimiento de los usuarios, ante tal problema los gaseaba a todos y listo, el asunto le hacía sentir mal era ese de también contar victimas de sus gases entre los desventurados ciudadanos de a con quienes compartía el martirio de cada día pero al final resolvió su conciencia diciéndose que quizás sintiéndose más incomodos podría hacerlos reaccionar para exigir servicios decentes, incluso llegando al extremo de hacer un piloto, un mediodía especialmente bochornoso por el calor, entró en la estación Plaza Venezuela a la hora pico en pleno, ubicó el vagón más atestado y por tanto el indicado, una vez salió del andén en dirección Colegio de Ingenieros soltó una carga especialmente venenosa pues incluía raciones dobles de col agria, coliflor al gratén y  helado de chocolate con almíbar de ciruelas pasas, una bomba especialmente diseñada para un acto de terror, por suerte de la vida el tren quedó detenido por falla eléctrica, en la oscuridad absoluta de los túneles, sin iluminación por un apagón general y encerrados gracias a la misma razón, hubo vómitos y desmayos pero sobre todo comenzaron a protestar pateando las ventanas, hasta que unos pasajeros , iluminados por las pantallas de sus móviles , accionaron la palanca de emergencia liberando las puertas, todos salieron en tropel, con justa furia lanzaron piedras al tren y los otros pasajeros , ignorantes del suceso se sumaron al motín haciéndose participes de la ofensa causada por el metro y sus desventuras, fue un evento catastrófico que incluyó un piquete de la guardia nacional, horas más tarde el presidente en persona dicta auto de detención en contra de los directivos del metro de caracas y ordena una investigación, tampoco cambió nada, apenas subieron el costo del servicio , los fulanos presos, los carros quemados y el servicio igual o peor pero al menos había hecho ruido, todo era cuestión de encontrar la oportunidad del próximo golpe para forzar el cambio, si no hay exigencias en firme no es terrorismo.

El asunto del cannabis fue sorpresivo, casi una decisión forzada por las circunstancias, para los últimos días del mes de febrero del 2020, los apagones eran casi diarios por lo que la normal incluía estar hasta tres horas esperando transporte en la estación , una tarde especialmente tediosa me puse a conversar con un vecino de infortunio  y entre una y otra cosa inevitablemente la conversación cayó en lo mierda que va el mundo, la peste china, lo mal que la pasaban al otro lado del mundo, por suerte es lejos pero quien sabe cómo redundaría en lo económico el tema de la epidemia china (faltaba un mes para la primera cuarentena radical) , de alguna manera hablábamos de la estrategia contra el estrés, el vecino de infortunio, un hombre anciano , vestido de modo tal que no había manera de confundirlo con otra clase de personas que no sean de clase trabajadora pero a la venezolana,  decía llamarse Héctor  y confesó ser vendedor de cripi, Raúl aprovecha el momento para pedir detalles, así compró su primer punto, más barato y rendidor que el alcohol, no dejaba resaca y según la ciencia era la novena maravilla del mundo para el avance intelectual, lo fumaba mezclando picadura de cigarrillo con briznas de la hierba, resultó un bálsamo para lo que vendría después, muchos porros más tarde, la mañana del viernes 13 de Marzo del año 2020, en cadena presidencial nos condenaron a prisión domiciliaria por casi dos años, que incluyeron toda clase de privaciones, estrés y angustia a nivel global, por alguna razón misteriosa, en este país donde nada baja su valor a excepción de las quincenas  el cripi llegó a ser más barato que el cigarrillo por lo que casi enloqueció fumando encerrado en casa, diseñando planes, haciendo retorcidos inventos para lograr hacer al estado sufrir al menos una décima parte del calvario de la puta vida.


 

Durante la cuarentena tiene suerte y encuentra otro empleo donde ganaba varias veces su sueldo oficial a la semana por lo que cualquier drama de movilidad lo resolvía a fuerza de pagar en moneda dura, obviamente se triplicó el consumo, para enero del 2021,se comienza a hablar de una guerra entre bandas, algo absolutamente ilógico sucedía con balaceras extremas durante semanas entre malandros y policías por el gobierno de los feudos caraqueños, se hablaba de guardias nacionales matándose por necedades , de malandros con armas de uso militar y con munición del ejército nacional, una innecesaria carnicería que se extendía hasta predios nunca antes tocados por el hampa , la inflación se dispara , hasta en dólares así que ganar en moneda norteamericana era una opción para medio mantener la inversión porque de todos modos estaba devaluándose, la violencia se desató en todos los rincones del país , los accidentes automovilísticos eran una cosa espantosa, aunque debemos acotar que nunca hubo heridos pues todos terminaban muertos dada la magnitud de los hechos. Raúl , como hombre analítico que era comenzó a buscar la información, se armó de paciencia y teléfono en mano consultó con Google todo lo que había al respecto, así dio con una nota en un blog, una entrevista con un tal Gregorio Maldonado, detective jefe del CICPC región capital, quien expresó su preocupación por la grave situación de salud pública , estudios recientes indica un deterioro creciente de las facultades mentales por parte de los consumidores de la droga denominada cripi, un tipo de marihuana altamente toxica que está haciendo estragos en el país , al final del texto el detective acota que si tienen alguna noticia sobre los terroristas Kamikazes, su oficina estaba atenta a cualquier dato, seria recompensado con quinientos dólares quien diera con la captura del (o los) criminales.

Sonrió pero enseguida se dio cuenta de su error, habían otros, más letales, debía contactarlos, aprender y unirse al movimiento Kamikaze, la lectura le había dejado claro dos cosas, la primera era que el tal Maldonado seguramente era un facho izquierdoso necio chavista que quiere prohibir la marihuana, él no sufría de nada, si bien olvida algunas palabras, pero son cosas del estrés, la pandemia no divierte precisamente, lo otro, los maestros  Kamikaze, debía buscar más información.

 

Junio del 2021

 Las explosiones se escuchan cada vez más cerca, Raúl durmió bajo la cama cuando contó quince minutos de balacera, hubo explosiones, gritos, himnos, más balas, estábamos siendo invadidos (pensó con horror), con más susto que otra cosa hace acopio de valor y va reptando hasta la ventana más cercana , se asoma pero los destellos se ven lejanos, todos parecen ser hermanos de la misma banda, si bien pensaba que los invadían en realidad  era una batalla campal entre bandos del barrio, dado su poder de fuego las balaceras eran casi eternas, intercaladas de breves interludios para cambiar las municiones de sus semiautomáticas , al ritmo de Daddy Yanky y Bad Bunny en sus respectivos carros fueron llegando amigos de otros barrios a sumarse a la lucha, los combates fueron más absurdos a cada momento, llegando incluso a ametrallarse frente a frente en medio de una explosión de furia, mataban y se dejaban matar solo para demostrar que nadie era más macho que él, a mediodía ya los combates eran esporádicos pero habían, el ultimo disparo sonó luego de escuchar un bramido que decía ¡recontra cabrones a mí no me gana nadie! Y se disparó en la sien el malandro más peligroso de la comarca.

Poco a poco los vecinos salieron a ver el estropicio, aun habían algunos heridos que viendo la muerte de sus compañeros, estos con un fuerte grito de guerra se apuñalaban para que todos vieran cuan bravos eran, nadie hizo comentario alguno, los que tenían muertos entre los despojos recogieron sus pertenencias así como los cadáveres, esperar a la policía no tenía ningún sentido, el resto quedaría al sol hasta que el ente correspondiente los recogiese horas más tarde, cuando llegaron las furgonetas forenses tampoco hicieron preguntas, recogieron de cualquier manera los cadáveres, las motos y los carros se fueron en grúas, las vecinas hicieron una comparsa para fregar el asfalto enfangado de sangre, el mundo había cambiado. Mientras tanto Miraflores ardía, el gobierno, que  había declarado la guerra a Surinam por algún asunto con el Ron de aquellos lares andaba alebrestado con arrestos de guerra patria, les hundieron un tanquero de PDVSA lleno de cocaína frente a las costas de Puerto Rico y una docena de barcos repletos de Marines viene flotando a invadir el país, se comenta que una avanzada ha tomado Miraflores.

Tres días después de todo el caos de lo que se supone fue una invasión en toda regla, pero ahora sin fumar, Raúl ha sido convocado a una reunión en el trabajo que le pagaba menos, de ahí los llamaron de sus respectivos empleos a todos para una reunión con uns misteriosos y desconocidos funcionarios. Fue un largo viaje lleno de preguntas, esquivando los escombros dejados las mil batallas, aunque sorpresivamente había un transporte oficial esperando a los convocados en una parada céntrica, no dejaba de ser sospechoso el hecho de la convocatoria, quizás lo botarían sin aviso ni protesto como siempre hacia el poder desde tiempos ancestrales, un año fuera de la oficina debería ser más que suficiente para ser despedido por ausentismo laboral, se suponía que trabajaría desde su casa pero él nada podía hacer si el servicio celular no era precisamente efectivo en aquel monte donde vivía, el viaje fue muy corto, apenas veinte minutos entre la parada convenida para el transporte y las oficinas donde debían reunirse en pleno centro de la capital, para más extrañeza en la entrada del fulano salón de reuniones del ministerio de producción artesanal, donde se suponía que Raúl era director de una inoperante oficina de prensa vio por primera vez en su vida una mesa dispuesta para que los asistentes tomasen café y comieran cachitos, tequeños, sanduches y hasta galletas antes del evento que se suponía muy serio, nadie sabía nada pero tanta amabilidad por parte de esos nuevos jefes no dejaba de ser sospechosa, esperaba que fuesen otros barbaros como los anteriores, que llamaban a una reunión para pedir opiniones que no iban a ser tomadas en cuenta o anunciarían una botazon intensiva dadas las nuevas condiciones del país.   Al final dieron autorización para entrar en la sala de juntas, se sentaron y entraron unos hombres que prontamente dispusieron de los medios para poder comenzar su disertación, dijeron estar acá en calidad de asesores médicos, desde la tribuna recetaron a todos pastillas para prevenir el Covid, querían que sobre todo quienes tuviesen problemas depresivos dado el alto índice de suicidios, la Nueva Republica dotaría de vitaminas a sus empleados, haciendo especial énfasis en los que se sientan entristecidos sin razón aparente, un signo evidente de depresión, ante la sorpresa del público , los funcionaros llamaron a las medicinas capsulas de Soma, invitando a quienes se sientan deprimidos a solicitar una fórmula más potente que los ayudará a llevar mejor el día, las próximas dosis serian retiradas por los empleados directamente en la oficina de recursos humanos, quienes tienen la orden de entregar cuantas capsulas necesiten, si su pareja, hijos, amigos o familiares están en situación similar sin recibir recursos, pueden canalizar la solicitud que con gusto le será previsto el producto.

Raúl, sin salir de su asombro va hasta un mostrador instalado del lado derecho del escenario donde una empleada uniformada lo recibe con una sonrisa y mientras está diciendo que sin problemas le hacia el cambio , sacaba de una caja cuatro frascos que contenían no menos de cien pastillas de gel cada uno, todas de un tono verde que recordaba un poco el color del cannabis, la chica recomendó comenzar el tratamiento de inmediato con tres pastillas para empezar que inmediatamente ingirió, el mundo volvió a tonar color, estaba en una nota perfectamente celestial del mejor cannabis que había probado en su corta vida como fumón , no salía de su asombro, los funcionarios se retiraron, una señorita repartió café y galletas de chocolate , música chill out , luces tenues y un monitor con videos de los ochenta al fondo, como se sentía en estado de gracia se sentó en un rincón a degustar las mejores galletas de chocolate de su larga vida , un café exquisito y música suave, el momento perfecto para preguntar a Google que carajos pasa, en Venezuela si te tratan así de bien es que mínimo te van a pedir que patrióticamente dones el riñón a la causa, tanta maravilla tenía que ser falsa.

Resulta que el mal informado era él, luego de la invasión se hizo la erradicación completa de las plantaciones de Cripi en Venezuela, Colombia, Brasil y las Antillas, mientras el mundo estaba adormecido por la pandemia, la real epidemia era la de la maléfica yerba, un engendro genético que popularizó un antiguo Almirante del gobierno anterior, quien fuese fusilado por sus hijos en un acto de piratería durante el asalto de los marines, el asunto es que el tal cripi causaba daño neuronal debido a contaminación por arsénico, su nombre científico es Ziklon-Z, nadie sabe su origen lo  que si fue que su propia existencia ha sido toda una invasión, sus plantas llegan a pesar cuarenta kilos de flores y medir veinte metros en apenas un mes, descomunales cosechas forzaron a bajar el precio de la calle y su omnipresencia forzó a la legalización, lo que rompió el dique, se dice que los usuarios consuetudinarios pueden perder hasta el sesenta por ciento del diez por ciento de uso cerebral al que todos tenemos acceso natural, Raúl casi tiembla de miedo al saber que estuvo en peligro de ser idiotizado, por otra parte el mismo artículo narra como el nuevo gobierno de transición ha decidido donar ingentes cantidades de Soma, un primo hermano benéfico del Ziklon-Z cuyo beneficio es tal que siendo maravilloso está aún por cuantificar, se dice que el uso continuo del producto hace que el usuario obtenga hasta un 90% de acceso a todo su cerebro, serán genios, lo mejor es que no hay dosis letal y es legal en el 99% de los países occidentales.

Seis meses y cincuenta frascos de Soma más tarde, Raúl renuncia por fin a su esclavitud y olvida (por ser de mala educación) su pretendida carrera de terrorista biológico, ahora será escritor, de ser cierto todo esto seguramente está a un tris de hacerse famoso, todo es cuestión de continuar, nunca renunció a su empleo pero solicitó un reposo psiquiátrico que le otorgo tres años libres , terminó cinco libros, tres manuales junto a una novela exitosa, lo último que supimos de él fue que vive en una montaña merideña con mujer y dos vacas, la parte curiosa es que nadie sabe que hacen con los animales, las tratan como perros y ni leche les quitan, según iban a fundar un espacio de rehabilitación holística con terapia psicodélica.

 

Avila, José Briceño 
@jbdiwan

José Ramón Briceño

07/06/2022

 

 

 

 

    

 

 

 

 

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