Salí
a comprar cigarrillos, en el kiosco donde hice la compra (dolorosamente caro me
sale el vicio) me ocupé de ver los titulares de la prensa nacional y regional,
vi con absoluta sorpresa que un medio regional de alta circulación tiene como
titular que apenas le queda papel para diez días de periódico, lo único que
pensé fue “Mal trata el diablo a quien le sirve”, en el caso de este medio y de
todos los regionales es un axioma de certezas pues en los últimos años se han
transformado en el eco del oficialismo, quiero imaginar que como medida de
supervivencia, recordemos que más allá de cualquier consideración, los periódicos
han de ser un negocio, solo para no terminar de tenerles más bronca pues si los
comparamos con algunos otros que sobreviven más por su bravura que por los
ingresos, la reflexión seria de otro tenor.
En
ese mismo orden de ideas ya he visto a mucho lacayo caer, por ejemplo el señor
Leocenis García, preso por una supuesta filiación con el narcotráfico, como son
las cosas en este país es complicado alegar inocencia para ese señor, aunque la
verdad no tengo nada en contra de el, su medio (sexto poder) sufrió en los últimos
meses en que circuló un cambio radical en su línea editorial pues aunque tenía
(aparente) forma de semanario de investigación, jamás volvió a ocuparse en
profundidad de asumir la antigua posición opositora frente al régimen y miren,
hoy día está cerrado y el fulano preso, con todo y su rendición, quien sabe lo
que allí sucedió.
Imagino
que a los que se entregaron a la DEA, les sucedió lo mismo y antes de caer bajo
las balas de sus antiguos compinches prefirieron la calma del norte a la
zozobra de este sur que en cualquier momento se los hubiese comido crudos tal y
como ha sucedido recientemente, si no me creen vean el caso del diputado aquel
de apellido Serra, lo mataron en su bunker, fue como la canción aquella “Pedro
Navaja” , no hubo gritos, no hubo preguntas, nadie lloró, es más hicieron una
apología de su preferencia sexual para ilustrar lo retorcido de su pensamiento,
cuando la verdad la condición sexual de nadie tiene que ver directamente con su
mala entraña.
A
mis colegas que hicieron campañas pro oficialistas desde sus aulas de clases,
que se envanecían con su preferencia política, manejan a Marx como quien se
aprende el manual de uso de la licuadora, fueron cómplices de cuanta vagabundería
se les ocurre a los del gobierno, justificaron cualquier estupidez
gubernamental y hoy día son tan miserables como sus colegas opositores pues su
sueldo es tan pobre como el de todos y las colas son iguales para sus casas a
menos claro que sean enchufados de primera línea, de esos que consiguen de todo
sin moverse de sus casas con tal de seguir de justificadores de oficio, pero
igual les va muy mal económicamente.
Los
que en principio acompañaron a esta basura ideológica con aspiraciones absurdas
y que ahora reniegan, ellos también tienen parte de culpa, aunque se
justifiquen con cualquier idiotez tipo “yo no sabía, creía que era otra cosa” “pensé
que todo era verdad” pero hasta ahora, quince años después, cuando ven que no
hay nada, que escapar del país cada día es más difícil, que sus viejos o ellos
mismos están aterrorizados por la escasez de medicinas, que su sueldo es menos
cada día y que el hampa se ha llevado a mucha de su gente (un solo muerto por
el hampa es demasiado) , ahora si odian el legado de su comandante galáctico y
detestan a sus acólitos.
Yo
que ellos desde ya pondría mis barbas en remojo, cuando menos a mí me queda la
satisfacción de jamás haber sido oficialista, nunca haber votado por ellos y
muy importante, nunca me he guardado mi opinión sobre nada, claro, todo tiene
un precio, yo lo pago con amargura pero con gusto, hay placeres que toca tener
así sea a costa de la economía y por tanto de todo lo demás pues en esta
esquina, tanto tienes, tanto vales.
Si
continúo con la lista va a ser muy extensa la cosa, al final la moraleja parece
ser que no se debe creer en nada que sea muy bonito, las promesas electorales
siempre han sido poco menos que fantasías para crédulos, sin embargo a estos
fulanos ya se les pasó la mano, no hay nada que hagan que les salga bien, sin embargo
jamás es culpa de ellos, siempre hay algún enemigo externo, la verdad señores
es que el enemigo son ustedes mismos, han creído durante años las pendejadas de
los politicuchos estos que más parecen capos de la mafia que gente decente, no
hay quien cierre la puerta pues para ostentar cargos hace falta hacer
concesiones, se le vende el alma al diablo, aunque todos saben que “Mal paga el
diablo a quien le sirve” .
José
Ramón Briceño 2015
@jbdiwancomeback
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