En
el país hay una guerra de encuestas, todos los días se esgrimen cifras, se
gritan “verdades”, el asunto con las encuestas es que muchas parecieran
sustentadas en el aire o cuando menos en la esperanza de los que las contratan,
tras de eso está el nombre de algunas encuestadoras que ciertamente todavía no
me atrevo a calificar, ya que la otra parte de la verdad está en que quienes
divulgan la información parecieran sacarla con pinzas para sus propios
beneficios.
Una
vez vi clases con un profesor que decía que él no creía en promedios y lo
explicaba de la siguiente manera, si usted mete un pie en agua hirviendo y el
otro en agua congelada, ciertamente tendría un promedio soportable de 50 grados centígrados
en el agua, la verdad tendría un pie congelado y el otro cocinado, de promedio,
nada, así es la vida, o está jodido o es feliz, sin embargo la naturaleza
humana que no es nada lógica nunca piensa así.
Todo
esto viene a colación pues he visto una supuesta encuesta de una supuesta
encuestadora seria que asegura que el 60% de los venezolanos está esperanzado y
el resto alegre, pero no especifica la nota, por ninguna parte cual es la
esperanza de quien, ni cual es el grupo encuestado, ni siquiera hacen una
semblanza de otros indicadores, lo que me hace ver la encuesta como un gran
invento de algún periodista a quien se le ha ordenado inventarse alguna buena
noticia para contrarrestar los hechos de ayer, me refiero a las marchas que
fueron en todo el país, más allá de cualquier interpretación igual son una
demostración de que la cosa no va muy bien para el gobierno pues con todo y el éxodo
que le quita mucha presencia a las marchas opositoras igual hubo un mar de
gente molesta por la situación.
Fíjense,
si yo me pongo a encuestar a todos mis conocidos de las redes sociales, solo
los que viven acá y tienen coincidencias ideológicas con mi propuesta, para
ello me propongo hacer tres preguntas cuya respuesta sea cerrada, sin oportunidad
de argumentar, solo si y no, de seguro voy a obtener altísimos porcentajes a lo
que pregunte y podría asegurar que ese resultado equivale como una muestra
veraz de la situación nacional, puedo hasta escudarme en el paradigma de
investigación cualitativa donde la muestra y su variedad no afectan en modo
alguno el resultado y zás, encuentro patrocinante que me pague cientos de
millones por mi “información”, la saco por todos los medios , utilizando para
ello un lenguaje que haga creible cualquier embusta y del día a la mañana me
hago se miles de potenciales creyentes, de paso logro que la televisión
nacional me entreviste, los medios del gobierno lo repetirán y al final seré
celebre pues he logrado engañar al país entero a fuerza de las respuestas de
unos pocos amigos, me vuelvo un “investigador” cuyo único mérito es dar
respuestas cercanas a lo que mi cliente me exija y como nadie se atreve a
preguntar como valido mi investigación, terminan por ser ciertas muchas
mentiras validadas solo porque me da la gana.
El
ejemplo anterior da una cercanía a la seriedad de empresas como Hinterlaces
cuya filiación con el gobierno es más que evidente, cuidado si no montan esa
encuesta en las colas de Mercal con los datos arrojados por quienes llenan las
listas con nombres y cedulas de quienes compran, ellos jamás dirán nada que no
sean loas, no vaya a ser que cuando estén cerca los saquen de la cola y se
quede sin comer su pollo de precio regulado, luego de seis horas al sol.
Así como no puedo creer que todo el país esté deprimido (como yo), tampoco puedo
creer que todos los habitantes estén entre la esperanza y la alegría a pesar de
todo lo que sucede, HINTERLACES o Globovisión deberían tomarse u tiempo y
pensar que la verdad no todos somos estúpidos como para creerlos, igual es
seguro que se conforman con que solo el 10% sea así, eso debe ser el
equivalente a la suma de todos los individuos que se creen lo que los medios
oficiales publican, con eso basta para inventarse cualquier cosa.
Algún día seremos gente, de eso no queda duda, ahora, que sea en mi tiempo ahí está
el detalle, que tengamos un futuro cercano alegre y cómodo, lo veo difícil,
aunque tengo la esperanza que por lo menos mi hija y los hijos de muchos tengan
ese chance, también creo que debemos comenzar a hacer presión a los medios para
que alguna vez dejen de ser tan complacientes, que las encuestadoras, cada vez
que rieguen cifras cuando menos tengan la decencia de dar detalles que las
hagan creíbles, mientras eso no suceda seguiré leyendo encuestas que ignoraré a
los 3 minutos.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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