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martes, mayo 19, 2015

Mintiendo un poco


Mañana es miércoles, a mediodía pienso invitar a mi hija a almorzar, luego le compraré la ropa y algunas otras cosas que tiene tiempo pidiéndome, al volver a mi casa, luego del trabajo me tomaré tres copas de brandy de Jerez para, acto seguido conectarme a internet y comprar los pasajes para salir de viaje este fin de semana, le daré la sorpresa a mi novia, ella se merece un paseo por Copacabana y de paso le propongo matrimonio, es complicado esto de ser soltero, a los cuarentas ya es hora de sentar cabeza y disfrutar los placeres de vivir en pareja.

Mientras estemos de viaje ya hablé con el decorador para que redecore toda la casa según las indicaciones que dio la señora que desde el lunes será mi prometida, espero no olvidar dejar pagadas las flores que adornaran mi casa para cuando volvamos del viaje, quiero que ella se sienta en las nubes, sobre todo cuando le de la sorpresa de que el hotel que ella soñaba para realizar la boda está todo reservado para que nuestras amistades y familia se queden pues espero que la fiesta dure todo el fin de semana, con todo incluido, ya arreglé con mi amiga de la agencia de viajes el itinerario de la luna de miel.

Pasaremos una semana en París, otra en Madrid, de ahí iremos a Nueva York y por ultimo estaremos seis días en Punta Cana disfrutando de todos los lujos que se pueden pagar por allá, al volver tendremos una gran cena para celebrar nuestra nueva vida, aunque pensándolo bien, mejor compramos otra casa, esta nos va a quedar pequeña pues nuestros respectivos hijos (de anteriores relaciones) deben tener su espacio en nuestro hogar, además como vamos a contratar servicio de adentro habrá que hacer unas habitaciones de servicio, más otras para invitados y en el jardín debemos tener un espacio para que los domingos o los sábados vengan amigos a comer, entonces decidido, se suspende la visita del decorador y mejor llamo al agente de bienes raíces para que me ubique la asa que queremos y si no existe pues se manda a construir, no hay nada que con dinero no se resuelva, mañana mismo le encargo a mi asistente que se ocupe de todo eso, que al volver nos ocuparemos de los detalles, en pareja como dios manda.

Menos mal que este empleo de escritor da para todos los caprichos , desde mañana me dedicaré a hacer feliz a todas las personas que quiero, ya es hora de dejar de lado las pequeñas miserias del vivir y dedicarse a VIVIR con mayúsculas que al final lo único que se deja es el recuerdo.
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Amigos disculpen la transgresión de esta esquina, estoy intentando olvidar por un momento que nada de eso que sueño puede ser realidad en estos instantes, aunque parezca algo loco el asunto hoy que querido pensar que todo es un mal sueño para no terminar en el diván de algún psiquiatra pues no veo solución posible.

Se que existe mucha gente pujando por mejorar la situación de todos, también estoy conciente que hay mucha más gente pujando porque no sea así, ya que al parecer la mejoría de todos pasa por la desmejora de unos pocos que casualmente acaparan el poder, de tantas malas maneras que explicarlo ocuparía demasiado espacio, de verdad es mi más sincero deseo que mañana, al despertarnos nos descubramos en un país diferente, sin colas, con sueldos lo suficientemente buenos como para que TODOS podamos estar tranquilos con nuestros empleos.

Que nadie tenga que llorar una muerte a bala, que las muertes sean todas de manera natural, como debe ser, que la comida deje de ser un asunto crítico para que sea eso natural de hace años, que las medicinas no tengan que ser ubicadas por otro medio que no sea la caminata hasta la farmacia más cercana, que las cárceles dejen de ser cuarteles generales de toda la maldad al igual que las instituciones gubernamentales, que las primeras sean espacios para que una vez cumplida la condena se reintegren a la vida los que purguen sus culpas allí y la segunda un espacio para que el país crezca.
Que mañana cuando salgamos a la calle dejemos de desear que una bomba atómica acabe con todo, que los exiliados vuelvan y quienes se quieren ir pierdan las ganas, que el miedo deje de ocupar tanto espacio para que lo ocupe la esperanza, en fin, que toda esta depresión colectiva termine en alegría.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



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