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jueves, mayo 21, 2015

Historias del horror cotidiano (I)


Todos sabemos que hay un gentío yéndose del país, hay muchos (como yo) a quienes la tristeza no les alcanza en estos días, para colmo todo es una porquería, entonces la suma de todas las cosas es un desastre interno (muy personal por cierto)  de dimensiones estrambóticas por decir algo. Hoy hablé con una colega quien está esperando unos meses para irse del país, me contó una de las historias de horror más espantosas que he escuchado de gente conocida alguna, resulta que al marido de esta señora, profesora de Ciencias Sociales de un liceo de Valencia, le robaron su carro hace un par de meses, con golpiza y extorsión incluida , le pedían ciento cincuenta mil bolívares por devolverles el vehículo hurtado, que por cierto costó menos de la mitad hace diez años cuando lo compraron.

La cosa ya estaba fea, se puso peor cuando la misma policía les aconsejo buscar algún recluso de la cárcel de máxima seguridad más cercana y así recuperar el vehículo, coño, LA POLICIA mandando a buscar a un hampón para recuperar lo que ya desde el principio es tuyo, que asco.

En medio de la conmoción por el asunto, la colega se tropezó con un ex alumno quien ahora no anda en muy buenos pasos, este hombre dice tener una deuda de gratitud con la señora y en cuestión de horas encuentra el vehículo y a quienes lo habían robado, sin que la policía hiciera nada al respecto, el final de la historia es que el carro fue “liberado” al sur de la ciudad, donde la policía lo encontró y en teoría lo desvalijó. Lo que sucedió fue que el robo se hizo sin consentimiento ni aprobación del PRAN del penal, por tanto la pareja de ladrones estaba en desventaja por lo cual y debido a la intercesión del mal hechor, la pareja de amigos (mi colega y su marido) recuperaron su carro , pero los que cometieron el robo fueron castigados con una ejecución por parte de su propia gente.

A pesar de lo trágico o sórdido que pueda parecernos esa historia en 100% verídica, mi colega ha vendido hasta las escobas, ya la pareja tiene pasaje comprado y están esperando solamente que llegue el día para irse para nunca jamás volver, lo dejan todo pues un día cualquiera confirmaron que las historias de terror no lo son tanto y que lo que decimos desde la oposición no son exageraciones, años después que se jactaron de tener filiación chavista, ahora saben que la revolución “empoderó” a quienes no eran, por suerte se pueden ir, sin embargo existimos millones que no.

La verdad no creo tener todas las respuestas ni todas las preguntas, lo único que sé, es que de esa  pregunta que nos hacemos todos ya me espanta esbozar la respuesta, sin embargo a pesar de lo dolorosa, no creo que exista otra solución que no implique cosas espantosas , eso de pensar que debemos estar peor para estar mejor, es un axioma que me repito cada mañana antes de salir, que voy pensando mientras camino y desconfió hasta del gato que salta de la pared vecina, del motorizado que viene por la calle, del que se sube en el bus, de quien camina por mi acera y del sonido de los disparos que se oyen en mi barrio por las madrugadas.

Solo por el gusto del exorcismo mental seguiré contando las historias de horror que escuche por ahí, querido lector no crea que estoy haciendo alarde de alarmismos ni de mentiras para que crean que vivo en un el país del espanto, la verdad supera a la ficción y la maldad en Venezuela está desatada, solo espero jamás tener que escribir mi propia historia de horror y que de este trance salgamos ilesos, solamente los que tenemos que salir ilesos para lograr vivir en un sitio de calma y progreso.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

2 comentarios:

Unknown dijo...

A veces, la realidad nos golpea la cara, como cuando estamos en una oficina con aire acondicionado y abrimos la puerta para salir a la calle. Edmundo

José Polanco dijo...

Saludos amigo. Lamentablemente así de mal estamos, aquí en el Zulia de donde soy esas historias es el pan de cada día y por desgracia ya se está tornando costumbre el tema que nada tiene que envidiar a las películas del extranjero. Hasta yo lo padecía una noche que en medio del sueño mi casa fue rociada de balas bajo la mirada de la barriada, mi sorpresa fue que luego me entero que el asunto era con mi vecina y los mismo delincuentes luego lo confirmaron y pidieron disculpas. Sin mencionar que a 500 Mts de mi hogar está un comando policial quién hizo caso omiso al hecho.