Todos
los días uno se pregunta ¿hasta cuándo? Y la respuesta siempre es un bufido
mezclado con un suspiro de desesperación, en mi caso va también con un intento
de reflexión sobre las causas de que los “amigos” del gobierno jamás den en el
clavo, no hay una sola empresa “socialista” exitosa, no existe un solo programa
de gobierno que haya sobrevivido más allá del año, la mayoría de las veces ni
siquiera pasa del anuncio, ¿será muy difícil hacer una gestión exitosa? ¿es
complicado contratar personal idóneo? La gente de digamos, Empresas Polar
¿serán extraterrestres?, otros ejemplos de empresas exitosas en el país ¿los
importaron de dónde?.
Esta
mañana, mientras me tomaba un café (mientras pueda y tenga), en tanto leía las
barrabasadas que a diario se leen en todos los sitios digitales que aún se
pueden leer sin recurrir a artilugios de prestidigitador digital, una idea se
asomó a mi mente, creo haber dado con la razón, como toda teoría es rebatible,
pero igual la compartiré para que alguien me ilumine.
Toda
esta gentuza que ahora detenta el poder tiene su origen en la violencia, eso
quiere decir que ninguno tuvo la suficiente inteligencia para poder lograr los
cambios de manera ordenada, educada y hasta con cierta elegancia, también han
llevado su ideario (el publico) hacia la izquierda roñosa de la más rancia
estirpe, que pretende quitar a quienes trabajaron para entregárselo a los
pobres, estos a su vez, envalentonados por un gobierno que los “apoya” se las
da de inteligentísimo y asume con cierta soberbia los espacios cedidos, imagino
que en sus sueños más locos se imaginaron castigando a sus jefes, creen que ser
jefe y gerenciar es pasearse en carros lujosos, gastar en todas esas cosas que
su escasa inteligencia nunca les iba a dar, ahí se vuelven fanáticos ultrosos.
Entre
todos esos están los vivos que se asumen sobrevivientes y están a la caza de
cualquier botín, esos son los peores pues son capaces de cualquier abyección
con tal de tener privilegios, creo que de esos está lleno el barco
gubernamental, sobre todo en los altos cargos. Mientras todo eso sucede hay
unos altísimos jerarcas haciéndose millonarios, unos funcionarios medios que
amparados en su “invisibilidad” hacen pingues negocios que le son tolerados
gracias a que comparten esas prebendas con toda la “cadena de mando”.
En
fin, el estado ha sido dirigido por una camada de incapaces cuyo único talento
está en ser serviles a los jefes. Creo que allí también radica su peculiar piel
delicada ante los insultos, criticas, sugerencias y denuncias. Los resentidos
asumen cualquier palabra que no los alabe como insultos personales, así sean
ciertas, es algo así como cuando las madres de los monstruos dicen que el tal “tiene
su carácter pero en el fondo es de buenos sentimientos” y el muchacho a los 14
años tiene seis muertos y cuatro hijos de distintas niñas a las que tampoco
hace el menor caso, además piden clemencia y derechos humanos, no jodan.
Como
si todo eso fuese poco, todos se hacen del botín con ahínco, procuran no dejar
nada en pie hasta que sea sustituido por otro igual, que terminará cambiando el
nombre de lo que sea que esté gerenciando para volver a birlarse el presupuesto.
Así se replica el modelo en toda la organización, la excepción la hacen todos
esos miserables de mente y alma que juran que todo es una conspiración del
norte y que Obama quiere expropiar carapita para instalar tres bases subatómicas,
en algunos casos he oído que (los más cultos) hablan de una conspiración
internacional de USA para invadir Latinoamérica pues una erupción de un volcán gigantesco
acabará con gran parte de su territorio y mientras logran tener las naves para
escapar, acabaran con todos los recursos del país, quizás hasta una fábrica de
peinetas y botones de hueso montaran con los restos de la población de Venezuela.
Cuando
el odio y el resentimiento se mezclan con el poder, no hay gestión que valga,
sin educación ni valores no vamos a ningún lado, lástima, en estos 15 años con
todo ese capital la historia pudo haber sido otra, tengo pánico por una
hambruna que desatará las 33 plagas bíblicas (dicen que son 7, pero en Venezuela
cualquier cosa pueda pasar y por lo general pasa). Uno piensa que exagera, sin
embargo al ir al supermercado y ver la nada de los anaqueles, las tiendas sin
casi mercancía, las zapaterías llenas de lo que antes vendían solamente los
buhoneros, la escasez galopante, los cortes de carne de tercera ahora cuestan
lo mismo que costaba un lomito hace apenas seis meses, si contrastamos eso con
las declaraciones desesperadas de los fulanos, los robos oficializados para
surtir los mercados nos podemos dar cuenta que no hay exageración posible, no
son brutos, lo que son es mala gente.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
No hay comentarios.:
Publicar un comentario