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domingo, octubre 26, 2014

Alí babá y su ministerio


Revisando las redes sociales uno se entera de muchas cosas, aunque la verdad igual toca leer bastante y bucear entre líneas para más o menos adivinar como va realmente el asunto, total, en este estado de indefensión ciudadana donde la violencia soterrada o evidente está justificada desde las altas esferas del poder cualquier cosa puede pasar y pasa.

Hace un par de días, con la poca elegancia que los caracteriza despidieron en cadena nacional a el ministro de “Interior y Justicia” quien de verdad y sin ánimo de  ser excesivamente duro parece que cuidaba los interiores de sus jefes sin tener muy en cuenta la parte de la justicia, dejando un reguero de muertos y presos a su paso, con el agravante de hacer pública y notoria la relación entre los fulanos “colectivos” y quienes deberían perseguirlos. Desde hace varios años vienen formándose “colectivos” de todo tipo, desde grupos de fotógrafos, unas cosas espantosas llamadas redes de arte popular y cientos de otras denominaciones, tengo la impresión de que a la sombra de aquellos grupos organizados, los jefesotes que más parecen pranes que gente, que siempre fueron partidarios de organizar unas fulanas milicias populares para “defender” la revolución.

Aunque mirándolo desde un punto de vista lógico (la lógica de ellos claro) tener un cuerpo armado, con gente que poco le importan las formas, que matar es divertido y además están siempre a la orden para cualquier eventualidad, con iniciativa, conocimiento de las calles junto a una movilidad difícil de detener, son unas cuantas cualidades interesantes para cualquier cuerpo armado que se pretenda formar, sobre todo barato pues no genera sueldos ni ningún otro desembolso más allá de las balas, las armas y esas motos baratas que usan todos.

Lo que nadie pareció ver con antelación es que esos fulanos no son nada de fiar, mientras están felices con su poder, colaboran en todo, cuando se ven amenazados  responden con violencia, aun cuando esto presuponga ponerse en contra de sus amos naturales, además arma y moto que es la dupla de la defensa de la revolución también son herramientas de trabajo  con las que cometen sus crímenes al amparo de sus jefes, cosa que los hace intocables hasta la semana antepasada, cuando mataron a un diputado.

No quiero hacer conjeturas que ya son de voz publica, la verdad eso ya ni interesa, sin embargo llama la atención como mataron a varios de los integrantes de algunas de esas asociaciones delictivas que llaman “colectivos”, al poco tiempo botan al fulano ministro, en cadena nacional y de la manera más grosera posible, como para que no quede duda de que la orden ha sido dada, según varios conocidos eso realmente fue un “mensaje a garcia” para con los colectivos capitalinos y así bajar un poco la intensidad de las posibles represalias.

Tengo casi que la certeza de que ya se les fue el monstruo de las manos y ahora (como siempre) buscaran a quien culpar, lo más “gracioso” es que conocen la forma de evitar que sucedan más tragedias pero eso a su vez les restará piso político que los sostenga, sobre todo a nivel internacional pues quienes los sostienen son los fanáticos de los más bajos estratos socioculturales, esos que ya perdieron la esperanza y de tanto pasar hambre y miseria cualquier migaja les sabe a banquete palaciego, además de que su capacidad de olvido es algo realmente pasmoso llegando a creer cualquier patraña como letra santa.

Sabemos hacia dónde vamos, la verdad con golpes a las rejas, marchas, bailes y otras sandeces no vamos a llegar a ningún lado, tampoco es que uno esté dispuesto a batirse contra el plomo, pero si como grupo nos defendemos, que de por si es defender el derecho a la vida que está escrito en la constitución de papel higiénico que siguen desde Miraflores, no vamos a tener ningún avance cuantitativo, sobre todo con gente que se asocia a matones, narcotraficantes, ladrones y gentuza de toda calaña, nunca jamás jugará limpio.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




viernes, octubre 24, 2014

La guerra económica


La verdad soy calvo sin solución, aunque tengo algo de cabello la verdad he decidido hace años no dejarlo crecer y tener la cabeza rapada para evitar el incordio de tener una franja de piel donde debería estar cubierto de cabello, al contrario de muchos congéneres me siento bastante cómodo, de paso ahorro buen dinero al año en cortes que me hago en casa sin tener que recurrir a ningún barbero. También debo admitir que la costumbre se me está haciendo cuesta arriba pues gastar una invaluable afeitadora es un asunto complicado en esta tierra de escasez, donde una buena afeitadora desechable a veces toca buscarla en el mercado negro pues lo usual es que te vendan unas porquerías que no sirven ni para quitarse la barba de un día sin que te irrites la cara de tanto apoyarla ya que se mella con la primera pasada.

Ciertamente mi condición de calvo desprejuiciado me permite no tener que pensar en comprar champú ni ningún producto de cuidado capilar, sin embargo eso no quita que me indigne leer como un funcionario público dice con desparpajo y el caradurismo natural de su condición que “Si tenemos que dejar de lavarnos el pelo, lo haremos” (http://globovision.com/si-tenemos-que-dejarnos-de-lavarnos-el-pelo-lo-haremos/) , hablando a su vez de una fulana guerra económica que ya no se creen ni ellos, cuando sabemos de sobra que el estado es quien supervigila todo lo concerniente a la producción nacional y que entre sus virtudes nunca jamás se ha podido comprobar probidad alguna en sus gestiones.

Si todo fuese normal, y quizás tuviéramos algún bloqueo tipo Cuba, podría pensar en que hubiese algo de cierto, pero cuando todos los medios internacionales reportan que Venezuela es el peor país para hacer negocios, además sabes que no hay divisas pero por si fuese poco se roban descaradamente una millonada en dólares por parte de “empresas fantasmas” que “casualmente” dirigen varios capitostes de la fulana revolución, sabes que la cosa no es nada de guerra económica, es estupidez supina, aumentada desde un poder que está amparado en la impunidad más descarada de nuestra historia republicana, dejando a cualquier otro desfalcador de las arcas nacionales como simples rateros de terminal de pueblo.

Si se pudiera considerar algo gracioso, las declaraciones de los funcionarios lo serian, pero en vista de la seriedad de las consecuencias la verdad que más que reír provoca llorar, una extraña mezcla de rabia, descontento, impotencia y tristeza.

Al final da como pena incomodarse por que tal o cual marca de algún producto de cuidado personal no existan en los anaqueles, pero es una advertencia de lo que tenemos acá. Sí, soy calvo y no uso nada de eso, pero tengo hija, novia, tías, familiares y amigos que no son calvos, no sé ustedes pero a mí me gusta que mi hija luzca su cabellera cada vez que puede y mi novia también, además se supone que uno trabaja para poder tener las cosas que bien prefiera en su casa y verse tan bien como se pueda, no es posible que entre tanta porquería ahora también nos tengamos que aguantar andar mal olientes y desaliñados porque una sarta de inútiles ha destrozado nuestra economía, además tengan la desfachatez de dar declaraciones culpando a terceros.

Si les soy sincero ya casi que ni me importa quien gobierne, al final los políticos en su mayoría buscan lucrarse del producto del trabajo ajeno, como decía el General Gómez “El problema no es que meta la cuchara en el erario nacional, el problema es el tamaño de esa cuchara”, estos “amigos” tienen una pala mecánica y a nosotros nos toca lo que se desprende de ella, como despojos y miserias que no saben de estudios universitarios ni de empleos decentes, más bien se premia la mezquindad, la rapiña, el saqueo del erario nacional y como únicos requisitos son el de la fidelidad perruna y la cara dura para asegurar cualquier estupidez como si un discurso de recepción del premio Nobel se tratase.
Para terminar me gustaría saber si los hijos, esposa, novia, amante, amiga, hermana o lo que sea que tenga el fulano ministro se lava el cabello con jabón azul, de ese que huele a grasa rancia y que uno ya ni usa para bañar a su perro, o es que el cupo cadivi le da para importar el galon de Pantene a tres dólares cincuenta junto a toda la línea de cuidado personal que en otros países es casi que regalado, seguramente las mujeres de su entorno usan “Kerastasse” como lo hacían mis tías en la época en que eran “ricas y famosas”, mejor lo dejo hasta acá pues la sarta de insultos que se cuela entre mis neuronas dejarían muy mal a mi formación como profesor de Lengua y Literatura, pero ustedes queridos lectores pueden imaginar con absoluta libertad y acomodar los insultos que mejor les convengan a la sarta de disminuidos mentales que “trabajan” para el estado de este país donde la patria ya huele a excretas y es sinónimo de miseria.
Saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

jueves, octubre 23, 2014

El diablo anda suelto


Pensando como siempre en esta extraña situación pre-apocalíptica en la que vivimos los venezolanos, uno se pregunta muchísimas cosas, de hecho hasta he llegado al extremo de pensar que estoy equivocado de medio a medio en mis apreciaciones, pues la verdad últimamente han dejado de agradarme muchos de los actores opositores pues sus acciones, bien sea por omisión o por estupidez dejan mucho que desear.

Desde mis tiempos de universidad he tenido que cargar con el “estigma” de parecer un tipo de izquierda, sin embargo los de izquierda me rechazan pues me es muy complicado tragarme sus boberas revolucionarias que suenan tanto a panfleto estupidizador y me dan tan mala espina que se me dificulta ser un fulano de esos “fieles” al ideal, además la ignorancia selectiva que presentan los amigos en cuanto al fracaso de esa ideología ya los ponen fuera de mi alcance, la derecha ultrosa no me es más simpática, eso de tradición, moral y buenas costumbres  me suenan casi que a cantaleta militarosa que, como decía mi abuelo, no te lava el cerebro te lo llena de excretas (para ponerlo en palabras bonitas), ellos solo difieren de la izquierda pues “respetan” la propiedad privada pero todo lo demás les huele a herejía y como tales pretenden quemar a todos en una gran pira.

La historia está llena de ejemplos, es más, alguno de los grandes escritores de Latinoamérica dijo alguna vez que la izquierda y la derecha se dan las manos en la espalda, en otras palabras más criollas, son versiones del mismo fulano pero con distinto disfraz, en ambos casos una elite se apodera de todo y no permite que nadie se salte sus esquemas, por ejemplo, realmente a nadie se le impide salir del país (aun) pero te ponen los pasajes tan caros y tan escasos que se hace complicado el intento, sobre todo para el ciudadano promedio que apenas gana lo suficiente para comer (como más del 95% del país), no hay censura oficial pero si no publicas loas al régimen lo más factible es que ni papel para imprimir en formato A4 puedan tener los pocos medios no oficialistas que quedan, amén de que los anunciantes cada día escaseen más pues lo mismo aplica para las divisas o la importación de repuestos para maquinarias o simplemente para reponer el stock de sus empresas, si es por las redes pues ya es público y notorio que existen unos cuantos tuiteros presos por escribir 140 caracteres por vez sobre las idioteces gubernamentales, la lista es larga, así que lo voy a dejar allí.

La derecha no hace menos, sin embargo he de reconocerle al bárbaro malvado del tal Pinochet, quien debe estar ardiendo en la paila número 13 del primer círculo del infierno junto a la pléyade de mandatarios cuyos gobiernos estuvieron bañados en sangre (quizás hasta comparta cuarto y castigo con el galáctico, uno nunca sabe) pero en este caso dejó a Chile con una economía que de verdad envidio, una nación siempre en crecimiento y si me pongo a comparar 40 mil muertos en 20 años es mucho menos que los 150 mil de estos últimos catorce donde se supone que ya deberíamos ser una potencia que bebe agua del Guaire y se baña los fines de semana en el lago de Valencia.

En cambio por acá la cosa se ha tragado la vida de cientos de miles de mis compatriotas y todos los días se suman varias decenas sin hablar de los otros muertos por la desidia de las autoridades sanitarias. En serio, si la gentuza esa que gobierna mi país no fuese tan bruta y mal intencionada yo hasta podría creer en ellos, pero quienes expropian el 80% de las tierras cultivables para dejarlas perder sin siquiera sembrar caraotas, los rebaños se han perdido en su mayoría poniendo la carne vacuna fuera del alcance de todos, además de la desaparición de muchos productos de primera necesidad, sin contar claro con esta feroz devaluación y el asesinato con premeditación alevosa de todo el aparato productivo, además de verdadero magnicidio que está incluido en esa lenta agonía de la única industria nacional que nos representaba “PDVSA” si no me creen miren que en casi cien años jamás habíamos comprado petróleo a ningún país extranjero, hasta la semana pasada.

Ahora enfrentan sus propias filas, veo todo extremadamente mal, ya no es que en estos momentos de mi quincena lo que queda es el recuerdo, es que de paso no hay salidas posibles, ya se nota el descontento en todos lados, el hampa que alguna vez se hizo aliado del estado ya se está distanciando pues en estos días han matado a varios, hasta un diputado ha muerto de una forma bastante macabra y la explicación oficial es un buen guion para una película malosa de esas de espías de los años 80 pero que en estos días, con esta situación no es muy creíble que digamos, tanto así que los funcionarios del estado han entrado en pánico y ofrecen “pruebas” de lo efectiva de su gestión, desde “Museos” con armas incautadas en los penales, invocaciones a la paz, el amor y la buena voluntad por si se asoma el virus ebola por estos lares, maldiciones en do mayor para la tal derecha inexistente y cualquier otro chivo que les de la “sensación” de poder ser expiatorio, amanecerá y veremos, por lo pronto, igual no me comeré las tres latas de lo que sea que tengo en mi despensa, la próxima quincena compro tres más y así sucesivamente pues el diablo anda bailando en todas las esquinas.
José Ramón Briceño Diwan

@jbdiwancomeback



martes, octubre 21, 2014

Ebola

Hace días se viene comentando, no sin cierta dosis de pánico el asunto del virus “Ebola”, la verdad yo también estoy al borde de un ataque de nervios con todo eso, ¿la razón?, simple, si comparamos nuestra estructura sanitaria de una vez sabremos que la cosa será mala, si a eso le sumamos que muchos de nuestros ciudadanos viven en condiciones poco menos que infrahumanas, sin higiene, ni estructura sanitaria adecuada y como si fuese poco subalimentados a fuerza de harinas que son las que más rinden pues los pronósticos serian apocalípticos.

En Venezuela hay una epidemia de un virus menos malvado que han dado en llamar Chicungunya o algo similar, en mi casa todos lo hemos sufrido y mucha gente queda con secuelas (incluida mi persona) sin que nadie tenga ni por asomo una cura realmente efectiva ni el estado presente alguna alternativa razonable, ciertamente el virus por si solo no es mortal pero si le sumamos alguna dolencia, lo más factible es que esta dolencia haga eclosión llegando a matar al paciente, varias personas cercanas a mi entono tienen familiares que han muerto a consecuencia del fulano virus.
Si con este virus que no es tan malvado como el fulano ebola de vaina no nos hemos muerto muchos, ¿Cómo sería de espantosa una epidemia de algo ciertamente una centena de veces cuando menos peor que el chicuncucosa?, no lo sabemos con certeza pero tengo la impresión que no hay nadie en su sano juicio que no sienta un escalofrío cuando piensa en esa posibilidad mortal. Lo peor de todo es que la ministra de sanidad solo da respuestas tipo Conni Mendez “Enfrentaremos el ebola con amor” “ y cosas por el estilo, pero ni de vaina se ve nada realmente firme para ese mal.

Volviendo al tema del chicuncucosa , es que se ha tomado muy a la ligera en toda latinoamerica, por eso mis reservas ante el panorama del fulano ebola, por ejemplo, una vecina viajó al Argentina en fechas recientes con el mal en pleno y allá lo pasó también su madre quien la acompañaba en el viaje, con ese ejemplo uno piensa acá, de necio y todo, ¿Qué pasaría si algún “Revolucionario” de esos que viajan a cada rato, se contagia del virus por allá en el extranjero y se viene a pasar tres días en Choroní, la verdad es que Stephen King se queda pendejo con las posibilidades dramáticas de solo pensar tal caso, de seguro el Ebola matará a quince millones de compatriotas antes que baje su intensidad, imagino que dejará de matar solo por puro aburrido de matar así, por gusto, sin nadie que le ponga reparo.

Fíjense queridos lectores, si en Estados Unidos, que al parecer todos los centros hospitalarios parecen los de la tele, que tienen medidas extraordinarias siempre en contra de cualquier cosa similar, que no tienen escasez de nada, se les muere un paciente contagiado, como será acá en nuestro país que no se encuentra ni acetaminofén para una fiebre común y silvestre, tampoco se encuentran cientos de medicinas para cosas peores que cualquier virus como el CANCER para nombrar una dolencia, que los hospitales en muchos casos no tienen ni siquiera agua corriente, no sé, pero la “gripe española” se quedará corta en su malignidad si la comparamos con estas cosas.

 A pesar de que los venezolanos, de tanto convivir en esta zozobra eterna, nos creemos inmortales  entre las balas, los estafadores, la escasez, los malísimos servicios públicos, el hampa que ahora se parece tanto a lo que dan en llamar ley, los funcionarios que persisten en asegurar sus mentiras a pesar de que su falsedad es más que pública y notoria, en mi caso me siento un símil del soldado esperando la orden de su sargento para entrar en la línea de batalla, deseando no ser muerto pero sin posibilidad alguna de escape cierto.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


lunes, octubre 20, 2014

Caras vemos, ciudadanos no sabemos


En este país uno está acostumbrado a desconfiar hasta de las sombras, no sé si es asunto de la crisis, desesperación o alienación colectiva, es que todos parecen querer sacar ganancia por todo y de no ser así, en el peor de los casos atracarte o alguna cosa similar, el asunto es que nada es gratuito ni de “amigos”. Eso es palpable en todas partes, desde los sitios de trabajo, las escuelas, las calles, los autobuses y hasta en el abasto del portugués que si te distraes te cobra de más.

Hace un par de semanas andaba con mi novia y el carro comenzó a fallar, nos quedamos accidentados, mientras recibíamos cornetazos y de seguro algunas mentadas de madre por estar deteniendo el tráfico en una avenida, era un viernes a la seis de la tarde, yo empujaba y mi novia maniobraba el carro, se acercó un motorizado, cosa que me puso en guardia, al final el hombre me ayudó a empujar el vehículo de puro amable que es, pero la costumbre dicta que toca tenerles miedo, uno jamás sabe cuándo el diablo anda suelto.

La verdad no sé nada de mecánica, es más, no tengo licencia tan siquiera pues no me agrada el estrés de cargar con la responsabilidad de no poder entretenerme en lo que me provoque, pero así uno no quiera con el paso de los años algo se aprende, a primera vista descubrimos el fallo, llamamos a alguien que nos pudiese auxiliar y guardamos el carro. Al día siguiente salimos al peregrinaje por la pieza que se dañó. Lo primero que me llamó la atención fue que en tres cuadras y siete  ventas de repuestos automotrices tenían diversas versiones del mismo repuesto pero misteriosamente había una diferencia notable en precios entre el primer local y el ultimo, algo así como un 50% en promedio entre uno y otro local, más un recargo del 10% por usar la tarjeta de crédito para pagar, lo más impresionante de todo es que la fulana pieza “viene sin tornillos”, los vendedores de repuestos o sus empleados los retiran de los empaques para luego venderlos en 300 bolívares que representa casi el 20% del total del valor de la pieza mecánica, todo un atraco.

Llamamos a un mecánico que va a domicilio, el hombre cobró su tarifa normal para moverse a hacer reparaciones, en este caso solo tenía que quitar un par de cables y reconectar el fulano repuesto, ajá, no hay tornillos, es sábado, son las cuatro de la tarde (todo está cerrado) así que toca esperar al lunes, cuando el mecánico me da la pieza dañada, descubro que está marcada por un lado con una palabra muy fea (shit, en inglés creo que saben lo que significa), le pregunto a mi novia si esa pieza no la había comprado hace unos tres meses cuando mandó a reparar el motor de su carro, ella me contesta que si, por lo que deducimos que el mecánico le puso la pieza nueva a otro carro y a este le colocó una reconstruida por lo que con los días explotó, pero no es solo eso, casi estoy seguro que la conectó con un par de alambres pues de los tornillo originales no quedó ni el rastro.

En resumen, lo único bueno  de toda la aventura fue descubrir que no todos los motorizados son unas bestias desagradables, también hay gente amable entre ellos, lo peor fue descubrir que la gente supuestamente honesta (vendedores y mecánicos) que viven de prestar un servicio, son unos viles ladrones, no puede ser que un mecánico sea tan descarado de robar el dinero de sus clientes colocándole piezas dañadas a pesar de cobrarlas como nuevas y los vendedores ávidos de ganar más “comisiones” se roben cosas como los fulanos tornillos, tan “insignificantes” en apariencia y tan necesarios en la realidad. Quizás a algunos les parezca una insignificancia, sin embargo si en mínima escala todos quieren robarte una igualmente mínima porción, a gran escala explica mucho de lo que nos sucede como nación.

No sé, a veces pienso que es que uno es en exceso exigente, luego recuerdo que yo me niego a robar a nadie de ninguna manera, hasta si me dan un vuelto de más lo devuelvo, así como he devuelto sin pedir recompensa una cantidad considerable de celulares sin importar cuan lujosos son.
La cosa es que estamos llenos de gente pero no de ciudadanos, mientras no seamos un país de ciudadanos, el carnecito, la palanca, la corrupción, la comisión y el pillaje seguirán siendo los anhelos de muchos, mientras la minoría en la que me encuentro sufrimos los embates de vivir en este país y de seguro terminaremos adictos a alguna “pastilla mágica” que nos baje el estrés de todas maneras acá si no te jode el chingo lo hace el sin nariz.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

domingo, octubre 19, 2014

El discurso oficialista


En estos últimos años me he enfrascado en ejercitarme mentalmente para poder pensar que en algún momento pudiere sumar a mi currículo la faceta de “escritor”, casi todos los días produzco algún texto, es más, hasta una novela corta tengo escrita, pareciera que la cosa no se me da tan mal, tengo que confesar que eso me tiene tan entusiasmado que hasta la fotografía la tengo relegada, para escribir solo necesito mi PC y en el peor de los casos, lápiz y papel. Es bastante divertido plantearse la posibilidad de escribir lo que a uno le venga en gana, hasta el hecho de escribir de manera tan “seria” mis embustes que muchos hasta se lo creen, en el caso de la ficción, cosa que en ocasiones me asusta pues obliga a uno a constatar la candidez de tanta gente que se traga las mentiras en bites que uno sin pararle mucho a lo ficticio que pueda parecer.

Aunque también debo admitir que eso de la envidia no se me da muy bien, me quito el sombrero con el equipo de producción de los embustes presidenciales, no es asunto de andar fabricando teorías conspirativas tipo “Roswel”, es que los tipos se fuman unos argumentos halados de los pelos, que los funcionarios (para no dejar “solo” al presidente en su cosa)leen y comentan muy circunspectos ellos, quizás lo más increíble es que el bajo pueblo, bien sea por ignorancia, por crédulos o simplemente para no aceptar que están más pelados que rodilla de chivo repiten hasta creerse cualquier cuento de camino.

Si no me creen lean las últimas declaraciones de los funcionaros sobre el caso Serra, que fue Uribe junto a la derecha internacional y el para militarismo. Déjenme comentarles que la avalancha de puñaladas que le dieron al hombre se parecen más al castigo de una mujer muy dolida que al ataque de unos fulanos entrenados para matar, si así fue la cosa en realidad mal veo a los tipejos esos (no es que me agraden pero yo siempre creo que quienes tienen ese oficio tan feo de ser matarifes cuando menos deberían ser serios). Hace unos días escuché decir a dos personas de aspecto humilde que la epidemia de Chicungunya era un ataque químico que la Polar inoculaba virus en los paquetes de harina de maíz precocida para contaminar a toda la nación y así dañar el gobierno de Maduro, por supuesto en esa conversa no faltó la expresión “que bolas” y el otro le contestó “sí, es cierto, eso me lo dijo el camarada fulano quien es un tipo bastante [estudiado]” (que fue a la universidad)”, antes de decirles cuatro cosas francamente insultantes a esos dos individuos, me puse los audífonos y me fui caminando calle abajo escuchando los acordes de “Cerca de la revolución” del maestro Charly Garcia.

Las fabulas oficiales se pueden contar por cientos, desde aquella de “Vamos a ser potencia petrolera” en tiempos donde la comunidad internacional anda desesperada por generar energías alternativas de manera pública y notoria, cuando los esfuerzos de la petrolera nacional deberían estar encaminados a productos terminados que siempre generan más ganancias que el simple crudo, es más han vuelto nada la industria, tanto así que ahora compran petróleo ligero a terceros para no sé qué cosa, pero los justificadores ya se encontraron algún cuento y todos contentos.

Ahora confieso que debe ser  divertidísimo trabajar en esos equipos que arman los guiones, me los imagino como señores muy serios de traje y corbata, que en privado deben vivir una eterna fiesta de alcohol, pastillas, hongos alucinógenos y mucha película para poder fabular, estos a su vez tienen otros señores más serios aun a quienes les pasan mecanografiadas en máquinas de escribir (para evitar el espionaje telefónico) cualquier chorrada que se les ocurra para justificar cualquiera de sus (malos) inventos.

 A veces tengo la sensación que vivimos todos en un gran set de televisión donde se produce un “Reality Show” cuyos guiones son tan locos solo por causar un buen rating, mientras todos nos angustiamos por la situación, los televidentes de alguna otra dimensión se divierten un montón, ojalá algún día pueda tener un éxito de ventas en mis inventos escriturales que me permitan viajar y quien quita si pertenecer al equipo de fabuladores oficiales, por lo menos ganaría más que como profesor además que cuando el trabajo te divierte deja de ser trabajo para transformarse en una excelente manera de ganarte la vida sin esfuerzo.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


viernes, octubre 17, 2014

Todo malo es cobarde


El poder siempre me ha parecido un asunto incomodo, sobre todo el poder político, eso trae una gran responsabilidad, además de los consabidos enemigos gratuitos, imaginarios y merecidos de los que los poderosos, todo un sobresalto el asunto. Puedo acostumbrarme a que uno que otro alumno me odie, es algo natural eso de que uno no sea monedita de oro para ser querido por todos, sin embargo que un alumno te deteste es un asunto con el que todos los docentes hemos lidiado alguna vez, además lo normal es que el odio se disuelva con el tiempo y la madurez (mis profesores de educación física de los primeros años de liceo no se salvaran de mi mala vibra por mala gentes por cierto), en el poder político la verdad no creo que se pasen con los años, tengo la creencia que al contrario, se agrandan con el tiempo.

Lo peor del poder es que es cobarde (como todos los malos según mi abuelita que en paz descanse), tienen gestiones atroces pero apelan a la censura para mitigar la opinión pública, como si de verdad les importase lo que la gente piense, claro, también apelan a la persecución en los sitios de trabajo para impedir que hubiesen ideas diferentes, lo más sorprendente es que muchos son poco menos que rateros como jefes y administradores de empresas gubernamentales y se dedican a pontificar sobre la honestidad, los valores patrios, la fortaleza revolucionaria, el valor del trabajo junto a un montón de temas importantes y que de verdad deben ser impulsados, pero cuando quien te pontifica en público, en su vida privada se le nota por encima un enriquecimiento súbito, el asunto se enrarece un poco.
Últimamente he visto con cierto estupor como van poniendo presa a gente que publica cosas escandalosas por sus cuentas de tuiter, lo más terrorífico es que no son gente realmente importante, es decir, no manejan instituciones, ni tienen millones de militantes, es más, les tiran piedras igual al gobierno que a la oposición y a final de cuentas la verdad no tienen el gran peso en la opinión pública como para justificar su detención.

En vez de una posición de fuerza lo que están proyectando es todo lo contrario, es miedo del bueno, si fuesen émulos de Gandhi o de Mandela, son simplemente ciudadanos que hartos de los que sucede encuentran una vía de escape para liberar tensión, es más, si resulta que Mario Silva podía mentarle la madre a cualquiera o decir en voz alta unas imprecaciones que ponían en tela de juicio la honorabilidad de las progenitoras de mucho opositor y un tribunal dio su bendición por no considerar eso ofensivo, creo que es justo que uno de vez en cuando les grite cuatro insultos por esta vía sin que por ello tengamos que afrontar cárcel, no sé, seguramente el tal Mario Silva es un venezolano de una categoría diferente a la de todos los otros, a lo mejor le dieron el Nobel de la Paz, el Pulitzer o algún otro galardón importante, la oposición siempre envidiosa lo ocultó del conocimiento general y así las personas pensantes le tuviéramos el asco que realmente nos produce recordar a ese fulano.

A lo mejor esos tuiteros con sus mensajes activan un conjunto de drones especializados en atracar, amedrentar y hasta disparar sus pistolas como si lo hacen de manera recurrente los “muchachos” de los colectivos socialistas, seguramente también activan algunos procesos digitales que hacen que escaseen la leche en polvo, el jabón de lavar ropa, el de tocador, el desodorante, las máquinas de afeitar, el azúcar, el café, los libros, las medicinas, los repuestos para los vehículos, seguramente el mismo código activa el aumento desmesurado de los artefactos de computación y toda la línea blanca, además claro de la devaluación del Bolívar.

Seguramente este domingo saldrá una historia bastante truculenta por los medios, un esbirro publicará algún “sesudo” estudio sobre el impacto negativo y la gravedad del crimen de los tuiteros en contra de la defensa de los valores de la nación. Desde mi esquina muchos le sacaremos la lengua y sabremos que opinar no puede ser criminalizado pues cuando lo hacen demuestran lo contrario, una cobardía excesiva como todos los regímenes represivos, cosa que refuerza mi tesis de la maldad de su proceder, pues quien siente vergüenza por sus acciones, denotan ser seres cuya naturaleza es el mal que vive en lo oscuro, entre las sombras.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


jueves, octubre 16, 2014

Viviendo bajo el agua


Desde hace tiempo andaba buscando un símil que describiese la situación en este país, resulta que lo encontré, estamos viviendo debajo del agua, solo que según el estrato socio cultural al que perteneces te ubicará cerca o lejos de la superficie, sin embargo nadie saca realmente la cabeza, todos miramos desde abajo y solo adivinamos lo que está fuera del agua.

Unos se ahogan, otros disfrutan estar en la profundidad donde nadan sin mayor problema, es más, tal como en el mar las criaturas de las profundidades no usan sus ojos, solamente están preocupados por qué comer y si algo se les pone a tiro, cuando no hay salen de cacería y resuelven, no les preocupa en lo más mínimo el futuro ni el asunto este de que las instituciones no sirven para nada más que enriquecer a sus directivos mientras los otros siguen ciegos, sordos y mudos pero con su franelita y su afichito en la sala que (piensan) los librará de todo mal. Curiosamente ellos, los del fondo, han perfeccionado su sistema de buscar alimentos y otras cosas, ya están programados para hacer su cola desde la madrugada en algunos casos, aunque sea para saber si hay razones para tener que hacer cola, desde el gas doméstico, la leche completa en polvo, jabón de tocador, jabón en polvo, champú, desodorante y algunas otras cosas que de ser cotidianas pasaron a ser extraordinarias y mercancía preferida del mercado negro, esas personas son como las Rayas de los ríos, se entierran en la arena hasta que les pasa cerca su presa, ahí se agitan hasta conseguir lo que buscan para volver inmediatamente a enterrarse en el lecho del rio.

Unos pocos imitan a los bagres, solo comen desperdicios, claro hay entre ellos quienes no tienen de otra que mal vivir por cualquier razón, pero muchos hay que prefieren eso a saber que hay otras maneras, les encanta vivir entre excrementos por un asunto de estilo de vida nada más, la vulgaridad extrema les causa un placer solo superado por ese de sentirse poderosos cuando hacen daño a otro ser humano.

Las únicas formas de poder tener la ilusión de que sacas la cabeza hacia la superficie la otorgan las redes y la televisión por cable, sin embargo solamente son las redes quienes te dan noticias más o menos veraces sobre lo que está sucediendo en el país pues los medios entre la censura (unos pocos) y el orto relajado y feliz de sus dueños que se les ofrecen a los jerarcas del régimen, ahora parecen revistas de variedades de un mundo paralelo que no reconozco, ese que se desmiente desde los anaqueles de los supermercado o lo fatuo de los sueldos que se evaporan a minutos de ser cobrados. Tanto así que hasta los vuelos al extranjero han caído en picada, esa es la verdadera forma de mirar sobre la superficie de este nauseabundo mar en que se ha transformado mi país, quienes salen de nuestras fronteras a cualquier otro país (de Latinoamérica para no ponernos exquisitos) donde viven como nosotros a principios de los noventas, sin escasez ni control de cambio, se dan cuenta enseguida de que han logrado escapar de un abismo, quienes nos fuimos y volvimos, lo hicimos por alguna valedera razón pero esos están a centímetros de la superficie, mirando como el cielo está biselado por la tensión superficial del agua, pero al voltear miramos el extraño tono marrón con que está teñida el agua que nos envuelve a todos, solo que en la superficie es menos espesa la tonalidad.

En conclusión, vivimos en un gran charco y las posibilidades de salir de él se hacen más lejanas con cada día que pasa, aunque muchos mantenemos la esperanza, igual esta se hace menor con el tiempo, quizás la solución sea transformarse en bagre solo para reunir suficiente excremento hasta lograr la escalera que te saque del charco, sin embargo quien esto escribe se niega por un asunto de convicciones, ya veremos que sucede, por lo pronto creo que deberíamos ser estudiados por las asociaciones científicas del mundo, es una oportunidad de oro para que otros descubran el proceso por el que las naciones mueren, en nuestro caso de mengua gracias a la inutilidad oficial y al virus de la insuficiencia mental que ha hecho estragos en nuestra sociedad.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

@plurifotos

martes, octubre 14, 2014

Apocalipsis, ahora



El mundo está loco, fíjense, Corea del Sur y Cuba forman parte del comité de derechos humanos de la ONU, USA ahora es un aliado estratégico de Irán por aquello de la guerra contra el Isis, por primera vez desde el final de la segunda guerra mundial hay conflicto en los países petroleros del medio oriente y aun así el petróleo va a la baja, los Chinos no han podido repetir la carnicería de Tianamen con estos estudiante de Hong Kong, el Ebola está en los Estados Unidos y ya reclamó la primera víctima, por cierto, los Norteamericanos que se ha erigido en luchadores acérrimos en contra de las drogas ahora legalizan algunas en varios estados, Venezuela de país rico y megaproductor de petróleo se ha vuelto en un país más pobre que Haití y así la lista sigue solo para ponerse más rara la cosa.

Llevo varios días dándole vueltas a un pensamiento recurrente. Resulta que a mí me crio mi abuela paterna, una señora muy venezolana es decir, plena de contradicciones, en una época esa católica practicante visitaba los cultos evangélicos, leía sobre metafísica (antes de enterarse que Conni Mendez se había suicidado) creía en fantasmas, iba a misa de vez en cuando y además alguna vez visitó algunos videntes y leedores de tabaco, solo para que al final de su vida decidiera que Dios hablaría con ella desde cualquier pate y jamás volvió a misa ni por obligación, en fin tuve una formación religiosa bastante amplia.

Me ha dado por pensar que estamos viviendo en el infierno y no nos hemos dado cuenta, resulta que jamás la humanidad ha tenido tantos humanos al mismo tiempo viviendo y muriendo acá, si nos ponemos religiosos resulta que pone a pensar de donde ha salido tanta alma para ocupar los ocho mil millones de humanos que viven en la tierra, quizás son las almas de todos los muertos de los últimos veinte mil años que los han mandado de vuelta para su última evaluación antes de decidir si ascienden de plano o se quedan clavados en el otro infierno de por vida.

Es la única explicación lógica para que el mundo esté tan loco, la maldad ahora es un asunto cotidiano, tanto así que uno tiene miedo hasta del ser amable que te presta ayuda pues no sabes con que cosa te va a salir después, las noticias narran crímenes atroces, si no  me creen revisen las redes para que vean las caras de felicidad de algunos cuando posan con las cabezas que acaban de cortar, busquen información de cómo la están pasando en el África negra donde entre las enfermedades y los dirigentes enfermos la cosa es espantosa, mientras esto escribo seguramente en el mundo están muriendo miles de personas por las causas más absurdas, en mi país seguramente están asaltando a varias personas que se dirigen hacia sus empleos, decenas de familias están llorando algún familiar recién muerto a bala, puñal o de enfermedad (que en otras partes sería controlable pero que acá no hay con que curarlos), seguro unos imbéciles están contaminando el mar o el rio con desechos tóxicos y un funcionario está dichoso pues ya le depositaron su parte en la cuenta panameña, algún cura parroquial está esperando el desayuno que le hará su novio menor de edad, el pastor evangélico está planificando su mes de vacaciones en algún burdel del caribe con los diezmos de su congregación que por cierto cree esa historia de que se va al desierto del Sinaí a meditar sobre el mundo y sus avatares, unos padres están planificando la ablación de sus hijas, en China e India seguramente están muriendo ahogadas cientos de niñas solo por tener el descaro de no haber nacido niños, así un largo etcétera de cosas malvadas que pasan sin que al parecer a nadie se le ocurra intervenir y ni tan siquiera a Dios le dé por manifestarse (si es que existe claro).

En vista de lo anteriormente expresado creo pertinente esa explicación, la verdad creo que estamos muertos y nadie nos lo ha dicho, estamos en esta extraña tierra haciendo una suerte de examen antes de volver a “morir” para que los jueces a lo “American Idol” decidan qué hacer con nuestras almas, de paso le han dado licencia a algunos demonios para divertirse a nuestra costa, por eso en algunos casos las locuras se salen de madres, lo peor es que después de ver tanta película sobre el fin del mundo nadie más se ha dado cuenta que se está acabando de a poquito. Vivimos en el apocalipsis.
José Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback





lunes, octubre 13, 2014

Estamos solos


El deseo de muchos es irse del país, mucha gente entre conocidos y amigos se han ido o están por hacerlo, las razones son harto conocidas, todos huyen de la inseguridad, la pobreza, la guerra y hasta por motivos de salud, no están enfermos físicamente pero su psique está a punto de colapsar gracias al estado de alerta total en el que todos tenemos que vivir todo el tiempo acá. Ayer salí a buscar el regalo de cumpleaños de mi hija, cosa que no encontré, bien or que salía exageradamente de mi presupuesto o simplemente no había nada que pudiera interesarle a una niña de diez años (hasta de chiquitas son complicadas las mujeres), en el camino me encontré a una pareja de amigos que no sin tristeza me dijeron que en un par de meses se mudan de país.

Lo realmente impresionante es que se van sin ánimo de irse, lo hacen por su hijo y el futuro de éste, el esposo de mi amiga me cuenta que hasta el año pasado él se quería ir y ella se negaba pues alegaba que no le daba la gana de dejarle todo a los facinerosos del gobierno y que tocaba hacer resistencia, su idea cambió en la última ola de protestas cuando, desde su balcón fue testigo del vandalismo institucionalizado, donde la policía amenazaba a los residentes de los edificios con allanarlos y mandar a los colectivos que violaran a las mujeres que les gritaban desde los balcones, también me cuenta que vio como gente uniformada de policía estatal asaltaba a los transeúntes deteniéndolos y robándolos en el proceso sin que a nadie se le levantara un pelo, me cuenta que estos últimos meses han vendido hasta la cafetera eléctrica y si se van en unos meses no fue porque así lo planificaron si no por la falta de pasajes aéreos.

Cuando llegué a mi casa la verdad no pude trabajar mucho, apenas unas cuantas páginas de mi proyecto de tesis, es que pensar en estos amigos es cosa dura pues me enteré que otros se han ido también, pero en silencio, solo se lo dijeron a sus familiares más cercanos y si me enteré fue gracias a las redes sociales. La tristeza es mucha, ver como gente trabajadora y brillante se va para no volver jamás es una cosa bastante triste para todos, quizás lo peor es saber las razones por las cuales se van y que uno no pueda hacer nada para evitarlo, amén de evitar que esto sea un muladar como ya parece.
Ese relato de la policía asaltando transeúntes es terrible, eso quiere decir que en caso de una hecatombe de balas nadie podrá defendernos, estamos a la buena de dios o del diablo aun no me decido, el cuento es que nadie se puede salvar. Esta mañana veo que están publicando un video de uno de los miembros de algún “colectivo”, el fulano de barba, boina, franelita, tabaco en la boca y medallita del Che Gevara habla de las razones por las cuales ahora no están con el gobierno y las razones de por qué antes si, la verdad me da escalofrío el asunto.

Si ellos se matan la verdad no me importa mucho la cosa, lo que si importa es que si se matan entre sí , nosotros estaremos en ese fuego cruzado sin que a nadie le interese salvar vidas de civiles, los que tenemos hijos, sobrinos, nietos , hermanos y cualquier niño querido nos toca temblar nada más, si la policía y los cuerpos de seguridad del estado forman parte de esas bandas armadas no creo que les dé por salvarnos a los civiles, por cierto sin importar el lado del espectro político por el cual sientas atracción igual estarás jodido.

Nadie nos podrá salvar, los gringos están ocupados con el medio oriente y los muy locos “señores” del Isis, los Iraníes ahora son aliados de los norteamericanos pues les pidieron ayuda para que los del califato no se llevaran lo poquito que les ha dejado la guerra civil, los Rusos más o menos en el mismo asunto de la guerra en Crimea y los esfuerzos en contra de los del califato que amenazan con acabar con todas las reservas de crudo del África árabe y los chinos dudo mucho que quieran perder un mercado de más de 500 millones de personas para comerciar frente a los miserables 40 millones de pobres de este país.

El mapa geopolítico ha cambiado radicalmente en unos meses, ya los grandes protectores del chavismo tienen problemas más serios en sus fronteras para hacerle caso a paisitos como el nuestro, si eso fuera poco, imagínense que es la primera vez en la historia contemporánea que hay guerra en el medio oriente y el petróleo va a la baja, eso es una muy mala señal para el país.

¿Qué hacer? No sé, quizás empezar a rezar pero dudo que esa sea una solución, ojalá alguien me iluminase el entendimiento para quitarme este mal pensamiento un lunes por la mañana, mientras encuentro alguna solución o espero que alguien me la de, me buscaré un psiquiatra a ver si me receta algún ansiolítico para dejar de vivir angustiado aunque sea a fuerza de pastillas mágicas, total, desde mi esquina no puedo hacer mucho más que siempre velar por los míos y hacer lo mejor que pueda por sobrevivir a este país, mi país, tu país.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback







domingo, octubre 12, 2014

Reflexión del séptimo día


Los domingos son días de hacer nada, sin embargo existimos maniáticos de hacer algo, si no físicamente cuando menos mentalmente, total si no pensamos no existimos aunque la realidad pareciera desmentir eso. Hoy al levantarme he encendido mi computador y me he puesto a leer lo que las redes gritan, tengo que ser sincero, mi nivel de ansiedad esta mañana no es normal, por mucho que piense que toca apretar los dientes (y algo más) es complicado no angustiarse por lo que en las calles sucede, que por ende se mete en mi casa y afecta a TODOS mis seres queridos.
Desde hace días estoy pensando en lo importante que es estar informados, en esta censura que flota en el aire, donde hasta tienes que cuidarte de lo que dices pues no sabes si eso te valdrá un tiempo en la cárcel o el empleo. Uno lee lo que pasa en Corea del norte, donde todos ignoran la realidad del mundo y de paso son obligados hasta a cortarse el pelo como el magnánimo líder exige, la verdad me causa un espanto indecible y pensar que hace unos meses escuché y miré como un par de imbéciles de VTV hacían elogios para con el funcionamiento gubernamental de ese país.

La ansiedad deviene de la impotencia, la indignación, el miedo y la preocupación de que sucederá mañana, a veces me pregunto si el carro que está estacionado afuera de mi casa, ese que está esperando a alguien o enviando un mensaje de texto es el que lleva a los esbirros que me van a detener por mi blog o mis opiniones, si el motorizado que me pasa por un lado en la calle me va a disparar a quema ropa por no cargar ni dinero ni celulares caros encima, si al salir de mi trabajo e ir a buscar a mi hija algún malandro se subirá al autobús  para asaltarnos y quien puede saber que más, si el día de mañana algún jefe googlea mi nombre y se entera que soy opositor y me quedo sin empleo, si los colectivos declaran la guerra formal y se arma la gran guerra civil donde los civiles pasaremos aún más trabajo del que ya pasamos intentando sobrevivir con los 50 dólares mensuales que nos pagan por nuestro trabajo, lo más angustiante es que sin haber guerra tenemos una economía y una vida muy parecida a la de los países en conflicto ¿Cómo será si es declarada?.

Pensar en tan siquiera tener que portar un fusil o una pistola para defenderse o defender a la familia es algo que me neurotiza y me conflictua, cuando leo a muchos que lo piden a gritos me provoca amarrarlos en una silla y obligarlos a mirar los cientos de miles de horas de documentales que muestran los horrores de cualquier guerra para que sepan que el plomo real no es como en los video juegos, allí no hay vidas de más, ni fuentes de poder que te permitan revivir, ni reset que valga, una vez que la bala te mata no hay nada más, a pesar de lo que digan las religiones y los fantasmas que se supone andan entre nosotros, eso de la muerte me da escalofrío.

Mi angustia se basa sobre todo en la cierta imposibilidad de tomar un avión, meter a toda mi gente querida, mi gato y los animales de mi viejo para mudarnos a una isla perdida  donde no exista ningún animal que respire política, dedicarnos a ser felices y que si les da la gana quemen el puto país, quizás una vez quemado hasta sus cimientos pueda ser reconstruido pero es muy importante estar a miles de kilómetros de acá con todos los quereres cerca.

La imposibilidad de este sueño me hace pensar más en el futuro, mis grilletes emocionales no me dejarán partir, sin embargo acá, pensando que no se me ocurren ideas nuevas, no veo salidas posibles, casi que pienso en comenzar a gastar la mitad de mi quincena en latas y conservas para poder tener una mega despensa que me permita alimentar a mi familia en caso de que los animales que portan armas de fuego les dé por salir del closet y terminen de matarse de la manera que les dé la gana, sinceramente no me causará ni el menor dolor sus muertes, así los conozca me importan un carajo.

En vez de estar pensando boberas como un referéndum para reformar la constitución mejor pensemos en un referéndum consultivo para dividir el país en dos, le dejamos su tajada a los animalejos del PSUV y la gente nos vamos para el lado democrático a hacer lo que queremos, que es vivir en paz, con futuro y así lograr la felicidad que aunque no puede comprarse, tener paz con progreso tangible es bastante ayuda en  eso de vivir.
José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback


sábado, octubre 11, 2014

Epidemia global



Uno a veces piensa que la idiotez es una característica propia de buena parte de los integrantes de este país, para constatar lo que digo basta darse una vuelta por los canales de televisión nacionales y extranjeros, luego contrastamos mucho de su programación de punta y ahí podremos establecer más o menos la veracidad de mi tesis, desde hace rato llevo dándole forma a esta idea, sobre todo desde que un día domingo realmente aburrido en casa me puse a hacer zaping en la tv, vi fracciones de minutos de unas cosas espeluznantes como “Honey bubu” que es una suerte de reality show que nos permite adentrarnos en la vida de una familia del sur norteamericano cuyo rasgos de inteligencia se les perdieron hace tres generaciones, son 45 minutos de nada cotidiana, lo que sorprende cuando lo pensamos mejor es que el tal programa tenga cuatro temporadas al aire, eso quiere decir que ha tenido éxito y como muchos sabemos la producción televisiva no es nada barata, así una larga lista de canales con bodrios similares.

Puedo entender el asunto del entretenimiento pero así como ese programa uno se espanta cuando se da cuenta que ahora son famosas, hacen dinero a montones unas tipas que no hacen nada más que estar buenotas, si, es verdad hasta yo disfruto verlas contornearse pero de ahí a que las consideren estrellas y hasta las nombren como artistas  realmente me molesta, hasta a la literatura lo  fatuo se ha convertido en un best seller, ya la gente no solo se cree la gran cosa por que lee, aunque eso debería ser tan normal que todas las casas deberían de tener bibliotecas grandes, solo por el gusto de entretenerse en algo, pues bien, eso que se considera la gran cosota ahora resulta que las “50 sombras de Grey” son leidas hasta por abuelitas, como si el porno fuese una cosa interesante y el fulano libro no fuese una versión del sesentoso “Enmanuelle” de Enmanuelle Arssan que yo leí con cierta gula allá, cuando tenía 15 años y las hormonas despepitadas.

Todo este discurso es para intentar buscar una explicación al caso venezolano, la cosa no es local, es global, de ahí que la gente ni se incomode cuando se muere uno de los más grandes investigadores del país y la vaina pasa por debajo de la mesa, pero matan a un bárbaro malandro que por casualidad era diputado, le hacen capilla ardiente en el congreso nacional, aplica también el caso del muy querido y respetado “Tio Simón” y así un largo etecetera de gente brillante a la que le tocó la hora de irse y el estado ni se entera del asunto.

Ahora quizás puede entender su nulidad en materia cultural, sus errores garrafales que de tan malos parecen hechos adrede, esa inoperancia de las instituciones culturales, la apatía del ministerio de educación por formar gente realmente brillante, no estos bachilleres de a gratis que nos obligan a graduar pues desde el primer día de clases ya saben que van a pasar sin mayor problema al año siguiente, los presupuestos más que chucutos en las universidades mientras el presidente invita un almuerzo por más de 80 mil dólares, por decir una cosita nomás.

Si el mundo se revuelca en su nada intelectual, los medios se empeña en apuntalarse en eso, acá no pasa nada mejor, los canales que dependen del estado que bien podrían ser baluartes de la difusión de televisión de calidad se han transformado en vitrinas de la estupidez política pues son solo caretas del sistema para hacerse publicidad, que solo por engañosa deberíamos demandarlos, hasta donde se hay leyes para eso, pero nada, nos sale hacer esfuerzos individuales para inocular el virus de la duda en todos a nuestro alrededor, proteger a nuestros hijos dándoles dosis masiva de cultura en todos los ámbitos, si salvamos dos nada más ya es un aporte interesante, mientras cosas horribles como el tal “Honeybubu” (y el miss Venezuela)…
José Ramón Briceño

@jbdiwancomeback