“Toda verosimilitud no es más que una realidad
en latencia”
Falke , Rafael Herrera
Vegas
La princesa
desencantada
El terror es un sentimiento tan
desagradable como adictivo, hay límites aceptables, siempre y cuando el temor
esté del lado de los sucesos imposibles, que sin embargo tienen visos de
factibilidad pues pertenecen a lo que como humanos nos aterra, que no es más
que lo desconocido, eso que nuestro yo Neanderthal aun teme que viva ahí en la
oscuridad, donde caben todos los terrores invisibles de los que se alimentan
las historias macabras, sin embargo la realidad
a veces juega feo a sus sufrientes víctimas , tal es el caso de la
paciente número 13.134.567 quien según
su documentación se llama Virginia Pérez , en febrero del segundo año de la
peste cumpliría treinta y cinco años, encerrada en el pabellón psiquiátrico el
insigne Sanatorio Santa Catalina , quien en realidad se llama Casa de Reposo
Santa Catalina pero todo el mundo sabe que es un sanatorio para locos no
furiosos que tienen modos para costeárselo.
Corría el año 2000, Virginia, con
quince años, vivía entre campañas de lencería, trajes de baño y con contratos
firmados para ser la protagonista de comerciales para cigarrillos o cervezas
apenas cumpliese los 18 años de ley, cosa que hizo justo al cumplirlos tres
años más tarde, hasta se tiñó el cabello para ser la muy erótica Catira
Regional por lo que su figura adornó las carreteras del país durante varios
años, fueron tiempos de gimnasios, fiestas, spa, viajes, New York, Milán, Margarita,
Aruba, hasta chica Bond fue y eso la hizo inmortal musa debido a 5 segundos de
cameo hasta que otra la eclipsó, se hizo actriz , su problema comenzó alrededor
del 2010, ya la carrera en declive , a los treinta años no podía ser la misma
imagen fresca de siempre, como actriz se lo debía todo a su figura
despampanante, era metro setenta de sensualidad pura , tenía un grave problema,
solo sabía ser hermosa, si su locura se hubiese retrasado unos años hoy sería
una youtuber sexy con su espacio en Only Fans donde admiradores podrían ver su
anatomía desnuda aportando unas cuantas criptomonedas, total ahora es estaría
al alcance de todos aquellos que se masturbaban con su foto , volvería a ser un
éxito pues de seguro habría escándalo mediático que empujaría su cuenta hasta
la estratosfera, lástima que no alcanzó a la mercadotecnia de la carne aséptica
que tanto éxito tiene en el segundo año de esta peste.
A los treinta años el cuerpo
cambia, así mismo la fisionomía por lo que mantenerse en la línea costaba el
doble de esfuerzo, la depresión por su situación inevitable, el mercado había
hablado, no había espacio para ella dentro de sus círculos publicitarios, por
suerte había destinado una parte importante de su ingreso a distintos fondos de
inversiones en el mundo, aunque luego de la crisis global del 2008 solo se
habían salvado las inversiones en oro, sin embargo estas habían sido montos
conservadores pues su asesor aseguraba que el rendimiento de los bienes raíces
en Miami estaría vigente por muchos años más, sin embargo la crisis golpeó
precisamente al mercado inmobiliario , perdió buena parte de su fortuna en un
mal movimiento por parte de la firma de inversiones que vendió toda su
participación por apenas un décimo de su valor, según para reducir los costos,
control de daños decía el esterilizado banquero en su español mayamero, todo
fue en caída libre hasta que apareció Herbalife.
Virginia, en un acto de
desesperación, hizo maletas y se fue una temporada para Los Roques, aunque muy
costoso ella intuía que quizás ahí
pudiera encontrar el apoyo necesario para relanzar su carrera , la única oferta
que había recibido fue de parte de un par de publicaciones especializadas en
porno de maduras , por supuesto se había negado, sin embargo la despensa vacía
y la cuenta corriente agonizando tenían altas probabilidades de hacer que la
modelo perdiese el pudor y se lanzara de lleno a ser una pornstar dispuesta a
todo, total , las películas no son más que puestas en escena de algo que ella
hacia por gusto, si además pagaba bien
pues bienvenido sea. Antes de claudicar gastó sus últimos seiscientos dólares
en pagar una semana todo incluido en un hotel de aquella isla donde se
dedicaría a seducir a cualquier productor, dueño de revista, magnate del porno
o fabricante de trajes de baño con el fin de relanzar su carrera antes que los
años se lo terminen de llevar todo.
Virginia vivía a base de
proteínas y vegetales bajos en grasa, cero harinas ni bebidas cuyo contenido de
azúcar atentase contra sus cinco mil calorías al día, lo que constituía un verdadero tormento ya que sufría una adicción
casi yonki al chocolate, aunque una vez al mes claudicaba y se comía una barra
de 200 gramos no era suficiente para su adicción, mientras otros tienen sueños
eróticos, ella nadaba en piscinas de chocolate, la fábrica de Wily Wonka era su
filme preferido, seguramente esas noches soñaba con tener sexo con veinte umpa
lumpas mientras comía todas las variedades de chocolate, sin embargo al volver
a la realidad lloraba en silencio por la obligación de evitar el chocolate ,
fue tanto su esfuerzo que terminó por ser alérgica al cacao como efecto
colateral de su rechazo , esa alergia sumaba puntos a su desesperación.
Desde hacía poco había
descubierto las pastillas con receta, su última conquista le hacia las prescripciones,
así había encontrado sosiego al menos
por el tiempo que duró la relación, el medico la abandono por una modelo diez
años más joven luego de seis meses de intensa relación , la decisión la tomó
una tarde de abril, luego de un reencuentro entre las mises del año 2000, una
velada llena de mentiras blancas y vidas primorosas, todos los oropeles validos
de las presentes ya que solo pudieron asistir las que no tenían compromisos
previos así que hubo una reunión llena de señoras conversando sobre los
hermosos y fundamentosos genios que tienen por hijos, maridos incomparables,
viajes imaginarios unos y rutinarios otros , en fin, todas las mentiras que se
dicen entre amigas forzadas por las circunstancias. Aquella tarde se había
sentido sola en el mundo, no había hijo, marido, viajes de placer, ni siquiera
algo realmente relevante que contar en su vida, intuyó el principio del fin.
La primera noche que pasó en la
posada de Los Roques se encontró con una amiga de juventud, antigua aprendiz de
modelo que abandonó prontamente la carrera tras la billetera de un cirujano
plástico que murió en el lecho matrimonial bajo extrañas circunstancias , la
historia publica fue que le dio un infarto, ciertamente fue así, solo que fue
provocado por ingerir Viagra repotenciado con cocaína y champaña en algún
lupanar de lujo, Evelin se lo contó a Virginia con el mismo tono cínico de
quien habla de un extraño , estaban en proceso de divorcio y dormían en la
misma habitación mientras jugaban un pulso a ver quién se iba primero de casa,
hace rato que no tenían sexo y el señor no escondía sus aventuras galantes como
parte estructurada de su campaña para hacerla huir, así que la muerte del
hombre al principio fue providencial, hubo jaleo de tribunales por la extraña
cadena de circunstancias que llevaron a la muerte a su ex marido, sin embargo
al final nadie puedo demostrar mala fe de su parte, el hombre era un patán y su
misma necedad lo mató, como último acto de maldad para con su mujer fue
haberlos dejado casi en la inopia , no habían ahorros ni fondos de inversión,
apenas unas cuentas bancarias con el dinero exacto para pasar un mes, algunas
propiedades como el bufete que a falta de abogados dispuestos a asumir las
causas que llevaba el muerto, hubo que cerrar y vender el local por lo que les
dieran a fin de cubrir demandas e impuestos sucesorales, la viuda tuvo que
buscar trabajo, asunto altamente infructuoso para quien solo había aprendido a
ser la perfecta ama de casa cuya mayor habilidad era la de mantenerse tanto o
más buena de lo que se veía a los veinte años, cuya biblioteca estaba
exclusivamente centrada en métodos de ejercicios, manuales dietéticos ,
historia del maquillaje y una inmensa colección de novelas de Barbara Cartland
, fácil podía ser un erudito del romanticismo contemporáneo en la novela rosa,
lástima (suspiraba) que apenas se había graduado de bachiller , sospechaba que
su título se lo debía a su reinado de las ferias en su natal Guanayen , ser
bella no era requisito para ningún empleo que publicasen en los periódicos
locales , tuvo un par de sustos por postularse a ofertas cuyo requisito básico
era la belleza y su disposición a ganar tres mil dólares mensuales con casa y
comida garantizada, en el primero la
hicieron pasar a una oficina , el fulano que la recibió le pidió desnudarse
frente a él, decía que debía probar su
trabajo antes de contratarla, cayó en cuenta y salió en desbandada, el segundo
fue al responder por un aviso que reclutaba “Damas de compañía” , pensaba que
era para acompañar viejitas en sus troterias diarias en cambio se encontró con
que tendría que atender viejitos en otros tramites menos pudendos, el felatio a
desconocidos no le provocaba, también corrió despavorida.