Hace un tiempo, cando tenía Tv
por cable, viendo un capítulo de los Simpson, me dio por pensar que de alguna
manera esa serie condensa la contemporaneidad integra, resulta que de alguna
manera todos somos Homero, con todo lo estúpido que pueda parecer el personaje,
a pesar de todo lo ofensivo que pueda parecer comparar a Homero con el resto de
la humanidad, como si fuese poco y por experiencia , bien puedes planificar
detalladamente , con planos, organigramas, diagramas y hasta infografías lo que
harás desde el dos de enero a las ocho de la mañana hasta el 31 de diciembre
del mismo año, pero la realidad es que cualquier día pasa algo que te cambia la vida totalmente y todos
esos planes maravillosos se van por el desagüe en cuestión de minutos, sin
solución posible , ojo, no necesariamente puede ser malo aunque la costumbre
nos haga pensar así porque en Venezuela esa es la norma. Este año la ecuación
se hizo más grande, hay una pandemia global , hubo por primera vez en tiempos
de paz, un paralización global, sin una sola bomba , megalópolis enteras
cayeron en una larga madrugada de lunes , hasta el petróleo llegó a costar -48
dólares lo que significó que los
vendedores les pagasen a los compradores el combustible, algo así como la
rebelión de los venados que ahora cobran cazadores sin ni siquiera lanzar una piedra, un
descalabro absoluto de toda la economía global de la que solo se deben haber
salvado los esquimales o sus similares por aquello del aislamiento como cosa cotidiana,
no es casual que en los países muy fríos (excepto Rusia) la pandemia no cobró
tantas víctimas , aunque todo apunta a que el nuevo brote llegue hasta allí,
esto nos ha obligado a hacer cosas insólitas como mentir para poder asistir al
trabajo, pasar más tiempo junto a la gente con la que vivimos como jamás lo
hubieses pensado, vale que las vacaciones son perfectas para eso pero en ningún
caso la mayoría no toma vacaciones de ocho meses encerrado en casa, tanto que
al liberar la cuarentena hubo explosión de divorcios o amenazas serias en la
mayoría de las parejas que conozco , quiebras de negocios que hasta hace poco
eran sólidos, cuando íbamos los venezolanos a pensar que no hubiese gasolina
porque el país petrolero dejó de producir
hasta para consumo interno, que
es eso de que un galón de gasolina sea el equivalente a cuatro sueldos básicos
y que de paso exista un mercado negro que triplica el precio , si eso se le hubiese ocurrido a Matt
Groening (creador de Los Simpson´s ) lo abuchean por conspiranoico, este país
sin combustible podía ser considerado solo en escenario bélico, acá los dueños
del negocio que además son los dueños de la ley se hicieron una guerra
imaginaria y son tan malos que terminaron siendo vencidos por sus propias
elucubraciones ilógicas, es como cobrarse y estafarse a si mismo.
Venezuela se ha vuelto un
territorio sub realista, estamos por debajo de la realidad menos apetecible, no
creo que ni en Haití sean tan desgraciados como el ciudadano promedio, solo en
la última quincena he leído noticias como la del actor que encontraron
fileteado en su congelador, el fulano que violó a su hija de tres años, el
novio narcotraficante de la ministra fulana, entregas de perniles agusanados y
hasta una historia se de alguien que pagó a su consejo comunal para obtener un
pernil a precio popular pero a última hora le cambiaron el cerdo por sardinas,
la fulana del consejo comunal, con su correcto uniforme de miliciana decía como
orgullosamente el gobierno bolivariano, siempre pensando en el bienestar de su
pueblo les hacía entrega de cuatro kilos de proteína animal para la cena de
navidad caramba es que ni en los Simpson´s puede uno encontrar verosímil tal
sarcasmo que raya en el mal gusto, era preferible que les devolviesen su dinero
en vez de ilusionar a una pobre gente cuyo sueldo equivale a poco más de un
kilo de carne de cerdo, que esperan todo el año para paliar su miseria con un
poco de excepcional cena con cerdo porque además es el producto cárnico más
caro (otra cosa ilógica) para darles a cambio cuatro kilos de sardinas que constituyen
casi la única forma de proteína animal que comen pues es lo más barato, de paso
la proclama habla de proteína animal, no especifica , algo así como para poder
mentir en caso de reclamo, cualquier funcionario al leer el parte dirá que se
entregaron cuatro kilos de proteína animal, el doble de lo que se entregó al
resto del pueblo y que eso lo hicieron para premiar el fervor revolucionario de
los habitantes del bloque 43 del barrio la primavera chavista , así con el
descaro más grande se salen del problema sin salirse pero ya justificándolo.
Eso es práctica normal de la
izquierda, recuerdo que uno de mis tíos quien es fervoroso comunista contaba
historias de Vietnam donde los terroríficos marines lanzaban bombas implosivas
para sacar todo el oxígeno en un radio de veinte kilómetros por quince minutos,
donde todo lo vivo moría asfixiado , de niño escuchaba a los mayores y me
horrorizaba tal cosa, tanto como para recordarlo cuarenta años más tarde, desde
que tuve chance he investigado sobre la posibilidad de tales artilugios y he
llegado a la conclusión que la paranoia inventa cosas solo para poder dar marco
lógico a su ilógica necedad , terminar de entusiasta defensor de los verdugos
ha de ser una disfunción causada por algún rastro de contaminación ambiental
que solo afectan a ciertas
características genéticas, tal cual peste siempre habrá quien a fuerza de
mentiras evidentes construyen farsas que defienden con su sangre como si hacer
el mal fuese algo heroico, eso que han dado en llamar realismo mágico para dar
una idea al mundo de cómo es Latinoamérica , solo que en Venezuela parece ser víctima de
algún brujo vudú porque solo puede ser magia negra.
Cuando el estado emite billetes
cuyo valor unitario es inferior al de una hoja de papel sanitario barato, el
mismo público fiel, ese que llena los formularios del carnet de la patria ,
esos que hasta (arcadas) colocan el fulano carnet tras el de la institución
donde trabajan para exhibirlo, la mayoría de esos que lo aplauden, gastan el
pírrico bono de alguna cosa en alcohol sin dilación, de hecho jamás en mi vida
había visto tanta gente beber malos licores , lo casual es que todas las
licorerías elevaban el pico de ventas el día de la repartición de los bonos.
Cuando Venezuela estaba dentro de los bordes del realismo mágico era normal ver
gente ebria en todas partes, luego de la crisis eso bajó a niveles imposibles
pues obligó a muchos a dejar el alcohol ante la descomunal cifra que resultan
cuatro dólares por un lavagallos que no merece ni la suerte de usarlo para
torta, pero entre dos o tres borrachos con carnet de la patria pueden juntar,
tarjeta de débito mediante para poder hacer una vez cada dos meses algo que de
otra forma es imposible, es tan aterradoramente loca la realidad local que
difícilmente puede ser empática con lo que ningún otro hispanohablante (para
delimitar una población específica) puede pensar en su peor pesadilla, en
ninguna otra parte sin guerras te encuentras retenes militares de gratis donde
fácil puedes terminar extorsionado por no tener un documento que debido a la
cuarentena no vas a poder tramitar y que al final sea preferible pagar al
militar antes que afrontar una multa de tránsito (ilógica e ilegal) por un
documento que ellos mismos expenden pero que por cuarentena no hay posibilidad
de obtenerlo digno paralelismo cruel del gato de Schrödinger , ni la policía es tan temible por su fama de
ser peores que delincuentes, espacios donde la injusticia y la justicia se
entremezclan hasta fundirse en una nebulosa ilegal con rimbombante discurso
paralegal . En estos tiempos donde se hace posible entender el terror a la
justicia que pudieron haber tenido los Judíos alemanes luego de “La noche de
los cristales rotos”, si hubiesen existido redes sociales, seguramente serian
como las de los venezolanos, puras sonrisas de ojos tristes, sillas vacías,
noticias del gueto que eran tan horrorosas que el mundo no las creyó hasta que
vio las fotos de un soldado alemán que decidió registrar su gran triunfo inmortalizando la miseria del
Gueto de Varsovia , a falta de SS existen las FAES .
Acá los profesionales jubilados o
activos son comunes clientes de GoFoundMe desde donde recaudan fondos hasta
para poder comprar una medicina para la tensión, hay seguros de hospitalización
que no cubren ni el costo de un taxi hasta el hospital , y hay personas que no
tienen para pagar ni siquiera el costo de un pasaje de autobús , los
hospitales venezolanos creo que son los
únicos merecedores de ser renombrados como morideros de pobres, ciertamente el
personal hace lo imposible por los pacientes pero si estos no poseen dinero
para costearse tratamientos , exámenes y comidas más les vale morir en su casa,
al menos ahí a alguien le importas, en el hospital , por mucho que su personal
quiera ser amable con los pacientes, lo normal es que luego de presenciar tanta
muerte terminen insensibilizados ante el dolor ajeno, tal cual el soldado en
batalla no pierde tiempo en
consideraciones éticas antes de destripar al contrario, un acto necesario para
no perder la razón.
Todo el mundo ha superado la
ficción más alocada que se nos podía
ocurrir hasta el 31 de diciembre del 2019, Matt Groening debería ir
pensando en jubilarse por no haberlo previsto, si lo hizo debería comenzar a
difundir una temporada de los personajes de Springfield en cuarentena, desde la
hipotética teoría de que la cuarentena los tomó en Margarita el catorce de marzo cuando
despiertan en playa El agua luego de beberse medio bar a fuerza de Llamarada
Moe con desnudistas patrocinadas por el alcalde Diamante quien resulta ser
dueño del Hotel, esa realidad sería más amable que la venezolana.
José Ramón Briceño
30/12/2020