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domingo, noviembre 17, 2024

Escenario Económico Hipotético: Adopción del Bitcoin en Venezuela

 

No es raro el día en que no dedique al menos veinte minutos a balbucear mi frustración por alguna de las muchas cosas que van mal en Venezuela, como hace rato descubrí que la queja no tiene sentido entonces la bronca la dirijo hacia la búsqueda de soluciones, estoy convencido además, que en el preciso instante en el que la ciudadanía comience a buscar (y tomar acciones para ello) las soluciones a algunos de los problemas nacionales , si no lo resuelve todo al menos es algo menos de lo cual preocuparse y eso va desde la autogeneración de energía eléctrica hasta propuestas económicas.  En el caso de la economía ha tomado bastante investigación de mi parte, quizás no a nivel doctoral pero si a una profundidad un poco más que la del ciudadano promedio, a través de una que otra noticia llego al modelo de El Salvador y con la fortuna que me caracteriza (no económica pero hay otras maneras de ser millonario) es la de tener amigos de muchas profesiones, dos de ellos economistas a los que he incordiado bastante y desde acá vaya mis disculpas, todo eso solo para terminar pensando que el daño estructural económico no viene del sistema político, viene es del sistema educativo, los economistas nacionales están intoxicados por el virus de la academia, y la academia aún no se ha dado cuenta que estamos en el siglo XXI.

Como todos soy víctima del dólar negro, pero realmente la culpa del dólar negro la tiene el encaje legal bancario, ningún banco ofrece dólares ni euros sin que sea un drama comprarlos, se evaporan incluso antes que uno pueda conectarse al sitio y hacer la compra de los supuestos miles de millones que ponen en venta todas las semanas, la ausencia de oferta por los canales oficiales desvía la atención de todos por resguardar sus bolívares en valor que les permita sortear la inflación, el mercado negro es el disponible y así ha sido desde 1983 hasta hoy, para no hacer tan largo el cuento, creo que todos deberíamos adoptar el sistema de El salvador para salirnos de la espiral horrorosa del dólar negro, como no soy economista tuve que buscar una fuente con más credibilidad y le pregunté a la inteligencia artificial como buscar una solución al drama económico nacional, primero les compartiré la pregunta (o prompt) para que vean que non hago trampa, copie este prompt y cópielo en cualquier inteligencia artificial tan actualizada como Copilot, la respuesta será idéntica , por lo tanto si yo José Ramón Briceño Diwan, sin más estudios que los del pre y el posgrado en literatura puedo ver una salida, entonces los muy respetables doctores de cualquier gobierno puedan verla, si quieren hagan una prueba y copien el prompt usando el patrón oro (ya en desuso hace años) en el hipotético caso de tener todos los bolívares en circulación respaldados por Oro desde su abolición en 1969 hasta hoy y el panorama es incluso mejor, pero apliquemos a la criptoeconomía para estar cónsonos con el siglo XXI..

Prompt

Eres un economista experto en criptoeconomía aplicada a la macroeconomía, plantea el siguiente escenario , Venezuela adopta el bitcoin como moneda de curso legal para importaciones, exportaciones y permite a sus nacionales mantener sus ahorros en cualquier criptoactivo, digamos que para la exportación e importación Venezuela usa bitcoin pero los nacionales deciden si guardar sus ahorros en bitcoin o en alguna moneda estable como el theter pero todas las obligaciones dentro del territorio nacional como impuestos, compra-venta de vivienda, pago de alquiler, gastos menudos del día como pasajes de transporte urbano o compras de víveres, como sería un escenario económico bajo ese esquema en contraste con la realidad económica venezolana del año 2024, describe el escenario en 600 palabras en lenguaje culto dirigido a personas sin conocimiento sobre economía.

Respuesta de Copilot

Escenario Económico Hipotético: Adopción del Bitcoin en Venezuela

Imaginemos que Venezuela ha adoptado Bitcoin como moneda de curso legal para todas sus transacciones internacionales, mientras que permite a sus ciudadanos mantener sus ahorros en cualquier criptoactivo, como Bitcoin o monedas estables como Tether. Adicionalmente, todas las obligaciones dentro del país, como impuestos, compra-venta de viviendas, pago de alquiler y gastos diarios, se realizan en bolívares anclados al valor del Bitcoin. Este escenario, aunque hipotético, nos permite explorar cómo se desarrollaría la economía venezolana bajo este esquema en contraste con la realidad del año 2024.

Transacciones Internacionales

En este nuevo modelo económico, el uso de Bitcoin para importaciones y exportaciones proporcionaría una mayor transparencia y reduciría las tarifas de transacción, debido a la naturaleza descentralizada y sin intermediarios del Bitcoin. Las fluctuaciones del tipo de cambio y las tarifas bancarias serían menos problemáticas, lo que podría fomentar una mayor confianza y atraer inversiones extranjeras. La capacidad de realizar transacciones rápidas y seguras a nivel global también beneficiaría al comercio exterior, permitiendo a Venezuela competir de manera más eficaz en el mercado internacional.

Ahorros en Criptoactivos

Permitir que los ciudadanos mantengan sus ahorros en criptoactivos como Bitcoin o Tether podría ofrecer una mayor protección contra la inflación, un problema persistente en Venezuela. Bitcoin, con su oferta limitada, y Tether, con su valor anclado al dólar estadounidense, proporcionarían opciones viables para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos. Esta medida podría incrementar la estabilidad financiera individual y fomentar una cultura de ahorro más robusta.

Obligaciones Nacionales en Bolívares Anclados al Bitcoin

Realizar todas las obligaciones dentro del país en bolívares anclados al valor del Bitcoin podría estabilizar la economía doméstica. Al estar el bolívar directamente relacionado con una criptomoneda de oferta limitada, la inflación descontrolada se reduciría significativamente. Esto proporcionaría un marco de referencia más estable para los precios de bienes y servicios, facilitando una mejor planificación financiera tanto para las familias como para las empresas.

Contraste con la Realidad Económica Venezolana de 2024

En 2024, Venezuela continúa enfrentando una hiperinflación y una severa devaluación de su moneda nacional, el bolívar. Los ciudadanos sufren una pérdida constante de su poder adquisitivo y una incertidumbre económica crónica. La dependencia del dólar estadounidense para la estabilidad financiera es alta, y la economía informal sigue creciendo a medida que los ciudadanos buscan alternativas para proteger sus recursos financieros.

En el escenario hipotético donde el Bitcoin y otras criptomonedas desempeñan un papel central, muchos de estos problemas podrían mitigarse. La estabilidad proporcionada por un sistema anclado a un activo de oferta limitada como el Bitcoin reduciría la volatilidad y aumentaría la confianza en la moneda nacional. La capacidad de los ciudadanos para diversificar sus ahorros en diferentes criptoactivos reduciría su vulnerabilidad a la inflación y proporcionaría una mayor seguridad financiera.

Impactos Adicionales y Consideraciones

Sin embargo, es importante considerar los desafíos que surgirían con la adopción de Bitcoin. La volatilidad inherente al Bitcoin podría introducir nuevos riesgos económicos, y la infraestructura tecnológica necesaria para apoyar una adopción masiva de criptomonedas podría ser un obstáculo significativo. Además, la educación financiera sería crucial para asegurar que los ciudadanos comprendan y manejen eficazmente sus criptoactivos.

A pesar de estos desafíos, el potencial para una mayor independencia económica y una reducción de la inflación convierte a este escenario en una alternativa atractiva. La adopción de criptomonedas como Bitcoin y Tether podría ofrecer una vía para escapar de la hiperinflación y proporcionar una mayor estabilidad financiera para los ciudadanos venezolanos.

La adopción del Bitcoin como moneda de curso legal para transacciones internacionales, combinada con la capacidad de los ciudadanos de mantener sus ahorros en criptoactivos, presenta un escenario interesante para Venezuela. Este modelo podría transformar la economía venezolana, proporcionando una mayor estabilidad y protegiendo a los ciudadanos de la inflación desenfrenada. Aunque existen desafíos, la implementación cuidadosa y la educación financiera podrían ayudar a superar estos obstáculos, ofreciendo un futuro más próspero y estable para el país.

Si yo puedo preguntarle a una IA, cualquiera puede, solo que la academia no los deja ser, el problema de fondo han sido los economistas necios cuyo intelecto ha ido quedándose en el siglo XX castigándonos a todos en pleno siglo XXI, la solución está al alcance de la mano0, solo es cuestión de voluntad política y déjense de malos inventos que para lavar plata ya se habrán inventado cuentos, desde Al capone hasta Pablo Escobar (y contando) han lavado millones sin criptomonedas, solo es lógica ganar-ganar que choca contra la ilógica de ganar-dominar que no le hace bien a nadie.

José Briceño

17/11/2024




viernes, mayo 21, 2021

El país de los 12 monos

 

En los años noventa hubo una película que rápidamente se transformó en un filme de culto, se llamaba “12 Monos” y según la propaganda el titulo estaba basado en un cuento de Charles Bukowsky llamado también 12 monos, lo que muchos periodistas de la fuente olvidaban decir es que el cuento en realidad se llama “12 Monos voladores que no querían fornicar adecuadamente”, claro, es un título bastante duro como para colocarlo a una película , lo más gracioso es que (aparentemente) hasta ahí llega la similitud pues argumentalmente el cuento y la película no se parecen absolutamente en nada. El cuento de Bukowsky en realidad es un monumento al caos del escritor quien en medio de una crisis causada por la imposibilidad de hacer creíble un relato pornográfico termina rendido ante las interrupciones de “amigos” para beber y celebrar, por lo que jamás culmina el texto, una fiesta interminablemente caótica tal como sería una orgia entre monos voladores.

Tengo tiempo recordando la película, no por buena si no por verla como una suerte de oráculo, en ella la tierra es colonizada por una peste que acaba con la mayoría de los humanos, algo que está en el aire y que hace a las personas tener que salir al exterior solo con trajes de protección mientras que otras formas de vida son inmunes, en medio de esa desolación el protagonista (Bruce Willis) es enviado al pasado para detener al científico despechado quien roba un virus del laboratorio y lo libera en el aeropuerto, iniciándose una peste que nadie pudo detener. Aunque salvado las distancias así estamos en este instante, mientras el mundo entero se vacuna y hasta existen países que se declaran libre de Covid (Israel, por ejemplo) hay otros como el nuestro donde la vacuna solo se conoce por las redes sociales y los únicos que están inmunizados son los del alto gobierno mientras los demás solo nos queda vivir preocupados mientras vemos los entierros multiplicarse, de seguir así poco falta para tener que salir a la calle con trajes de protección tal cual la película de los noventa.

En cuanto a Bukowsky también podemos encontrar similitudes, los 12 Monos intentando fornicar bien podría ser una analogía con la política nacional, un caos imposible que sin embargo persiste desde hace veinte años , este país ha sido una orgia perpetua donde (a estas alturas) todos se pelean por los despojos que han dejado las legiones de saqueadores cuyo trabajo ha sido desplumar las finanzas nacionales con ánimo revolucionario, tanto que hacen negocios para que otros igualmente feroces se transformen en (aparentes) enemigos con los cuales completar la pantomima de la oposición , tal cual Monos voladores al servicio de la bruja mala del norte sobrevuelan el castillo esperando ordenes que le generen ganancias a todos.

Si fuese cineasta tomaría inspiración de ambos relatos (el cinematográfico y el literario) para conformar una película caótica que integre la desolación pos apocalíptica cuyo tinte de desolación empezamos a saborear cuando recordamos nuestros muertos por la epidemia, los de a bala y esos otros de mengua porque no hubo fondos para curarlos de cosas que a veinte metros de la frontera cualquier hospital público sana hasta de caridad pero que acá son  imposibles sin tener que mendigar, mientras todo eso sucede hay cientos de hombres a lo largo y ancho del país que ganan sumas descomunales cuan mafiosos de película negra de los años cuarenta, una industria que cabalga a dos aguas entre el miedo y la avaricia donde la ley es solo para los enemigos, quienes sean amigos o tenga suficiente dinero negro para protegerse estará salvo, los demás solo nos resta rogar a la providencia.

Hasta hace poco pensaba que la histeria por el Covid era parte de la maquinaria publicitario-terrorista del estado, una manera de sortear la crisis resultante de un país petrolero caído en desgracia, vaya que es una desgracia que el tercer país productor de petróleo tenga escases de combustible solo por la torpeza de un estado que se niega a invertir, cuya peor plaga ha sido la ausencia de controles administrativos pues su estructura está basada en la lealtad   política y no en la suficiencia técnica, creo que es en Venezuela la única parte del mundo donde un bachiller puede ser gerente , si el presidente de la corte suprema tiene antecedentes penales ya no hay mucho que esperar de todo el resto de la estructura gubernamental.

Cada mañana, mientras me preparo para salir a trabajar , pienso en que cosa horrorosa leeré o viviré este día, como entre mi casa y mi trabajo hay al menos dos horas de viaje donde se incluyen no  menos de tres kilómetros de caminata en cada sentido hay tiempo suficiente no solo para leer, también para meditar en que terminará esto de la histeria por el coronavirus , si antes tenía desconfianza en los otros caminantes ahora tengo tanta más pues le sumas la imposibilidad  de poder saber si esa gente que camina a tu alrededor o con quien hablas serán los que te contaminaran, en caso de terminar contagiado a cuantos mataras en el camino pues si por casualidad eres asintomático repartes el regalito de muerte, en caso de no ser asintomático si sobrevives (o no) porque todo es cuestión de suerte, de ser verdad lo de la insuficiencia de camas, respiradores , bombonas de oxígeno o concentradores, sin hablar de la fortuna que ha de costar para los familiares una hospitalización, las medicinas  y hasta el entierro son asuntos altamente costosos, sin hablar  del costo emocional de sobrevivir en este  caos.

No recuerdo quien fue el director o en qué año se estrenó 12 Monos, tampoco sé a ciencia cierta si la analogía entre la película y el cuento es acertada, lo que si tengo claro es que hay varias pestes que coinciden cuan tormenta perfecta en la Venezuela del siglo XXI, lo que si se es que el caos de ambas obras intelectuales se ha permeado de la ficción a la realidad , torciéndola hasta hacerla casi insoportable, esta mañana estoy casi convencido de que la certidumbre de la supervivencia está relegada a un segundo plano, que el asunto de planificación se circunscribe a las próximas 24 horas y que nunca jamás el mañana fue un asunto tan abstracto, por ahora solo me conformaré con reírme del chiste privado de considerar la política como una orgia  de monos voladores y esperar a sobrevivir solo para verlos caer del cielo bajo el peso de la pandemia, quizás así podríamos comenzar a ser un país civilizado y no este caos infernal que nos ahoga, donde si no te mata la pandemia lo hace todo lo demás.

José Briceño

06/04/2021





martes, marzo 30, 2021

Los viajantes del Metro de Caracas (Linea 2)

 Siempre he pensado que en alguna parte ha de existir un manual para entender al mundo, estoy casi seguro de que está escondido a plena vista , es solo cuestión de abrir bien los ojos y estar atento a las señales para poder entrever una aproximación al futuro basándonos únicamente por las pautas de conducta de los generadores de opinión , eso abarca desde el cine hasta las redes sociales , pasando por esta suerte de inconciencia colectiva que parece estar empeñada en negar la posibilidad a cualquier otra forma de pensamiento que no sea la suya, de hecho , son tantas formas como religiones existen en el mundo , que ayuntado al asunto de creer que todos los demás están equivocados pues al final uno debe andar por la vida empeñado en no romper muchos vidrios en el camino , uno jamás sabe a quién ofende con su pensamiento.

Uno de los aparentes  problemas básicos de la humanidad, está en pensar que hay cosas que deben corregirse  a pesar de que todas las prueban arrojan que es una táctica equivocada, como ejemplo tomemos la educación, que en Venezuela al menos  ha sufrido múltiples trasformaciones desde el año setenta del siglo pasado sin que pareciera haber existido éxito alguno, tal es el caso de los últimos veinte años de educación para todos, libre y revolucionaria. El punto perfecto para cualquier estudiante está en sentirse interesado por los estudios, todos los que fuimos a la universidad recordamos esos años como algo  especial , creo que solamente porque al fin te toca compartir cinco años con un grupo de gente que si está interesada en aprender, hasta quien va obligado termina encontrando algo interesante en la carrera, cosa diferente a todo lo anterior en materia educativa, el problema es que a casi ningún niño le agrada la escuela, sin embargo, cada vez que reviso cualquier bibliografía leo que existen muchísimos hombres sabios que aprendieron a la mala, ahora que deberían ser felices todos los niños, la educación está en el peor punto de su historia (al menos en Venezuela), quien no me crea le invito a dar un paseo por la línea 2 del Metro de Caracas, vean como la gente prefiere ahogarse de calor en el tren sin aire acondicionado antes que abrir unas ventanas , lo peor es que todos se sienten buenos ciudadanos por no abrir las putas ventanas para  refrescar el ahogo del quinientas personas apretujadas en los trenes, todo a pesar de que cada ventana tiene un rotulo en color rojo que da instrucciones abrir las ventilas cuando tenga problemas de aire acondicionado en vagón, es decir, el mismo metro te da permiso para abrir las ventilas si no hay aire acondicionado pero como eres tan buen ciudadano ni tan siquiera te das el trabajo de leer el rotulo y prefieres pasar las próximas tres horas de tu vida ahogado, sudando como un cerdo, más deprimido ante tal castigo que merece circulo propio, pero eres un excelente ciudadano como para tener un simple acto de lucidez ante la desolación, eso indica necesariamente un problema, tengo cuatro años viajando a diario y peleando con los buenos ciudadanos, algunas veces encuentro un seguidor en el vagón, algo así como el 0,025% del vagón prefiere hacerse el loco o defender al ben ciudadano que quiere ahogarse por convicción , menos del uno por ciento de los cincuenta o sesenta pasajeros leyó el rotulo de la ventana, los demás ni siquiera hicieron el esfuerzo.

A cada antropólogo, sociólogo, psicólogo o psiquiatra que me lea, le ruego por favor hacer una evaluación del caso y hacérmela llegar, prometo citarlos como parte del artículo que alguno de mis otros amigos de la prensa digital tendrá a bien publicarme algún día , de otra manera igual hasta me haré plataforma propia solo para insultarlos hasta que por pura bronca alguien comience a tomar cartas en el asunto, el metro es una metáfora absoluta del Venezuela , donde todos saben que la cosa cambió pero están atados al paradigma de vida plena de aceptación de la desgracia como algo natural , tal  cual residentes del siglo XIX, todos están empeñados en seguir dándose topes contra la misma pared, muy pocos levantan la cabeza y encuentran acomodo , los demás siguen empeñados en matar elefantes a cosquillas . el fenómeno de las ventanas del metro de Caracas (linea2)  muestra un retraso cognitivo que deja boquiabierto a cualquier observador  avispado , la mínima expresión de rebeldía encarnada en hacer un acto lógico (ventilar un encierro), que necesita solamente leer treinta palabras impresas y acto seguido accionar una manivela, nada del otro jueves , algo tan simple que ofende , que nadie se empeñe en eso indica algo desalentador, los venezolanos nos hemos vuelto zombis , en serio, la tesis de la esquizofrenia lenta comienza a tener sentido.

El hecho de que las universidades venezolanas o sus profesores no se hubiesen organizado en una fundación al menos y solicitado ayuda a cualquier empresa FinTech para instalar  una universidad nueva, dejando las tradicionales como los cascarones vacíos que ahora son, negociar con las autoridades universitarias para que avalen a los docentes o los apoyen para conformar una educación superior que quizás pueda patrocinar a la básica , creo que hasta Google estaría feliz de escucharlos a menos, que prefieren seguir empeñados en pelear con alguien que los desprecia de manera pública y notoria, desde hace años la docencia es la cosa peor pagada de la historia, cualquier obrero gana más que un doctor en educación, el hecho de que estos colegas no busquen soluciones alejadas de la obtusa academia, da una tristeza enorme, así mismo muchas soluciones simples son desechadas porque prefieren la porquería en la que siguen medrando que trabajar en función de levantar cosas nuevas, si todos renuncian al mismo tiempo, el patrono no tendrá más que sentarse a escuchar y actuar en consecuencia, mientras existan gentes como los viajantes del metro la educación venezolana seguirá en picada hasta volver a una suerte de periodo feudal donde mandan los inteligentes y el resto mendiga.

La educación debería dar un par de pasos atrás y reevaluarse, comenzar a exigir rigor intelectual desde el primer grado, quizás formemos unas cuantas generaciones de niños con estrés postraumático pero eso se cura con una pastilla,  la estupidez es muchísimo más costosa ,  el peor síntoma lo encarnan los viajeros del metro, su propensión a ser buenos ciudadanos los delata.

José Ramón Briceño

29/03/2021





martes, noviembre 24, 2020

Lo que el caracazo dejó

 

Hace no sé cuántos años sucedió un evento que la historia ha dado en llamar “El caracazo”, una ola de protestas violentas que se regaron por todo el país, entrando en una muy breve guerra civil cuyo alcance nadie supo medir en su momento, por supuesto los acontecimientos actuales , así como los de nuestro pasado reciente son producto directo de aquel fallido evento, pero que a la luz de los acontecimientos fue un gran triunfo para muchos que hoy detentan poder, algunos ya murieron, como su artífice Fidel, otros cómplices permanecerán siempre en las sombras, que además sean hasta de difícil sospecha en el teatro de los extremos posibles y los engaños monstruosos que supone la política latinoamericana, desde siempre.

De esa época (la del caracazo) lo único relevante es que cursaba creo que quinto año de bachillerato y una tarde los alumnos del centro de estudiantes convocaron a huelga, recuerdo que mi profesora de historia se alzó de hombros y nos dejó ir, de hecho nos instó, salí alucinado, por primera vez iba a estar involucrado en una protesta de grado universitario, como las que hablaban los tíos que sucedía en sus universidades (UCV, UDO y UC) , me sentía ir a una batalla simbólica pues suponía que las protestas habían sido homerizadas por mis tíos para sentirse más valientes , epopeyas de pobres de los años ochenta por tirar tres piedras y mentar madres a los policías se sentían casi el Masiste de las películas de Romanos de su infancia. Salimos a la avenida y allí alguien secuestró (o estaba a disposición, no recuerdo) de un autobús de la ruta estatal que nos llevó  al epicentro de la ciudad (el centro) allí el encanto se destrozó cuando vi a un compañero del liceo golpear una vitrina que casi le cercenó el brazo derecho, enseguida los gritos, las carreras y el desorden del pánico general ante la vista de sangre, hizo que el asunto se pusiera más álgido y como si los negocios aledaños tuviesen la culpa de la brutalidad suicida de un exaltado, los demás apedrearon vitrinas y los demás saqueaban, vaciaban morrales y bolsos dejando los libros tirados para recoger lo que las piedras habían dejado a mano, caminé todo lo rápido que podía, menos mal por aquellos años trotaba dos kilómetros cada madrugada y hacia una hora de gimnasio cada noche por lo que de correr no habría gran problema, ahora me desmayaría, la policía había hecho cordones de seguridad emponzoñados de agentes esperando la orden de disparar, solo quedaba seguir hacia adelante con la esperanza de dejar algún espacio entre nosotros y los policías, solo para terminar en una plaza rodeados por guardias nacionales que siempre han sido temibles, comenzaron las bombas lacrimógenas y uno que otro disparo, esos los escuché cuando estaba sentado en el segundo banco del ala izquierda de la catedral el único santuario posible en aquel desastre, allí espere una media hora , cuando el estruendo de gritos y humo bajo de intensidad , busqué refugio en la ferretería de uno de mis tíos políticos más entrañables (se llamaba “ferretería Los Tigres”) , quien muy amablemente me llevó a casa.

El estado de conmoción duró unas semanas, desde la tarde de protestas hasta que las calles quedaron despejadas de militares pasó un tiempo, lo único bueno de aquellos días era que conocíamos a unos buenos amigos  que nos permitieron romper el toque de queda con música y licor, alguna vez hasta escoltados por policías que velaban el cumplimiento de la norma que rompíamos los amigotes de la época. Aquellos días era normal tropezarse hasta tanques de guerra por las calles de la ciudad, además como siempre, los soldados que se supone están del mismo lado que tú, te tratan como enemigo, algo bastante desagradable.

Aunque ustedes crean que este texto terminará con alguna bomba histórica, de esas cosas que uno se entera cuando conversa con un coronel retirado que trabajaba en casa militar en aquella época o los cuentos de varios profesores (hace rato jubilados) comprometidos con la acción de aquel día, están equivocados, la única relación que puedo trazar con absoluta certeza es que en aquellos días vi por primera vez el rostro amargo de la desesperanza, cada vez que pienso en los posibles futiros inmediatos de mi país, por alguna razón mnemotécnica termino viendo a imagen de los soldados con su bayoneta calada mirándome feo desde los semáforos, las barricadas artilladas frente al cuartel que hasta hace poco albergó los cuarteles de la cuarta división blindada y los de la división de inteligencia militar, el terminal de pasajeros de la ciudad con soldados pidiendo documentos, cacheando ciudadanos y arrestándolos sin mucha discusión so pena de un disparo a quema ropa, jeeps artillados a las puertas de los supermercados, barricadas con soldados armados en cualquier esquina y toque de queda desde el amanecer hasta el anochecer , todo el que conocía una calle tropical en aquellos años puede dar fe del estruendo constante que viven los vecinos hasta caer la noche, en aquellos días el silencio aturdía todo el día, el ambiente era de velorio. Esa vez, la desesperanza ya se valía de las bayonetas, hoy, aunque no las vea, sigo presintiéndolas cerca para volverme un acerico al primer descuido.

Aquel susto constante, el pánico generalizado, la impertinente amenaza velada que uniformada defiende la patria haciendo a todos de enemigos potenciales, aquella desazón, ahora sé que significa desesperanza, el caracazo no ha terminado, solo que ahora es peor y al igual que aquellos días, se adjetivará correctamente cuando los destrozos sean irreversibles, lo que sucede es que este es un país grande, con muchos negocios posibles, cuando ya ninguno opere sin grandes pérdidas, en ese instante los historiadores comenzaran a relatar historias, adjetivaran esta época y al igual que con la narrativa histórica que se integra con un antes y un después, seguro comenzarán en los años (antes) del caracazo y lo que venga luego, si es que hay uno.

José Briceño

19-11-2020



 

sábado, marzo 24, 2018

Y así Darwin se equivocó


Estar en Venezuela y contarlo a los demás ya me harta, de hecho , prometí dejar de quejarme/maldecir al gobierno/ gritar barbaridades a los chavistas o burlarme de ellos, aunque debo admitir que solamente he podido cumplir la primera parte de esa promesa, es que se hace complicado no complicarse con tantas cosas absurdas que suceden sólo en esta república donde Darwin se suicidaría al constatar como involuciona una especie humana dando al traste con su tan famosa teoría, aunque me duela hablar mal creo que estos últimos años han logrado un profundo proceso de involución cerebral masiva para los estratos más numerosos y populosos de la población, dejando la inteligencia sólo para el asunto de la supervivencia en unos cuantos que aprovechan las bondades para acceder a cuanto pueden y luego huyen (los que pueden y no tienen sanciones) el gran grupo pues que lastima pues eso no es problema de nadie más.

Seamos sinceros, los chavistas convencidos son como los fanáticos religiosos , esos que fácilmente podrían quemarme con júbilo en una plaza pública cuando les digo que “Dios es extraterrestre”, no señores sólo fumo marlboro rojo cuando me lo puedo permitir (una caja cuesta poco más del 10% de mi quincena) , lo de que dios es extraterrestre no tiene que ver  con naves ni nada parecido, es un pensamiento lógico , si el ente creó el cielo y la tierra, junto con ellos a los hombres, animalitos y plantas, quiere decir simplemente que no nació en la tierra pues eso no existía antes de la creación, por tanto es extraterrestre, una cosa lógica , muy simple que sin embargo tocaría pelear con todos los ofendidos, seguramente ser tildado de loco, perder el empleo y hasta lograría una campaña universal para  ser execrado por las mil y una sectas cristianas del planeta. Lo más gracioso es que es fácil darse cuenta que tengo razón pero el fanático no puede creer que su sistema esté errado, así son los chavistas que creen cualquier estupidez sin aplicar el mínimo de raciocinio; por ejemplo, hace días escuché a dos señores muy humildes alegrarse pues según le dijeron iban a regalarles dos mil Petros (estafa virtual del gobierno) a cada portador del carnet de la Patria, otro día vi una cola inmensa de gente que pretendía sacarse el carnet del partido de gobierno pues les habían dicho regalarían cinco millones mensuales a cada militante como “Bono contra la guerra económica”.

Lo más impresionante es que nadie se paró a preguntarse ¿Cuánto cuesta un Petro? Sólo para llegar a la lógica respuesta de que dos mil Petros equivaldrían a cien mil dólares que son una fortuna acá y en Pekín aunque acá daría para vivir como jeque árabe con todo y harén de  prepagos 24X7 por los próximos cincuenta años , algo absurdo nada más pensar que te los pueden regalar, lo del fulano bono contra la guerra económica , aunque más modesto también es impensable pues representa cuatro sueldos básicos, si bien es verdad que les regalan plata jamás son más de 700 mil bolívares que ya representan sólo un cartón de huevos o dos cajas de cigarrillos que en sí mismos no son nada.

Razonando el por qué , no queda más que evidenciar esa involución profunda del 92% de la población que se creyó el cuento el imperio maldito, el odio contra la libertad  que vivíamos, esa que ahora no existe y prefiere la seguridad de la limosna oficial a la prosperidad de exigir una mejor vida, tal como la reacción de ofensa de cualquier fanático religioso cuando le asomas que dios es extraterrestre, en ambos casos sufren del mismo mal de la ignorancia por preferencia ya que todos tenemos el mismo cerebro, la cosa es detenerse a usarlo.
José Ramón Briceño
@jbdiwancomeback


jueves, noviembre 23, 2017

Educación en Revolución

Este año podría asegurar que ha sido un asunto terrorífico pues no solo he tenido que volver luego de un triste periplo por Latinoamérica que  me devolvió a Venezuela con muchos kilos menos de los que me fui, comprobando de paso que ya estoy viejo para algunos trotes e inventos ya que laboralmente luego de los 40 hay muy pocos trabajos posibles, eso sin contar con la xenofobia ni los líos que trae estar acostumbrado a empleos profesionales que siendo muy buenos en realidad para el emigrante pobre (in extremis)  pueden matarlo de hambre lejos de tu tierra. Por otra parte entre ventas por necesidad y robos he perdido todo mi equipo de trabajo (Pc, Cámara y movil) que como sabemos en Venezuela son cosas casi imposibles de comprar ya que significa trabajar los próximos 20 años sin gastar un céntimo solo para lograr reunir algo con lo que comprar alguna de esas cosas. Lo que ha obligado a ejercer como profesor de castellano para tener algún sueldo con el que vivir.

Jamás había dado clases a alumnos de educación básica, todo lo sabía a través de los  colegas quienes relataban sus historias de horror sobre la vida de un maestro de liceo, lo espantoso de cómo el estado declara muy campante que todos los alumnos deben aprobar las materias así no sepan ni tan siquiera escribir, de cómo otros colegas tienen un nivel cultural aun menor que el de los alumnos , van a trabajar asustados de que en cualquier momento un alumno (quizás un familiar o amigo de este) pueda esperarte fuera del aula para hacerte pagar el cero que te atreviste a ponerle o de cómo todo eso condena a la gran mayoría de los venezolanos al sótano de la historia gracias a una política educativa cuyo mayor logro ha sido convertir las escuelas y liceos de mi país en inmensas fabricas de ignorancia que en pocos años nos aíslan un poco más  del universo global en el que vivimos.

Tengo apenas un mes trabajando en un liceo, ahora he constatado que todo lo que aseguran los colegas es cierto, tengo alumnos en primer año de bachillerato que no saben leer ni escribir, hay otros que escriben como niños de tercer grado y cuyo conocimiento del mundo global no va más allá de la canción de moda. Como en todas partes la adolescencia que es un estado de minusvalía mental por el que todos pasamos, presupone un estado de rebeldía total, lo diferente es que ese estado de rebeldía termina siendo uno de apatía  desafiante cuyo desenlace podría ser trágico pues ese adolescente que sabe que lo que diga o haga en el aula será aceptado sin consecuencias reales, un joven que de antemano tiene conocimiento de que la institución obligará al docente a aprobar la materia (con la nota minima pero aprobado) como para atreverse a cualquier cosa sin que exista manera alguna de poner coto a la situación, no tiene futuro alguno en la lógica consecuencia de la educación, ser universitario.

Lo peor es haber constatado de primera mano (reprimenda mediante) que debía aprobar a los jóvenes  pues la ley obliga a eso, que las estadísticas no pueden verse afectadas por el rendimiento estudiantil, que tocaba regalar horas de trabajo para “lograr” que esos alumnos cuyo único merito es asistir a clases  (e interrumpirlas en desmedro de los verdaderos y muy pocos interesados) para aprobarles el lapso antes que las instancias legales obliguen a la escuela a hacerlo ya que la política oficial es que ningún alumno repita el curso.

Ahora la pregunta ¿Quién es el culpable de que eso suceda? , creo que son varios, en primer lugar los colegas cuya autoestima es tan baja que se han transformado en gente cuya única razón de vivir es la quincena trágica que no alcanza ni para comer completo, que parecen haber dejado olvidada la inteligencia escondiéndose tras la persecución de la subsistencia, que olvidaron hace rato que pueden exigir como gremio ser mejor tratados, que esa actitud de zombis asalariados hace tanto daño al país como los políticos imbéciles , en el caso de los simpatizantes del estado son tan idiotas como para justificar su miseria intelectual, espiritual y anímica  tras una supuesta vocación que colabora a tener ese aparato educativo en el subsuelo.

Como no soy políticamente correcto solo diré que el futuro pinta negro, que la cacareada revolución ha aislado a nuestro país hasta la involución casi total, solo tengo la esperanza de encontrar mi salida personal , con mucha angustia doy por perdida la batalla en contra de la ignorancia, este tiempo pasado en el aula me ha demostrado que al estado le interesa tener ciudadanos ignorantes , que mis colegas me desagradan pues no puedo entender en que momento se volvieron pusilánimes a quienes la vida se les va tras la quincena, ojalá algunos me lean y se molesten, cuando menos así sabré que algo dejé.
PD: Querido lector , si has disfrutado este post te invito a hacer click en la publicidad para que colabores con su mantenimiento, te estaría muy agradecido y a ti no te costaría nada, muchas gracias 
José Ramón Briceño 2017
@jbdiwancomeback
  



lunes, octubre 09, 2017

Es momento de cambio

Desde que el chavismo hizo aparición en la palestra venezolana he sido opositor, no recuerdo alguna vez que hubiese estado de acuerdo con alguna medida, ni siquiera cuando fue la última ocasión en que vi el futuro promisorio con el gobierno este en el poder, de hecho hasta cuando laboré en instituciones del gobierno jamás oculté mi antipatía con la ideología chapista, las diversas formas del fanatismo que todos deben exhibir pues de otra la realidad los patea en el estomago, a los que perdieron los escrúpulos por la chequera me dan más asco y he tenido la oportunidad de decirlo en voz alta, claro, esa actitud nunca me ha granjeado amistados dentro del chavismo, muy al contrario, siempre me ven como el “enemigo” , por aquello de la forma poco disimulada en la que expreso mi incomodidad y cuando me discuten me agrada mucho más deshacer sus fantasías con ejemplos concretos sobre  el tamaño y la forma de las burradas que apoyan .

En otro orden de ideas, alguna vez hice militancia opositora, sobre todo cuando decidí que desde mi casa, yo solo, jamás iba a cambiar nada así que comencé escribiendo en este blog y luego poco a poco fui relacionándome con la movida política local y regional. Para aquellos años hasta tenia una novia que era muy fanática opositora, iba a las marchas, hacia pancartas, se maquillaba y se volvía parte de aquella extraña fauna de inconformes que en vez de hacer algo, son felices disfrazándose para hacerse ver, igual eso terminaba siempre en alguna discusión monumental pues la señora no entendía como yo siendo opositor, me negaba a disfrazarme de nada no me agradaba mezclarme en las fulanas marchas, la parte más impresionante era que ella no creía que siendo opositor confeso, con muchos artículos publicados aquí y allá, hasta con una base de seguidores importante, me negaba reiteradamente a participar en ninguna de esas actividades, ni seguía de cerca de los divos del momento.

Los sucesos de los ultimos dos años me han dejado un muy amargo sabor en la garganta, la verdad he decidido no creer más en las promesas de los partidos de oposición, mucho menos creer en las del gobierno que tienen aun menos crédito que las opositoras (y vaya que la oposición vende mentiras), como no veo alternativa posible, me he puesto en contacto con algunos amigos, por el momento solo tenemos algunos sitios en las redes y cero dinero para hacer nada, sin embargo tengo la esperanza de que crezcamos hasta lograr una comunidad lo bastante grande como para poder tener el peso especifico decisivo en la toma de decisiones por parte del gobierno que tengamos, la búsqueda es solo la de colocar al país otra vez en la ruta del primer mundo, dejar este sublumpen en el que nos han condenado tirios y troyanos.

Basta de quejas, es momento de tomar posición, espero que todos quieran colaborar con nosotros para lograr nuestra meta, los invito a visitar nuestro blog (https://mrnven.blogspot.com/2017/10/quienes-somos.html) y nuestras redes están a la orden al igual que los espacios que tenemos , próximamente tendremos algunos eventos para ir recopilando ideas de la gente inteligente que vive dentro y fuera de nuestras fronteras con meta a tener plan que ofrecer y no seguir haciendo los castillos en el aire que nos han prometido, es hora de comenzar a cambiar las cosas.


miércoles, agosto 16, 2017

Venezuela, país irreal

Una de las peores cosas que nos suceden a los ciudadanos venezolanos es la ausencia de información fiable, en realidad nadie sabe jamás nada , todo son supuestos y hasta los procesos administrativos que en todas partes del mundo son inamovibles, esa burocracia absurda que todos odian pero que sabemos solo hay una manera correcta, en Venezuela puede ser resuelta de mil formas distintas donde todas pasan por conocer a alguien, ser familiar de alguien o tener suficiente dinero para pagar a algún gestor, de hecho tengo la impresión que luego del narco y el mercado negro, ser gestor es mucho más rentable que ser médico especialista.  Si hablamos del asunto político la cosa es aún más espeluznante.

Los medios de comunicación no comunican nada, de hacho todos muestran un país que desconozco donde las miserias de todos los días son minimizadas por eslogans, mítines, gritos y consignas, los noticieros son vitrinas de la farándula, solo las redes sociales muestran noticias aunque su veracidad pueda ser cuestionada. Por ejemplo, hay cientos de post que hablan de la “resistencia” donde militares supuestamente activos hacen demoledoras promesas de acabar con el gobierno, presos políticos que aseguran resistir a todas las duras pruebas de su prisión con nla calaña de los carceleros, políticos que a pesar de su filiación opositora hacen demostraciones de adhesión a las cosas más locas que se les ocurren a los barbaros del gobierno, invasiones extranjeras mientras desde el gobierno hablan milagros de una revolución imaginaria pues mi realidad y la de los que me rodean dista siglos luz de las aseveraciones del partido y sus voceros.

Si hablamos de la persecución política toca hacer ciertas distinciones, los muy visibles que por su cualidad son perfectas presas para que la policía gana prebendas con sus jefes cuando atrapan a alguno, los invisibles pero con dinero de los que la policía también puede hacer negocios ya que es vox populi que la libertad de algún manifestante vale entre mil y tres mil dólares en efectivo (una fortuna descomunal en un país donde muy poca gente gana más de cincuenta dólares al mes), los invisibles pobres que por lo general terminan en algún penal de máxima seguridad pagando groseras condenas sin haber pisado jamás un tribunal, esos parecen ser juguetes para que los acólitos de los sistemas de seguridad estatal ejerciten sus instintos sádicos para mantener bien engrasada la bestialidad necesaria. En todos los casos anteriores se mantiene la constante de ausencia de información oficial sobre los procesos, es decir, todos están a merced de los caprichos del poder, las leyes son soportes para sus documentos pero en ningún caso la necesaria guía para sus actos, no importa quien seas igual estás indefenso.

Por último y no menos grave estamos el resto de los ciudadanos, sobre todo los que hacemos o hicimos vida política activa o aquellos quienes desde sus teclados hacen resistencia , no solo apoyando las denuncias, también los que escriben, denuncian y hasta ejercitan el sano ejercicio de liberar presión insultando a los culpables, todos somos sospechosos y podemos ser reos en cualquier momento, pero nadie sabe cuándo puede ser, es más, lo factible es que puedas pasar toda tu vida asustado y no suceda nada pero también es factible que algún compañero de trabajo, vecino, “amigo”  y hasta cofrade de la misma iglesia te denuncie y termines preso por tiempo indefinido bajo el dudoso cargo de “traición a la patria”, nadie sabe.

No existe manera alguna de que podamos saber exactamente cómo actuar en el país, nadie te puede decir exactamente ningún procedimiento, es casi imposible saber a ciencia cierta si lo que se lee en los medios digitales es cierto, no existe en ninguna parte alguna estadística fiable que refleje la realidad del país o cuando menos de manera oficial, en Venezuela todo es un acto de fe, donde lo único real es no tener fe en nadie pero rezar todos los días para que no seas una víctima más de la psicopática forma de vida que todos tenemos en esta extraña dimensión que damos en llamar por pura necedad “realidad nacional”.
José Ramón Briceño , 2017
@jbdiwancomeback


martes, abril 11, 2017

Lo beneficioso de comer moras azules durante las protestas


En estos días oscuros , donde nadie sabe en realidad cuanto más jodidos podemos levantarnos al día siguiente ya que todo parece apuntar que de alguna manera siempre estamos peor cada mañana, creo que ya ni importa quien mande, luego de estos años de vivir en un mundo donde cualquier cosa por más espantosa que suceda es ya “normal”, este domingo por decir dos cosas, a las nueve de la mañana vi una mujer con la cabeza abierta , sentada en la acera y ni un paramédico, según escuché fue que la tipa se atravesó al bus que no tuvo tiempo de frenar por completo y para “buena suerte” de la señora solo salió con la cabeza rota , no pude más que pensar en ¿qué terrible dolor tendrá la dama cuando se le baje la descarga de adrenalina y comienza a doler en serio? ¿Cómo hará para ir a trabajar o que mala suerte eso de ser atropellado en Venezuela?, eso te pasa en USA y sales solo con la cabeza rota mínimo te ganas una pensión adelantada gracias a la demanda que le ganaras al estado. La verdad luego de lo espantosa de la escena (soy fotógrafo y es complicado desligarse del oficio de mirar) con la dama de tez clara, cabello crespo y  rubio que no se veía nada natural, bañada en sangre y esa cara de no saber ni creer muy bien lo que te está pasando que todos tenemos justo después de semejante golpe (cinco fracturas en mi haber lo atestiguan) a las diez de la mañana luego de estar con mi hija, el cielo azul, el autobús sospechosamente amable, el tráfico con su mínima expresión, todo como para ser feliz en vez de tener la insensata idea de dar cabezazos a un autobús de diez toneladas.

La verdad mi primer pensamiento fue, “pobre mujer , ahora le toca estar en un hospital venezolano les juro que aparte de la razón obvia por la cual no me gustan los hospitales y que creo muchos compartimos , está esa natural sensación de pánico de tan solo pensar que tendré que pasar una temporada enfermo, sin medicinas, seguro, ni dinero (que ya es horrible), está esa otra de saber que los hospitales públicos pueden ser una fuente de inspiración sublime para los escritores de terror sin que tengan que apelar a la imaginación, nadie cree que tantos horrores convivan en el mismo espacio y nada cambie jamás, es como si de alguna manera los venezolanos estemos ligados al horror como parte integral de nuestra genética , eso no nos deje nunca jamás ser gente civilizada en todos los ámbitos , sin esta sensación de vivir en medio de un burdel de frontera donde todos viven drogados con alguna cosa de esas que vuelven locos furibundos a todos los que las consumen, además borrachos y de paso molestos, una combinación que pinta muy bien la sensación que se respira por acá.

Quisiera decir que no éramos así antes de que el Psuv se halla robado el estado de cordura nacional, la verdad es que nunca hemos dejado de tener esa compulsión sórdida, solo por nombrar el siglo XX que si le metemos tiempo más atrás en nuestra historia podríamos asegurar que los horrores siempre han  existido, desde caribes caníbales, españoles abominables, enfermedades, esclavitud, guerras muchas guerras, olvidados del mundo, tanto que ni siquiera hubo ruta interoceánica hasta finales del siglo XVIII (que tres siglos existiendo a la sombra es muchísimo tiempo e indicativo del poco aprecio por parte de la corona), cien años de guerras y guerritas que cíclicamente mataban a la mitad de la población sin que apenas a nadie le importara fuera de las fronteras, de hecho los periodos que pareciéramos ser de lo más razonablemente civilizados comparten ciclos históricos con otras dos dictaduras militares donde ni siquiera hubo la mitad de muertos por represión que las sufridas por las dictaduras similares por parte de nuestros ahora muy civilizados vecinos de frontera (por decir solo dos), el análisis también contempla la posibilidad de que quizás el país sea feliz cuando las dictaduras solo quitan libertades pero compensan en lo económico que es otro aspecto que atañe a nuestra concepción de civilización. Como la que cerró las puertas al siglo XIX en cuanto a las guerras y comienza la época de oro del petróleo , pagó totalmente una deuda externa que debía el país desde cien años atrás , no había más que aisladisimos casos de crimen y comparándolos con estos tiempos hasta la miseria era más llevadera que ahora.

Eso fue con Juan Vicente Gómez, años después estuvo Pérez Jiménez y también fue de relativa calma nacional, con múltiples cosas que gritaban que el país si bien era una cosa de miedo por la seguridad nacional también se miraba el progreso en todas las esquinas. Pasaron estos y el asunto comenzó a tornarse un poco más enrarecido cada año, como una enfermedad de ciclo muy lento que de tan poca la velocidad de evolución de esa enfermedad solo te das cuenta muy tarde, sin embargo repito, la miseria fue muy llevadera pues quien ganaba un poco en realidad le alcanzaba hasta para tener ciertos lujos, se de gente que por aquellos años no tenía donde vivir y sin embargo podían pagar giros de un carro 0Km comprado el año pasado, ahora quien gana mucho, muchísimo no podría pagar los giros de un carro nuevo sin haber vendido hasta las amígdalas para poder dar una inicial grosera, ni comer opíparamente pueden los profesionales universitarios.

Hasta que aquella enfermedad hizo una pausa momentánea en su curva descendente y sin aviso previo se volvió metástasis, en estos momentos vivimos los espasmos previos a la muerte del país entero, mi esperanza es que la vida después de la vida pueda aplicarse en el país, se supone que por allá se busca el cielo. En estos tiempos tan espantosos donde es complicado olvidarse de que vivimos en un universo paralelo donde se concentran buena parte de los horrores posibles de la humanidad, en este momento histórico, estaba leyendo mi twitter y veo que una publicación de carácter nacional, de larga data libertaria, de fuerte medio que no le ha tenido miedo al gobierno a pesar de todos los atentados y afrentas sufridas por parte del gobierno nacional, tiene como una noticia destacada del día, un muy ameno articulo donde declama las virtudes de comer moras azules , ¿díganme por favor que eso no es una vaina que solo sucede en un país loco?
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback





miércoles, marzo 29, 2017

El anís y la mojigatería criolla


Hace poco volví al país luego del fallido intento de emigración que suspendí por motivos de salud, los detalles los estoy escribiendo en un texto que espero termine en libro, además claro de la genuina aspiración de conseguir que alguna editorial seria lo publique y genere alguna compensación en dólares o euros preferiblemente, en vista de eso no hare ningún comentario por esta vía sobre la experiencia, lo que si hablaré es de una cosa que me tiene espantado y que en este periplo por toda Suramérica nunca vi que ni leí en periódico alguno que se replicase ese fenómeno en ninguna otra parte.

La primera noticia de eso tan espantoso lo encontré como meme en Facebook e Instagram, como sé que acá hacen bromas hasta con cosas macabras no le hice mucho caso, sin embargo en la primera oportunidad que tuve le pregunté a una colega docente que si ejerce en educación básica (no sufre de la misma alergia a los adolescentes que sufro) si era verdad lo que había visto como broma, ella me afirmó que si, que en realidad había escuchado de parte de sus alumnos sobre fiestas donde todos consumían eso y lo comentaban como la gran cosa. Como de los comentarios uno no debe fiarse mucho pues los jóvenes inventan muchas tonterías para hacerse los interesantes seguí buscando información a través de los hijos de mis amigos, su respuesta me dejó frio.

Cuando yo era adolescente no fui lo que se dice un joven modelo pues había descubirrto que me gustaba el alcohol y abusé de él en todas las formas que se me ocurrieron, por fortuna me encontré una novia que me rescató del seguro destino de alcohólico conocido cuyas bases me había labrado muy a gusto, aunque mi abuela no le gustase mucho el asunto, pero hasta ahí. La noticia horrorosa no es que aun los jóvenes sigan tomando el espantoso anís, es que ahora lo combinan con jarabe para la tos, específicamente un opiáceo que solo ya causa dependencia, mezclado con alcohol es la antesala del infierno, en el transcurso de mi vida he conocido varios personajes cuyos demonios son gobernados por el “inocente” jarabe para la tos, hasta hoy consideré eso como casos aislados, sin embargo la realidad me ha dado de frente en la nariz para mostrarme que siempre puede haber algo peor.

Quiero pensar que ese invento relativamente novedoso de mezclar alcohol con jarabes es una moda pasajera (se dé casos donde además le suman antialérgicos o antigripales para reforzar el efecto), eso destroza el hígado más rápido que años de bebida consecuente , así que estamos en presencia de un fenómeno pronto a matar a más de uno a una edad en la que si acaso debería emborracharse hasta tener la resaca de su vida que le enseñe a no volver a abusar, si acaso a fumar algo de marihuana como forma de “colocarse”, total esa adición se ha demostrado que no es física si no mental así que en el peor de los casos sería mejor, cuando menos previenen el cáncer que es otro flagelo humano.

Quizás la alternativa de gastar diez mil bolívares (toda una fortuna para el liceísta promedio) entre seis y sumarle otro poco por el jarabe para tener la certeza de emborracharse con poco licor sin contar la posibilidad de que la “alegría” contagie algunas niñas bonitas para liberar el yugo hormonal que tantos estragos hace en las duchas solitarias de los quinceañeros , hasta ahí todo normal, el problema está en el enganche que los dejará inútiles en poco tiempo, si ellos se mueren al final no pasa nada, a diario matan a muchos venezolanos sin que parezca que la cosa cambia mucho, el asunto es de salud publica. Digamos que Juanito , perencejito, fulanito y menganito se escapan un viernes en la mañana , se van a casa de luisita que junto a la menganejita, la menolcita, la yurkelvis y la maygalet también han desertado esa mañana mientras sus padres andan laborando (en el mejor de los casos) arman la fiesta, todos entre 13 y 16 años, sacan la respectiva botella con su jarabe incluido más la ración de pastillas, se prende la fiesta que termina en las habitaciones y camas de la casa, nueve meses después hay cuatro niños de niños que son criados por los ya atribulados abuelos, sus padres terminan de cuatreros para poder mantener al bebé que cada día sale más costoso hasta que se cansan del asunto. En el escenario “optimo” las cuatro parejas suspenden los estudios para criar a los hijos pero esa suspensión los ata a un mal empleo de sueldo básico cuando no a la vida de cuatreros que por lo general hace que los niños que van creciendo se queden al garete repitiendo la historia, tendremos un crecimiento poblacional vegetativo precisamente del tipo de gente que ningún país necesita, si solo se murieran luego de mucho ingerir esa mezcla sería triste pero en todo caso no un drama, el cuento es si sobreviven.

Lo peor es que me imagino la reacción del ministerio de educación prohibiendo que los jóvenes tomen anís, haciendo campañas que nadie oirá sobre los peligros del alcohol mezclado con esas cosas, haciendo que los antigripales se compren con receta lo que encarecería más el asunto ya difícil de las medicinas, cuando al final (me parece) que resolverían más legalizando la inocua yerba (marihuana) que al final es menos dañina, estableciendo clínicas móviles de planificación familiar donde las jóvenes puedan obtener una inyección anticonceptiva que no evitará que fumen yerba pero sí que sigan haciendo niños sin padre, que en muchos casos terminan siendo los dilectos hijos de la patria a lomo de moto con pistola e historial delictivo incluido, acelerando la espiral de violencia que ya nos tiene acorralados, en diez años más será peor y créanme que siempre puede ser peor.

Creo que es hora de dejar la mojigatería boba que nos mantiene en este retraso abismal de pobreza mental, física y espiritual que no es si no alimento para los politicuchos de medio pelo que se aprovechan de la pendejada colectiva para llenarse los bolsillos mientras el país arde por los cuatro costados.
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback

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miércoles, enero 18, 2017

Reflexión obligada

Morir es un acto natural, por mucho que nos disguste o entristezca la idea igual todos terminaremos algún día muertos, el ciclo de la naturaleza no se detiene. Al final el problema no es morir pues todos legaremos a eso, el asunto es como, cuando y de que manera toca irse de este mundo, Venezuela al parecer se ha vuelto una suerte de sucursal menor de la muerte.

Digo menor pues hay zonas como Siria donde la guerra hace estragos más fuertes y  morirse es la cosa más factible del mundo, en Venezuela también sin embargo a diferencia de Siria, aún no hay bombardeos masivos ni intereses encontrados entre potencias que tranquen el juego, pero ante la miseria los intereses se hacen más ambiciosos, el hampa se une en sindicatos y hasta los entes gubernamentales son parte activa en todo ese entarimado de maldades que terminan con la vida de 28 mil compatriotas al año, una suma barbárica solo imaginable en tiempos de guerra y que nadie más que los que hemos vivido allá entendemos a cabalidad ya que conocemos de cerca el miedo, las balas, los hospitales y hasta el hambre muy de cerca, sabemos que toca a veces como una vez al día para estirar lo poco que tenemos de comer, sabemos lo que es pasear por el centro de alguna ciudad buscando ofertas para organizar cuando menos una comida fuerte al día y saber que tu sueldo no te va a alcanzar para mucho más que eso, rogando que nadie se enferme para no terminar más estresados de lo común, sabiendo además que cualquier cosa que hagas debe ser resuelto antes que caiga la noche ya que al amparo de la oscuridad se multiplican las posibilidades de que te conviertas en un número más de las estadísticas, bien sea por que tienes o porque no tienes y al malviviente le da bronca que no tengas nada que quitarte.

Todas las mañanas enciendo mi computadora para testear que ninguno de mis seres queridos ha sido tocado por la maldad imperante en aquella tierra, en la búsqueda me tropiezo con cosas espantosas, desde linchamientos, decapitaciones, amenazas públicas de grupos armados que piden un dinero a cambio de no secuestrar a alguien si acaso no matar a algún familiar, muertos por falta de medicinas, peticiones desesperadas de tal o cual fármaco importante para vivir, una inflación que en verdad supera toda mi capacidad de asombro y lo peor es un gobierno que se empeña en mentiras que solo ellos creen mientras los demás están muriendo por varias causas que van desde enfermedades, malnutrición, miedo y depresión pues nadie que viva de esa manera puede salir indemne de tal catástrofe .
Pensando el asunto me preocupa que al parecer a nadie interesa nada en Venezuela pues la capacidad de asombro pasó hace rato el umbral del espanto logrando que la gente vea de lo más normal tropezarse un muerto en la acera, como si de un bulto de basura se tratase. Hace algunos años, el gobierno tan sabido en artimañas para librarse de responsabilidades eliminó del código orgánico procesal penal el artículo que se refiere a la “notitia criminis” que no es más que la obligación por parte de la fiscalía de investigar cualquier delito denunciado por los medios, he ahí la razón por la cual la prensa se desgañita denunciando y nunca pasa nada.

Ahora bien, la queja en nada ayuda, toca comenzar a buscar soluciones, la más simple seria proponer un holocausto de balas y muertos por doquier, desde bombardear las cárceles con todo y presos hasta pasar por el paredón al tren ministerial junto con el poder judicial, sin embargo ya sabemos que no se puede a menos claro que recibamos ayuda con armas, tropas y municiones para quemar el país por los cuatro costados sin que se salve nadie para luego reconstruirlo todo como nos merecemos. La otra opción menos cruenta sería la de separar el país en dos partes, una república del sur donde la democracia y la honestidad sean los valores que se propugnen desde todas las palestras, donde el futuro sea lo que queremos y la otra mitad se la regalamos a los animalejos rojos para que hagan con ella lo que les de la gana.

Ejemplos sobran en el mundo, sería una medida salomónica que nos ahorraría horrores , hambre y el desespero de todos los días, sé que muchos exiliados volveríamos a trabajar por una nueva república donde nuestras familias puedan volver a tener futuro, seria duro , pero les cuento que luego de irme de mi país cualquier cosa me parece menos ruda pues antes de huir conocí de cerca todas las miserias de ser un mendigo con sueldo profesional y en el exterior he conocido la cara fea del miedo, ese mismo de no tener más que lo que cargo en mi maleta y confiar en que mi único capital (mi cerebro) acá me dé lo suficiente para salvar a mi familia que quedó allá.

Sería interesante conocer las opiniones de quienes también andan hartos como yo, organizar un movimiento secesionista que nos permita lograr el futuro que la peste roja nos niega y que a pesar de lo duro que pueda parecer, comenzar de cero no siempre es tan malo, quizás así nos quitemos el estigma de vivir pensando que vivir es un ejercicio de supervivencia.
José Ramón Briceño, 2017
@jbdiwancomeback



sábado, enero 07, 2017

La “inteligencia acéfala” ataca

Por mi formación académica y vocacional suelo pensar que todos son inteligentes, que a pesar de que no tengan las grandes facultades, seguramente habrá algo que hacen mejor que los otros y eso de por sí ya es un rasgo de inteligencia. Tengo que confesar que entre las cosas que ha hecho el gobierno de Venezuela es enseñarme que todo ese cumulo de teorías dentro del área educativa obvian ese otro tipo de inteligencia que se oculta dentro de la maldad, esa que hace pactos con todo lo posible e imposible para asegurar su cuota de poder así sea pagando el precio de prescindir de la inteligencia , que, digo yo, es el único capital real con que contamos en la vida, lo otro (dinero y cosas) son un suplemento para tener cierta calma para poder desarrollar otras cosas más edificantes que el trabajo de todos los días que por mucho que nos guste se vuelve monótono.

Si en el gobierno hubiese gente tomando decisiones inteligentes mi país no sería lo que hoy es, una cosa de la gente inteligente es que cuando el asunto se pone muy complicada se busca a alguien que sepa con claridad y así no conozca la situación por lo menos aporta las ideas iniciales para resolver algunos problemas. En Venezuela los políticos y los militares (no se sabe quién se subordina a quien) hacen gala de la más grande brutalidad que alguien puede cometer sin que acepten criticas de ningún subalterno (que tampoco alzaría la voz por temor a ser despedido)   y se van a tomar las soluciones menos inteligentes posibles.

Destrozaron el campo y a agricultura con una epidemia de expropiaciones que dejaron solo en dos estados más de 4 millones de hectáreas sin sembrar, imagino que las cifras de los otros estados sumarian alguna barbaridad interestelar, si hubiesen sido gente inteligente no tocan el campo, vuelven al esquema de las cosechas aseguradas y pagadas a crédito, de masiva importación de maquinaria, equipo, fertilizantes , instructores , supervisores , en fin , gente y cosas para apuntalar la producción, en cambio hicieron todo lo contrario con el posterior desangramiento de las arcas nacionales en el camino. Si hablamos de economía pues no hay mucho que decir, quizás darles el beneficio de la duda que en su maldad todas las ultimas maldades económicas hayan sido para lucrarse  de forma descomunal en moneda, dura mientras los venezolanos sufren hambre con múltiples penurias, pero sin querer justificar nada ,por lo menos se puede alegar maldad, a lo mejor son insumos para su cárcel del futuro cercano, pero que todo sea producto de la brutalidad de gobernar sin saber qué carajo hacen, (cosa que sucede desde la más alta jerarquía hasta el más insignificante funcionario con ganas de progresar a punta de ser servil, menos inteligencia) es un asunto que debería ser castigado en el séptimo círculo del infierno de Dante pero para hacerlo más trágico debe ser musicalizado por los conciertos de Lila Morillo, Nancy Ramos, los corraleros de majagual, cualquier regetonero mayamero y en los “descansos; suenan los grandes éxitos vallenatos (del primero hasta el nonagésimo segundo volumen) para que purguen la pena capital por haber maltratado a más de 30 millones de almas , quizás hasta colaboran con muchos millones más si le sumamos la ayuda a los terroristas de toda calaña que han recalado en las oficinas de los “revolucionarios”.

En la salud no han dado pie con bola, si fuesen inteligentes (cada vez más convencido de que no lo son) hubiesen imitado a otros países donde lo recogido en los estrambóticos impuestos al cigarrillo y el alcohol sea destinado a educación y salud, ahí todos los borrachos y fumadores que en muchos casos son una misma persona, colaboran con el avance nacional, sin hablar de que así sabríamos realmente adónde va a parar el dinero recogido por nuestros impuestos. Eso sería muy inteligente pero sin ganas no hay fruto, antes uno podía darse el lujo de ser ignorante, pues no existía una biblioteca tan grande y actualizada que te respondiera cualquier duda, aunque sea por la vía de la enciclopedia, ahora está google que se actualiza, traduce y hasta califica más información de la que el mundo tuvo jamás, la conclusión simple es que su ignorancia es tan grande que una de dos, o no entiende nada de lo que sucede más allá de su zona de confort o es simplemente que les da terror que tener la constancia de su poca inteligencia al reunirse con gente que realmente si la tiene.

La lista sería muy larga para escribir una aproximación desde estas líneas, lo que puedo inferir es que el gobierno desde hace muchos años comenzó bajo la egida de la ignorancia ilustrada de mucho pseudo intelectual que apoyó un monstruo que ya se veía malo desde el principio (militar e inteligencia son de difícil conjugación, quiero imaginar que no es imposible) quienes por desgaste fueron diluyendo aquellos sueños de la izquierda comeflores que terminó siendo caníbal cuando tuvieron el poder, trayendo como consecuencia un fenómeno digno de estudio por parte de la psiquiatría pero no como tradicionalmente vemos cómo funciona el cerebro, es darle un enfoque de estudio como una inteligencia malsana que podríamos denominar “inteligencia acefalica”, cuya definición irá ligada a lo negativo donde siempre lo hacen muy bien pero a lo positivo jamás les dará el cerebro para pensar en algo constructivo y lógico que sea perdurable.

El virus de la “INTELIGENCIA ACEFALICA” ha sido inoculado en todas las dependencias oficiales y en los creyentes del “proceso”  he ahí la explicación de porqué llevamos más de 16 años sin sacarnos de encima a esa gentuza, cuyo único éxito real es haber destrozado un país con futuro para retrotraerlo al pasado con lo que dejan a su paso.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback




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