Hoy
domingo, como la economía me ha obligado a decidir entre periódicos o
cigarrillos, debo admitir que más ha podido el vicio, por tanto me conformaré
con las ediciones digitales, aunque estamos claros, no es el mismo placer, como
decía un alumno “Eso es lo que hay”. Me he tropezado con la noticia de que le
llevan juicio a Farmatodo por las colas en las puertas de sus negocios, a mí
que ya casi nada me sorprende en lo que respecta a mi país, me ha perturbado un
poco la noticia.
Si
fuésemos un país con real sentido común y algo de lógica, las autoridades que
se supone están más informados que nosotros los mortales de autobús y
camionetica, necesariamente tienen que saber mejor que nadie que las colas son
culpa de la incapacidad gubernamental y la codicia de los miserables, no hay de
otra. Fíjense queridos lectores, si la cosa no fuese incapacidad los mercales
serían émulos de wallmart tropical, no los cementerios que son, las iniciativas
como las extintas farmacias populares serian la competencia de farmatodo, los
bancos del estado la maravilla que no son y las clínicas llorarían por
pacientes y no por insumos como efectivamente están
Si
sus economistas y políticos fuesen todo lo eficientes que se supone son, no tendríamos
este control de cambio, tampoco nos afectaría mucho la baja del petróleo pues
se produciría tanto que se exportaría, el campo estaría lleno de plantíos alimenticios,
rebaños inmensos de reses y hasta podríamos ser una real potencia agrícola pero
cuando vemos lo que hay y preguntamos por ahí, nos enteramos que hay más de un millón
de hectáreas confiscadas por el estado que no producen más que mogote, bichos y
servir de refugio a cuanto facineroso malandro grita cuatro consignas y pone su
moto a disposición de los jefes.
Si
fuesen todo lo brillantes que dicen ser y cumplieran lo que prometen, no tendría
que hacer malabares para hacer un mercado siempre lleno de cosas que faltan y
balances a fin de mes que no cuadran, no habría esta angustia por las medicinas
de nuestros familiares y seres queridos. Entonces los interpelados deberían de
ser otros que a ojos vista han desgraciado el futuro cercano del país y de paso
tienen los cojones de pedir respeto.
Otro
detalle, ahora a uno le piden la huella dactilar hasta para comprar en el
supermercado, todos saben donde anda uno, entonces, ¿las escenas del crimen no
tienen huellas digitales?, ¿para que carajo uno pone el dedo en todas partes?,
sin hablar de que la cedula de identidad es digital desde hace un rato, teniendo
esa base de datos podría fácilmente establecer responsabilidades en los
juicios, ser expeditos en el castigo a los crímenes de a diario, la única manera
en que demuestran que son inteligentísimos es para castigar a quien mata a uno
de los suyos o para poner preso a algún opositor, de resto es vox populi que
desde los penales se maneja toda una corporación del crimen en el país, eso sin
hablar de loa narco jefes que según la DEA manejan todo en ese gobierno.
Si
de verdad sirvieran de algo y tuviesen vergüenza, renunciarían hoy mismo pero
no sin antes hacerse su expediente por ser culpables de las colas y la escasez,
con esa autoguerra económica que nos han condenado.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback