Estar
sin internet es verdaderamente estar desinformado en Venezuela, si de por si
uno jamás sabe nada pues sin comunicación por las redes se sabe menos. Hace
poco aumentaron los sueldos por decreto, contrariamente a lo que se pensaba no
hubo jubilo pues todos saben que al aumentar los costos de producción se afecta
el precio de toda nuestra economía ya deficitaria.
Uno
puede pensar en un primer momento que los fulanos son brutazos, pero de verdad
yo dudo que un imbécil sobreviva en el gobierno y mucho menos llegue a los
altos cargos sin una dosis de cinismo, planificación, premeditación y alevosía
suficiente para sortear las trampas de todos los ungidos por los jefes hasta
llegar a posicionarse de espacios de poder, e4so cuenta desde el más olvidado
pueblo hasta la misma casa de gobierno, ahí no hay brutalidad, eso es solamente
maldad manifiesta y un amor desmedido a las prebendas inmensas que le da el
poder, por si alguien lo ha olvidado les recomiendo leerse el plan de la
patria, aquel documento que redactaron y aprobaron, del que nadie se ha ocupado
mucho de leer , mismo que delata la cualidad neo marxista, asesina no solo de
economías, también de disidencias.
Estamos
a escasos días de unas elecciones, signadas por una depresión colectiva que no
ha existido desde hace muchos años en este país, rodeados de miserias sin
igual, donde han llegado al extremo de ofrecer casas a los profesores (por
ejemplo) ya que ni la coerción del curso obligatorio para la adquisición de la
titularidad de los cargos les sirve para por lo menos aparentar que tendrán los
votos suficientes , ya que todos sabemos de las trampas que se valen esos para
lograr sus cometidos, con la genuflexa complicidad de todos los funcionarios
públicos y el personal militar que algún día tendrá que pagar las miles de
cosas que nos deben.
No
se si es mi depresión clínica la que habla, pero cada día veo las calles con
menos ánimos, la gente parece caminar porque no tiene de otra, a unos días de
las navidades ya ni gaitas se oyen, la alegría se ha batido en retirada para
ser ocupada por la conversa sobre lo triste de no tener lo que antaño teníamos
o el miedo de andar por la calle, son tiempos duros de exilios, muertes ,
tristezas y desesperanzas, ya ni siquiera pueden dar esperanzas a los pobres
pues la única esperanza que les queda a ellos es la de poder seguir haciendo
pingues negocios con el mercado negro, la clase media está cada día más cerca
de ser la clase baja y la baja ya toca buscarle otro nombre pues la designación
de este se ha devaluado.
La
oposición anda manipulando para poder (según ellos) hacer loby político, los
oficialistas pues hacen malabares para que las costuras de su gestión no sean
tan evidentes, tanto así que ya mienten ante el país y el mundo, las
declaraciones de todos los altos personeros del gobierno parecen sainetes mal
ensayados y peor escenificados pues una cosa es que las mentiras tengan algún
atisbo de realidad, otra muy diferente es que las mentiras son tan duras que no
existe manera inteligente de encontrarles explicación racional.
Quisiera
cerrar mi articulo con algo de esperanza, pero por más que la busco no la
encuentro, la vida en Venezuela es de un nivel tan extraño que nada sorprende y
lo único que tenemos es la certeza de que nada tiene certezas, lo que hoy
parece posible, mañana no lo será y hasta la pesadilla más burda adquiere visos
de posibilidad, ojalà los espíritus de la “generación del 28” (aquellos que no
tenían miedo ni a balas ni a cárcel,
además de sobrada inteligencia y cultura) tomen posesión de algunos políticos o
aspirantes a serlo para que de una vez por todas salgamos de este lodazal donde
seguimos empantanados , que cada día va tapándonos el cuerpo hasta que dejemos
de respirar del todo, eso ya está cerca.
Josè
Ramòn Briceño, 2015
@jbdiwancomeback