Hoy
me tropecé con un artículo publicado en Dólar Today, a pesar de mi reticencia a
creer en el periodismo de estos amigos, pues considero muchas veces que la
forma en la que tratan la noticia no es la más adecuada, además, ridiculizar a
quien naturalmente ya sabe que lo es, no tiene mucho sentido, es como patear a
quien se ha caído nada más por el placer de hacerlo, no se confundan, no me
agrada ninguno de los que están en el poder, menos aun cuando esos son los artífices
de toda esta crisis espantosa, pero creo que la oposición ha de ser más seria
que los fantoches que se dicen periodistas del lado oficialista.
En
fin, la noticia es que en este país hay 70 muertes por cada 100 mil habitantes
a causa de la violencia, usualmente pongo en duda todo pero esa cifra es
bastante cercana a lo que el Dr. Marcos Tarre, relató en una conferencia a la
que asistí hace un par de años. No sé mucho de estadística más allá de lo poco
que aprendí en la universidad (donde vi la materia por obligación y cuya nota
da vergüenza) pero la cuenta da vértigo, cualquier guerra se ha quedado
perpleja ante tal mortandad gratuita.
Como
si fuese poco la cifra de delincuentes sueltos, los que están en reclusión más
las bandas organizadas en el país (18.000), eso sin contar los fulanos
territorios de paz que son en realidad espacios para la impunidad, estamos ante
un país que se lo lleva la delincuencia, cuyo futuro es de dudoso pronostico.
A
pesar de los cacareados planes de seguridad, el hampa cada día toma más fuerza,
mientras la ciudadanía está desprotegida. Esa gente, si es que a los hampones se
les puede tratar así, les han regalado las calles mientras los generales,
coroneles, comisarios y demás funcionarios que se supone están a cargo de la
seguridad de los ciudadanos no hace más que pavonearse , llenos de escoltas ,
medallas y uniformes.
Digamos
que creo en la buena fe de los funcionarios policiales y militares, que los
civiles los tienen acoquinados con cualquier pretexto de esos que usualmente
son de vida o muerte, que el poder del hampa está concentrad, apoyado de tal
manera por unos y otros que los pocos honestos y responsables se encuentran de
manos atadas, con una pistola en la nuca de ellos y sus familias. Igual queda
una pregunta en el aire ¿las armas que les dieron están de adorno? ¿los
compañeros de ustedes caidos por las balas de los malvivientes no les duelen? ¿Sus
familias les preocupan?, imagino que no todos han podido sacar a sus hijos o
familiares del país, algunos deben estar impedidos de hacerlo. ¿Qué hacemos los
ciudadanos mientras tanto?, ¿nos quedaremos encerrados rogando no ser los próximos?,
¿de verdad lo que se maneja en todos los niveles de corrupción vale más que la
vida de los venezolanos?.
Amanecerá
y veremos, la verdad no creo que solucione nada con mis líneas, es más, dudo
que la gente pierda el miedo y solucione el asunto de la delincuencia, vivir
entre la viveza y la miseria es un asunto complicado, acá nadie se preocupa más
que por lo suyo, hasta que una bala los toca, así vamos, plenos de miedos, con
autoridades que se conviven con el delito y que muchas veces son responsables
absolutos bien sea por acción o por omisión.
De verdad tengo fe en que la ley del Karma los
alcance, escribir los tormentos que deseo que sufran es bastante largo, pero
les recomiendo leer “La divina comedia” de Dante, así podrían darse una idea de
lo que mis deseos engloban a todos los cómplices pues su conciencia, sus manos
y hasta sus hijos están salpicados por tanta sangre derramada en las calles de
mi país.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback