Siempre
me he preguntado por cual razón son tan famosas las películas, series y
animados sobre zombis, hay una manía global con esos seres, es complicado
entenderlo al menos para mi, la luz se hizo una tarde mientras estaba hablando
con varios amigos , caí en cuenta que el mundo está lleno de zombis cuya vida
se les va de 8 a seis de la tarde, de lunes a sábado, con la rutina normal de
trabajar, comer, ver televisión, tomar un trago el sábado por la noche, hacer
las diligencias o no hacer nada los domingos y repetir adnauseaum el ciclo
hasta que las fuerzas le alcancen.
Es
increíble como el mundo está cada día más lleno de gente cuya nulidad parece
ser la norma socialmente aceptada, siguiendo esa línea de pensamiento podría inferir
que la fama de los fulanos zombis se debe a un fenómeno de identificación de
los humanos para con esas criaturas, la identificación es total. Contrario a lo
que uno piensa, que los héroes son las divas del momento, al final son los “malos”
quienes capitalizan la atención pues aun sin querer todos (las mayorías) se
sienten identificadas por su actuar diario, en eso tienen que ver mucho los
adelantos en materia comunicacional, nadie lee, muy pocos escriben aunque
parezcan muchos hay que estar claros en que diez o quince mil personas no son
absolutamente nada contra loas más de siete billones de humanos que pueblan el
planeta, la muerte de la cultura tal como la conocemos ha llegado.
Quienes
piensen que hablo tonterías , pregunte entre sus vecinos quienes leen algo más allá
de Facebook, cuantos hacen alguna actividad más allá de las descritas como
norma urbana, que además no incluya disco o bar, quienes piensan más allá del
día de mañana, se inmiscuyen en otros asuntos o tienen ideas propias que no
sean influenciadas por redes sociales. Eso lo saben los partidos políticos, los
comerciantes, en fin todo el tinglado económico global está montado en la
posibilidad de que el planeta sea algo más parecido a una película de zombis
donde nadie piense más que en la tontería mediática, la rutina de la nada por
la supervivencia, el cero pensamiento en función de la critica y la manía total
de los humanos por ser iguales gritando su (ilógica) “rebeldía” por ser
diferentes pero conforman tribus inmensas de gente igual que solo comparte su interés
por alguna nimiedad, ojo de ahí no escapan los fanáticos religiosos, deportivos,
televisivos y hasta los de algún genero musical, tengo la impresión de que solo
son zombis de distinta estampa pero igual desarrollo neuronal.
Walking
Dead es en realidad una metáfora del mundo actual, la diferencia está en que
los humanos penan el canibalismo, sin embargo se hacen fanáticos de su nada y
son felices así, persiguiendo la quimera de su inutilidad haciendo apologías de
lo que consideran normal, mirando por sobre el hombro a quienes no piensan como
ellos, eso por supuesto ha minado hasta el ámbito cultural.
Por
años he evitado ser devorado por alguno, creo que mi crisis existencial y económica
se debe a la negativa por convertirme en otro zombi más, miro a mi alrededor y
veo gente siendo feliz aun cuando la infelicidad los está matando, no es un fenómeno
venezolano pues lo he visto de cerca por toda Latinoamérica (creo que si alguna
vez voy a Europa también lo veré), los últimos dos mil años han ido conformando
este universo de zombis, solo espero encontrar alguna isla donde evitarlos para
no formar parte de la trama de este planeta llamado tierra y que los genios del
marketing global han satirizado en una teleserie con ganancias estratosféricas ,
donde todos se ven pero nadie se identifica (quiero creer que por pudor y no
por idiotez), espero que mis lectores puedan dar las coordenadas que de alguna
manera huiré y les contaré.
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José
Ramón Briceño
@jbdiwancomeback