Hace unos
días vi en twitter un mensaje donde se criticaba que ahora no hubiese
intelectualidad seria hablando en contra del régimen, eso me ha dejado con un
amargo gusto por lo certeramente demoledor del reclamo, me consta que en este
país hay inteligencia de sobra, también puedo asegurar que en el mundo hay
muchísimos exiliados brillantes, unos haciendo historia en sus respectivos
empleos pero los más están haciendo tareas que acá, en su país no hicieran. Sé
de eminentes cirujanos trabajando en algún McDonald’s de Miami, profesores de literatura que venden
electrodomésticos en un mercado de Bucaramanga, un Doctor en ingeniería de
alimentos laborando como asistente de laboratorio en Australia, una ingeniero
electricista atendiendo una tienda de ropa en México, un licenciado en
filosofía con dos doctorados ganándose el pan como carpintero en París y eso
por no hablar de los muchos que tienen peores y mal pagados empleos en todo el
mundo pues los venezolanos estamos haciendo historia con este éxodo que ha
espantado a tantos para llevar hasta peor vida que la de su país, en labores
muy alejadas de su increíbles empleos que solo podrían acceder si vivieran en
su sitio de origen del que huyeron debido a tantas cosas que se hace pesado
enumerar la letanía de males nacionales, ninguno amable por cierto.
Los de acá, los pocos inteligentes que quedan
sueltos están desempleados, mal empleados o subempleados por el mismo estado
así que es difícil que pongan su magro ingreso en peligro por vociferar
verdades que fin de cuentas ya hacen muchos todos los
días. La parte que me aterroriza es que no aparezcan algunos outsiders que
pateen la mesa de vez en cuando, como existen en todos lados, puedo entender
que en 18 años han demolido el país y que muchas de las almas combativas ya se
han muerto, los que quedan vivos de aquellas generaciones que hasta los años
noventa eran una fuerza interesante resulta que están en depresión severa y
continuada por haber sido de izquierda toda su vida solo para descubrir que en
estos tiempos que el comunismo es absolutamente letra muerta, quizás hasta
estén pensando en suicidarse. Se de muchos que ya no militan en la izquierda,
se de otros que a pesar de tener libros publicados, escrito muchas piezas para
el teatro que de paso se presentaron y hasta exitosas fueron, ese amigo
(ex)chavista lo he visto trabajando como albañil a los 46 años para ganarse la
vida, los más afortunados tienen pequeños negocios, venden huevos, trafican en
el mercado negro, mal viven de cualquier manera y hasta los que tienen empleos
en el sector privado ganan menos que un obrero sin importar mucho sus logros,
imagino que en todos los estratos del quehacer artístico nacional andan así ,
no digo que de capa caída, de seguro están intentando empeñar la fulana capa a
ver si así comen un mes completo sin estrés ni medidas estrictas para alargar
la vida de la despensa.
Tengo la impresión de que no existen los suficientes
intelectuales valientes ni para hacer un
panel de discusión, quizás si pero son tan pocos que les es complicado
establecer redes efectivas, lograr acuerdos para escribir un blog de protesta,
hacer actos locales donde se exponga en palabras inteligibles sus sugerencias
para acomodar alguna cosa en el país y de esas hay millones con posibles
soluciones, hacer protesta con su obra en otras partes del mundo, que el mundo
sepa que a pesar de que en este país todo es plomo, hambre y mala educación,
también hay otro que piensa, razona, expone, propone explica y señala los derroteros
del pensamiento nacional, ese silencio causa sordera de lo abrumador.
Desde hace años parece que existen los mismos, no
veo caras nuevas, no he leído en ninguna parte propuestas políticas para la
refundación de la república, tampoco propuestas de ningún gremio en especial
para lograr las cosas que necesitamos como país, mientras más gente participe
mayor será el abanico de posibilidades para quien gerencia esas áreas luego del
recomienzo, no veo a nadie haciendo propuestas para una ley de educación acorde
con nuestros tiempos, las universidades siguen atadas a sus justas protestas por un sueldo digno sin
embargo tampoco han hecho público ningún documento señalando los necesarios
cambios curriculares y de funcionamiento que deben tener para estar acordes al
siglo XXI, incluyendo una nueva visión del proceso de educación básica creando
currículos ajustados a formar ciudadanos inteligentes para cambiar el país y no
esta camada de bachilleres que no leen, no saben más que lo muy básico y en
algunos casos exhiben una ignorancia tan ofensiva que no puedo pensar más que
en un daño continuado que se le ha hecho a esas pobres víctimas de la idiotez
socialista quienes en vez de hacer de la escuela ( y el liceo) espacios para el
aprendizaje son en realidad guarderías baratas pues ni siquiera tienen la
obligación de estudiar para aprobar, en la universidad el asunto cambia, pero
eso ha sido la razón para que las matrículas universitarias se hayan reducido
en más de un 55% con una tasa inmensa de deserción antes del segundo semestre,
es una cosa espantosa eso de que la educación escasee también.
Se de alguna gente que hasta ha publicado sus propuestas para
futuro, me siento orgulloso de haber colaborado en la elaboración de una de
ellas y aplaudo de pie a aquel profesor universitario que se trazó esa meta,
hay inteligencia trabajando pero son pocos y hablan muy bajito, debe ser el
hambre que los tiene doblados en su tristeza. Espero estar equivocado , que en
un futuro cercano los gremios ligados a la inteligencia de este país comiencen
a salir de la oscuridad, los jóvenes universitarios que pelean en las calles
son inteligentes, es verdad , pero los mayores tienen necesariamente más
sabiduría que es la que hace falta para empezar a reparar el daño chavista y
eso señores es pronto, no debemos permitirnos el lujo de imitar a los del
gobierno improvisando desde el principio, volvamos al planificación calmada a comenzar a razonar
de donde sacaríamos dinero para esos proyectos, cuántos y cuáles serían los reclutados,
la forma de absorber a todos esos profesionales brillantes que aún quedan acá,
convencer a los que se fueron de que vuelvan y en unos años sentirnos
orgullosos de haber enderezado el entuerto nacional más funesto de toda nuestra
historia hasta llevarnos para el primer mundo, o cuando menos volver a ser
gente, no este cumulo de angustias que somos todos los venezolanos.
José Ramón
Briceño 2017
@jbdiwancomeback