Hoy
es quincena, alegría de tísico diría mi abuela que en paz descanse, en su boca
sonaba muy siniestra esa frase pues ella, en su juventud fue tísica, pero de
eso hace ya muchísimo tiempo, con esto de la inflación uno mira con tristeza lo
del sueldo y los malabares para que medio rinda y no me vuelva a suceder eso de
pretender comprar una caja de cigarrillos con monedas y la portuguesa de la panadería
se niegue a vender pues el bulto de monedas es mucho.
Me
acabo de enterar vía redes sociales que habrá aumento de sueldo, no sé si a los
docentes les llegará eso, lo que si se es que para todo el país es nefasto otro
aumento, sobre todo cuando en estos últimos días la mayoría de los insumos de
primera necesidad han subido sus precios más del 300% en algunos casos, de
hecho , creo que el menos aumento está en el pasaje de transporte público que
es apenas del 30%, total tenemos un nuevo sueldo cuyo poder adquisitivo es algo
así como 280 veces menos que el último sueldo y aun así pretenden que uno
celebre el día del trabajador, lo que deberíamos es organizar un gran velorio
en todas las plazas y sitios públicos ya que mañana podríamos conmemorar el
sepelio de la economía nacional, haciendo especial mención a los muertos por la
violencia (la pasiva y la agresiva) , el futuro, la educación y el progreso,
que al final debería ser la búsqueda de todos más allá de nuestro sino
ideológico.
Este
gobierno y sus acólitos retrasados mentales todavía no le da la gana de pensar
que el asunto del futuro está divorciado de la ideología, nadie se atreve a
expresar que más allá de las izquierdas, las derechas, los centro cualquier
vaina, los fascistas, anarquistas, maristas, ultraístas y pare de contar, está
el asunto económico, el hambre no tiene que ver con tu ideología, si resolvemos
el cuento económico tendremos futuro. Esa manía de los gobiernuchos populistas
de aumentar el sueldo sin equilibrar la economía nos tienen “pidiendo cacao”
desde hace mucho tiempo, aunque un gobierna sea feliz organizando la vida de
una legión de mendigos , más ocupados en hacer colas para comprar lo poco que
el sueldo le permita, yo creo que la gente inteligente debería organizarse, más
allá de sus creencias políticas, estrato socio-cultural, religión, profesión u
oficio y hacer resistencia activa hasta que esos imbéciles (por no decir
palabrotas) cojan mínimo y se ocupen del asunto económico como debe ser.
No
es que ellos no sepan cómo hacerlo, es que hacer un pueblo con una economía de
verdad les da grima pues dejarían de lado algunas cuotas de poder que solo son
posibles en situaciones de miseria exagerada como esta que vivimos, donde un
kilo de café es un lujo, la carne una concesión exótica que exige escoger entre
un par de almuerzos o la parrilla dominical, ahorrar es un asunto imposible. Los
ancianos deben escoger entre comer o comprar medicinas (las que encuentran) ,
los adultos deben reunir desde enero para poder comprar los útiles y uniformes
escolares en septiembre , los comerciantes deben despedir a sus empleados o
irse a la quiebra, el estado ya no soporta más el peso de mantener una nómina
inmensa, el desempleo cunde por do quier, no importa cuántas misiones se
inventen, igualmente lo que paguen se irá en suspiros y colas pues la inflación
se come cualquier intento de buena fe.
Si
ganar menos de 100 dólares al mes, ahora el sueldo mínimo es una cosa así como
66 dólares al mes, que quiere decir 2 dólares diarios a precio oficial, a de negro
es poco más de 1.3 diarios, eso ni los mendigos lo obtienen pidiendo limosna,
acá tienen que trabajar 40 horas semanales para lograr estar por debajo de lo
que gana un mendigo, todavía hay estúpidos que creen en esta porquería de
revolución que la verdad nos ha robado hasta la intención de futuro.
Haciendo
un aparte, debo confesar que me importa poco la suerte de los jerarcas, no creo
importante saber si diosdado tiene cuentas en las islas caimán, si el otro
negrito tiene su yate lleno de rubias nórdicas bañadas en champan francés, si
el presidentucho tiene millardos en euros depositados en pupukistan, si todo el
tren ejecutivo importa sus mercados desde panamá en aviones militares donde las
señoronas de los milicos se colean para, con los vueltos hacer su carnaval de
miserias, las verdad poco me interesan esas cosas, más me interesan que seamos,
tal y como lo he demostrado en el párrafo que antecede a estas líneas los
mendigos con más petróleo en el mundo, espero de verdad , con ansiedad intensa,
que el día de mañana pueda patearles el culo a todos, aunque se vayan con sus
millones a otro lado, ya ni eso importa, pero que el próximo que se apoltrone
en la silla presidencial, los diputados, concejales y demás funcionarios, sean
gente de verdad dispuesta al trabajo, la critica y la construcción del país que
queremos, sobre todo que este eterno chapalear en el asqueroso charco coprológico
de una economía ilógica se acabe para siempre y volver a ser un país de gente, no una república de mendigos, donde la vida valga menos que tu sueldo.
José
Ramón Briceño Diwan, 2014
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