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viernes, agosto 08, 2014

Venezuela, país (casi) sin ciudadanos



Es común que por las calles la gente comente sobre lo que acá pase, junto a esos comentarios nunca bien ponderados sobre la situación va aparejada una pregunta ¿Qué nos ha pasado como país?, la respuesta no es sencilla pues sencillamente nadie quiere parecer agresivo delante de nadie, el asunto, según mi óptica, es que hace rato dejamos de ser ciudadanos para convertirnos en una suerte de animales llenos de cierto resentimiento hacia el resto de los  mortales.

Si no me creen párense un día a ver nada más cómo se desarrolla el tránsito en las calles, donde la anarquía es una constante, no son solo los motorizados que con su imprudencia agreden a todos por igual, incluidos claro ellos mismos, sin contar que el vehículo preferido para cometer fechorías es la moto, como todas las motos son iguales y las apariencias solo son variaciones de un mismo tema, nadie sabe si el mototaxista, el mensajero, el ciudadano normal que la tiene como medio de transporte, el joven que anda en iguales condiciones o cualquier otro ser humano sin malas intenciones, encubren a un asaltante en potencia que igual te roba el teléfono, el carro o la vida en el peor de los casos, con toda la carga de miedo que eso presupone, si a esa mala fama le sumamos lo altaneros, groseros y malos ciudadanos que son la mayoría pues no respetan ni semáforos, aceras, vías ni derecho de paso, no es raro que nadie los quiera, seguramente ni sus madres. Ellos son una muestra de lo poco ciudadanos en lo que se ha convertido el venezolano de estas calles, sobre todo de los bajos estratos socioeconómicos.

Pero los otros estratos no se salvan, entre ellos los vemos con sus camionetotas apabullando a todo aquel que ose estar en su camino, sin importar para nada si este otro conductor está en su vía o  no, se estacionan donde les da la regalada gana, atraviesan sus vehículos de lujo sin importar si obstruyen el tránsito de los demás, no importa, ellos aparentan tener poder (algunos de verdad lo tienen, cosa muy triste) y seguramente algún carnet que funciona como patente de corso para sus correrías. Entonces el asunto no es de dinero si no de educación.

Para no ser tachado como sectario, digamos que estamos en una cola de un cajero automático, por lo general todos lo usamos con criterio de urgencia, no es solo que se necesita la plata rápido, es que también estar en frente a uno significa que quizás tengas dinero en el banco, por tanto eres blanco fácil de cualquier ladrón, nadie sabe si quien está tras de ti está en comunicación con alguien más y terminas siendo la victima perfecta. En fin, siempre hay algún abusador que hace decenas de transacciones en ese cajero, al parecer nadie le ha dicho que para esa vaina está la banca electrónica que se maneja desde tu computadora, en la tranquilidad del hogar, digamos que no tiene ni computadora ni conexión a internet en casa pero les aseguro que por lo general carga un Smartphone que cuesta por lo menos seis meses de su sueldo en el bolsillo, ese también sirve, pero si no tiene ni lo uno ni lo otro seguramente ganará sueldo básico porque seguramente sus cuentas estarán siempre en agonía como la de muchos (incluyéndome claro), entonces qué carajo hace perdiendo el tiempo en saldos que ya debe saber de antemano, digamos que no es nuestro problema, pero si le reclamas en vez de volver la mirada y pedir disculpas se vuelve airado, gritando mentadas de madre e insultando a todos los que le reclamamos, como si el cajero fuese de su propiedad y nosotros solo le pedimos el favor de que nos deje usarlo.

Si hablamos de los guardianes de la ley o las fronteras, ellos no son menos maleducados, la verdad me he tropezado con nos cuantos que han resultado ser verdaderamente amables pero son la excepción a la regla, los primeros infractores de todas las normas de tránsito y urbanidad, además claro de ser sospechosos de estar incursos en calidad de cómplices con otros tantos millones de delitos que van desde la piratería  que de tan común ya es tradicional (música, juegos y películas en cualquier formato) hasta otros de mayor calado y por tanto muy especializados donde por lo general los dividendos se reparten en toda la cadena de mando. De los políticos mejor no hablar pues es llover sobre mojado.

Entonces lo que hemos perdido no es solo el sentido de pertenencia, también la esencia ciudadana, donde prive el respeto al prójimo por sobre todas las cosas, Venezuela se ha vuelto un hervidero de mala educación, maldad y maledicencia, donde nadie se salva y los ciudadanos se han concentrado en sus guetos, causando esto más división entre los que habitamos este país y donde el odio (espero que no) parece esperar su momento para explotar con toda su fuerza para terminar arrastrarnos a una confrontación que pudiéndose haber evitado por un estado conciente, se ha propugnado por razones egoístas y mezquinas propias de estos Calígulas tropicales que al igual que aquel emperador pretenden hacerse con todo, ayudados claro por la caterva de pendejos que creyendo en pajaritos preñados han puesto su voto y voluntad al servicio de esta maldad que han dado en llamar socialismo del siglo XXI.
José Ramón Briceño Diwan 2014
@jbdiwancomeback





1 comentario:

Hermes Varillas Labrador dijo...

No hay que ir muy lejos para saber las causas de esta crisis de valores por la que afronta la ciudadanía. Huelga decir que la patria no la destruyen con robarse el tesoro del erario público y colocar en fuga los capitales hacia otras latitudes, tampoco con acabar lo que medio servía en manos de la oligarquía y ahora en manos del estado pasó a ser minusvalía... La destrucción del país se logra robando los valores morales y hasta espirituales de sus ciudadanos. Cuando escucho decir que "Chávez es nuestro Cristo", doy por sentado que el plan maquiavélico de acabar con el sistema de valores imperante no es un juego, es una aberrante y triste tragedia para el venezolano, colocar una lupa a las pretensiones en el modelo educativo que se ha venido al suelo es un parámetro que puede sacar al escéptico de dudas “No vale, yo no creo”, es una frase que se hizo popular en esa gran masa de venezolanos indiferentes e indirectamente cómplices de este estado de oprobio y anarquía ... Ya sólo queda expresar como dijo NSJ en la cruz, en esa misma cruz que nos han impuesto a todos por igual, salvo la élite de boliburgueses: ¡Todo se ha cumplido!... Nada fue al azar https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200292497769532&set=a.2504952017578.133965.1066336291&type=3&theater