Hay
quien dice que soy un hombre rencoroso, que toca perdonar, olvidar, lo que pasó
pues ha pasado, por lo general término dando la razón a esos argumentos y en la
mayoría de los casos dejo que el tiempo pase y me olvido del asunto, sin embargo
todo tiene su límite, toca molestarse y jamás olvidar cuando la ofensa ha sido
tan profunda que afecta hasta el modo de vida, el futuro de los hijos y hasta
el de uno mismo, esa misma ofensa que hace a muchos compatriotas hacer maletas
e irse para jamás volver, a las madres llorando en los aeropuertos, familias
que nunca más volverán a verse, tal como en el siglo XIX pero en pleno siglo
XXI donde se supondría esas cosas no deberían de pasar.
Si
alguien me pregunta si la verdad hay rabia en mi corazón en contra de los
chavistas, no tengo más que, a pesar de algunas honrosas excepciones, decirle
que sí, que desde hace rato ando muy molesto con la mayoría, que son unos
barbaros que han permitido bien sea por acción o por omisión que el país esté
vuelto una porquería, que los sueldos sean tan valiosos como un saco de latas,
que las cosas cotidianas de comer sean ahora motivo de gula, que las medicinas
dejaron de serlo para convertirse en tesoros que definen vida y muerte, que la
devaluación te robe los sueños, que los estudios valgan menos que tu capacidad
de ver hacia otro lado y transformarte
en una suerte de jalador de oficio para escalar y quien quita que hasta
ministro te vuelvas, que ser hampón sea una marca de respeto entre esa clase de
gentuza, donde hasta los antaño intelectuales serios sean ahora poco menos que
justificadores sonrientes.
Esas
y muchas cosas más son las que me hacen rechinar los dientes, más aun en estos
días como, sin pudor alguno, los milicos de verde, esos que se hacen llamar GN
acompañan, protegen y hasta escoltan a los malandros de moto y bala para ir
dejando un reguero de sangre por todo el país, lo peor, el gobierno ha hecho TODAS las diligencias para que se active la mordaza mediática, no pasa nada
señores, el país está en calma, vamos bien, mientras que la realidad es roja
pero no por el partido de gobierno, es por sus secuaces que lo manchan todo de
sangre, ah, pero los fascistas son otros no ellos con sus camisas pardas
(rojas) grupos de choque, detenciones arbitrarias, plomo a discreción y pobreza
de mente por elección.
Desde
mi esquina me pregunto algunas cosas a diario, ¿será que estos amigos
oficialistas no tienen familia?, ¿jamás se les ha enfermado nadie?, ¿sabrán
algo que nosotros no sabemos?, ¿ellos tendrán algún mercal, pdval o lo que sea,
secreto y no les afecta la escasez?, ¿ganan en Euros y no le cuentan a nadie? ¿La
industria petrolera les rinde a ellos algunos dividendos que a los demás se nos niega? ¿En su barrio, urbanización
o edificio no existe el hampa?, o ¿simplemente son unos miserables resentidos
de porquería? , ¿Una moto vale un país?, la verdad estoy intentando dar
respuesta a esas interrogantes sin claudicar ante la rabia además claro de
hacer un esfuerzo por ser ecuánime, pero es difícil.
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Es
interesante hablar con los izquierdosos pues ellos niegan ser fascistas, pero
los “escuálidos de mierda no volverán”, al principio me quedaba de piedra,
luego me molestaba y en algunos casos la cosa no terminaba bien, así mismo
sucede con algunos familiares que todavía se empeñan en ser ciegos, de los que
se las dan de cultos, esos jamás son culpables de nada, toda respuesta comienza
con alguna paja histórica, que si la calva de Lenin, la pelambre de marx, los
postulados de Felipito, las ganas de huguito, la cuarta república, el imperio, los
niños tristes de Somalia, pero jamás lo que pasa, y si acaso lo hecen no es que
son bestias, es que el odio imperial, la guerra económica, el odio
internacional los tiene contra el piso, así que la mejor arma es comer menos,
no piense que van a resolver nada, mejor coma menos, no se enferme, deje el
café, el azúcar, las harinas, las carnes, el pollo, eso de soñar con una vida
mejor es un sueño pequeño burgués que no le cuadra a ningún revolucionario por
tanto, por decreto lo prohíben desde Miraflores.
Mientras
la verdad es que TODOS esos tipejos tienen ya casa, cuenta, inversiones y demás
en el extranjero, pero a los ciudadanos de a pie, que nos joda la historia, en resumen
, no estoy bravo, estoy a arrecho y en contra de todo sentido común me voy a la
calle, a poner mi granito, así que no se asusten si esta noche la esquina no
muestra nada, quizás ando cansado , corriendo o todavía en la calle, a la
espera de que los militares demuestren que son gente, los políticos que de
verdad apoyan la causa y dejan la paja de los cálculos, la gente que va en
serio la cosa y los malandros del gobierno que la historia pasa facturas
bastante caras y después la izquierda se lavará las manos alegando que ellos “no
sabían” que ahora los fascistas son otros, desde su dorado exilio Cubano, recabrones
chavistas.
En
fin, voy saliendo de mi esquina a ver si me aposto en las calles hasta que lo
que quiero salga y desde aquí le recomiendo a Maduro y compañía, que maduren, a
los que me leen fuerza, a los otros, esos que me leen por encargo de sus jefes
para saber si acuso a alguien que recuerden que ni vaselina hay y al resto,
fuerza, aguante, valentía y mucho coraje que la cosa no es juego y el futuro
tampoco, saludos desde mi esquina, en este tercer mundo que de tan mal parece
más bien la quinta paila del infierno de Dante.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
@neurocaotico
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