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miércoles, octubre 01, 2014

Drama doméstico de cada día


Desde hace rato vengo comentando en privado (y algunas veces en público) sobre mucha de la estupidez gubernamental, cada vez que leo en alguna valla, prensa, medios digitales o donde sea que fulano , fulana, el ministerios tal o cual hicieron, están haciendo, van a construir, tramitaron recursos, compraron medicinas o cualquier otro “logro” me molesto. No es envidia como algunos dicen, es que si haces tu trabajo no tienes que hacerte propaganda, se supone que si haces cualquiera de las cosas para la que te contrataron o eligieron no debes hacer promoción, me parece que es como si uno que responde a las responsabilidades de ser padre, compra comida para sus hijos, celebra el cumpleaños, los busca en la escuela, paga la escuela, los invita a salir o cualquiera de los millones de detalles que se generan de la responsabilidad de ser padre obligue a los muchachos a hacer proselitismo o hace una valla para avisar que esta navidad si hay regalos con una valla o un aviso de prensa que diga “gracias papá, me quieres”, coño eso sería terrorífico.

No digo que pensemos en los “lideres” como si de padres se tratase, es que si cumples con tu responsabilidad debe ser lo más normal que las cosas funcionen, además de que sería una muestra de seriedad que los tipos hicieran vallas o algo similar solo cuando los hechos estuviesen consumados. Por el contrario uno está acostumbrado a que los avisos y la propaganda usualmente hagan proselitismo de algo que de paso no existe. Lo más ridículo es que se hacen ver como grandes cosas, cuando no hacen más que hacer su trabajo.

Revisando la prensa, sobre todo la que el régimen regala en cada esquina para convencer a los demás que ellos trabajan, si es que hacer que trabajan sin resultados tangibles es trabajar, no pido disculpas por ser tan rudo en mis aseveraciones pues están a la vista. Fíjense, todos los días algún ministro prohíbe alguna vaina, promulga una ley, hace un show con cadena de radio y TV incluida pero todo sigue igual, es más, cada hora es peor la cosa.

Importan, exportan , van a la ONU se gastan una cantidad de dinero en una semana casi igual al presupuesto educativo, hacen gala impúdica de su exageración al gastar dólares sin pararle mucho al cupo que estamos sometidos los demás mortales y de paso tienen el descaro de decirse “obreristas”. Quisiera poder utilizar mi frase favorita “ese no es mi problema” sin embargo en este momento si es mi problema pues me afecta al igual que afecta a TODOS los que aún no nos hemos podido ir por cualquier razón.

Tengo que confesar que a pesar de lo que me aterra que en el oriente medio se estén matando todos contra todos, que los musulmanes sean ahora una suerte de plaga bíblica, que los rusos invadan un país vecino sin que la opinión internacional pueda hacer la gran cosa, que los estudiantes chinos tengan una semana en las calles de Hong Kong y la policía extrañamente no haya comenzado alguna escabechina tipo Tianamen y pare usted de contar los horrores que están sucediéndose en el mundo, la verdad me importan poco, creo que debemos atender el drama doméstico y después si es que hay un despues nos preocupamos por el mundo, de todas maneras al mundo tampoco parece importarle lo que nos pasa como país.

No soy insensible pero es que no hay razón para que mientras nuestro mundo es una cerca con barrotes llena de el vacío de la escasez y la pobreza, nos dé por rasgarnos las vestiduras por males extraños de gente que ni mi idioma habla, que además tampoco puedo hacer nada por ellos. Mientras las vallas muestren rostros sonrientes de incapaces que tienen que gastar dinero en contarnos que “trabajan”, la tinta de imprenta sea todo un gran cuento de ficción, salir a las calles sea un acto de temeridad y comprar la comida un ejercicio faquirico para seleccionar lo que se puede comprar o lo que no por aquello de estirar el sueldo, el futuro sea una entelequia que dependa más de la suerte que de otra cosa, me negaré a angustiarme de los males extranjeros.

En el momento que no exista limitaciones de futuro pensaré en donar parte de mis ingresos a alguna causa justa, mientras la única causa justa que me interesa es la de mi casa, los demás me valen madres, cuando no sea un escándalo que el presidente y su comitiva se gasten el equivalente al presupuesto educativo en un fin de semana mientras los maestros y profesores no tenemos seguro porque el ministerio dejó de pagarlo, pero te lo descuentan de nomina, no tiene sentido hacer manifestaciones por Siria, Palestina, Israel, Las Malvinas, los Kurdos, los Rusos, las maras centroamericanas, los Paramilitares, la Guerrilla, Bush, Obama, Putin, los Chinos, los (cabrones) Cubanos o lo que sea.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




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