Los
domingos son días de hacer nada, sin embargo existimos maniáticos de hacer
algo, si no físicamente cuando menos mentalmente, total si no pensamos no
existimos aunque la realidad pareciera desmentir eso. Hoy al levantarme he
encendido mi computador y me he puesto a leer lo que las redes gritan, tengo
que ser sincero, mi nivel de ansiedad esta mañana no es normal, por mucho que
piense que toca apretar los dientes (y algo más) es complicado no angustiarse
por lo que en las calles sucede, que por ende se mete en mi casa y afecta a
TODOS mis seres queridos.
Desde
hace días estoy pensando en lo importante que es estar informados, en esta
censura que flota en el aire, donde hasta tienes que cuidarte de lo que dices pues
no sabes si eso te valdrá un tiempo en la cárcel o el empleo. Uno lee lo que
pasa en Corea del norte, donde todos ignoran la realidad del mundo y de paso
son obligados hasta a cortarse el pelo como el magnánimo líder exige, la verdad
me causa un espanto indecible y pensar que hace unos meses escuché y miré como
un par de imbéciles de VTV hacían elogios para con el funcionamiento
gubernamental de ese país.
La
ansiedad deviene de la impotencia, la indignación, el miedo y la preocupación
de que sucederá mañana, a veces me pregunto si el carro que está estacionado
afuera de mi casa, ese que está esperando a alguien o enviando un mensaje de
texto es el que lleva a los esbirros que me van a detener por mi blog o mis
opiniones, si el motorizado que me pasa por un lado en la calle me va a
disparar a quema ropa por no cargar ni dinero ni celulares caros encima, si al
salir de mi trabajo e ir a buscar a mi hija algún malandro se subirá al autobús
para asaltarnos y quien puede saber que
más, si el día de mañana algún jefe googlea mi nombre y se entera que soy
opositor y me quedo sin empleo, si los colectivos declaran la guerra formal y
se arma la gran guerra civil donde los civiles pasaremos aún más trabajo del
que ya pasamos intentando sobrevivir con los 50 dólares mensuales que nos pagan
por nuestro trabajo, lo más angustiante es que sin haber guerra tenemos una
economía y una vida muy parecida a la de los países en conflicto ¿Cómo será si
es declarada?.
Pensar
en tan siquiera tener que portar un fusil o una pistola para defenderse o
defender a la familia es algo que me neurotiza y me conflictua, cuando leo a muchos
que lo piden a gritos me provoca amarrarlos en una silla y obligarlos a mirar
los cientos de miles de horas de documentales que muestran los horrores de
cualquier guerra para que sepan que el plomo real no es como en los video
juegos, allí no hay vidas de más, ni fuentes de poder que te permitan revivir,
ni reset que valga, una vez que la bala te mata no hay nada más, a pesar de lo
que digan las religiones y los fantasmas que se supone andan entre nosotros,
eso de la muerte me da escalofrío.
Mi
angustia se basa sobre todo en la cierta imposibilidad de tomar un avión, meter
a toda mi gente querida, mi gato y los animales de mi viejo para mudarnos a una
isla perdida donde no exista ningún animal
que respire política, dedicarnos a ser felices y que si les da la gana quemen
el puto país, quizás una vez quemado hasta sus cimientos pueda ser reconstruido
pero es muy importante estar a miles de kilómetros de acá con todos los
quereres cerca.
La
imposibilidad de este sueño me hace pensar más en el futuro, mis grilletes
emocionales no me dejarán partir, sin embargo acá, pensando que no se me
ocurren ideas nuevas, no veo salidas posibles, casi que pienso en comenzar a
gastar la mitad de mi quincena en latas y conservas para poder tener una mega
despensa que me permita alimentar a mi familia en caso de que los animales que
portan armas de fuego les dé por salir del closet y terminen de matarse de la
manera que les dé la gana, sinceramente no me causará ni el menor dolor sus
muertes, así los conozca me importan un carajo.
En
vez de estar pensando boberas como un referéndum para reformar la constitución
mejor pensemos en un referéndum consultivo para dividir el país en dos, le
dejamos su tajada a los animalejos del PSUV y la gente nos vamos para el lado democrático
a hacer lo que queremos, que es vivir en paz, con futuro y así lograr la
felicidad que aunque no puede comprarse, tener paz con progreso tangible es
bastante ayuda en eso de vivir.
José
Ramón Briceño 2014
@jbdiwancomeback
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