Hoy
domingo, previo al inicio del año laboral, muchos vuelven a sus rutinas, la
escuela, la calle, el autobús, la oficina, el terrorífico jefe, la malvada
profesora, el clasificado para encontrar empleo, en fin, el malabarismo diario
de estar vivo en este país y en otros también. El panorama según lo que se ve y
siente por ahí, no es nada alentador, nos clavaron otra devaluación, agravada
por la escasez, amén de las secuelas de los saqueos metódicos ordenados por el
encantador de pájaros místicos y su sequito de irresponsables millonarios.
Saliendo
a la calle a buscar mi vicio diario, el cigarrillo, políticamente incorrecto
además de contraindicado, pero en mi caso pues simplemente me gusta, me he dado
cuenta que ha comenzado a escasear, cuando menos el de mi preferencia, aquel de
un vaquero que viene en caja roja y miente descaradamente con que es un
supuesto tabaco rubio de Virginia (USA) pero a mi parecer tiene mejor sabor que
los más populares, ya la escasez no es solo de cosas de comer, los vicios están
llegando a su nivel óptimo, tipo azúcar, café, licores aunque esos, los caros
no escasean porque se pusieron carísimos y su salida es menor, pero los vinos
si NO HAY.
Todo
eso me puso a pensar en algo esencial, la buena alimentación y otras plagas de
este siglo XXI, ¿plagas?, si plagas, ¿la razón? , simple, por todas partes
somos bombardeados con mensajes sobre la salud, la enfermedad coronaria, el
colesterol, la diabetes, el cáncer, lo dañino del sol, las gaseosas, las
harinas, las azucares refinadas, la cafeína, la teina, la nicotina y quien sabe
cuántas más cosas, sin embargo desde mi esquina reto a cualquiera a intentar
tener una dieta saludable, 100% libre de grasas trans, harinas y colesteroles ,
con un sueldo básico y alimentando a una familia de tres, sin gatos, perros o
suegras, además en el teórico caso de que sea así, para ponerla más fácil, que
no pague alquiler, escuela ni universidad a ese hijo o hija hipotéticos, si lo
logra avíseme, eso sí, nada de cultivos organoponicos, hidropónicos ni
gallineros verticales u horizontales, ciudadanos citadinos modelos, normalitos,
y verá que es lo más complicado del mundo acá en esta nación cuya noción de
patria es la de NO HAY.
Uno
mira los programas en la Tv (de cable claro, la otra da arcadas) y mira como en
otros países la gente es obesa, hasta niveles que sorprenden, y de paso la
gente muy rara pide ayuda pues “solos no pueden”, esos deberían venir a acá e
intentar vivir con un sueldo básico para todo.
Ahora
veamos, un litro de aceite de Oliva (la marca que sea) no baja de 200 Bs. , la
carne magra casi lo mismo, los vegetales en los supermercados pues solo muy
pocos se salvan, leche para el cereal no hay la completa, otras presentaciones
son solo émulos de la imaginación o el recuerdo, el endulzante ese hecho de la
matica milagrosa cuesta ya como 250 Bs. El frasco pequeño, pollo tampoco hay,
pescado (ese que parece del periodo cretáceo) en los supermercados ya el más barato
lo venden a precio de salmón canadiense, café descafeinado (guacala) no existe,
harina integral tampoco, así la lista es larga. En contraste alimentar a la
familia a punta de pasta, sardina, harina de maíz (cuando hay) pan, margarina
(si acaso), mayonesa (suerte si encuentras) y todo eso que prohíben los gurúes y
médicos es más barato y rendidor para cualquiera que pretenda gastar los cesta tickets
para hacer sus malabares alimenticios y si de paso fuma, bebe, le agrada salir
de vez en cuando pues tocará comprar a los buhoneros a precio de ganga eso que
parece viruta de lápiz con papel y filtro, hacer su propio aguardiente y
festejar de casa en casa pues comer más allá del puesto de perros calientes de
la esquina es más complicado cada día.
Acá
si no te mata el hampa lo hace lo demás, pues vivir con muy poco es
directamente proporcional a matarse por que los únicos alimentos accesibles a
tu bolsillo están plenos de eso mismo que se prohíbe para evitar una muerte
temprana, por eso, entre otras cosas, eliminé de mi lista de cosas para hacer
este 2014 el abandonar los vicios pues, entre sacrificarme por alimentarme de
la manera correcta, el estrés de la vida diaria, la cacería de los alimentos y
la vigilia eterna para evitar el hampa me van a matar antes de tiempo pero con
una salud de hierro, es preferible (para mi) vivir contento, sorteando los
meandros de este manicomio y sobrevivir el tiempo que el universo decida en compañía
de la gente que quiero, por tanto seguirá mi dieta políticamente incorrecta,
rogando a la providencia que nunca salga mi numero en la muy popular lotería del
hampa ni de la enfermedad, mientras disfrutemos que la vida es breve, rogando
además que tanto místico de librería tenga razón y el cielo exista, para que no
se me vuelva a ocurrir reencarnar en otro manicomio similar.
José
Ramón Briceño Diwan, 2013
@jbdiwancomeback
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