La realidad se ha desbocado en el mundo entero, aun no sé si es porque
ahora puedo acceder a un cumulo de información que supera por mucho al
equivalente informativo que antes podía acceder, soy un hombre que viene de un
mundo de televisores en blanco y negro con cuatro canales hasta el streaming de
hoy día, el fenómeno de las redes sociales es que trae información (sesgada
casi siempre) determinada por un algoritmo, por tanto mis intereses deben tener
locos a Google y demás por lo estroboscópica de mi experiencia de
entretenimiento donde aplican estudios urbanísticos , fotográficos, literarios,
históricos, cripto, economía y política internacional porque la nacional es
inevitable, hasta el entretenimiento vacuo al estilo Netflix.
Pero entre todo este cumulo de informaciones me entero que hace un par de
años ya venden carne impresa desde células bovinas y piscícolas, algo que había
escrito hace más de cuatro años en cualquier delirio del sábado por la noche en
la soledad de la pandemia, así mismo una cantidad difícil de cosas que inventé
(o pensé inventarlas) pero que se hacen realidad, entre todas ellas está mi
blog Opiniones desde esta esquina del tercer mundo, donde llevo publicando mis
cosas desde hace casi veinte años y que dejé languidecer en una época en la que
debía dejar de pensar tanto en lo que sucedía a mi alrededor antes de
enloquecer por completo. No importa cuánto deteste una cuestión política de
cualquier envergadura, la gente como uno siempre termina gritando a las paredes,
al final, nunca avanzarás a menos que tragues grueso y tomes las riendas de lo
que si puedes cambiar, no tiene ningún sentido enloquecer por culpa de gente para
la que no existimos más que llegan las elecciones y aun en ese momento nunca
pasas de ser un punto en el libro de contabilidad electoral , todo reducido a un
número de cédula que corresponda con los rituales necesarios para participar todo
acabó el día que pensé (por allá en el 2016) en ponerme a gritar desde mi
balcón maracayero todas las inmundicias, reales, las imaginarias y las
necesarias para castigar a los culpables, como mucho iba a terminar preso, y de
pobre la cárcel es peor que el infierno, cuando estás muerto no tienes que
buscar trabajo , el infierno se hacía mejor escenario que la vida en aquellos
años. Nunca más volví a escribir sobre política.
Me sumo a la multitud invisible que hace pequeños desafíos a la autoridad,
de esos que no tienen pena posible y si pudiese me colaría en todos los eventos
oficiales luego de comer unos granos refritos acompañados de queso de mano, brócoli
y ensalada rusa como forma de protesta silente, luego de mucha práctica empezar
a matar zombis a fuerza de vientos huracanados. Pero volver a enloquecer por insultar
a todos no lo vuelvo a hacer, ya hay mucho loco en las calles de todo el mundo,
no voy a sumar más. Creo firmemente que si nos ponemos de acuerdo podemos
desbancar al gobierno sin disparar una bala, terminar preso, ni mucho menos
lastimar a nadie en el proceso, todo está en protegerse de los vándalos civiles
que de los otros se encarga el manto de invisibilidad que da no interesarse por
nada que no puedas cambiar, si lo puedes cambiar entonces a buscar el modo de
resolverlo dejando la política de lado.
Si algún izquierdoso me lee y sale con la bobada de que todo es un acto
político digamos que se expulsa el partidismo de toda forma de organización social,
sin apoyar a ningún político ni impulsar ideología alguna, organizarse sin
contar con la organización gubernamental. Digamos que tienen problemas con la
electricidad pues la realidad otorga muchas maneras de generar electricidad sin
tener que ser un genio que en YouTube las hay sin ningún drama desde los muy
sofisticados y caros hasta los económicos fabricados a partir de piezas de
reciclaje, nada dramático, ni siquiera deben pensar en toda la ciudad, solo con
que los vecinos en lotes pequeños se inventen sus generadores ya se irá
descargando la red de usuarios hasta hacer pasar a la empresa estatal como un
modelo ideal de servicio sin serlo, así mismo en el asunto económico, si nos
ponemos pilas y cambiásemos todos nuestros bolívares a algún criptoactivo de
precio fijo y pagamos las cuentas en moneda FIAT (bolívares) en unos meses acabamos con la
inflación, hasta se puede lograr el retroceso del dólar como moneda de reserva
por lo que se acabarían miles de los dramas económicos que venimos sufriendo
hace años, todos ganan y tenemos nuestra plata a buen recaudo, sin tener que
pedir permiso a nadie, se cumplen todas las exigencias del estado y bajamos la
presión matando en el camino a cualquier página donde se calcule el precio,
hasta el oficial abundaría a falta de compradores, ahí está una solución a al
menos 2 de nuestros grandes problemas nacionales y no tendremos que voltear a
ver al gobierno, allá ellos.
Con la educación deberíamos comenzar a organizar en sitios donde los jóvenes
puedan ir a recibir clases, a tres dólares la hora cualquier profesor
trabajaría seis horas diario sin descuidar el trabajo oficial, dejaríamos de
tener bachilleres deficientes y lo mismo pero un poco más, digamos que a cien dólares
el semestre y tendremos universidades publicas más a la vanguardia, con un poco
de impulso. Ciertamente no son soluciones para todos los gustos ni necesidades,
hay quienes pueden, otros miles que no, pero que unos cuantos miles de estos
millones encuentren su salida particular harían más que diez mil marchas. Esto no
quiere decir que no me interese mi país, es que como mortal solitario n me voy
a desgastar, seguiré manteniendo mis opiniones no cónsonas con la política
oficial, pero entre las opciones que son enloquecer, morir de un infarto, (para
evitar censuras de Google), suicidarme o terminar este paseo que es la vida con
el ánimo rebelde intacto y las posibilidades, no soy héroe de Marvel y mi súper
poder es pensar, asunto que no le gusta a mucha gente.
José Briceño
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