He
vuelto a este blog, la verdad, andaba de parranda en la isla de Margarita. Toda
una aventura de viaje pues me fui en bus (con todo lo que representa andar de
noche en las carreteras del país), mi hermana menor se casó y tocaba estar
presente, esa fue a razón de mi viaje, aunque la verdad no me dio tiempo de
mirar tiendas ni de hacer turismo pues viajar en autobús tiene la desventaja de
que uno siempre anda con el tiempo contado.
Ahora
puedo decirle al fulano ministro de turismo y a todos los pendejos que hacen
propaganda sobre el turismo que todo lo que pensaba era una gran mentira, ya no
lo pienso, lo he comprobado. Por ejemplo, no hay vuelos ni regulares ni irregulares
a ninguna parte, todos viajan en ferry o en una cosa que llaman los lugareños “lancha
rápida”, la atención del personal no es mala, muy al contrario, sin embargo las
condiciones son pésimas, por ser las únicas vías de acceso a la isla siempre
están colapsadas, en mi caso me tocó hacer un total de quince horas de cola
para encontrar un pasaje que me llevase y me trajese de la isla, al no haber
pasajes a la venta toca hacer lista de espera, lo que significa una cola mínima
de tres horas para asegurarse estar entre los primeros quince puestos de la
fila y lograr un pasaje “liberado”, de otra te toca seguir haciendo cola hasta
que puedas encontrar el pasaje que sea, yo por ejemplo perdí un pasaje de ferry
pues no me lo quisieron cambiar por el de la lancha a pesar de ser la misma
empresa, ni siquiera ofreciendo pagar la diferencia se pudo.
Antes
Margarita era algo así como la Miami de los venezolanos, se iban de compras, habían
buenos locales, bastante espacio para “divertirse” haciendo compras a precios
muy por debajo de lo que se encuentra en las ciudades, es que por su condición de
puerto libre estaban exonerados muchos impuestos, lo que abarataba muchas
cosas, hoy día nada de eso existe, aunque aún se encuentran licores baratos en
comparación con los que venden acá en tierra firme, ya no es ni la sombra de lo
que un día fue, ahora es una imitación (muy triste) de algún puerto libre de Latinoamérica
pero para pobres.
Siendo
antiguamente un baluarte de exquisiteces y muchas cosas que no se ven por acá,
ahora pues sufren la misma escasez que todos, no hay pañales desechables,
afeitadoras, leche en polvo, desodorantes, perfumes, champú ni ningún otro artículo
de tocador, además de medicinas y cosas un poco más importantes en esto de
seguir viviendo. Unos primos que tienen una bebe de menos de un año y tuve que
llevarles una maleta que olvidaron en su casa pues allí estaban los pañales de
la niña, como dato curioso, me cuentan que cuando salieron a buscar pañales, un
chino le recomendó comprar unas toallas sanitarias muy grandes que (según el
vendedor) nadie compra, hacer un pañal de tela y colocar la toalla en medio
para que haga la función del pañal desechable, una solución pragmática más
digna de tiempos de guerra que de un espacio vacacional. La movida nocturna
ahora es un asunto de valentía o de irresponsabilidad, casi todo cierra sus
puertas a las nueve, máximo a las diez, las calles vacías y el miedo campea por
todos lados, lo único que está más vistoso es la propaganda gubernamental.
Toca
ser sincero, todo el esplendor de antaño se ha ido, lo que la salva es la luz
de su cielo tropical y la belleza de sus paisajes pues hasta la seguridad se ha
ido espantada por el altísimo índice de inseguridad, todo el mundo vive
encerrado, los hoteles y posadas tienen las puertas cerradas a las nueve de la
noche y solo dan acceso a sus huéspedes, si llegas a esa hora, aun habiendo habitación
no te dejan entrar ni alquilar pues temen que seas un atracador.
Imagino
que el personaje del ministro Izarra, el tal cheverito, se ha escapado nadando,
lo atracaron, lo mataron o está escondido pues la verdad no vi allá nada de lo
que promete, muy al contrario, realmente vi todo lo que según él es mentira y
para colofón, no hay sitio público adonde alguien no diga voz en cuello su
indignación por la baja calidad de vida a la que los IMBÉCILES del gobierno han
degradado a TODOS los venezolanos, pero los de la isla de margarita dice en voz
baja que ha dejado de ser la “Perla del Caribe” para convertirse en la metra de
Miraflores.
José Ramón Briceño , 2014
@jbdiwancomeback
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