Aunque
no me lo crea nadie, hablar de política me aburre, sobre todo esta política
ramplona de la calle, ese que suena a titular bobo de algún medio digital cuyo
fin pareciera ser el de parodiar pero que nadie se ha dado cuenta. Me he
encontrado a gente que se frota las manos de pensar que los fulanos “colectivos”
les van a prender el candelero al gobierno, o comentan voz en cuello su alegría
por que tal o cual fabrica cierra operaciones, que la cerveza va a escasear y
ahora si es verdad que los cerros bajarán para quitarle los calzoncillos al
gobierno, así una larga lista de “alegrías” exóticas por decir lo menos de la
manera más elegante.
No
sé, esas conversaciones de gente que no mide el alcance de lo que pronostica me
dan casi tanta bronca como los comentarios de los habitantes de la zona
desconocida, esos que a pesar de las colas repite su mantra zoocialista de
felicidad eterna donde jamás hace falta nada en sus casas, que celebra con ahínco
un aumento de sueldo pírrico que se volverá sal y agua aun antes de ser cobrado.
Les
cuento, si se termina de acabar lo poquito que queda, nos jodemos todos por
igual, los barrios no bajaran mientras les den su bozalito de harina pan y
pollo barato cada quince días, ellos ya están acostumbrados a la miseria y el
discursito oficial los lleva a pensar con desilusión que tener mejor calidad de
vida es una entelequia más allá de sus posibilidades, además el estudio al
parecer no aporta nada al mejoramiento de este mal vivir que todos tienen, si
no me creen revisen las cifras de deserción universitaria, pero de las
universidades públicas y se darán cuenta (como yo) no sin espanto que hoy día
la matrícula es cuando menos 60% menor que hace diez años. En definitiva no
creo que bajen, ya al parecer los milicos han sido comprados con aumentos
consecutivos que la verdad sea dicha no aportan nada al país, con esos no
contaremos jamás, cuando la razón está gobernada por la obediencia ciega pues
no hay salida posible con esa “gente”.
Los
del PSUV que parecen ciegos –sordos-mudos a la realidad/país, con esos contamos
menos, ellos se solazan en administrar la miseria y no siquiera desde las aulas
de clase permiten nada, los panas estudiantes que en épocas pasadas
determinaban la caída o el auge de cualquier gobierno están poco menos que
jodidos, los líderes presos, los otros en régimen de presentación y los pocos
con el guáramo para prender la calle andan de capa caída entre los espías y la
paja de la MUD que si fuesen un poquito más brillantes se callarían la boca en
vez de abrir las espitas de su verborrea sin sentido para apaciguar los ánimos,
aunque sabemos que ellos tampoco están libres de culpa, el miedo es libre y a
la gente mediática lo más factible es que una bala se los tropiece de frente (o
en la frente) para que los cataloguen de cualquier cosa y le achaquen el muerto
al primer malandro que se les antoje, total (los hampones) en la cárcel están
mejor que en las calles, hasta discotecas tienen. Mal la pasa en la cárcel la
gente de bien como uno, que en su vida ha tratado con el hampa ni tiene
contactos a ningún nivel y mucho menos dinero para pagar protección o algún
accidente procesal que te libere de todo mal.
Si
la oposición sigue empeñada en demostrar que ellos son de “izquierda moderada”
inventando imitar el esquema chavista no vamos a ningún lado, si no ofrecen
alguna salida real a los miles de problemas que tenemos como país, más allá de
la denuncia, la palabrería y la búsqueda de calle sin cerebro, mal nos vemos,
señores caramba, no estoy pidiendo nada del otro jueves pero inventarse
congresos, conciabulos, reuniones, marchas, asambleas de ciudadanos sin ofrecer
nada por adelantado no estamos más que haciendo tiempo y dejándoles espacio a
los del lado oscuro a realizar sus planes macabros donde perdemos todos sin
excepción.
Si
yo que no soy más que un intento de escritor con título de profesor de
castellano, quien en algún momento renunció a estudiar administración por no
entender más allá de la contabilidad básica puedo medio atisbar algunas
propuestas para solucionar algunas cosas, los DOCTORES de la oposición también pudieran
hacer algo por el país, así sea solicitar plebiscito por delante la división geográfica
del país, así la gente de bien se muda a su espacio y los que no pues sigan su
sueño que en diez años hablaremos y compararemos.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
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