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sábado, noviembre 29, 2014

Este fascismo nuestro de cada día

Desde muy joven he leído de todo, no he discriminado nada a excepción de las malísimas novelitas románticas que venden en los kioscos de periódicos, de esas que son el equivalente a las telenovelas de tan fáciles de adivinar que son. Crecí en una familia de clase baja que por algún misterio de la genética se interesaba siempre en la lectura, libros habían de todo tipo en mi casa de la infancia, claro, hace cuarenta años no había televisión por cable ni internet y en mi caso, hijo único criado por la abuela paterna y en una barriada de dudosa calaña, no quedaba más que encerrarse, inventarse juegos y la lectura, creo que el asunto de la lectura fue más bien una alternativa para evitar en principio el espantoso método palmer y las desgraciadas planas que me traumaron de por vida.

Esa costumbre se me ha quedado hasta el día de hoy, por supuesto con bastantes años y algunos estudios uno se vuelve un poco más “exquisito” al momento de asumir la lectura de algún texto. Por esta cualidad mía de leer de todo he tenido el placer de pasearme por toda Latinoamérica sin jamás haber salido del país, he presenciado el auge y la caída de Idi Amín Dada en África, de François Duvalier  en Haití , Franco en España, Videla en Argentina y hasta Pinochet en Chile, he leído cientos de relatos terror de las víctimas, los de los victimarios y de los periodistas que cubrieron esas fuentes y las transformaron en libros.

Eso me ha creado la costumbre de ubicar más semejanzas que diferencias en esta aldea global, aunque la mayoría prefiere creer que todos son hechos aislados que nada tienen que ver con nuestra actualidad, me es dado pensar que si bien las razones básicas de la situación de los distintos países es diferente, en el fondo la psique humana es la misma vaina en cualquier parte del mundo, las miserias son las mismas.

En estos últimos días me he leído una biografía del “Duce” Benito Musolini , sobre todo por saber exactamente en que consiste esa cosa de tan feo nombre que llaman “Fascismo” y que desde la palestra oficial acusan a toda la oposición de ser partidarios de eso pues ellos (el estado) son de lo más “democráticos” que se puede pensar. Yo que los fulanos asesores del gobierno cambiaría el discurso ya que las cosas que he leído al respecto se asemejan tanto a ellos que difícilmente no pueda quitarme de la cabeza esta compulsión a imaginarme a los militares y los acólitos, los primeros con uniformes negros en vez de verdes y a los últimos con sus franelas pardas, demostrando por la fuerza que ellos tienen la razón así estén destrozando el país.

Quizás la única diferencia es que aún no nos han metido en ninguna guerra, pero si lo vemos desde otra perspectiva, 250.000 o más muertos en 15 años por lo de la violencia es una demostración de que estamos en guerra perenne.

Veámoslo sin tocar mucho el asunto ideológico pues allí se empastela todo y toca escribir unas 20 páginas más para explicar a vuelo de pájaro en que consiste. Pero veamos el desarrollo, hay una crisis de gobernabilidad post guerra, el Duce ha hecho cientos de mítines y se alza con el ministerio de la defensa y después con la cancillería, el pueblo lo aclama, organiza grupos de choque para la defensa del fascismo, instauro un estado policial, se asoció a bandas criminales para que ejecutasen sus planes de sometimiento a la población “incomoda”, aplica una censura férrea a todos los medios de comunicación que le son adversos  para ello dispone tano de bandas armadas como de sanciones económicas, se reúne con la mitad de las fuerzas aliadas para terminar de pupilo de Adolfo Hitler, quien por cierto lo rescata y lo restituye en el poder una vez que un golpe de estado lo releva de sus funciones y lo arresta en un hotel alpino, al final el pueblo se le voltea gracias a la escasez, la pobreza, el hambre y la miseria que los acosan, sumando a eso las gracias de sus “aliados” alemanes quienes se comportaron como un ejército de ocupación sometiendo a la población a situaciones atroces, en algunos casos fusilando a todo un pueblo para vengar a sus colegas caídos por la resistencia, clamaba por una Italia libre y soberana pero les regaló todo a los alemanes y los japoneses en pos de la guerra, al final lo mataron en un linchamiento público a él y a su amante básicamente por regalar su país y sus riquezas a potencias extranjeras.

Este resumen dice en pocas líneas lo que significó en fascismo para Italia y el fin del Duce, espero que mis lectores puedan encontrar las semejanzas, los fascistas son los comunistas estos que nos tienen aterrorizados, pobres, miserables y hasta con hambre, no digo que al presidente y a su primera combatiente les suceda lo mismo, los prefiero presos y pobres de por vida para que piensen cada día en todas las estupideces que cometieron, junto a ellos su gabinete integro además de unos cuantos acólitos salvajes, con los colectivos no se podrá hacer mucho, de esos ya sabemos que les toca por respuesta pues sus preguntas también van cubiertas de plomo.
José Ramón Briceño,2014
@jbdiwancomeback





1 comentario:

Nívea Español H. dijo...

Quisiera creer que todo esto es mentira, que es una pesadilla y como la Alicia de Carrol, cruzar la puerta y recobrar mi tamaño natural ¿Cómo hacer y qué pensar para no relacionar una realidad cada vez más patética con las de otras historias, no tan antiguas de la humanidad? ¿Qué piensan estos gobernantes que "por el poder sacrifican todo, incluso la verdad"? y peor aún qué piensan los que le siguen, sólo por mendrugos, que ya ni hay? Pero a imagen y semejanza de esas otras historias negras de la humanidad tendrá fin. Pero cuándo, ya entramos en los 16 y nunca pensamos que alcanzaríamos los de Pinochet.Hay pesadillas largas como una vida...