Este
fin de semana anduve fuera de mi ciudad, en el paseo en el que andaba, vi con
cierta curiosidad las escuelas llenas de soldados haciendo nada (como de
costumbre), al preguntar qué pasaba me comentaron que era por las elecciones
del PSUV, la verdad nunca vi más que soldados a las puertas de colegios vacíos.
Al volver a las redes me entero que realmente hubo elecciones del partido de
gobierno, antes de entrar en algunas críticas al respecto quisiera puntualizar
algunas cosas, con la esperanza de que alguien con sentido común y más
información que la mía me conteste, de manera educada por favor.
¿Está
el CNE para organizar elecciones partidistas? ¿Tienen tanta gente como para
dejar sin clases a no sé cuántos niños por “escoger” sus “autoridades”? ¿Quién pagó
toda la logística y el material para esas fulanas elecciones?, esas son solo
algunas de las preguntas que quedan en el aire luego de ver ese proceso. Otra cosa
que comentar es la cifra (extraoficial y benevolente por cierto) del 95% de
abstención, lo que explica la razón de que no viese a nadie en los centros de
votación.
La
abstención demuestra una cosa, están sin gente, el fanatismo poco a poco se ha
diluido en el éter de la inconformidad, a pesar de que a los chavistas se les
tilde de brutos y algunas otros adjetivos calificativos, al parecer han tomado
conciencia que eso de tener patria no va conjugado ni al hambre, las
necesidades o la escasez, que las promesas jamás se cumplieron y que la
franelita roja no los libra de todo mal, prefirieron un domingo en casa,
disfrutando de la cerveza antes que suba de precio o haciendo alguna de las múltiples
colas que se hacen para saber si en realidad hay motivo para hacer colas, no
vaya a ser que los productos desaparecidos aparezcan y no lleguen a tiempo para
comprarlos. La cosa es tan evidente que ni la infame Tibisay pudo dar alguna
cifra, no hubo mitin, tampoco ruedas de prensa, solo cientos de funcionarios
dando declaraciones destempladas sobre el “éxito y la participación masiva” de
votantes en las fulanas elecciones.
La
parte más negativa del asunto es que ante el susto de andar desnudos en sus
pretensiones de superioridad, los pocos adeptos que quedan y los milicos
envestidos de poderes suprahumanos ahora les dé por “profundizar” la revolución,
hundiéndonos un poco más en la fosa común en la que intentamos sobrevivir casi
todos los que nos negamos a admitir que la vida es este eterno sobresalto.
Esa
fulana “profundización” de la cual no han empezado a hablar, seguramente se
está fraguando con algún otro nombre, eso significa , palabras más o menos, que
la cárcel será el destino de todo aquel que disienta en público, el espionaje
una máxima y la destrucción metódica de toda forma de disidencia será peor y
les importara nada perder las formas al hacerlo, ya tenemos muestras en todas
las manifestaciones que han sucedido estos años, muertos sin culpables,
culpables sin castigo e inocentes en la cárcel.
Imagino
que renacerá la lista Tascón pero con el agravante de sumar nombres de
militantes no tan fanáticos, empresarios con ánimos ajenos a la subordinación
oficial, total, represión absoluta en medio de este caos.
Por
supuesto eso se sabe desde hace rato, no es un secreto para nadie que el estado
tiene un buen aparato de espionaje y una red bastante grande de “patriotas
cooperantes” (vulgares delatores) , son tan groseros que con tantas carencias
se gastan millones en un festival musical, en principio me confieso fanático de
“Café Tacuba”, “Desorden Público” y Zapato 3”, pero me parece indigno que
mientras no tengo champú, afeitadoras, jabón de cualquier tipo, medicinas y el
sueldo me hace dudar entre comer o pagar alquiler (aun viviendo en un barrio no
muy santo que digamos) , se gasten millonadas en hacer un circo para olvidar
que sus promotores son realmente las peores plagas que les han caído a mi país,
lo peor, seguramente irán miles a ver ese espectáculo, corearan, gritaran y
festejaran con sus grupos musicales preferidos sin pararle mucho al costo que
eso conlleva, además con el peligro constante de que el hampa haga fiesta también
esa noche con todos y las cifras prohibidas (las de la violencia callejera) se
engrosen un poco más con las víctimas de tal festejo.
Los
gastos absurdos de este gobierno son muchos, desde el mencionado festival,
pasando por artefactos militares, petróleo al extranjero y hasta combustible
para el país, cuando hasta hace algunos años éramos exportadores, ahora somos
deudores pues estoy más que seguro que no hay dinero para pagarle a nadie, eso
sin contar lo que ya no se produce. Tengo la impresión de que en las filas del
oficialismo el miedo campea, son muchas las cuentas pendientes con la justicia
(terrenal y divina) y como todo malo es cobarde, preferirán matar antes que
enfrentar el castigo por sus múltiples crímenes, mismos que cometieron los
pendejos en nombre de unos jefes que prontamente se lavaron las manos sin dejar
nada por escrito.
El
asunto no es hablar de los que fueron a cumplir su misión a votar, es realmente
por los que no fueron, eso indica que la popularidad del régimen ya no está tan
fuerte, pero como escribí líneas arriba, es el preámbulo de otro círculo
infernal de represión y escasez, eso sin hablar de que el CNE duplicará sus
esfuerzos en pro de falsear los datos de las venideras elecciones para que
sigan con su mascarada de demócratas, pero solo eso funcionará fronteras
afuera, acá todos sabemos que el PSUV acaba de morir y con él los restos del
decoro “revolucionario”, amanecerá y veremos, realmente espero estar equivocado
ante las consecuencias de este hecho y que la MUD sepa leer entre líneas lo que
está pasando, sin triunfalismos ni las
boberas a las que nos tienen acostumbrados.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
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