Acabo
de leer que PDVSA está quebrada, la verdad el primer impulso es ver de dónde
sale la noticia, es complicado creer que una empresa petrolera, que
representaba la única cosa que se exportaba en el país está quebrada, luego,
ese impulso se desvanece al recordar que gracias a eso yo gano menos que un
obrero del aseo urbano en el sur de México para no ponerme exquisito y pensar
que cualquier muchachito en algún McDonald’s gringo hace el equivalente de mi
sueldo cualquier medio día de trabajo limpiando mesas y vaciando basuras, sin
tener que ser licenciado ni mucho menos hacer ninguna maestría en literatura,
solo necesita leer y escribir para poder recoger basura. Ahí la verdad no
importa, necesariamente tiene que ser verdad, la pobreza generalizada da fe del
asunto.
El
país da para cualquier cosa, eso de quebrar una empresa petrolera que en su
momento fue de las más eficientes del mundo da bastante que pensar y corrobora
mi tesis que esos izquierdosos son una manga de fariseos disfrazados de gente,
es que no pegan una, nada funciona como debería ser. Hace quince años
prometieron que no íbamos a ser como Cuba, también que seriamos potencia en
todo, que tendríamos el mejor estatus de vida en toda Latinoamérica, que el
hampa desaparecería, que no habría niños de la calle, ni ancianos mendigos, nos
dijeron que iban a hacerlo mejor que adecos y copeyanos, esa si la cumplieron,
se empeñaron a fondo e ser más brutos y lo han logrado.
En
la república anterior los presidentes tenían profesión, habían leído los clásicos,
estudiaban, se formaban, hasta placer da leer algunos de los discursos por su
manejo del lenguaje, hasta que llegó CAP y en vista de sus necesidades se
comenzó a volver el oficio del político en un asunto de habilidad casi criminal
(en muchos casos así fue), las intrigas se pusieron a la orden del día,
mientras el país se quejaba por una inflación que si bien era fea, al lado de
estos días eso apenas fue un mal tropiezo de recuperación lenta pero posible.
Hoy
día la administración pública está plena de gente que ha logrado cargos gracias
a las intrigas y lisonjas, además claro del potencial repetidor de propaganda
gratuita para el estado, defendiendo su cargo claro. Todos con la mirada en las
posibilidades de un verdadero cargo que les permita robar impunemente a través
de martingalas administrativas que jamás serán auditadas, pura porquería.
Solo
así podemos justificar que el patrimonio nacional esté tan en estado de
menestral, aquí hasta los ricos son míseros empleados pequeños burgueses de
cualquier otra parte del planeta, tenemos menor sueldo que Haití y acá los
zombis son “espontáneos” nada de bebedizos. Haga su cola para comprar, vaya a
los mítines del jefe, láncele mangos con sus datos para que tenga una casa
nueva, lea el periódico gratuito del gobierno, sea agradecido con el partido, cómprese
su afichito de Chávez y jamás tenga opinión sobre lo que pasa, le auguro éxito total,
sobre todo si se hace amigo del jefe y lo ayuda a robar descaradamente, jamás
diga ni haga un feo ante la posibilidad de un negocio, de otra no surgirá, si
acaso no termina preso.
Hay
muchas teorías conspirativas, ninguna parece seria pero todas son creíbles de
tan loca que es la cosa con la crisis de imbecilidad crónica de los “gerentes”
del estado, al final los que pagamos somos el pueblo, quienes por cierto
estamos atrapados en una lluvia de balas protegida por “Zonas de Paz” que no
son más que zonas desmilitarizadas para uso, disfrute y disposición de ciertos
espacios de las ciudades donde ningún cuerpo de seguridad del estado puede
hacer presencia, una suerte de escondite a lo personaje de comic, nadie sabe dónde
está la guarida pero todos la conocen, solo falta el anuncio con luces de neón
para saber dónde se resguardan los criminales comunes, lo peor es que el estado
lo sabe y lo apadrina, quien sabe por qué.
Quebrar
PDVSA es como si algún afortunado heredase los millones de Bill Gates y lo
gaste integro en prostitutas, ron barato, discos de regeton, de vallenato, una
vida de rico y famoso de pacotilla para despues terminar de mendigo pero
acusando a los vecinos de ser los culpables, imagino que ahora con el nuevo
horario de las instituciones públicas que trabajaran hasta la una de la tarde
para ahorrar energía se consolidará el estado, total las fuentes de empleo que
quedan son de la administración publica por tanto el país irá lento, ya íbamos a
paso de tortuga, ahora iremos a paso de “estrella de Mar” que quizás sea la
constatación de que vivimos en el mar de la felicidad, solo que por necesidades
de la “revolución” se parece más a una cloaca cenagosa que a este mar caribe
lleno de azules.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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