Firmas, fraude y falacia

En estos días alguien me preguntó de dónde sacaba tanto escrito, le pareció una cosa del otro mundo que  casi todos los días escribiese algo en este blog, la respuesta que le di fue la siguiente “raro será el día  que el gobierno no de excusas para hacerlo”, la verdad este gobierno es prolífico para muchas cosas excepto las que debería hacer, no solo le falta inteligencia, también seriedad en todo lo que impulsa, de eso no existe ninguna duda.

Por ejemplo, les ha dado por solicitar “voluntariamente” unas firmas para llevarlas ante el gobierno de estados unidos a ver si ellos derogan un decreto que a ciencia cierta solo afecta a cuatro pelagatos muy poderosos pero a la manera venezolana, solo tienen poder con los pendejos (como nosotros) y a su vez son sometidos por otros teóricamente más débiles (como los cubanos por nombrar alguno). En principio si alguna asociación hiciere algo parecido en cualquier parte del mundo la pataleta del presidente y sus acólitos no se haría esperar, dirían voz en cuello que eso es un asunto interno y que ningún gobierno extranjero tiene potestad en las decisiones soberanas, marchas, contramarchas, millones en publicidad y algunos discursos pagados en muchas partes del mudo apoyados claro en su estrambótico aparato comunicacional.

La cosa es que mister Obama es gente seria y los ignora. Con eso de las firmas han llegado a niveles infamantes, gente despedida por no firmar, obligatoriedad de dar la fulana firma para cualquier trámite importante y como si fuese poco están obligando a los niños y adolescentes que cursan estudios en los liceos de Venezuela, en los mercados donde se hacen colas muy largas para acceder a los productos regulados (por cierto también desaparecidos) obligan a los ciudadanos a firmar para venderles un pollo, un kilo de leche en polvo o algo de carne de res, y tienen el descaro de decir que el 98.7% de las firmas son legales (hasta donde se, los menores de edad no votan ni tienen voz o voto en las decisiones importantes del país, solo por nombrar un detalle), total una abominación abusiva propia de los desesperados, aunque la verdad todavía no se de quien es la culpa, del jefe por exigir que la gente lo crea a juro o de los subalternos que prefieren arrastrarse más allá de lo posible para no perder sus empleos, cosa que habla muy mal de su condición humana y la función cerebral.

No es difícil andar  molesto, ya con la vida de subsistencia mínima que llevamos la mayoría no basta, también hay que lidiar con la idiotez de los que a la fuerza quieren mantener el poder sin importar un carajo que estén matando a la mayora de la población con sus idioteces. Seguramente alguien se sentirá ofendido, la verdad eso espero, es complicado no hablar de esta manera pues cuando recordamos que ganamos apenas 32 dólares mensuales junto a la amenaza constante del hampa y la escasez en TODOS los rubros que se puedan imaginar, también hay que cargar con el estigma de tener por gobernantes a los payasos políticos más grandes de nuestra historia reciente, tal abominación de rastrerismo y ratería no se veían en estas tierras desde finales del siglo XIX, cuando el país estaba desbastado por cincuenta años de guerra y el botín se disputaba entre los bandos y eso que no había petróleo, eran tiempos del Gral. Guzmán Blanco, hoy día no hay guerra declarada pero las bandas armadas también son apoyadas por factores del gobierno y hasta salen a reprimir manifestaciones juntos sin pudor.

Lo más aterrador de todo es que poco a poco han ido cerrando el cepo, ya estamos aislados internacionalmente, muy pocos son los privilegiados que pueden pensar en emigrar aunque está en la mayoría de las mentes de los seres pensantes de este país, los otros (nosotros) solo nos queda andar con miedo por todos lados, esperando un milagro y haciendo malabares para sobrevivir, mientras al otro lado de la realidad hay unos jerarcas abusando de todo el poder que un día les fue regalado en bandeja de plata, cuando éramos millonarios y no lo sabíamos.

José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

Foto: @plurifotos