Desde
hace varios años la censura se ha instalado en el país, primero de manera
velada, el difunto presidente, en una pataleta clásica se negó a dar más
entrevistas a los medios no oficialistas, en principio eran los medios
nacionales, luego se extendió a los internacionales, hasta ahí no le vi gran
cosa, para eso el estado tienen cientos de oficinas de prensa y hasta un
ministerio de (des)información. Luego inventaron una cosa llamada “canales
comunitarios” que eran emisoras de corto alcance dedicadas a dar propaganda
gubernamental y espacios a los funcionarios o aspirantes a funcionarios que defendían
las iniciativas gubernamentales.
Cuando
nada de eso funcionó, comenzaron a cerrar emisoras de radio y televisión,
lograron cerrar más de mil emisoras de radio bajo cualquier excusa, también lo
hicieron con la televisión incluyendo claro a RCTV que tenía más de 70 años al
aire pero con una posición crítica a los dicterios del difunto, hasta se
modificaron leyes para obligar a las televisoras sobrevivientes a no salirse de
la línea oficial. Más tarde, cuando los desastres económicos comenzaron a
hacerse evidentes, comenzó a escasear el papel periódico, los diarios
comenzaron a sufrir la censura, sin dólares para importar papel no hay periódico
posible, el dólar paralelo hace imposible mantener la rentabilidad de un medio
pequeño (los locales por ejemplo) muchos ya ni en las redes están, los medios
nacionales que tenían posibilidades pues los patrocinantes así lo hacían posible
han tenido que reducir tanto el número de páginas de cada ejemplar como a los
empleados que dependen de ese medio para vivir. La censura y la autocensura se
han instalado en el país.
Muerto
el hombre se instaló su heredero, con menos tino político y una urgencia por
cristalizar todas las ambiciones políticas de la clase comunista egoísta e
ignorante, esa misma que prefiere un país de miserables y zombis que uno de
futuro e inteligencia.
Cuando
ya no quedan medios independientes, la información solo corre por las redes y
ya anunciaron que estaban buscando maneras de regularlas, imagino que para que
la máscara de tranquilidad entre la miseria, esa que quieren disfrazar de
futuro, no se les raje más. Han llegado a niveles insólitos, por ejemplo, ahora
las colas a las puertas de los establecimientos deben ser escondidas, nada de
hacer colas en las calles, los locales con estacionamiento deben cederlo para
que los “ciudadanos” hagan su fila sin molestar pero más importantes es que no
sean vistos desde las calles, si te bajas y fotografías la cola puedes ir
preso, te decomisan el teléfono o la cámara sin que nadie se haga responsable
ni tengas posibilidades de reclamar tu aparato electrónico que de los más
baratos cuestan por lo menos dos meses de sueldo, gastan millones en propaganda
por los medios públicos y privados, estos últimos han quedado para ser otros
propagandistas del régimen so pena de cierre o confiscación, lo que se les
ocurra primero.
Así
mismo los ciudadanos, empleados del estado han tenido que mirar hacia otro lado
para evitar perder el empleo, intente hablar con algún empleado público sobre
la escasez y de seguro le responderá que el clima está muy caliente, el
calentamiento global es una realidad, reclámele a alguno de esos disfraces de
gorrita y franelita roja sobre la inflación desorbitada y le responderá alguna
pendejada sobre la guerra económica, los paramilitares, Obama, las firmas y de cómo
el imperio nos odia tanto que hasta nos ignora.
Vaya
y mientras esté en la cola pregúntele a algún militar de esos que ahora
custodian la venta de cosas de comer a precio regulado, si su familia come bien
con el suelducho que les pagan, si lo de las colas también los afecta, si las
medicinas se las dan de gratis o cuando menos se las importan para sus
familiares, verán como tranquilamente lo detienen por “alteración del orden público”
o lo acusan de agente de la CIA, en cualquier caso seguirá perdiendo, fíjese en
los estudiantes, alcaldes y diputados presos por reclamar cosas justas.
El
esfuerzo va en función de continuar en el poder, imagino que han cometido
tantas barbaridades a todo nivel que las consecuencias de andar sin escolta
oficial los aterra, ya ni siquiera tienen santuarios para irse, seguramente esa
es la razón para que tanto esbirro prefiera ser reo de la DEA , perdiendo todo
derecho ciudadano en su país de origen antes que el mundo les pase la factura
que cada día va más abultada. Vean que ya ni los gremios protestan, solo unos
pocos valientes dan la cara mientras que el gran público que (supuestamente) ya
está harto, mira hacia otro lado no vaya a ser que les quiten su mendrugo a
precio regulado y la limosna de sueldo que el estado les ha dejado.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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