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viernes, marzo 21, 2014

¿Venezuela del norte o del sur?


Hace más de un mes escribí por acá un artículo donde asomaba la posibilidad de dividir al país geográficamente en dos, todo eso en virtud de todo este lio de balas, gases, robos, pancartas, muertos y presos. Ante la fiereza con que unos defienden un sistema político y social que evidentemente ha fracasado, para evitar más gente muerta o presa, familias divididas, miserias obligadas y tanto mal que estamos pasando TODOS los venezolanos, afirmé que deberíamos ir planteándonos la Venezuela del sur y la del norte, de esa forma cada una de esas Venezuelas podrían ser completamente abiertas para implantar el sistema político que mejor les convenga junto con los planes económicos hartamente planteados y de los cuales el estado no ha tomado ni el más mínimo apunte.

¿Cuál de las dos será la democrática realmente?, no sé, eso toca pensarlo con más detenimiento, lo más sorprendente de todo es que cuando lo asomé por primera vez esperaba mil insultos y algunas mentadas de madre, sin embargo sucedió lo contrario, mucha gente me ha escrito para expresar su conformidad con la idea y hasta propone cosas, eso la verdad me ha sorprendido, casualmente los únicos que están en contra de la idea son los oficialistas.

Pensar en dividir mi país me produce cierto espanto, ciertamente crecimos bajo el paradigma de la Venezuela unida, sin embargo en los últimos años hemos estado más divididos que nunca, especialmente en estos momentos el odio es mucho entre las facciones en pugna,  la verdad no hemos llegado al climax del odio pero estamos bastante cerca de comenzar a matarnos por venganzas, además claro por ganar espacios para la disidencia, si no me creen lean sobre los estados Mérida, Trujillo, Zulia, Miranda, Carabobo y hasta Barinas, todos están en pe de guerra, con barricadas, molotov, piedras y palos contra tanquetas, balas, bombas lacrimógenas, motos y quien sabe que más se inventan los milicos para su acto represivo. Sabemos además que la división se está haciendo más profunda, en estos momentos ya ni por educación se tratan las familias en las que hay militantes de ambos bandos, los vecinos ya no se pueden ni ver, las redes revientan con fotos y nombres de los supuestos delatores del régimen, quienes por cierto no les veo mucho futuro en los espacios donde comparte con sus vecinos, no creo que falte mucho para que esos empiecen a amanecer colgados de los postes o muertos en alguna esquina con su cartelito explicativo de las razones de su ejecución, igual creo que será en las zonas populares con los opositores.

Todo el panorama es espantoso, lo que veo en el futuro, lo que podría pasar y de no pasar un escenario se recrudecería este otro que estamos viviendo, total no hay escenario final bonito para esta historia ni el “vivieron felices por siempre” es factible, cuando menos o en mi imaginación.

Mientras escribo estas líneas buscando  argumentos, recuerdo que Venezuela es recién como la conocemos, no éramos así antes de 1920, los únicos que viajaban por el país para esa época eran los comerciantes y los militares con sus arreos de guerra, muy poca gente conocía como ahora, el oriente, el occidente, los andes, el llano o las selvas del sur, éramos siete países cosidos a bala por las guerras tanto de independencia como las que le siguieron, hasta que un general que bajó de las montañas se le ocurrió hacer carreteras y unir al país por vía terrestre, ahí comenzó un lento avance en esto de la llamada conciencia nacional. Es más, los zulianos tenían un proyecto secesionista ya desde el siglo XIX, entonces mi idea ni es tan nueva, ni puede ser tan mala.

Fuera de broma sería interesante plantearse eso, sé que es doloroso, también sé que traerá no pocas penurias para muchos, pero sería una apuesta a futuro que nos sacará del atolladero, podríamos hacer los planes que siempre quisimos los pensantes, reactivar la economía, atraer inversiones extranjeras, reducir el crimen, invitar a los compatriotas en el exilio a volver para colaborar con esta refundación nacional, empezar de cero y darnos el chance a todos de ser felices por elección y no por obligación, regalemosle su lado a los chavistas, que terminen su gran orgía coprológica, que pongan en acción sus estúpidos planes de seguir haciendo mal todo , pongámonos en la ruta del futuro y pensando en ese futuro algún día podremos volver a estar todos en la misma mesa, no este eterno andar en una cola, en seguir buscando las cosas de vivir , en este catastrófico “NO HAY” que llevo atorado en la garganta, en este parte de guerra en que se ha vuelto la calle y por fin poder aspirar en serio a que mi esquina ya no esté en el tercer mundo.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback 

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