En
estos días, entre tanta bomba, tanto herido, tanta desesperanza, mucha rabia,
millones de bytes de información sobre los horrores de la calle, plomo, gases y
hampa, siento que estamos al borde de un precipicio que tiene años que no mirábamos
a la cara, ese mismo que desencadenaron muchos de los hoy mandamases hace un
tiempo, cuando sonsacaron a los cuarteles, mataron gente por gusto y se rindieron,
para que en un lapso relativamente corto se hicieran del gobierno por medios
democráticos, que parecen haber olvidado.
Las
declaraciones de los funcionarios no aclaran nada, más bien oscurecen todo,
cuando la tal defensora del pueblo (puesto) dice que la tortura es algo
completamente normal y legal, además el ministro de educación dice que ellos no
van a sacar de la pobreza a nadie para que no terminen de “escuálidos” el
espanto, la rabie y la impotencia se elevan a cotas difícilmente razonables y
llama a la reflexión, toca preguntarse ¿Qué es eso del pueblo?, lo otro, eso de
“escuálido” ¿de qué va?, esos son términos que significan alguna clase de
estatus, ¿pueblo no somos todos?, ¿el estudio y la superación en qué
consisten?, cunado los ministros te dicen que todo lo que creíste y el cuento
de las leyes son tan validas como cuentos de hadas.
Según
el diccionario, se entiende pueblo como el "concepto humano del Estado en
el que cada uno de los integrantes tiene la titularidad no solo de derechos y
obligaciones civiles, sino que además, de derechos y obligaciones
políticos". Según esto todos somos parte del pueblo más allá de nuestra
preferencia política, sexual, religiosa, socio cultural y color de piel por
tanto, la señora ministra no está haciendo su trabajo de defender a nadie más
que a sus jefes, pero antes toca también saber de sus atribuciones “La
Defensoría del Pueblo según la Constitución tiene como finalidad la promoción,
vigilancia y defensa de los derechos humanos en el país. La misma es dirigida
por el Defensor del pueblo quien se encarga de velar por el buen funcionamiento
de la instancia. El defensor es elegido por una comisión especial de diputados
de la Asamblea Nacional por un período de 7 años.”. como dicen los abogados, a
confesión de parte, relevo de pruebas, lo que significa en cristiano que este
gobierno es el más clasista, asquerosamente fascista y definitivamente
cavernario, donde una funcionaria cuya función es la de impedir las violaciones
a los derechos humanos, las justifica con argumentos gorilescos, de paso la
aplauden y hasta vitorean, no hay mucho que hablar sin caer en el horroroso
terreno de la ofensa personal, a pesar de que se lo merezca a mí me da cierto
escozor insultar a una dama.
El otro “ministro de educación” (minúsculas adrede),
con su declaración hace patente su desdén ante la educación y coloca el mote de
“Escuálido” más como un status de inteligencia, pues si te educas, asciendes en
la escala laboral, social y económica te darás cuenta de lo estúpidos que son,
cosa que por supuesto no le conviene a un estado que se afianza en el supuesto
apoyo, mismo que al parecer han perdido, de las clases económicamente débiles pero
que como es costumbre siempre admiten la posibilidad de avance por medio de la
educación, como gente de bien que somos muchos venezolanos, en cambio se
demuestra el apoyo de las masas menos queridas por todos, los malvivientes de
moto y bala, esos que dan en llamar “colectivos” quienes por plata “defienden
la revolución”, eso debe necesariamente llamar a la reflexión.
Estos
ejemplos hacen que uno piense necesariamente ¿Quiénes son los fascistas?, ¿los
que sufren la represión innecesaria de un estado totalitario? , ¿El estado que
enmudece ante las declaraciones de sus funcionarios? Mismas declaraciones
que los dejan ante la opinión mundial
como gorilas envanecidos con un poder que deja de ser legal cuando lo ilegal se
legaliza decreto mediante.
El
precipicio ante el que estamos avanzando a “paso de vencedores” está más cerca
de lo que pensamos, lo define una espantosa palabra “guerra” , eso suena a más
muerte de la “normal” desaparición física de conciudadanos cada treinta minutos
para hacerla cada minuto, donde no habrán ganadores a pesar de que ganen, el
charco y la pestilencia de la sangre no dejará a ningún lado disfrutar su teórico
triunfo.
Amanecerá
y veremos, ojalá mis predicciones sean como las de los iluminados tan en boga
por las redes, ojalá me equivoque para no tener que olvidar tanta literatura,
tanta ficción, anta cultura y verme obligado a vivir de cerca el horror para defender
a los míos, los tuyos, los nuestros.
José
Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback
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