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lunes, marzo 17, 2014

El reconcomio de Baudelaire


En estos días he visto, leído y oído cualquier cosa, desde monumentales mentiras dichas en cadena nacional y hasta para los medios internacionales, he oído de paz mientras hay balas pagadas por mis impuestos y los de todos hiriendo ciudadanos, todo un desbarajuste de violencia, terror encastrada junto a una  “normalidad” anormal de calma en algunas ciudades, donde conviven la miseria, el olvido, la apatía y la rabia sin tocarse siquiera, con cierta sorpresa y algo de tristeza he visto gente de mirones mientras al otro lado de la calle vuelan piedras y bombas lacrimógenas sin participar, solo miran, es tragicómico el asunto.
Entre las ridiculeces de estos del gobierno que me faltaba criticar, es el uso del lenguaje, apartando la ramplonería del discurso, creo que hay que oír con atención el uso del estilo al construir sus arengas, no sé si será asunto de su ultra militancia estilo zombi, pero cada día imitan (muy mal por cierto) el estilo de los románticos del siglo XVIII, sus arengas son “pasionales” , se rasgan las vestiduras, lloran, hacen pucheros, gritan, hablan de paz pero al segundo siguiente salen amenazas más virulentas que otras, viven sumergidos en alguna novela francesa tipo escarlata y pimpinela, mezclado claro con algunos ingredientes tipo Lupita Ferrer con todo y pecado de nacer. No se salvan ni el estilo de los documentos emitidos desde las oficinas oficiales, especialmente los memos que van encabezados por una retahíla de líneas laudatorias del difunto y la camaradería y fidelidad, para, en la línea 33 y hasta la línea 35, comunique el petitorio y liego otras 33 líneas en despedida revolucionaria y comprometida, en el mismo tono tipo Lupita Ferrer.

No son miguelitos son “pezuñas del diablo”, no es el gran líder es “el comandante galáctico eterno de los tiempos nuevos de la quinta república del empíreo todo”, no van a trabajar por sacar adelante el país van a “salvar la raza humana”, son Bolivarisismisismos pero ponen preso a uno de los pocos descendientes de la familia Bolívar, hablan de seguridad alimentaria y todo se exporta, hay escasez absoluta de algunos rubros y otros pues casi que ni relativa, no habrá devaluación solamente un “ajuste cambiario para defender la revolución”, gritan consignas antiimperiales pero están furiosos por que les quitaron las visas, hablan de respeto a los derechos humanos y la red está llena de gente golpeada, asaltada, robada, sin importad edad ni sexo.

Uno de los eventos más graciosos es, “la siembra del comandante”, yo aún me pregunto si nadie se ha dado cuenta de tamaño sarcasmo, pues desde donde se mire es un asalto a la educación el tal axioma, ¿siembra?, ¡Es que lo sembraron?, ¿mataron? Pues hasta donde se, en los lejanos años ochenta cuando decían “sembraron a fulano” era que lo habían matado y sepultado a la orilla de alguna carretera, tenía connotaciones funestas, pero estos señores se pasaron, eso de la siembra, a pesar de que el muerto, la verdad no me duele más que por las penurias por las que pasamos todos, ni es santo de mi devoción, no creo que ese axioma sea ningún halago para un muerto.

Ahora se a quienes en realidad les va a dar clases de actuación. Hoy veía a un gobernador explicando cómo murió el militar ayer, con un tono tipo radionovela que lo hacía ver realmente muy mal ante el “electorado” culto que lo sigue, además del énfasis en remarcar que nadie hizo ningún disparo hacia los apartamentos, ni habló de las chorropotocientas bombas lacrimógenas, tampoco de los intentos de hacer allanamientos sin orden ni mesura, ni de valerse de los colectivos para “ablandar” las protestas, peor, resulta que dijo en la televisión que no eran más de cuarenta individuos, que dominaron a los soperuniformados que jamás van menos de cien, con tanquetas, balas, escopetas, escudos, cascos y demás florituras de seguridad. Como cuarenta muchachos desarmados y si acaso una molotov, los dejó en ridículo al frente de la colectividad, pena ajena señores, llorar no los hace ver menos agresivos ni más amorosos, lloriquear más bien les desnuda la maldad con la que envuelven todo su discurso.

Para despedirme un pensamiento leído al vuelo “"La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías,les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad.La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas
Miguel Bakunin
José Briceño 2014
@jbdiwancomeback




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