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martes, marzo 04, 2014

Este raro nacionalismo tercerizado


Tengo tiempo dándole vueltas al tema, intentando entender cómo se come este asunto de ser ultra nacionalista pero adorar a los extranjeros, ciertamente el asunto de la xenofobia no se me da, sin embargo, toca ser algo sensato, comenzar a pensar en un proyecto país que verdaderamente nos haga independientes. Jamás entendí la parte de toda la parafernalia estatal sobre la independencia, soberanía, próceres, búsqueda de la identidad nacional pero conjugándola con arengas a la revolución cubana, mandando gente a hacer formación sociopolítica allá en la Habana, visitando a los mandamases de allá y subordinándose ante los militares de por aquellos lados, es difícil entender ese nacionalismo.

No entiendo tampoco la saña con la que han acabado el país, parece que les da envidia toda forma de producción exitosa. Una vez tuve la mala suerte de ser testigo de una conversa entre dos funcionarios de un ministerio, en la discusión debatían sobre las irregularidades en la distribución de alimento para animales por parte del estado, pues la empresa para la que trabajábamos tenía un convenio para la cría de pollos, al final, uno de los funcionarios propuso expropiar una fábrica de alimentos para intentar balancear la distribución del alimento para las aves, nunca les pasó por la cabeza que los privados no les distribuían alimentos por que no pagaban las facturas, los públicos no tenían producción por la misma razón, entonces bajo su esquema de pensamiento había que desmantelar la empresa privada, no es que son inútiles administrativamente hablando, es que la industria privada los odia.

El párrafo anterior muestra a micro escala el pensamiento macro de los “señores”. Así mismo acabaron con la industria petrolera, tanto así que no producimos la gasolina que consumimos a precios ridículo, tan por debajo del precio internacional que de los países vecinos vienen a hacer verdaderos mercados pues con lo que se pagan dos litros (a dólar) acá fácil se pueden comprar cisternas enteras del producto, era barato ya cuando se procesaba en el país ahora, el estado se desangra solo para que no se repita los del llamado “Caracazo”  aunque la verdad estamos bastante cerca pues la situación económica y social así lo están requiriendo.

Si hablamos de otras cosas con respecto a la injerencia extranjera en mi país, hace que nos planteemos pensar cómo ven los del gobierno y sus acólitos este asunto de patria, no tienen sentido una patria que todo lo importa pues sus administradores con la saña debida han destruido todo hito de producción, lo de la saña queda demostrado en el “Plan de la Patria” que sería bueno que se leyeran tirios y troyanos a ver si les gusta.

Es complicado entender como unos tipos que se las dan de más patriotas que los mismos próceres entreguen el país a pedazos, petróleo pre-vendido a china por diez años, además de entregarle las ferromineras a ellos también, sin hablar de las reservas del Coltán, contratos de defensa para los Rusos así como la construcción de las edificaciones de la tal “misión vivienda” , intercambios comerciales basados en trueques con Nicaragua y otras naciones donde la más perjudicada es Venezuela y así un rosario de tratos exóticos donde nunca la república gana nada, ese es un nacionalismo muy extraño.

Hasta donde sé, ser nacionalista, sobre todo para los ultra nacionalistas, debería ser colocar el país de primero, no es solo construir cosas, es volverse efectivísimo en las negociaciones por todo, nunca hacer tratos con nadie donde la república no gane más, es transformar el país en algo mejor que los mismos deseos, es lograr mejoras económicas y sociales que conlleven a ser siempre mejores, es nunca dejarse ningunear por país extranjero alguno por muy “amigo” que diga ser, la injerencia extranjera, venga de donde venga es inaceptable, no creo en intervenciones de terceros para defender lo que me toca defender a mi como venezolano, no creo en que unos animales de traje y corbata, acompañados de esos otros que se disfrazan escondidos tras sus armas, desfiles, comparsas y tradiciones  permitan, inviten, inciten y hasta promuevan intervenciones de terceros en mi patria.

Discúlpenme todos, la verdad es la tercera o cuarta vez que intento terminar este texto sin que se me cuele algún insulto para los traidores a la patria que aseguran ser hijos de Bolívar, aunque pensándolo bien, Bolívar anduvo por tanto monte, con tanta mujer por ahí en los 20 años de guerra que le toco vivir, quien sabe en qué burdel de camino su semilla se hizo fértil y entre uno y otro pues se pervirtió dejando como herederos directos estos abyectos personajes que reclaman para sí esa herencia y como su naturaleza no puede ser de otra manera dilapidan lo heredado en perjuicio de los que vienen atrás, imagino que ellos ya se olvidaron de la realidad para ser víctimas de su propio engaño, todo para terminar en este nacionalismo tercerizado que ha llevado a la miseria a una nación que debería estar entre las primeras del mundo, con un petróleo que con creces alimentaria toda clase de iniciativas, donde el éxito debería ser la norma y no la excepción.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

Foto: José Briceño @plurifotos

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