Con
estos sucesos he leído cientos de opiniones, unas bastante sensatas, otras
exudan toda la gama emocional propia de las pasiones políticas. Ciertamente cuando
esto pase, si es que pasa, ya nada será igual, por un tiempo viviremos en
estado de alerta, la división se hizo más profunda de lo que había sido hasta
ahora, muchos funcionarios que se quitaron su careta vivirán en carne propia el
escarnio de pertenecer al grupo de los intocables, los parias, tal y como
sucedió después de aquella infame “lista tascón”, todo el rosario de cosas que
nos imaginamos y otras que nos negamos a imaginar, hay demasiadas cuentas
pendientes en el aire, cada día suman más.
Entre
las pocas cosas en que el estado ha sido efectivo es en la propaganda, puertas
afuera hay gente dedicada a el oficio propagandístico, no es raro escuchar en
alguna parte a militantes de izquierda pidiendo que sus países sigan el ejemplo
de Venezuela, pienso que ese empeño es parte ignorancia y parte fanatismo. Ciertamente
acá tenemos algunas cosas que bien llevadas harían de este país una referencia
internacional de bienestar social donde todos tendríamos espacio para el crecimiento
personal y colectivo sin tener que estar pendientes más que de estudiar,
trabajar y producir, pero no es así.
Tenemos
un aparato de salud gratuito, con hospitales plenos de especialistas donde
cualquiera tiene acceso a sus servicios, eso es en parte cierto, me explico,
ciertamente hay una red de hospitales tanto del llamado Seguro Social como del
Ministerio de Salud, sin embargo en ambos casos son cascos vacíos adonde los
servicios básicos (agua y electricidad) son escasos, trabajan sin insumos, es
más, los pacientes deben aportar desde guantes quirúrgicos hasta suturas, exámenes de laboratorio, tomografías, rayos X
y otras tantas cosas necesarias , no hay,
así que toca hacérselos en instituciones privadas que por los momentos tampoco
tienen nada gracias a los buenos oficios del control cambiario. También en eso
de la salud se habla del tal Barrio Adentro, les informo que en su mayoría están
cerrados y tampoco tienen nada más que pastillas para la fiebre.
En
cuanto a la seguridad social, también debemos admitir que el periodo para
acceder a la jubilación del estado es relativamente corto en comparación con
muchos otros países, pero la mala cosa es que la pensión está como 180% por
debajo del costo de la cesta básica, no alcanza a los mayores ni para las
medicinas, mucho menos para comer decentemente.
La
educación es publica, bravo, pero sería interesante que le preguntasen a
cualquier alumno de educación básica como son las bibliotecas de sus escuelas,
cuales actividades extra cátedra existen, el estado les regaló unas
computadoras llamadas Canaimitas, pero nadie sabe qué hacer con ellas pues las
dieron sin darles a los docentes entrenamiento para desarrollar sus clases
utilizando ese recurso, de paso no hay la primera escuela que tenga wifi y eso
que el estado es el mayor proveedor y se ufana de haber comprado dos satélites a
los chinos, cosa que debería hacer que tengamos wifi gratis no solo en las
escuelas, también en las calles. Hablando de las misiones, estas en ninguno de
sus niveles educativos poseen espacios de investigación, bibliotecas ni la
estructura que toda universidad seria ha de tener, es más, la pobreza de sus
programas formativos que hacen hincapié en lo político y no en la formación son
aceptadas en las organizaciones que avalan la actividad profesional en el país,
muchos egresados que alguna vez fueron mis alumnos los he encontrado trabajando
como cajeros, meseros y una variedad de oficios para los cuales no se va a la
universidad, en todos casos la respuesta es la misma “profesor, es que toca
trabajar y el titulo no me ayuda”, resulta que los primeros egresados fueron
absorbidos por el estado pero este se saturó rápido, los muchachos son quienes
pagan los platos rotos de un proyecto que quizás estuvo bañado de buena fe pero
lleno de tanta improvisación absurda que lo quebrantó hasta hacerlo un fracaso
total.
Los
males del país, esos derivados de la mala administración y peor consecución de
buenos proyectos es una lista bastante larga, así que desde mi esquina le puedo
pedir a los opinadores que desde el extranjero se empeñan en defender la
gestión gubernamental, amparados en las cifras absurdas del ministerio de estadísticas,
que parece obtenerlas en una dimensión que desconozco, primero investiguen que
fuentes hay, crucen la información, vean las costuras y después opinen. A los
venezolanos chavistas que se fueron del país, explíquenles a los demás por que
se fueron, no les critico que emigren, ojalá les esté yendo tan bien que jamás
vuelvan ni de vacaciones, no se hagan los bobos cuando alguien les haga la
pregunta, pero tampoco defiendan lo indefendible pues ustedes fueron tan
victimas como los que nos quedamos, no le veo sentido a ser chavistas con
cuenta en euros, trabajo estable, opciones varias que acá jamás hubiesen
tenido, si no tienen nada bueno que decir no lo digan pero tampoco sean tontos útiles
al servicio de los matones que acá se dicen gobierno.
José
Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback
Foto: José Briceño @plurifotos |
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