El
país es cosa seria, así mismo debería serlo la visión que debe proyectarse,
lamentablemente eso no parece importarle mucho a nadie, me explico, mientras
los últimos quince años nos hemos mamado de escuchar, haremos, queremos, vamos
a hacer, estamos pensando, he dado la orden para que comiencen los estudios
para, se va a construir tal o cual vaina, estamos construyendo la definición
del agua tibia en el siglo XXI y demás zoquetadas por el estilo. Al final lo único
que ha crecido es la pobreza y el atraso, cuando, según los millones de
proyectos, proyecticos, anuncios y megamisiones, solo ha dejado un largo camino
de dinero perdido, el axioma ese que reza “cambiar todo para que todo
siga igual” pareciera el eje central de la tal revolución.
Cuál
es la visión de país que queremos los venezolanos, ¿este desbarajuste de
eternas esperas? ¿Seguir chapaleando el barro pestilente de la miseria? ¿Adónde
miro para ver los avances profundos de la revolución?, hasta donde se los únicos
que parecieran realmente beneficiados
son los altos funcionarios, esos que manejan presupuestos y los militares,
claro, además de los jerarcas de los partidos quienes por cierto tienen más de
un cargo en la administración pública, contrariando todas las leyes existentes
para regular tal función. Volviendo al tema, ¿será que la revolución ha
mejorado la salud pública?, hasta donde he sabido acá lo único público son las
calles, de resto la salud a todo nivel es privada, si no me creen vayan a un
hospital y pidan ser atendidos, que les hagan algún examen. Así sea de rutina,
una cura, le coloquen algún medicamento o le hagan una operación, seguramente algún
funcionario, médico o enfermera le darán una receta con un largo listado de las
cosas que necesitará para tal fin, seguramente le sale darse una vuelta para
hacerse los exámenes y otra más larga para encontrar la medicación además de
los insumos para lo que necesite hacerse, desde guantes quirúrgicos hasta
suturas, por tanto es casi tan costoso como una clínica privada, lo que deviene
en la pasión de TODOS por tener acceso a un seguro médico, así sea de poco
dinero pero que de alguna manera nos dé una cierta calma, por supuesto con un
alto arsenal de velas, no por si se va la electricidad que no es raro, son para
prendérsela al santo de su devoción a ver si nadie se enferma gravemente pues
así tengas el dinero (cosa extraña para la gran mayoría) lo normal es que no se
encuentre nada, pregunte a los amigos diabéticos o peor, a los pacientes que
necesitan quimioterapia.
¿Será
que los avances de la revolución están en el agro?, entonces las largas colas
para acceder a la leche en polvo y algunas otras cosas de comer son por pura
necedad de las masas capitalistas que quieren hacer un complot contra la
revolución perdiendo tiempo valioso para la república en cualquier condición.
Ya
sé, es en la economía, pero con las ultimas nueve devaluaciones no pinta muy
bien la cosa, por más que le busco una explicación no la encuentro, volviendo
al cuento del petróleo ¿Qué pasa con el diferencial entre lo que se presupuesta
para el gasto de la nación y lo que teóricamente debería estar en las arcas del
estado? ¿Esas devaluaciones que nos tienen arrodillados son realmente un avance
de la revolución? Caramba que alguien más inteligente que yo me lo explique,
debe ser que esto de ser profesor de literatura me ha anulado mi capacidad
matemática.
Entonces
los avances pueden estar en la seguridad, recién con los últimos hechos veo que
tenemos a miles de policías, muchos más de los que siempre pensé que existían,
entonces los 25 mil muertos del año pasado, ¿son inventos del imperio?¿ el
miedo en las calles es solo una “sensación”?, entonces allí tampoco ha existido
un tal avance, a menos que el avance lo midamos en la cantidad de muertes desde
que llegaron al poder, eso sí ha crecido de manera exponencial cada año, nunca
se ha detenido, es más, crece con más fuerza cada día, además del hampa también
deben sacar provecho los fabricantes de los cartelitos esos que dicen prohibir
las armas en espacios públicos, al que NADIE le para, como muestra revisen los
miles de videos de los últimos quince días donde amablemente maleantes a lomo
de moto comparten la “seguridad ciudadana” con Guardias Nazionales y policías nacionales
y locales, una belleza esa eliminación de las berreras de clase que ha traído
la revolución.
Con este somero análisis de solo unos pocos
puntos podemos constatar que los tales avances son más papel, tinta y pixeles
que otra cosa, no es de extrañar que la gente ande brava, la separación entre
la sociedad es una consecuencia normal de quienes vemos con angustia que el
futuro se bate en retirada, mientras que a otros paree no importarle, puedo
entender que unos tengan sueños de igualdad social, justicia y equidad, eso no
se discute pues (creo) que son sueños más que justos, pero también me cuesta
entender que a la vista de tantas y tan abrumadoras pruebas de incompetencia y
estupidez “revolucionaria” no se unan y alcen su voz para exigir cambios, peor,
se cierran a la realidad, la suprimen hasta llegar a absurdos como tantos que
se ven en la vía, ojalá se pongan la mano en el corazón para que piensen en el
futuro, ya no de la nación, del de sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos,
vecinos y hasta de los niños desconocidos que todavía juegan en las calles,
hagan un ejercicio de imaginación desnudándose de fanatismos y verán que al
final esta lucha de todos es la más justa que puede haber, espero tomarme unos
tragos alguna vez con algunos amigos solo para compartir lo bien que nos va a
todos, lo excelente que van las cosas, lo bien que han crecido nuestros hijos,
irnos caminando a media noche por las calles de la ciudad como hacíamos hace
más de veinte años sin este eterno pensar en no pensar que podemos tropezarnos
con una bala.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
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