Irse
no siempre es huir, muy al contrario es
buscar una mejora en la vida, siempre hay gente que ha viajado y decide no
volver, más allá de las nostalgias de la tierra natal. Mucha gente conocida se
ha ido del país, unos por esa búsqueda, otros por que sin nada que los ataba
pensaron que en otras tierras quizás si encontrarían eso que por acá no tenían.
Ahora
gracias a la internet uno puede saber de ellos muy rápido, hacer seguimiento de
sus vidas y hasta darse cuenta que lo que muchos cuentan son fantasias, pero
estemos claros, por aca la vaina no está color de rosas, patriotismo aparte,
sabemos que con un sueldo de profesor mucho no se hace, con uno de TSU menos,
aun licenciados e ingenieros los he visto trabajando de taxistas o de
vigilantes, aunque el trabajo no deshonra a nadie, esos empleos no necesitaron
de cinco años de carrera universitaria para realizarlos, da bronca.
Hoy
mataron a un ciudadano de a pie frente a un banco, la verdad sucede todas los
días, pero eso no quiere decir que a uno tenga que agradarle la vaina por ser
Venezolano, en días atrás a cientos los han matado por quitarles un teléfono,
un par de zapatos, una computadora portátil y hasta por una botella, que
cagada, alguno que levante la mano y diga si vivir en otra parte donde tus
hijos no vivan en esa zozobra no sería mejor. Eso que somos pobres pues de otra
hasta ir al cine sería un peo con los secuestros express y demás linduras del
hampa.
No
creo que en ningún cerebro con algo de masa encefálica funcional le guste vivir
entre balas y puñales, a nadie le debe agradar vivir encerrado por que “uno nunca sabe cuando le toca”, aunque
los jóvenes de el adefesio aquel de “Caracas ciudad de despedidas” se expresen
de la manera más burda y tonta sobre esta problemática, toca estar claro que la
cosa en estas tierras no está fácil para nadie y si se pudiese muchísima gente emigraría
huyendo del hampa, y si nos metemos con la cosa económica pues peor, conozco muchísimos
que doblan la cabeza para poder trabajar, otros (como yo) no tenemos ninguna
posibilidad dentro del ambiente natural de trabajo (ministerio de educación) pues la cosa política pesa dentro de los
pasillos de ese ministerio.
Algunos
que lean esto seguro se preguntarán, por
que carajo no me he ido, desde aquí se
los voy a contar, tengo hijos que no me puedo llevar pues su madre no lo
permitirá, entonces me sale calarme lo que pase pues es peor el asunto desde
lejos y a los hijos les falta el calor y el cariño de ambos padres.
A
quienes desde su ceguera política o de la que sea, les de por hablar de luchar
por el país y otras vainas por el estilo, desde estas líneas les hago una
propuesta, revisen sus sitios de redes sociales y saquen cuanta de cuantos se
quieren ir y cuantos se han ido, pregúntenles y luego revisen la crónica roja
de los diarios para que vean que quien se quiere ir no escapa, busca otro sitio
donde sus hinos tengan más posibilidades de llegar a adultos sin que ningún malandro
los mate o los veje por robarles alguna vaina que si bien es cara, no vale
ninguna vida humana, adonde tu trabajo te permita tener las cosas que quieres y
el estilo de vida que te provoca sin estar asustado o mejor, sin tener que
soñar toda tu vida por una casa, un carro y una vida digna pues sabes que tu
ingreso te lo va a permitir en menos tiempo que por acá.
Prof. José Ramón Briceño
2012
3 comentarios:
Realidad cruda
Totalmente de acuerdo....ahora haces terapia también? Casi me pongo a llorar :'( ....jajajajjaa buen desahogo!!
Ahhh cada vez que leo las noticias de venezuela, la nostalgia se me pasa. Tambien creo que nada es fácil en otro territorio, que estas conociendo. Pero algo que nadie me puede quitar es que duermo tranquila
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