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miércoles, diciembre 17, 2014

Vinos, licores y vicios, un lujo

A medida que se va envejeciendo, se supone que también se va ganando más en lo que sea que uno haga, bien sea por que te vuelves experto, has estudiado más, encontraste un mejor empleo, cambiaste de oficio o montaste negocio propio, eso de crecer económicamente debería ser la norma para todos. Sin embargo en Venezuela la cosa no es necesariamente así, me he dado cuenta de que a pesar de que gano más que hace un año, compro menos aun que cuando era solo profesor por horas en un tecnológico, cosa que todos los docentes sabemos es, económicamente hablando, el peor de los empleos pues los sueldos por hora de esos institutos son de lástima total.

Como estamos cerca del día de navidad, anduve buscando cosas, una suerte de pre-gira de compras para ver cuales detalles se pueden regalar a las poquísimas personas a las que uno les puede regalar, no es cuestión de ser tacaño, es que si les regalo a todos no me queda ni para los pasajes en bus y aún falta el fin de año. En esa gira no podía faltar el revisar el precio de los licores, esos si no son para regalar si no para consumo propio, no pienso en wiski que la verdad es inalcanzable una botella decente y no las cosas espantosas de nombres tan sospechosos que tengo la impresión que beberlos es un atentado directo al hígado y quizás hasta ciego puede uno quedar de tan malosos que se ven.

Por ejemplo, vi una botella que hace años compraba los fines de semana sin que me diera remordimiento de conciencia, en esa época (tres años atrás) eso costaba menos de cien bolívares y los amigos más afortunados arrugaban la nariz cuando veían que traía algo de eso, algunas marcas de Vodka, Ron y hasta Tequila, hoy día son incomparables pues ahora cuestan más de mil bolívares cada uno, eso que todavía no ha entrado en vigor esa ley sobre el impuesto al lujo.

Alguno me leerá y dirá “Que importa, por mí que el alcohol y los cigarros se vuelvan verdaderos lujos, eso mata gente”, yo le respondería que en un país donde la gente no se pueda costear sus vicios legales, la cosa pinta peor. Un país donde fumar marihuana sea más barato que un cigarrillo legal, donde ni el albañil o el obrero puedan reunirse a puerta de licorería para beberse unas cervezas, el maestro no pueda darse un trago al volver después de atender quince secciones de cuarenta y tantos muchachos cada día, el oficinista no pueda relajarse con un trago los fines de semana ni las señoras su respectivo coctel, los jubilados su wiski (por aquello de la tensión) , está a un tris de una explosión social, si muy pocos afortunados pueden bajarse el estrés a punta de tragos sin tener que pelear con una resaca atroz al día siguiente, lo más factible es que en algún momento empecemos a enterarnos de que el atraco a las licorerías está a la orden del día, no para vaciar la caja registradora como ya es costumbre, es para vaciar los anaqueles y terminar vendiendo eso tras bastidores con un precio más moderado.

Quizás comencemos a ver con espanto como los profesores y maestros al borde de un ataque de nervios terminen pateando a uno que otro adolescente (de esos que tienen motor de 16 y carrocería de 25, metro ochenta a los dieciséis) cuando estos se ponen necios dándoselas de vivos o a sus representantes que siempre van a defender a su “retoño” negando de paso todo lo mala conducta que son, los obreros terminarán matándose entre ellos por nimiedades , los profesores universitarios comenzaran a pelearse entre sí, terminando con los alumnos, caldeando un poco más esas últimas dos semanas de cada semestre donde alumnos y profesores casi ni se hablan pues los primeros están hasta el cuello de evaluaciones que lo más normal es que no los dejen dormir y vean a los docentes como culpables de sus desventuras, ahí ha de ser peor la cosa, imagínense por un segundo que los alumnos no tienen como liberar presión pues como gente sin gran preparación no ganan mucho (los que trabajan) y los docentes que necesariamente han de tener posgrado, tampoco, el ánimo será espantoso. Y de paso nadie sabe adónde carajo se invierten los impuestos monstruosos que genera eso del IVA, el fulano impuesto al lujo y el impuesto de cigarrillos y licores que dicho sea de paso es casi que el sesenta por ciento del valor de cada uno de esos productos, se los traga el gobierno y NADIE sabe en qué carajo los usan pues ni siquiera hay nada en ninguna parte.

Seguramente alguien dirá que es una maravilla, el gobierno quiere eliminar el vicio, yo creo que ahora van a desaparecer hasta las pastillas mágicas (Valium, ativan, lexotanil, bromazepan, lorazepam etc.etc) pues las señoras y muchos señores conocen las propiedades terapéuticas junto con un tecito de tilo o quizás hasta una cerveza para potenciarla, en vista de lo caro seguramente se harán fiestas de pastillas mágicas al abrigo de los hogares, la fulana Yerba (marihuana) será más popular pues hasta donde me han contado con 600 bolívares fumas un par de semanas y si lo restringes para los fines de semana te dura aún más, así solo la acompañas de jugo y dulces, serán más populares las matas de “Campanita”, los alambiques clandestinos y hasta las cervecerías artesanales, con el plus de que no le regalaría medio a un gobierno que nos chupa la sangre pero que no ofrece ni siquiera estabilidad emocional pues las poquitas cosas que te sirven para evitar reventarle la madre al vecino desgraciado del vallenato a todo volumen, el calor de los buses, la puta quincena que no alcanza, los sueños  truncados, la posibilidad de casa o carro , salir de vivir arrimado, los alquileres imposibles, la inseguridad galopante y hasta el susto constante de alguna “bala fría” que entre por tu techo, se vuelven imposibles.
Todo suma a esta olla de presión inmensa en que se ha vuelto mi país.

José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback

P.D: por favor no me vengan con vainas de correr, hacer yoga, mantras ni meditación trascendental, bien por los que lo practican y le sirven, muchas neurosis no diagnosticadas andan por ahí caminando, incluyendo la mía, se reciben vinos, libros, marlboro rojo, licores varios como regalos de navidad, saludos desde mi esquina.





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