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miércoles, febrero 18, 2015

Vivir menos en revolución


La inflación en el país es una de las pocas cosas que sorprenden, la verdad no hay mucha variedad pero lo que se encuentra está a precios de novela de ficción, pero los sueldos siguen insuficientes, no importa cuánto ganes, aunque mientras más te acercas al sueldo básico más reducidas son las posibilidades de que puedas comprar nada.

Un mercado decente, según las cifras de la canasta básica, cuesta 30 mil bolívares pero el sueldo básico está en cinco mil, el alquiler de un anexo, en una zona no tan peligrosa no baja de 15 mil, un par de zapatos de dudosa calidad cuesta seis mil bolívares , así mismo un pantalón, las camisas ni hablar, un licor de esos que uno jamás compraba por aquello de la calidad cuesta ahora 500 bolívares que equivalen a la mitad de una quincena, los cigarrillos van para 150 la cajetilla, eso antes del nuevo aumento del impuesto.

Las computadoras, celulares, línea blanca, muebles, televisores y otras cosas de amoblar son artículos de lujo, por ejemplo, una neverita de 10 pies cúbicos, de marca  desconocida cuesta 30 mil bolívares, una grande va por el orden de los doscientos mil, algo así como cuarenta sueldos básicos, el Smartphone más barato no baja de 15 mil y solo se puede adquirir de contado, ya las rebajas por comprarlo con tarjeta de crédito no existen.

De las medicinas mejor ni hablo pues me deprimo más ya que además, como si fuera poca la desgracia no se encuentran y las que se pueden localizar es gracias a la solidaridad de quienes las quieran donar o traerlas como parte de su equipaje. ¿Viajar? Ciertamente no es imposible, nadie te lo prohíbe pero los pasajes solo se pueden comprar en dólares y hay un control de cambio excesivamente hijo de puta, a las líneas aéreas nadie les quiso pagar la deuda que tiene el estado pues uno compraba en bolivares y se supone que el estado pagaba a su vez en dólares, cosa que jamás hizo.

La verdad a mí me importa poco la vida de nadie, no me interesa el chisme, pero me parece ofensivo que un gordo con quien sabe cuántas decenas de kilos de sobrepeso diga en público que los consejos comunales harán cursos para enseñar a comer menos a la gente, los jerarcas paguen comerciales para que una “niña de papá” cuyo único merito es que su padre es el presidente de la AN y con un físico bastante agraciado, a quien se le ve por encima los millones que gasta en vestimenta, hace un comercial en inglés para “demostrar” que acá a gente es feliz, la palabrota que se me ocurre no la voy a escribir pues siento que solo tiene fuerza cuando la grito con toda la rabia que tengo acumulada.

Hoy comenzará la subasta por los dólares en el nuevo sistema cambiario, seguramente esta noche alguien publicará que pasará los doscientos bolívares y yo me entristeceré más pues mi sueldo será ya de menos de 30 dólares al mes, así sucesivamente hasta que gane solo unos céntimos mensuales, cuando algún bobo de esos que pululan por los pasillos de las instituciones educativas públicas (que son las que “mejor” pagan)  diga alguna babosada sobre la revolución o como hacer “carne mechada” con la concha de plátano maduro o insista en la necesidad de sembrar en los espacios verdes de mi sitio de trabajo, lo mandaré derechito a comerse una montaña de excremento aderezado con mucha patria para que sea serio, al próximo que me venga a comentar de la necesidad de ir a elecciones parlamentarias sin las condiciones mínimas de transparencia le diré lo mismo.

Tengo días pensando en cómo será el momento de mi huida, pues aunque sea pidiendo aventón me llevo a mi hija de toda esta mierda, la verdad hoy miércoles post carnaval no ando para nada alegre, muy al contrario ni quiero ir a trabajar pero como la necesidad tiene cara de perro iré a ejercer mi oficio de maestro aunque la idea de que soy un recogelatas del conocimiento no se me va, feliz día.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback





1 comentario:

María del Rosario dijo...

Apreciado:Tus reflexiones son, quizás vía de escape para muchos que como tú y como la mayor parte de la población ve en una salida/emigrar del país su solución, porque no hay alternativas para los disidentes. Disentir en este país,como en todos los regímenes autoritarios/disctatoriales. Creo que la gran pérdida sumada a todo este caos es la esperanza.Un ESPACIO QUE NO TIENE LA ESPERANZA COMO opción es un sitio invivible. Sé que es doloroso ver esta situación como Norte para nuestros hijos de la edad que sean. Sin embargo, mientras más pequeños el susto es mayor. Venezuela transita una terrible guerra contra la amnesia. La Memoria es un atentado contra esta psiquis ROJA Y NEFASTA. Tus palabras llegancomo ese grito ahogado que no se conforma con decir que coman pastelitos fecales...No, noo! El asunto amerita celebrar onomayopéyicamente, con sus respectivos gritos/quejidos, opción última de quienes no puede hacer otra cosa"la palabrota que se me ocurre no la voy a escribir pues siento que solo tiene fuerza cuando la grito con toda la rabia que tengo acumulada." Esa/s palabrotas que ya no dicen nada escribiéndolas, que ameritan el exorcismo de escucharlas y proferirlas a toda garganta en dirección directa y presencial a quienes ocasionan este desgarramiento.Gracias por compartir tu estado, por escribirlo y hacernos sentir que a pesar de todo no somos una sola persona.