El
primer libro políticamente incorrecto del que tuve conocimiento fue “Las
celestiales” de Miguel Otero Silva, desde que me enteré de la muerte del
maestro Zapata, no he podido sacarme el bendito libro de la cabeza, ¿la razón?,
simple, las ilustraciones de ese texto eran de Pedro León Zapata aunque a ambos
calaveras (escritor e ilustrador) les dio por publicarlo con seudónimo.
He
leído cientos de mensajes en las redes lamentando la intempestiva retirada del
maestro, algunos muy personales, otros pues hablan de la relación entre ese
señor y dios que ha de recibirlo con los brazos abiertos. Yo creo que primero
le formará un lio, con regaños, rayos, truenos y algún que otro milagro para
asustarlo, aunque de seguro perderá el ánimo cuando Zapata le suelte un
sarcasmo, al final Dios se reirá y lo abrazará para dejarlo entrar al cielo, donde
los hermanos Nazoa, Miguel Otero, Job Pim, junto a la gran cantidad de ateos
insignes que a punta de burlas han podido evadir el purgatorio, sitio que por
cierto está en remodelación luego que el Papa Juan Pablo II lo puso en desuso y
ahora el nuevo Papa argentino ha terminado de cerrar pues habían planes de
ponerlo como castigo a los divorciados, los homosexuales además de las
lesbianas y los transexuales que los ha reconocido el vaticano, San Pedro a
pesar de sus quejas no tuvo más que claudicar y cerrar.
Mientras
todo eso sucede, Pedro León seguramente dará un paseo para constatar que en el
cielo también hay perros y se encontrará con aquellos que más quiso, al final
volverá a ser feliz, de seguro hará una patota con los otros insignes para
hacerle la vida imposible al aburrimiento celestial.
Buen
viaje maestro, ojalá cuando me toque tenga la suerte de poder conversar con
todos, no se le ocurra reencarnar, espéreme que en tiempo celestial la vida es
un ratico y el cielo eterno.
José
Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback
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