Cuando
era niño, hace un buen rato, en otro siglo pues, mi abuela me decía cada vez
que me encontraba con algún invento “tú no inventas nada bueno caramba”, esa
misma frase me asalta cada vez que leo, escucho o veo alguno de los inventos
del gobierno, sus justificaciones insólitas, sus estadísticas cuya interpretación
es un calco de cualquier programa cómico, de hecho, siempre estoy a la espera
de las risas grabadas pues los aplausos los pone el público “cautivo”.
Este
gran escenario llamado Venezuela, donde pasan de sketch a sketch sin pausa ni
comerciales, bueno, el símil podríamos decir que son los feriados inventados. Entre
los inventos a los que al parecer nadie le pone mucha atención es el de la
supravigilancia policial a la que estamos sometidos TODOS acá nadie está a
salvo y si por casualidad lo haces vienen los “genios” del aparataje de
espionaje y zas, te fabrican un email, algún funcionario, muy serio el, convoca
una rueda de prensa donde nadie tiene derecho a preguntar, ordenan a los medios
oficialistas (todos los de la TV y la mayoría de la escrita, sin contar los
miles de sitios de internet) hacer su
fiesta comunicacional con los “detalles” del supuesto plan magnicida , cuando en verdad
ellos están más que claros que si un real espia se pone en eso de querer matar
a un presidente pues no lo pública, no lo anda escribiendo por ahí, sobre todo porque
está claro que cualquier vaina que se diga, se escriba o se publique será
monitoreado por los esbirros de rigor, si es por alguna potencia interesada
pues seguramente un misil disparado desde sansingapur, manejado por un bisoño
recluta desde las islas marianas con un laptop, le vuelan el orto a quien les dé
la gana y el rastro en internet será de un IP del templo sintoísta del círculo
polar Ártico, y al final nadie fue, es decir pura retórica estúpida para que la
gente se entretenga mientras millones salen por otro lado.
Tengo
un par de amigos simpatizantes del gobierno, tan fanáticos con eso de la
seguridad que yo los bauticé 88 y 166 en honor a aquel Superagente de los años
setenta, sin embargo el día de hoy debo pedirles disculpas pues la realidad me
ha pateado con fuerza, he peleado para no terminar paranoico pero la verdad es difícil
no hacerlo, con la noticia de una poetisa a quien le publicaron una carta en el
Mami Herald y terminó presa una noche cualquiera , donde patadas mediante un escuadrón
de humanoides de verde se la llevó con todo y computadora a la cárcel, sin
juicio y buscando una supuesta novela de la que nadie sabe.
Estudiantes
que desaparecen en cualquier momento, asesinatos políticos sin solución, presos
políticos incomunicados, total un estado policial absoluto. Ese golpe de la
realidad del que les comento me sucedió el día del padre, a la puerta de una licorería
se me apareció un fulano que aseguraba haber sido mi alumno en una universidad
privada donde trabajé el año pasado, cosa que puede ser, sin embargo su estampa
gritaba lo contrario, ante mi mirada de extrañeza me dio un nombre y aseguró
ser policía, cosa factible, sin embargo cuando le dije donde trabajaba el me
aseguró que sabía pues trabajaba en la seguridad del gobernador de mi estado,
hice mi compra, monté la caja de cervezas en el carro donde iba y le pedí al
conductor salir pitando, en el camino le expliqué la razón del apuro, el
conductor se quedó callado y no le quedó más que suspirar y decirme “estás
jodido Briceño”, yo le repliqué, jodidos están ellos que me supervisan cuando soy solamente un librepensador más.
Tengo
ya dos días con el asunto en la cabeza, acordándome de los superespias
caribeños amigos míos, pensando en el futuro y he tomado la decisión de no
cejar en mí pensar, jamás callarme lo que pienso, cuando menos si se ocupan de vigilarme le
dejan el camino libre a lo que verdaderamente hacen cosas interesantes para
cambiar esto, no los conozco ni quiero hacerlo, mejor es continuar en mi
esquina pregonando las brutalidades del gobierno y los avatares infernales de
vivir por acá, total, igual tengo que trabajar así sea para los pasajes nomás,
tomar cerveza de vez en cuando, fumar a diario, para que cuando esto se acabe
por lo menos nadie tenga la excusa de que jamás nadie de a pie, sin nexos con
los grandes intereses económicos o políticos, sin compromiso más que con la
realidad, grito en pixeles y letra de imprenta la realidad nacional.
José
Ramón Briceño Diwan, 2014
@jbdiwancomeback
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