Relato de la lógica ausente

A este gobierno se le puede acusar de cualquier cosa menos de lógico, así mismo a los entes que debieran ser lo más ecuánimes y apegados a las leyes, he leído no sin cierto espanto que ahora es ley que los militares puedan hacer mítines y participar activamente en las actividades similares que planifique el gobierno, imagino que algún generalote se hartó de estar ordenando a sus soldados cambiarse a ropa de civil para ser  “voluntarios” en las concentraciones que ordena el presidente, ante la escasa participación civil bien vale buscar hacer bulto de cualquier manera.

Eso también significa, entre otras cosas, que los militares activos podrán aspirar a cargos políticos de elección “popular” y ser parte activa en las decisiones políticas que deberían ser incumbencia exclusiva del ámbito civil. Otra noticia que parece haber pasado bajo cuerdas es esa de que Corea del Norte, abrirá oficinas comerciales en el país para  “estrechar los lazos comerciales que unen a ambas naciones”, eso me horroriza, ¿Qué produce ese país que nosotros podamos necesitar? ¿bombas, policías, espías, represión, campos de concentración?, no veo muy claro qué carajo puede ser importante para Venezuela mantener relaciones con personajes tan funestos como esos, y encima vengan muy sonrientes y me señalen como fascista.

Si unimos ambas noticias casi que provoca infartos, acá no se vale ese tan típico “no vale, no creo”, al contrario se vale decir si vale, ¿Qué hacemos?, el tono fascisto-comunista es absolutamente palpable si leemos entre líneas, ya aumentará la represión, el blackout informativo se instalará hasta en los celulares, a esos personajes les importa nada aislar al país con tal de quedarse eternamente en el poder, sin importarles mucho eso de que un país con todas las perspectivas posibles de crecimiento sea ahora una extensión de la “corte de los milagros” un símil tropical de la de Oliver Twist.

A los militares toca decirles algunas cosas, he decidido no insultarlos como es mi costumbre, algunos (muy pocos) que conozco ya me quitaron el habla, ellos se sienten totalmente inocentes en este desastre, sin embargo su omisión la siento tan culpable como la de los que ejecutan al pie de la letra sus órdenes. Ellos sienten que no hacen nada más que ejecutar su oficio, total, para eso son entrenados, obedecer sin razonar, ejecutar sin cuestionar, así eso implique algún acto realmente detestable como ese de matar, secuestrar, torturar, robar y hasta delatar a sus compañeros de armas, familiares, amigos, vecinos y allegados, ellos solo cumplen ordenes de su comandante, este a su vez del suyo y así sucesivamente hasta el presidente, para cuando se le pase la factura puedan alegar “obediencia debida” tal y como hicieran en Argentina, Chile y algunos otros países más, de esa manera puedan tomar su respectivo avión hacia un exilio cualquiera con los dólares que puedan y con la cara muy lavada, asco me dan.

Desde ya muchos piensan en elecciones pero ¿de verdad piensan ir a elecciones con este cne? No solo las autoridades están con el periodo vencido, es que además están parcializados, tanto así que solo falta que los actos electorales sean manejados como un acto de campaña más del partido de gobierno, es un aparato electoral con un solo fin, el de “oficializar” los resulados siempre favorables a un gobierno de miserables.

Estamos entrampados por todos lados, la única solución es esa que espanta a todos, tanto los espanta que el gobierno está apelando a los esbirros más grandes del mundo, los Chinos, Los Cubanos y ahora los Nor Coreanos, imagino para que los enseñe a ser más violentos, a perder el prurito a la sangre, organizar sus escabechinas y quién sabe si hasta inventarse campos de reeducación para todos aquellos que o creemos en ellos, total la ignorancia es la clave y mientras el presidente, sus acólitos, los aspirantes y hasta los opositores anden detrás de su cuota de dólares y poder mantengan la boca cerrada, el bolsillo abierto y el pasaporte al dia, los demás tenemos altas probabilidades de seguir jodidos, encerrados y más pobres sin que parezca importarle a nadie más que a nosotros.

José Ramón Briceño, 2014

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