Con
todo lo que pasa en las calles, en las neveras de conocidos, amigos y
familiares, sus sueldos cada día más efímeros y lo que uno lee por las redes
pues la prensa por lo general se asemeja más a una revista de farándula que a
un medio de noticias por aquello de la censura, preguntarse ¿por qué? Ya no
tiene sentido, creo que la pregunta debe ser ¿para qué?, me cuesta pensar que
positivamente una manga de ineptos e imbéciles está a cargo del país, la verdad
según mi teoría más que ineptos son criminales de la peor calaña pues hacen que
muchos pasen miserias para que unos pocos sean felices.
Desde
que asumió la presidencia este heredero galáctico a quien de seguro ni la mamá
lo quiere pues jamás que yo sepa la ha nombrado, el país ha ido en franco deterioro,
para los que solo saben de mi tierra por cifras e informes pues viven en otras
tierras y para que los compatriotas que se fueron hace años vean más o menos
como se ha deteriorado en su ausencia comencemos por la cosa económica. Si te
quieres mudar y vivir alquilado en una zona donde las balas no sean parte de la
decoración del frente de tu casa y ver las estrellas desde la calle no sea un
sueño imposible, prepárate a desembolsillar cuando menos dos sueldos básicos y
eso solo te dará la opción de una habitación minúscula, casi que un closet con
baño, anexo a alguna casa de la periferia citadina. Un mercado más o menos,
para tres personas no baja de dos sueldos básicos a menos claro que tu dieta
esté basada en harina pan, pasta, huevos y alguna vez carne de tercera, además
si le sumamos que toca buscar a un buhonero para encontrar leche en polvo,
café, jabón de baño, champú (del que sea, la escasez hace olvidar marcas y
especificidades) te sale pagar hasta el equivalente a cinco dólares por un kilo
de leche en polvo y un poco menos por los otros productos, lo que reduce más tu
presupuesto. ¿Salir a la playa? Aun teniéndola a una hora como en mi caso, te costaría
toda una quincena y eso llevando una cesta con todo preparado y quedándote una
noche en una posada de las menos favorecidas, nada de hoteles ni cosa parecida,
quedarse en carpa ni de juego, lo más factible es que termines atracado (en el
mejor de los casos) volverte a pie pues ni para pagar un bus te quedará.
Si
te enfermas, la cosa no pinta mejor, lo usual es que no encuentres la medicina
indicada por el médico, si la encuentras será por dos razones , hiciste una red
de amigos, familiares y hasta conocidos virtuales para “peinar” las farmacias
en su búsqueda, pero te toca ir a buscarlas pues hay prohibición gubernamental
para enviar por mensajería o encomiendas medicinas y alimentos, la segunda, un
amigo te la trae del extranjero en su equipaje, de otra pues volveremos a las
ramas y los guarapos. Si no tienes un buen seguro que te cubra hospitalización
y cirugía, ponte a rifar la casa, el carro o alguna cosa de valor pues lo más
factible es que te salga ir a la clínica privada pues los hospitales ya son
morideros de pobres, el promedio de espera para una operación no electiva es de
por lo menos un año, de paso igual te tocará comprar todo lo que usan en quirófano
pues lo más común es que hospital tampoco lo tenga, por cierto, hay reportes de
que los anestésicos y los analgésicos pos-operatorios tampoco existen.
Así
un largo rosario de penurias que se sufren en Pupukistán revolucionario (antes
República de Venezuela), mi teoría es la siguiente, esta gente se dice
revolucionaria, se supone que ofrecen un nivel de vida superior a lo que nos
ofrecía un sistema basado en otras reglas, como el conocimiento, la formación,
el trabajo, la seguridad económica y las libertades individuales tanto en el área
social como en lo económico. Al no poder cambiar nada, prefieren destrozarlo
para provocar un estallido social que justifique cualquier método represivo
para intentar recuperar el país de las garras del capitalismo salvaje, matando
de paso hasta la industria petrolera en el camino, eso no importa, mientras
ellos no terminen de mendigos todo se vale.
Es
que no existe otra justificación para tanto desastre, ellos saben cómo salir
del atolladero económico y no lo hacen, recibieron millardos de dólares que se desaparecieron
por arte de magia, el petróleo venezolano es de tan barata producción que si
aplicasen la misma regla de precios justos perderían el 70% de los ingresos,
por tanto la conclusión lógica es que si hubiese existido una decente
administración seriamos casi como Suecia.
No
es lógico que se envanezcan porque la mayoría de los venezolanos gana entre 50
y 60 dólares mensuales, lo que hace lógico que el mercado negro de los dólares
sea un negocio interesante y los pobres prefieran hacer de la miseria del
vecino su propio negocio, pues venden los artículos desaparecidos hasta por
seis veces su valor, por cierto eso ni se esconde, uno se pasea por las calles
de los barrios pobres y ve en casi todas las casas cuando menos una mesita
donde exhiben , aceite, azúcar, café, leche en polvo, champú, jabón de baño, leche
condensada, leche larga duración y un sinfín de cosas que no se ven en los
supermercados.
Dejémonos
de creer en pajaritos preñados, toda esta situación está conformada para que
usted querido lector, el vecino, la viejita de la esquina, el señor de la
camionetica, los pasajeros del metro, el heladero, el perrocalentero, hasta el
barrendero, se molesten una mañana y quemen hasta los carros de policía, allí
intervendrá el ejército, las milicias, los seguidores del galáctico, toda la
corte de “combatientes” que igual asaltan que defienden la revolución, los que
no mueran irán presos y ahí se inventarán su revolución con nuevo panteón de héroes
y cepo para todo aquel que no le gusta, a menos claro que la cosa sea a la inversa
y el juego les salga mal, allí imagino seguramente tendrán un plan b para
hacerse las víctimas, cosa que por cierto la izquierda sabe hacer muy bien.
José
Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
Foto @plurifotos |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario