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martes, septiembre 09, 2014

Las máximas de mi abuela


Mi abuela tenía razón en muchas cosas, en otras tantas no, sin embargo había dos cosas que ella repetía casi que como sentencias infalibles, la primera “todo malo es cobarde” y la segunda “cada ladrón juzga por su condición”. Dando vueltas y conversando con gente que por su trabajo está en constante contacto con algunas realidades ajenas, no me puedo sacar de la cabeza aquellas dos sentencias de mi difunta abuela Josefina.

Vayamos con la primera, después que el jovencito Saleh fue deportado y posteriormente secuestrado en el vecino país, cuando ningún funcionario ha emitido declaraciones al respecto y al parecer aún está incomunicado, da que pensar y ese pensamiento va en función de la cobardía de unos cuantos poderosos a quien no les gusta que denuncien sus burradas, que de paso son públicas y notorias, no es que son vicios secretos como ese de las famosas “jolibudenses” que salen en cueros porque un ocioso hacker les desfalcó las memorias de sus celulares, esas cosas son muy privadas, aunque debo admitir que me alegraron la vista y estimularon mí ya desbocada imaginación, en fin, el asunto es que los jerarcas andan muy pudorosos como dueña de burdel, todos saben de que vive pero le incomoda profundamente que se lo recuerden, así un largo etcetera, tanto es el problema que vivimos en una eterna censura, todos los periódicos andan chorreados pues si se salen de la línea editorial pro estatal les suspenden los dólares y se quedan sin papel, cuando no es alguna televisora a la que se le quita la concesión o una emisora de radio, sobre todo las FM pues son las de mayor audiencia, así que mi abuelita tenía razón, todo malo es cobarde y estos como son la encarnación misma del mal, les espanta sobre manera que se comente o recrimine, para eso son unos linces “interpretando” leyes e inventándose otras para que no quede ni un resquicio de opinión libre.

Alguno dirá que en tuiter se dicen muchas barbaridades, yo les responderé que allí la censura se mueve con otros recursos y de paso el internet es un recurso invaluable para el escrutinio de la vida privada de muchos, por tanto si lo cierran se pierden una ayuda inmensa para espiar los movimientos de todos los venezolanos y si por casualidad se tropiezan con una cuenta incomoda, sus redes de tuiteros pagados se unen denunciándote hasta que el sistema te cierra la cuenta, ya me ha pasado unas cuantas veces.

Lo otro, eso de que cada ladrón juzga por su condición, la podemos entrever , sin buscar mucho, por ejemplo, el presidente dijo hace unos días que una familia de diez personas puede tranquilamente vivir con un sueldo de 10 mil bolívares, se nota clarito que el hombre o su mujer tienen años sin saber lo que cuesta un modesto mercado, para una sola persona medio comer se gasta poco más de tres mil bolívares mensuales, entre lo que encuentra y lo que  pueda comprar pues el presupuesto es complicadísimo extenderlo más, pero todavía ese individuo no ha pagado alquiler, pasajes, servicios, manutención ni del gato y afortunadamente no le tocó pagar ninguna emergencia de esas atorrantes que nos asaltan de vez en cuando.

El otro ministro, aquel del desaparecido “Cheverito” pues supone que hacer turismo en este país es buenísimo, se nota que el amigo tiene destinos exclusivos, salidas con una corte de guardaespaldas y una caravana de gente que los protege, ellos jamás serán asaltados en plena carretera, tampoco tendrán temor cuando una alcabala de cualquier cuerpo de seguridad te detiene en la carretera pues sabes que puede ser alguno disfrazado o que los pobres agentes les toca hacer mercado y como el sueldo no les alcanza les toca recolectar caros en la calle o hacer algún secuestro para redondearse, como sucede a diario en este país, uno nunca sabe. Eso sin hablar de los precios, por ejemplo una posada en Ocumare de la costa te cuesta alrededor de mil trescientos por persona la noche, eso sin incluir otros gastos, total la gracia te sale en no menos de ocho mil, que suponen unos 160 dólares al cambio oficial, por pasar un sábado y parte del domingo, sin licores exóticos ni langosta para la cena, mientras que al otro lado de la realidad, en otros país como México, una semana todo incluido en hotel cuatro estrellas, con piscina , bebidas, comidas y hasta paseos te cuesta 300 dólares por persona cinco días y cuatro noches, y es CANCUN en la Riviera Maya, por lo menos allá no se va la electricidad tres veces al día ni te van a asaltar a la orilla del mar para quitarte el celular que de paso te costó seis meses de sueldo para reunir la primera cuota del crédito con la tarjeta.

Creo que con esos dos ejemplos se ilustra la idea de la sabiduría de mi abuela, aunque por ahí existe mucho acéfalo que aun pasando tanto trabajo como los demás, al parecer les encanta que los traten mal y tener que padecer ese estado de pobreza es su aspiración máxima.
José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback

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