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martes, septiembre 02, 2014

Nueva secta, vieja treta


Existen “noticias” absurdas y las de farándula, la verdad eso de saber si a fulana o a mengana les robaron fotos de su celular no me parece nada interesante (aunque debo admitir que muchas de esas fotos demuestran que mi imaginación no estaba tan equivocada), sigo sin entender como alguien puede ser famoso (a) solo por no hacer nada, que solo estar buena o “bueno” les de dividendos, no entiendo. Tampoco le veo la importancia a las fulanas estrellas del cine, ok, ellos hacen que uno se entretenga pero es que la gente cada día es más vacía de cerebro o es que la cosa está tan jodida a nivel global que prefieren no pensar en cosas serias e idiotizarse con la tv a pensar en cosas realmente serias, no sé.

Ayer aproveché el 2X1 en el cine y me fui de escapada con mi hija, sanduches y jugos en el bolsito de ella y listo, solo pagamos la entrada para disfrutar de una desconexión temporal, buena la salida, sobre todo eso de ir a la función de las doce del día donde si acaso habrán veinte personas más, sin niñitos gritones ni adolescentes con sus risas bobas, al salir mi hija me pide dar una vuelta por la librería a ver de qué nos enamoramos, la verdad yo salí casi deprimido, ya no hay títulos nuevos, si acaso uno que otro y eso de los de moda, cosas feas y sosas como las sombras de grey, crepúsculo y quien sabe que otra sosera new age de esas que se venden bien, pero nada serio, ninguno de esos libros que uno ve por internet. Por cierto, lo poquito que hay cuesta cada uno más de lo que yo puedo gastar, más de 40% de mi quincena, seguiremos dependiendo de las bibliotecas de los amigos y lo libros digitales leídos en mi computador.

Todo esto viene a colación porque sigo buscándole explicación al “Chávez nuestro”, esa suerte de neocredo de la izquierda ¿atea?. Para serles sincero no soy hombre religioso, cuando menos no a la manera tradicional pero me preocupa en grado sumo eso de transformar a una manga de fanáticos en secta religiosa, que si bien da los resultados buscados al principio se les puede ir de las manos, no estamos hablando de unos tipos que cuando mucho se desgañitarán los sábados en sus cultos atormentando a los vecinos o de esos otros que te tocan la puerta un domingo por la mañana para que uno ponga a prueba su educación y entre el sopor de la resaca despedirlos de modo amable, eso sí, sin abrir la puerta pues uno nunca sabe el disfraz de los malvados. Hablamos de una gente que está armada, tiene aliados que hacen parecer a Barrabás un niño “travieso”  y una patente de corso para la violencia revolucionaria que ni paga muertos ni asume culpas.

He allí el verdadero peligro, hace un tiempo lo vi venir y hasta escribí un artículo (articulo sobre la nueva religión )   al respecto, los pocos amigos que me leen se burlaron en privado, algunos chavistas que me trataban en aquel tiempo me dijeron exagerado y fanático, esa vaina jamás podría pasar, hasta que pasó.

Mi temor es que hoy es la cosa esa del credo chavista, mañana se inventan la iglesia, pasado pues comienzan a quemar a los de otras religiones, se empiezan a matar con la nueva excusa de la religión, por cierto muy novedosa en estas tierras donde hasta las señoras de alcurnia le meten al sincretismos religioso con sus cosas de sai baba, feng chuy y hasta los arcángeles junto a la misa de seis y el rosario en familia, los de menos recursos pues navegan entre el catolicismo, el evangelio y los santos africanos, los menos se fanatizan y muchos cambian vicios perniciosos por ese menos caro y dañino de aprenderse un caletre bíblico y recitarlo a grito pelado desde cualquier esquina.

El guion lo conocemos, si leemos algo de historia sabremos que la obra termina mal, si esto aún no ha empeorado es porque no ha salido nadie al ruedo con el suficiente poder para poner plata y armas a disposición de quien las necesite, además estos pichones de confabuladores se la ponen fácil al gobierno mandándose cadenitas y mensajitos por internet o SMS sin poner mucha atención en que estos son los primeros canales de espionaje estatal, tanto así que han limitado el desarrollo de la banda ancha pero ni de vaina quitan el servicio.
José Ramón Briceño , 2014
@jbdiwancomeback




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